EXPERIENCIAS: PREVENCIÓN DE CONFLICTOS EN EL AULA DOS FORMAS DE INTERVENCIÓN DEL ALUMNADO EN LA GESTIÓN DE LA CONVIVENCIA EN IES REYES CATÓLICOS (1. 4) Presentan la experiencia: Miguel Ángel Izuel Jarne Coordinador Plan de Convivencia Mª Carmen Chóliz Montañés Directora del IES Reyes Católicos DOS FORMAS DE INTERVENCIÓN DEL ALUMNADO EN LA GESTIÓN DE LA CONVIVENCIA EN IES REYES CATÓLICOS RESUMEN Entendemos que favorecer la intervención de los alumnos en la elaboración de las normas, en la prevención y solución de los conflictos que surgen en el medio escolar y en la ayuda a sus compañeros, son elementos de gran importancia tanto para la mejora del clima de centro y de la convivencia escolar, como para su propia formación como personas y como ciudadanos y futuros profesionales. Para desarrollar estos objetivos estamos llevando a cabo, dentro del Plan de Convivencia del Centro, dos programas: Mediación Escolar y el Compañero Ayudante y el Observatorio de la Convivencia. DESCRIPCIÓN PROPUESTA. DE LA EXPERIENCIA DE CENTRO O CONTEXTO EN EL QUE SE INSCRIBE Y NECESIDADES A LAS QUE PRETENDE DAR RESPUESTA En los centros educativos ha dominado la creencia de que es el profesorado quien gestiona la convivencia y por lo tanto quien concreta las normas que deben seguirse con el fin de lograr el clima necesario para alcanzar los objetivos académicos propuestos. Así se ha considerado tanto por parte de las familias como del mismo alumnado, de tal forma que generalmente se correlaciona la capacidad del profesor para mantener el orden con su grado de autoridad. Por otro lado, los profesores hemos asumido plenamente la responsabilidad en los procesos relacionales y disciplinarios y nos hemos convencido de que si cedíamos esta función, quedábamos desprotegidos y expuestos a no poder desarrollar nuestra tarea docente con eficacia. Esta creencia minusvalora la tentación de los jóvenes a desafiar las normas que les son impuestas y, sobre todo, su capacidad para determinarlas y llevarlas a cabo. Nos lo demuestran cuando somos capaces de motivarles para la elaboración de unas normas de clase sentidas y realistas y para la concreción de las consecuencias que deberán aplicarse cuando se dé un incumplimiento de las mismas. Por ello, una vez superadas las reticencias iniciales debidas al desconocimiento de los modelos participativos en la gestión de conflictos, decidimos aplicar alternativas más novedosas, dando la posibilidad a los alumnos de intervenir en la prevención y tratamiento de los conflictos que surgen día a día, en el contexto escolar, como parte de su formación en la solución de los conflictos a los que se va a enfrentar en su vida. Ha sido posible gracias a los profesores miembros de los Proyectos de Convivencia del IES Reyes Católicos de Ejea de los Caballeros que desde el curso 2005-2006 hasta hoy creyeron (y creen) en este proyecto y que han estado dispuestos a formarse y a dedicar su tiempo y su esfuerzo a esta tarea, pero también a nuestros alumnos que aceptaron el reto de implicarse con generosidad en la ayuda a los demás. En este artículo queremos compartir con el lector nuestra experiencia que forma ya parte de un proyecto global en el que estamos muchos centros y como antes lo hicieran otros compañeros con nosotros, que con generosidad nos facilitaron su ayuda y sus materiales, compartir para crecer en una Cultura de Paz. DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA DE CENTRO O PROPUESTA A.- PROGRAMA DE MEDIACIÓN ESCOLAR El programa de “Mediación Escolar” comienza su andadura en el IES Reyes Católicos en el curso 2007-2008 con el objetivo de que el alumnado adquiera mayor protagonismo en la resolución de los conflictos entre iguales. Nos proponemos en ese momento, que un equipo de chicos y chicas esté preparado para intervenir en los casos de peleas, disputas, amistades rotas y cualquier otra circunstancia que derive en un conflicto en el que las dos partes atenten contra el respeto y a la dignidad personal de la otra parte. Se trata de conflictos simétricos, es decir no debe haber abuso de una parte sobre la otra, pues en este caso no se permite mediación sino que se aplican los protocolos que se establecen en la Carta de Derechos y Deberes de los miembros de la Comunidad Educativa (Aragón). Siempre se han dado desavenencias entre los adolescentes y en algunos sectores no se considera anormal que puedan “llegar a las manos”. Puede admitirse que es parte del aprendizaje para la vida y que el alumnado debe aprender a “hacerse a respetar”… Y es cierto, es más, creemos que sólo se aprende cuando hay conflicto, pero en sí mismo no lleva implícito un adecuado aprendizaje. Para que sea posible, debe intervenir la voluntad de querer aprender lo positivo de la situación, es cuestión de actitud, pero también es necesario saber y poder resolverlo de forma pacífica, es cuestión de aptitud. Debemos tener presente que a diferencia de otros problemas, los relacionales llevan consigo una carga emocional importante que nubla la mente, distorsiona la realidad y daña la autoestima de una de las partes, o de las dos. Lo más habitual es que una parte gane y la otra pierda. Partimos de que para que podamos desarrollarnos como personas auténticas, ambas partes deben ganar, hecho que