Normas para bodas en el convento San Alfonso Con el fin de procurar que la celebración litúrgica del matrimonio sea verdaderamente festiva, sin que ello pierda la solemnidad y sobriedad que debe caracterizar el culto cristiano, así como la devoción que debe inspirar a los que en ella participan, y habiendo observado algunos abusos y excesos, desde el convento elaboramos , y establecemos las siguientes normas: Orden en el interior de la iglesia No se podrá alterar el orden ni la disposición de los elementos de la Iglesia (bancos, altar, asientos etc.) Con antemano prepararán y concienciarán a sus invitados, para que guarden el debido respeto y silencio mientras estén en el templo. Los niños pequeños serán cuidados por un adulto, nuca se dejarán sueltos por la Iglesia. La celebración debe comenzar a la hora prevista Se cuidará escrupulosamente la puntualidad. Los retrasos en el inicio de las celebraciones nupciales se deben, fundamentalmente, a la inexplicable tardanza de los novios. Por ello se ha de insistir, y todos debemos tratar de conseguir, que la celebración empiece a la hora previamente fijada. Los novios serán puntuales por respeto al sacerdote, los invitados y también a las otras parejas que se casan después. Si la tardanza es más de 5 minutos, el sacerdote recortará la ceremonia todo lo que la liturgia permita y por supuesto se recortará o anulará la intervención del coro si lo hubiera. Terminada la ceremonia, se retiran lo antes posible del templo, ya que otras parejas están esperando para poder entrar. La entrada y ubicación del novio Algunos minutos antes de la llegada de la novia al convento, el novio debe entrar junto con su madre, su padre y su suegra. Esperan a la novia en la primera fila de bancos. El novio les da la bienvenida a los invitados según van llegando. La entrada y ubicación de la novia A la hora asignada, se encienden las luces y se abre la puerta. Entra la novia del brazo de su padrino mientras los acordes de la marcha nupcial comienzan a sonar. Si hubiera niños, ellos van adelante. Para este momento todos los invitados deben estar acomodados dentro de la iglesia Las ubicaciones Durante la ceremonia, los novios y padrinos se sitúan en los seis bancos y reclinatorios colocados delante del altar. Una vez que los novios toman su ubicación, suben los padrinos a ocupar su lugar. El padrino queda al lado de la novia y la madrina al lado del novio. Desarrollo de la celebración Los contrayentes son libres de elegir el sacerdote que vaya a oficiar la ceremonia de su boda. Si van a traer celebrante, lo deberán comunicar cuanto antes para los oportunos permisos. Los oficiantes han de respetar las normas que para las bodas hay en este convento. La ceremonia del matrimonio será sin misa. El convento le da la posibilidad a los novios que elijan las lecturas bíblicas para su boda. Las personas que vayan a intervenir en la lectura de los textos bíblicos o las oraciones deben vestir decente y adecuadamente al lugar sagrado, máximo si van a subir al altar. Previamente deben repasar los textos que va a leer. Cualquier otra intervención debe ser supervisada y autorizada por el celebrante. La salida de los novios Una vez finalizada la ceremonia se forma la comitiva de salida, encabezada por los niños, seguido del nuevo matrimonio. Luego salen los padrinos tomados del brazo. Las felicitaciones no se hacen en las escaleras del templo sino pasando el círculo central, fuera de la iglesia. Está prohibido arrojar pétalos de flores o granos de arroz dentro del templo o en las escaleras del mismo. Lo pueden hacer en círculo del patio. Decoración floral de la a Iglesia Contando con la sencillez y dignidad que los contrayentes han de desear para su boda, han de saber que la elección de las flores es asunto de los novios. Un mes antes de la ceremonia se contactan las novias entre ellas para que elijan o no su decoración floral. Cualquier persona o empresa puede realizarlo. Por razones de seguridad no se encenderán velas de ornamentación, con flores o sin ellas. La música El convento dispone de un buen equipo de sonido y de un disco compacto con temas clásicos para la boda: entrada de la novia, bendición de los anillos y salida de los esposos. La elección de coro, si lo desean para su boda, depende de los novios. No hay ningún inconveniente en que pueda venir un organista, tenor o soprano, o un grupo de música para algunos momentos de la celebración. No olvidemos que estamos hablando de una celebración litúrgica de la Iglesia. Los cantos deben ser aptos para expresar la fe de la Iglesia. El foco principal de una boda de Iglesia es Dios, por lo tanto, las lecturas, oraciones y música típicamente necesitan estar centradas alrededor de Dios y de Jesús. Fotografías Hay que recordarles a los fotógrafos que el convento no es un estudio fotográfico. Dado que la puntualidad se demanda, no ya como virtud, sino como exigencia, al tratarse de ceremonias públicas en lugar público y destinado al culto, no podrá el fotógrafo realizar fotos antes de la entrada de los novios o a la salida en la Iglesia, si estos llegaran ya con retraso. Aunque es lamentable tener que recordarlo, los fotógrafos deberán evitar subirse a los bancos de la iglesia para hacer fotografías, así como pasar por delante del altar entre el sacerdote y los contrayentes. Padre Edmundo Molina - Misionero Redentorista www.redentoristas.org.ar San Clemente 1900. Villa Allende. Córdoba. Ayúdanos, Señor, Tú que quisiste que nos conociéramos y así fue como un día nos enamoramos. Tú hiciste nuestro corazón capaz de amar. Porque Tú lo hiciste así nos queremos y nos amamos hasta decidir compartir juntos la vida. En el matrimonio esperamos encontrar la plenitud de nuestro ideal. Queremos entregarnos el uno al otro sin condiciones, sin regateos, con sinceridad. Deseamos que Tú estés en nuestro hogar. Por eso queremos que nos bendigas con el Sacramento que Tú instituiste para los esposos. Deseamos que nuestro hogar sea cristiano y que en él se te respete y se te ame. Queremos que los hijos con que Tú nos bendigas te conozcan también a Ti a través de nosotros. Contamos contigo, Señor, para que nuestro amor no falle y permanezca hasta la muerte. Amén.