sólo puede conseguirse cuando se está dispuesto a ceder algo a la otra parte. Esto supone, en primer lugar, querer buscar estrategias y soluciones positivas y por otra parte que debemos desarrollar unas habilidades que nos ayuden a afrontar el conflicto de este modo. Por ello, el Proyecto de “Mediación Escolar” se inicia con la formación del profesorado a través de cuatro sesiones enmarcadas en el Proyecto de Formación en Centros del instituto a cargo de ponentes1 expertos sobre las bases teóricas, el estudio y reflexión en las técnicas de mediación escolar y la exposición de experiencias llevadas a cabo en otros centros escolares. De ellos es parte del mérito de nuestro programa pues además de facilitarnos una formación teórica y práctica nos transmitieron ilusión y motivación ponerlo en marcha. A partir de ahí un grupo de profesores que había recibido formación, se decide a formar parte del Programa de Mediación Escolar, coordinado por un responsable del mismo. Es desde este grupo, desde donde se diseña, a partir de los materiales que nos han sido aportados por los ponentes, tanto las dinámicas para el proceso de selección del alumnado que forma parte del programa, como el mismo programa de formación de los alumnos-mediadores. También se ocupan tanto de intervenir en el proceso de selección y formación de los alumnos mediadores como de participar en las mediaciones de los alumnos. Para el proceso de selección de alumnos mediadores, se programa una actividad para ser desarrollada en la clase de tutoría. Consiste en plantear un conflicto ficticio, pero habitual entre los adolescentes de esa edad con el fin de analizar entre todos cómo 1 Ponentes: Miguel Vaquero, IES Miguel Catalán (Zaragoza) y los responsables de los programas de Mediación Escolar de los IES Los Enlaces (Zaragoza) e IES Monegros Gaspar-Lax deriva generalmente y cómo podría derivar si una persona les ayudase a ver las cosas de otra manera. A partir de allí se trata de reflexionar por grupos sobre las cualidades que debería tener un mediador. De forma individual, sincera y secreta, se propone a alguien de la clase en el que confiarían para que les ayudase a resolver un conflicto parecido porque piensan que podría hacerlo tras recibir la formación adecuada. Se vota y se levanta acta. De esta forma, se consigue que el grupo sea el que da autoridad a sus compañeros para ejercer esta tarea. Hemos de apuntar que, aun a pesar de nuestros temores iniciales, el alumnado lleva a cabo una elección responsable. Antes de iniciar las sesiones de formación, han de firmar el consentimiento tanto el alumnado como sus familias, pues son menores de edad. Para ello se les hace llegar una comunicación, carta de Jefatura de Estudios y tríptico informativo, explicándoles los objetivos y compromisos del programa y las responsabilidades que adquiere como mediador. La formación del alumnado de este primer equipo de Mediación Escolar se lleva a cabo de forma semanal a lo largo de cuatro sesiones de tutoría (un mes de clase), pues coinciden en todos los grupos del mismo nivel educativo. Se trata de una formación eminentemente práctica y basada en Juegos de Rol, aunque no se renuncia a las explicaciones teóricas, siempre apoyándose en ejemplos y utilizando un lenguaje cercano. Expondremos a continuación los aspectos que se considera que han de quedar muy claros. - Se comienza definiendo el conflicto, analizando sus elementos y protagonistas, descubriendo el papel que juegan las emociones, a partir de varios casos prácticos, el objetivo es aprender a entenderlos como un hecho básico de la vida que puede darse en todos los ámbitos y que afecta a todas las personas en un momento u otro. En sí mismo no es ni positivo ni negativo, así la relación entre las partes puede salir reforzada o deteriorada según cómo se resuelva. Aprender a entender el conflicto nos ayudará a darle respuestas beneficiosas para nosotros y para los demás. - Se exponen lo que son los principios que se deben seguir para poder resolver un conflicto de forma pacífica, a saber: carácter no adversarial, es un acto cooperativo en vez de competitivo, voluntariedad, las partes acceden de manera voluntaria, neutralidad por parte de la figura del mediador, confidencialidad de todo lo que ocurra en el proceso de mediación y flexibilidad con relación a las situaciones y a las personas. - Se delimita claramente lo que significa mediación, que no es ni un juicio, ni un arbitraje ni una conciliación sino una técnica que pretende crear un clima de diálogo entre las partes que tienen un conflicto, con el fin de que puedan encontrar, de común acuerdo, las fórmulas necesarias para resolver dicho conflicto. - Analizamos las cualidades que tiene un mediador, es neutral, no enjuicia, es buen oyente, crea y mantienen la confianza, es paciente; y las estrategias en las que es preciso formarse, en concreto en dinámica de conflictos, en expresión de emociones y sentimientos, en mejora de la comunicación y cooperación, en desarrollar el pensamiento creativo, en toma de decisiones, en definitiva en practicar y fomentar una “Cultura de la paz”. - El papel y la responsabilidad del mediador. Insistimos en que es imprescindible garantizar el respeto y la confidencialidad, al mismo tiempo que no tomar partido por ninguna de las partes, ni culpabilizar ni buscar responsabilidades. El mediador no es el protagonista, lo son las personas en conflicto. - Se determina muy claramente qué conflictos no son mediables. No puede llevarse a cabo si alguien asiste coaccionado, si las partes no colaboran o cuando las personas están muy afectadas emocionalmente. Tampoco si alguna de las dos partes necesite ayuda terapéutica o la intervención de un profesional, en casos de acoso escolar o cuando la situación constituye una falta grave. - Aprender a reconocer en todo tipo de conflictos las necesidades y los intereses de cada una de las partes, - Entrenarse en estrategias que permitan ayudar a cada una de las partes a pasar de las posiciones a las necesidades, a ponerse en el lugar del otro, a solicitarle que se cumplan sus necesidades sin imponerlas. - Conocer y analizar las Fases del proceso de Mediación (Torrego-Lederach-Vaquero) PRESENTAR LAS REGLAS DEL JUEGO LLEGAR A UN ACUERDO ACLARAR EL PROBLEMA PROPONER SOLUCIONES CONTAR EL PROBLEMA ACUERDO: ENCUADRE: ¿Quiénes somos? ¿Cómo va a ser el proceso? AGENDA DE TEMAS: DESAHOGO: ¿Qué ha pasado? Proyectar el pasado ¿Dónde estamos? Proyectar el presente BÚSQUEDA DE SOLUCIONES: ¿Quién hace? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo salimos? Proyectar el futuro - Practicar, con casos reales, el protocolo y los instrumentos que utilizarán en las mediaciones en cada una de sus etapas. Familiarizarse con los impresos de registro. - Explicar lo que tienen que tener muy presente en cada una de las etapas (Premediación, Mediación, Firma del Acuerdo y Revisión de los compromisos). Por ello, nos vamos a detener a continuación en los contenidos de esta fase de la Formación de los alumnos: - La Premediación se lleva a cabo con cada una de las partes por separado. El objetivo es crear las condiciones que faciliten el acceso a la mediación y delimitar las reglas de juego. La actuación de los mediadores consiste en Presentaciones tanto de los mediadores como de las reglas de juego, breve explicación de cómo va ser el proceso: objetivos, expectativas y papel de los mediadores. Se recordará la importancia de la confidencialidad y de su colaboración. Se aceptarán como normas básicas: no interrumpirse, no utilizar lenguaje ofensivo, no descalificar al otro y postura corporal adecuada; en la fase de Cuéntame, los mediadores facilitarán el que cada una de las partes puedan exponer su propia versión del conflicto y expresar sus sentimientos. Tienen que poder desahogarse y sentirse escuchados. Para ello los mediadores escucharán atentamente las preocupaciones y sentimientos de cada parte, utilizando técnicas como las de: mostrar interés, clarificar, parafrasear, reflejar el sentimiento, resumir... Pero es aquí donde hay que ayudar a poner sobre la mesa los temas importantes del conflicto a reconocer los sentimientos y a respetar los silencios. Llega ahora el momento de Aclarar el problema, de identificar en qué consiste realmente el conflicto y consensuar los temas más importantes para las partes. Es lo que más nos va a costar, por ello será necesario practicar. Es fácil hacerse una idea de los hechos, incluso de las posiciones de cada una de las partes enfrentadas, pero para que se resuelva de verdad el conflicto, hay que explorar muy bien cuales son los intereses que están detrás de estas posiciones de las partes en conflicto y dirigir el diálogo para aclarar esas necesidades. Sólo así podrá resolverse el conflicto, si somos capaces de pasar de posiciones a intereses y necesidades. Nos referimos tanto a los intereses y necesidades de la persona entrevistada, como a los de la otra parte del conflicto. Un auténtico reto para los mediadores en esta fase será conseguir que cada parte, se ponga en el lugar del otro y reconozca también sus intereses y necesidades. Cuando se logra, el paso siguiente es sencillo: Proponer soluciones, desde dichas necesidades. En este momento es cuando entra en juego el “tú ganas, yo gano” y para ello, tienen que ceder las dos partes. En la búsqueda de ideas o soluciones, se explorará lo que cada parte está dispuesta a hacer y lo que pide a la otra parte No descartar en principio ninguna solución, facilitar la espontaneidad y creatividad, puede incluso hacerse una “lluvia de ideas”. Una vez determinado qué está dispuesto a pedir a la otra parte y hasta dónde puede ceder, se ensaya cómo proponérselo de manera asertiva y se le cita a la reunión de mediación en la que se resolverá el conflicto. Hay que insistirles en la Formación que es en esta fase de premediación en la que hay que desarrollar todas nuestras habilidades, pues debemos dejar prácticamente todo el trabajo hecho antes de enfrentar a las dos partes en conflicto y si hemos conseguido que empaticen en sentimientos y necesidades y que estén dispuestos a ceder, el éxito de la siguiente fase está garantizado. - En la fase de Mediación propiamente dicha, los Mediadores se entrevistan con las dos partes en conflicto al mismo tiempo para que decidan entre ellos las soluciones al conflicto. El objetivo es llegar a un acuerdo evaluando las propuestas, ventajas u dificultades de cada una de ellas. Les dejaremos muy claro que la actuación de los mediadores consistirá en facilitar el clima de serenidad y confianza que permita a las dos partes que se han enfrentado sentirse más cómodos el uno junto al otro. Se asegurarán de que entiendan bien lo que expresa el otro y no permitirán que afloren resentimientos y procurarán ayudarles a seleccionar las soluciones realistas y muy concretas que beneficien a ambos. Una vez aceptadas, los mediadores definirán claramente el acuerdo y les preguntarán a cada una de las partes si está dispuesto a cumplirlo. Si aceptan sin reticencias, los mediadores felicitarán a las partes por su colaboración y redactarán el acuerdo. Les emplazarán en un plazo muy breve para firmarlo en el despacho de dirección. El documento del acuerdo una vez leído es fotocopiado y firmado por cada una de las partes en conflicto, por los dos alumnos mediadores y por el profesor observador. El director dará el visto bueno. Dentro del acuerdo se ha establecido cuál será la fecha de revisión del mismo, que se suele establecer de 15 días a 1 mes más tarde. Tras esta primera Formación inicial, el grupo de mediadores está ya dispuesto para intervenir, aunque será necesario establecer, por un lado sesiones de recuerdo y entrenamiento en las habilidades del mediador y que hemos expuesto más arriba: comunicación eficaz, escucha activa, asertividad, empatía, neutralidad y equidistancia personal, flexibilidad y creatividad, por otro lado actuaciones de cohesión de grupo, para que se sientan parte de un equipo. Las sesiones de análisis de los conflictos reales que vayan surgiendo, son una buena oportunidad para ello. Una de las primeras decisiones que es preciso tomar es la presencia o no de un profesor en el proceso de mediación. Optamos porque siempre estuviese un profesor del equipo presente, por dar confianza ambas partes y ayudar, en caso necesario, a reconducir el proceso. En principio, el profesor es observador y se situará en un segundo plano. La presencia del profesor ha sido muy bien valorada siempre, tanto por los alumnos enfrentados, como por los mediadores. Después del proceso de Formación, entramos en la fase de información a la Comunidad Educativa del programa. Para ello elaboramos carteles informativos y trípticos que pusimos a disposición de todos. Poco después de finalizar la Formación inicial se realizan las primeras mediaciones. Explicaremos, brevemente el procedimiento seguido. Para que los alumnos del Programa de Mediación Escolar intervengan se lleva a cabo el siguiente Protocolo de Actuación: - Se produce una disputa que es puesta en conocimiento del tutor del grupo, que a su vez da traslado a Jefatura de Estudios. Desde allí se decide si es un conflicto susceptible de mediación o si procede tomar otras medidas. - Si desde Jefatura de Estudios y Tutoría se opta por la mediación, se les ofrece el servicio a los alumnos en conflicto (es voluntario) y si aceptan, se pide autorización a sus familias. - Si dan el consentimiento alumnado y familias, se pone en conocimiento del coordinador del programa quién reúne al equipo de “Mediación Escolar” para analizar el conflicto y designar a los dos mediadores y al profesor responsable del mismo, que ejercerá de observador y garante de que el procedimiento sea adecuado. La elección se decide teniendo en cuenta que los mediadores no tengan una relación especial con las partes en conflicto para ayudar a la neutralidad. - Se pide autorización a las familias de los mediadores pues se trata de menores de edad. - Los alumnos mediadores y el profesor observador, llevan a cabo una sesión de Premediación con cada una de las partes implicadas. Como hemos expuesto, en ella intentarán que descubran sus necesidades e intereses, se pongan en el lugar del otro, que decidan qué le van a pedir a la otra parte y qué están dispuestos a ofrecerle. La sesión se lleva a cabo dentro del horario escolar, se intenta que sea en Atención Educativa o Tutoría, pero si no es posible, se citan en un recreo. Se cuida el espacio, que sea un lugar en el que no se les moleste y puedan hablar con libertad. La disposición de las sillas, en círculo para que puedan mirarse bien a los ojos. Los mediadores se ayudarán del guión de los impresos del protocolo y realizarán las anotaciones en él, o en una hoja en blanco. - A veces es necesario una reunión del grupo de mediación si los mediadores no ven cómo ayudar a que las partes en conflicto descubran sus necesidades o no se les ocurren soluciones. En este caso, se analiza y sirve como sesión de formación práctica. La confidencialidad está asegurada. - Los mediadores y el profesor observador llevan a cabo una sesión de Mediación con las dos partes en la que han de ayudarles a llegar a acuerdos tras haber expuesto de forma adecuada las peticiones. Se redacta el Documento de Acuerdo en borrador y se lee para asegurarse de que está correctamente expresado lo que están dispuestos a hacer. - Los alumnos implicados, los mediadores y el profesor observador firman el documento de acuerdo por triplicado en el despacho de dirección y ponen fecha para una revisión posterior. Se dan la mano y son felicitados por todos los presentes. - Se reúnen para la Revisión y levantan un acta que adjuntarán al contrato. Si se han cumplido los acuerdos, se da por finalizado el procedimiento. Tan importante como la formación en estrategias y habilidades es mantener la motivación y el interés entre el alumnado por el programa. Nos han demostrado que cuando el alumnado cree en lo que está haciendo es capaz de tirar del profesorado y de obligarnos a esforzarnos cada día más. Nos dan verdaderas lecciones de convivencia. Por todo ello, consideramos importante los Encuentros de Alumnos Mediadores de distintos centros escolares. Así el alumnado del programa de Mediación de nuestro instituto, mantiene encuentros anuales con el equipo de mediación del IES Miguel Catalán de Zaragoza, compañero de viaje de nuestro instituto, en una sesión de convivencia y formación a cargo de los coordinadores2 de los programas en ambos institutos y por parte de ponentes colaboradores3. Pretendemos, además de continuar con su formación, que valoren la importancia de pertenecer a un proyecto que trasciende los muros del instituto en cuanto a espacio y tiempo y que les conecta con experiencias similares cuyo objetivo fundamental es crear cultura de paz para un mundo más justo y solidario. Queremos concluir con la valoración del programa. Hasta la fecha, podemos afirmar que todos casos de Mediación han evolucionado positivamente. Aunque algún alumno ha debido repetir el proceso con otro alumno diferente y nos hemos encontrado en alguna ocasión con que una de las partes no quería ir a mediación, en este caso, no se ha podido intervenir. Con respecto a la valoración que hacen los alumnos del programa indican en la evaluación que aunque al principio pensaban que quizá podrían ser vistos de manera diferente por parte de los demás, no ha sido así, sus compañeros los ven como siempre, nada ha cambiado y manifiestan estar orgullosos de todo lo que han hecho y conseguido. Como dificultades apuntan el tener que enfrentarse a algunas mediaciones más complicadas, sobre todo con alumnado de su edad o en problemas en los que había más personas implicadas (familias, etc.) y también que les ha costado ser neutrales en ciertos casos, pues ellos hubiesen tomado partido fácilmente por uno u otro. Declaran que han sido capaces de mantener la confidencialidad y dicen que aunque al principio tenían presión por parte de sus amigos para que explicaran lo que pasaba, luego se fueron acostumbrando y dejaron de preguntar. Con respecto a la valoración que hacemos el profesorado relacionado con la mediación, pensamos que ha resultado muy efectivo en peleas de alumnos de primer ciclo, menos en enemistades más consolidadas de alumnos mayores, aunque sí se ha conseguido que se respeten como compañeros y que cumplan los acuerdos a los que han llegado. Podemos afirmar que es un programa consolidado y valorado por los alumnos, padres y profesores. Queremos destacar que ninguno de los alumnos del equipo renunció y que han permanecido mientras ha durado su permanencia en el centro. Pero también queremos indicar que este programa, aunque muy bien organizado, no es el más rentable del Plan de Convivencia. Desde que se inició, el programa ha disminuido el número de intervenciones en mediación, lo que nos llevó en su día a plantearnos la 2 3 Coordinador IES Miguel Catalán, Miguel Vaquero Miguel Ángel Modrego, Dirección General de Política Educativa continuidad del mismo. Quizás, una de las razones sea que llevamos varios años trabajando la prevención del conflicto para intentar que no se desate. No obstante, siempre habrá situaciones en las que no podamos o sepamos intervenir y por ello decidimos mantener el programa aunque como una tarea más de uno sólo de los grupos de “Compañeros Ayudantes”. Se trata del grupo de ayudantes que en este momento está en 3º de ESO y cuya formación la han recibido por parte de los profesores del programa, durante dos sesiones: en viernes y sábado en unas jornadas de convivencia y formación en el albergue de la localidad de Biel. Al contar con formación de base como “Compañeros Ayudantes”, sólo fue necesario un entrenamiento en las estrategias propias de la mediación. Pasamos a describir esta segunda manera de intervenir en los conflictos. Compañero Ayudante El programa “Compañero Ayudante” se inicia en el instituto en el curso 2008-2009 para dar un paso más en la gestión de los conflictos entre iguales de forma pacífica. Valorábamos muy positivamente la resolución que se llevaba a cabo desde el Programa de Mediación Escolar, pero nos planteamos la posibilidad de intervenir en el conflicto antes de que este estallase. En las propias reuniones con el equipo de mediación, al analizar determinados conflictos para intervenir sobre ellos, el mismo alumnado ante la perplejidad del profesor del programa, manifestaba que “ya se veía venir”. Decidimos pedirles, pues una responsabilidad más a nuestros alumnos, que pasaran de la observación a la acción, de una manera parecida a como estaban haciendo desde mediación, dando protagonismo a los actores. Suponía complementar la resolución con la prevención de conflictos entre iguales y por iguales de forma pacífica. Para ello, fue necesario recibir los profesores un curso de formación dentro del Proyecto de Formación en Centros. Ya hemos mencionado al describir el programa anterior, que nuestro Plan de Convivencia se relaciona y beneficia del Proyecto de Formación gestionado desde el Centro de Profesores y Recursos. No podría avanzar de otro modo. Para poner en marcha un nuevo programa, no es suficiente con querer, se necesita saber cómo hacerlo y si es el objetivo que sea programa de centro, dicha formación deberá ir adaptada a las necesidades del mismo. Por ello, debemos agradecer a los ponentes que nos proporcionaron tanto la formación teórico-práctica como la ilusión y al CPR4, el que hoy en el IES Reyes Católicos contemos con un potente sistema de ayudantía. El programa se desarrolla ya en bastantes centros escolares. Esto facilita el que el alumnado se sienta parte de un proyecto ambicioso. Generalmente se denomina al programa “Alumnado Ayudante”. Decidimos llamarlo “Compañero Ayudante” porque un chico/a es alumno con relación a su profesor, sin embargo es compañero con relación a su otro compañero. En este momento el Programa de “Compañero Ayudante” está formado por 51 alumnos de un total de 270 alumnos totales en ESO. Generalmente un grupo de 12 alumnos por cada uno de los niveles de la ESO, pues el programa está implantado ya en toda la etapa. Además del alumnado, se ocupa del Programa un buen número de profesores que ha recibido formación para ello y que integra el grupo de “Compañeros Ayudantes” coordinado el profesor responsable. Como en el caso del programa anterior, este equipo 4 Asesores Patxi Abadía y Montse Consejo. se encarga de diseñar tanto las dinámicas de selección de Compañeros Ayudantes en el aula, como el curso de formación para el “Compañero Ayudante”; así como de llevar a cabo su formación. Revisan los contenidos del cuaderno que les guiará en esta tarea. Al mismo tiempo, la mayoría forman parte también, del “Observatorio de la Convivencia” programa que describiremos posteriormente. El objetivo del “Compañero Ayudante” es ayudar a sus compañeros, como su propio nombre indica, en momentos de especial dificultad. Se trata de “acompañar” a los recién incorporados a su aula a lo largo del curso escolar, de estar atento a posibles casos de aislamiento, a problemas de comunicación o a miembros del grupo que se están atravesando una situación complicada social o personalmente, al mismo tiempo que ser un “sensor” del clima de aula. Observar las posibles relaciones anómalas o formas de comunicación no adecuadas. El programa se inicia siempre en 1º de ESO, con el alumnado que se ha incorporado al centro ese curso, a mediados del mes de octubre, cuando ya el grupo se conoce y las relaciones están bastante asentadas. Un lunes, se encuentran unos nuevos carteles colocados en las paredes del aula. Están escritas frases como “Eres de los que piensa que todo el que necesita ayuda la pide” o “Eres de los que piensa que si no te has enterado es tu problema? junto a otros carteles que muestran las tareas del “Compañero Ayudante”, a saber: - Ayuda a sus compañeros cuando alguien se mete con ellos - No aconseja, sino que escucha. - Puede ayudar a otro compañero cuando tenga alguna dificultad con un profesor - Ayuda a compañeros que estén tristes o decaídos por algún problema personal - Ayuda a compañeros que necesiten que alguien les escuche o les preste un poco de atención. - Acoge a los recién llegados al centro y actuará como “alumno acompañante” - Facilita una mejora de la convivencia en el grupo. En la hora de Tutoría se llevan a cabo dos sesiones con el objetivo de explicar en qué consiste el programa, cuáles serán las tareas del compañero ayudante y las cualidades que tendría que tener la persona que se encargase de dicha tarea. Reciben, además, la visita de “Compañeros Ayudantes” de cursos superiores que se presentan, hablan de sus tareas y se ofrecen a responder a sus dudas o sugerencias. Finalmente se procede a proponer a las personas que se consideran que van a desempeñar bien dichas tareas, tras recibir formación, por reconocérseles las aptitudes y actitudes necesarias. Se lleva a cabo votación y se cumplimenta un acta. Se eligen 3 alumnos por clase. La elección de los Compañeros Ayudantes no se hace, pues, a partir de la autocandidatura, sino que es por elección de sus compañeros. Consideramos que de esta forma el grupo les dota de autoridad para hacer sus funciones. Una vez elegidos, se solicita autorización a las familias a las que se les informa de las características del programa mediante una comunicación de Jefatura de Estudios y un tríptico informativo. Si aceptan el alumnado y sus familias, los alumnos reciben formación a cargo de los responsables del programa. La Formación Inicial se desarrolla para el grupo de “Compañeros Ayudantes” en las horas de tutoría. Los alumnos de los cuatro grupo de 1º de ESO se reúnen con los profesores encargados de su formación para trabajar, de forma práctica y a lo largo de cuatro sesiones, las estrategias que necesita un compañero ayudante para desarrollar su labor. Nos vamos a detener en esta formación en contenidos y habilidades, pero también en actitudes. Se trata de desarrollar en ellos tanto las estrategias necesarias para desempeñar su nueva tarea, como una buena autoestima personal y unas habilidades que les sirvan para la vida. Todas ellas se describen y trabajan a partir del “Cuaderno del Compañero Ayudante” que lo conservará para repasar en casa y reflexionar sobre lo tratado. - 1º sesión: Habilidades del Compañero Ayudante. El objetivo general es sentirse parte del grupo de Compañeros Ayudantes. Como objetivos específicos conocerse entre los participantes, crear grupo, descubrir cuáles son nuestras habilidades y cuáles son las que debemos adquirir para desempeñar la tarea. Se lleva a cabo un cuestionario de evaluación inicial y una dinámica de conocimiento del grupo - 2ª sesión: Estilos de Comunicación, Empatía y Escucha Activa. El objetivo general es desarrollar Habilidades de Comunicación. Los objetivos específicos entrenarse estrategias de Comunicación Asertiva, Identificar y transmitir mensajes mediante comunicación no verbal, Aprender estrategias que favorezcan la escucha activa. Se lleva a cabo un Juego de Rol en el que se representen los tres modelos de comunicación: pasivo, agresivo y asertivo para reflexionar sobre la comunicación verbal y no verbal en cada uno de ellos. - 3ª sesión: Conflictos. El objetivo general es comprender que el conflicto es parte de la sociedad y que el que sea productivo o destructivo depende de la manera de enfrentarse a él. Como objetivos específicos, comprender el concepto, analizar conflictos frecuentes, identificar los sentimientos y emociones presentes en el mismo, descubrir las necesidades e intereses de las partes en conflicto, buscar soluciones pacíficas al conflicto. Se lleva a cabo un juego de confianza, la Torre de Control. - 4ª sesión: Estereotipos y prejuicios. El objetivo general es mejorar la capacidad empatica de los compañeros de acogida haciéndoles conscientes de la necesidad de prescindir de estereotipos y prejuicios en las interacciones con los demás. Como objetivos específicos, reconocer la necesidad de ponernos en el lugar de otros, comprobar la tendencia habitual de juzgar a los demás desde nuestro marco de referencia, comprobar que los estereotipos perjudican nuestra percepción, y perjudican nuestra comprensión de los demás, analizar los prejuicios que se dan con más frecuencia en el entorno de los alumnos, especialmente en el escolar, y sus consecuencias y proponer/deducir cuál debería ser la actitud correcta y positiva. La metodología seguida será a través de un juego de Rol en el que se escenifica una situación marcada por los estereotipos y prejuicios. De forma paralela el resto de sus compañeros, en la clase de Tutoría, lleva a cabo dinámicas complementarias, siempre a partir de situaciones prácticas, utilizando recursos audiovisuales y trabajo en pequeño grupo: - 1º sesión: Alfabetismo Emocional. Como objetivos, Identificar correctamente emociones en una foto o dibujo y empezar a relacionar emociones con situaciones. - 2ª sesión: Habilidad de pedir un favor. Se trata de aprender a pedir ayuda a otro, reconocer que hay muchas cosas que no podemos hacer solos, darse cuenta de distintas situaciones en las que se necesitamos ayuda y saber pedirla de forma adecuada. - 3ª sesión: Habilidad de dar las gracias. Mostrar agradecimiento poniéndose en el lugar de quien te hace un favor y dándose cuenta de su esfuerzo y cariño. - 4ª sesión: Los problemas interpersonales tienen solución. Dar soluciones adecuadas a los problemas interpersonales que se les presenten. Saber prever consecuencias de las preguntas que se formulen con las fichas “¿Qué pasaría si…?” Hemos indicado que es prioritario para nosotros que se sientan miembros de un grupo, por ello ya hemos mencionado las primeras dinámicas de grupo sobre conocimiento mutuo. Pero también se trata de “hacer grupo”. El alumnado del programa pertenece a cuatro grupos diferentes, pero es importante que se sienta miembro de un mismo proyecto. Por ello, la formación seguirá en los cursos sucesivos y se programarán también, al igual que en el caso del programa anterior, Encuentros de Compañeros Ayudantes de otros centros educativos que estén desarrollando el programa. Sobre la continuidad de los alumnos en el programa, se decidió que el alumnado promocionase con su curso y como hay muy poca movilidad entre los mismos, se mantiene como Compañero Ayudante. Si algún grupo reduce su número, se lleva a cabo votación para proponer nuevas incorporaciones y que al menos haya tres por grupo de alumnos. Sobre la percepción que tiene el alumnado que participa en este programa, nos manifiesta que cada vez están más solicitados por sus compañeros, que les ven como a persona en la que pueden confiar y como un apoyo. Dicen que lo más difícil ha sido buscar la manera de intervenir en cada situación en la que se ha requerido la colaboración de los Compañeros Ayudantes, porque todavía no se encuentran con estrategias y formación suficiente, pero que agradecen las sesiones del “Observatorio de la Convivencia” para ayudarles en estos casos. Están a gusto en el programa porque se sienten bien ayudando a los demás y mejorando la convivencia en el centro. Valoran muy positivamente lo que aprenden y las habilidades que desarrollan que les sirven, según ellos para expresarse sin dejar de respetar a los demás. Con respecto a la valoración que hacemos el profesorado, entendemos que es el programa de mayor potencial para la prevención o resolución temprana de conflictos. El mayor riesgo, el que fuesen considerados como “chivatos” o “ayudantes del profesor”, creemos haberlo evitado por el hecho de ser elegidos por sus compañeros, por existir un compromiso muy serio de “confidencialidad” que se respeta y al ser muy cuidadosos y al determinar que en ningún caso se derivan sanciones disciplinarias cuando actúan los Compañeros Ayudantes. En la actualidad es, junto a Tutorías Individualizadas, el programa al que más recursos personales destinamos. El curso pasado desarrollamos, dirigidos por la coordinadora del programa de Compañeros Ayudantes5, el Proyecto de Innovación sobre el tema: “Un procedimiento para mejorar la convivencia en los centros de Educación Secundaria: El Compañero Ayudante y el Observatorio de la Convivencia” y elaboró con los alumnos para IX Festival de Cortometrajes y Spots, Cine y Salud, el cortometraje “Yo siempre te ayudaré, te prometo que allí estaré”, que consiste en tres piezas musicales para las que idearon letra y música (pop, rap y jota). Fue premiado con un accésit como finalista y con el “Premio Cultura de Paz” y sirve de referencia para sus compañeros. A principio de curso, llevamos a cabo unas Jornadas de Convivencia y Formación en el albergue de Biel, localidad del prepirineo aragonés en la que desarrollamos estrategias 5 Esther Arilla Luna es coordinadora del Programa de Compañeros Ayudantes y profesora de Música de comunicación positiva y escucha activa, así como recordamos las tareas y las cualidades de los Compañeros Ayudantes. Los “Compañeros Ayudantes” se reúnen de forma semanal en lo que hemos denominado Observatorio de la Convivencia, programa que pasamos a detallar a continuación. Observatorio de la Convivencia Iniciada su labor, los “Compañeros Ayudantes” se reúnen, por niveles, de forma quincenal para comentar entre ellos y con el profesorado responsable del Observatorio del nivel, las posibles circunstancias sobre las que actuar y en las que, si son de una dimensión que ellos pueden manejar, actúan. Este sistema de trabajo se conforma como un auténtico “Observatorio de la Convivencia”, que funciona a nivel de prevención de conflictos, lo que resta “trabajo” al grupo de alumnos del programa de “Mediación Escolar”. Es indudable que, conocer los posibles problemas en estado emergente, hace que sea mucho más sencillo afrontarlos que si adquiriesen la mayor dimensión que en muchas ocasiones proporciona el paso del tiempo. Para cada nivel educativo al menos dos profesores se responsabilizan del Observatorio de la Convivencia y las reuniones con el grupo se llevan a cabo en la sesión de tutoría o en un recreo. La coordinadora del Observatorio de la Convivencia es la misma coordinadora del programa de “Compañeros Ayudantes” y se reúne con los profesores responsables de cada nivel para comentar los avances y dificultades de cada observatorio. Existe un Protocolo para las sesiones: - Se comienza recordando nuestras tareas y las normas básicas de confidencialidad, respeto y actitud positiva ante el conflicto. - Se revisan las actuaciones que nos habíamos propuesto - Se exponen posibles casos para intervenir, se analizan y determinan las actuaciones a llevar a cabo. - Si hay tiempo, se aprovecha la sesión larga para recordar algún aspecto básico de la formación o desarrollar dinámicas de cohesión del grupo. A veces se plantean situaciones en las que el alumnado no puede intervenir, porque trasciende a su labor, entonces se deriva hacia tutoría, orientación o incluso Jefatura de estudios. Como hemos dicho anteriormente, nunca puede haber una sanción por algún tema que haya surgido en el Observatorio de la Convivencia. VALORACIÓN DE LOS RESULTADOS, DIFICULTADES Y LOGROS Aunque en un primer momento surgieron dudas y temores en buena parte del profesorado, la formación nos proporcionó los conocimientos necesarios del tema, nos hizo desarrollar habilidades y nos dio seguridad y confianza. Nuestros resultados y las experiencias de otros compañeros nos animaron y animan a trabajar en esta línea. La principal motivación nos la proporcionan nuestros propios alumnos, al darnos verdaderas lecciones de implicación y responsabilidad. Queremos destacar la naturalidad con la que los alumnos asumen estos programas. Estos programas son eficaces en gran parte de los casos, para dar solución a problemas de disciplina que no se habían solucionado mediante la aplicación de los tradicionales Reglamentos de Régimen Interno. El nuestro no es un centro de los llamados “conflictivos” pero tanto la “Mediación Escolar” como el programa de “Compañeros Ayudantes”, han resultado ser eficaces en la prevención de conflictos entre iguales, de tal forma que se han reducido considerablemente los expedientes disciplinarios en materia de convivencia. Podemos afirmar que se están dando buenos resultados en la detección de problemáticas que antes pasaban desapercibidas y que en los grupos de alumnos, hay mayor implicación de manera personal por parte del alumnado que participa en estos programas de gestión pacífica de los conflictos y en sus grupos de referencia. La implantación de estos programas ha supuesto una mayor participación del alumnado en los procesos de centro y nos ha dado una proyección exterior que ha redundado en un mayor sentimiento de pertenencia a la Comunidad Educativa del IES Reyes Católicos.