COMENTARIO DE TEXTO DAVID HUME “Cuando un hombre denomina a otro su enemigo, su rival, su antagonista, su adversario, se entiende que habla el lenguaje del egoísmo y que expresa sentimientos que le son peculiares y que surgen de su situación y circunstancias particulares. Pero cuando otorga a cualquier hombre los epítetos de vicioso, odioso y depravado, habla entonces otro lenguaje y expresa sentimientos con los que espera que todo su auditorio este de acuerdo. Por lo tanto, aquí debe apartarse de su situación privada y particular y debe escoger un punto de vista que sea común a él y a los demás. Debe mover algún principio universal de la constitución humana y pulsar una cuerda en la que toda la humanidad esté de acuerdo y en armonía. Si, por tanto quiere decir que este hombre posee cualidades cuya tendencia es perniciosa para la sociedad, ha escogido este punto de vista común, y ha tocado el principio de la humanidad en el que todos los hombres concurren en cierto grado. Investigaciones sobre los principios de la moral. Sección IX, 1 AUTOR. Filósofo ilustrado del siglo XVIII, principal representante del empirismo, corriente que afirma que el origen y el límite del conocimiento es la experiencia sensible y niega la existencia de ideas innatas. Admirador de Newton, quiso aplicar el método experimental de la ciencia moderna a la filosofía. TEMA: Para calificar moralmente a una persona, no nos basamos en un sentimiento egoísta y particular, sino en uno común a todos los hombres. IDEAS PRINCIPALES: Cuando decimos de alguien que es nuestro enemigo, hablamos un leguaje egoísta. Cuando calificamos a alguien como vicioso o depravado, es decir, cuando lo valoramos moralmente, lo hacemos desde un punto de vista común a todos los hombres, nos mueve un principio universal de la constitución humana. Si, a la hora de hacer esa valoración, tomamos como referencia lo que es perjudicial para la sociedad, escogemos ese punto de vista común propio de la moral. RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS En este texto, Hume expone algunos de los elementos fundamentales de la moral emotivista que defiende. El autor empieza por distinguir la calificación personal particular de la calificación general o moral. Afirma también que dicha valoración maorla expresa sentimiento que nacen de la propia naturaleza humana, naturaleza que contiene principios comunes a toda la humanidad. Por último, el texto señala la utilidad social como referencia esencial para llevar a cabo las calificaciones morales. EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS: Como se deduce del texto, la ética de Hume se opone a cualquier ética racionalista. Los juicios morales por que aprobamos o reprobamos alguna conducta humana, tiene como finalidad empujar al hombre a actuar. Ahora bien, según Hume, no es la razón la que nos mueve a actuar, sino la pasión el sentimiento. Es la esperanza de obtener placer o de evitar el dolor lo que excita la pasión. Por esto, la razón es esclava de las pasiones. De ahí que el texto afirme que la calificación de vicioso o depravado, esto es la calificación moral, expresa sentimientos y no razonamientos. En este texto se precisan las características del sentimiento moral. En primer lugar, es un sentimiento desinteresado; es decir, desde el punto de vista moral, debemos considerar las acciones o las personas de forma general, sin referirlas a nuestro interés particular. Además, existen algunos principios comunes a toda la humanidad que son los responsables de que los sentimientos morales sean similares y actúen de forma igual en todos los hombres. Así, todos podríamos juzgar como bueno ayudar a los demás y como malo el asesinato. Por último, el texto destaca la importancia de la utilidad para despertar el sentimiento de agrado por el que calificamos una acción o una persona como virtuosa. Por ello, en él se afirma que lo que es pernicioso para la sociedad es moralmente malo. Así pues, Hume considera que es la utilidad social, no la individual, la que nos lleva a la aprobación de una acción. La ética de Hume no cae en el subjetivismo, pues los sentimientos en los que se funda surgen de la consideración de la naturaleza común desde una perspectiva no subjetiva. Además, la naturaleza común de los seres humanos hace que tales sentimientos funciones de la misma forma. VIGENCIA DE LAS IDEAS DEL TEXTO EN LA ACTUALIDAD. Las ideas centrales del emotivismo de Hume nos pueden servir hoy para evitar un racionalismo excesivo a la hora de buscar la causa de nuestras acciones. Con frecuencia, no sabemos argumentar racionalmente por qué tenemos sensaciones de afinidad o de rechazo hacia las personas, por ejemplo, pero tampoco podemos evitarlas. No obstante, esto no nos debe conducir a eliminar la responsabilidad de nuestras acciones. El hecho de que las pasiones nos empujen a actuar no significa que sean la excusa que justifica cualquier acción como fruto de una fuerza exterior que se nos impone. Sartre advirtió que no podemos eludir nuestra responsabilidad pensando que nuestras pasiones nos arrastran. El ser humano es responsable de sus pasiones. La idea de que las calificaciones morales se hacen siempre desde un punto de vista común, siguiendo un principio universal de la constitución humana tiene vigencia en la actualidad. Los juicios morales, a pesar de ser enunciados por una persona particular, se basan en principio generales en los que la mayoría de la gente nos podemos poner de acuerdo. No obstante, nuestros intereses privados marcan la pauta de nuestras conductas y son la base de los juicios morales. Por otra parte el utilitarismo de Hume y su consideración de lo pernicioso para la sociedad, ha de ser calificado como moralmente malo, no lo compartirá mucha gente hoy día. El individualismo de nuestra época es incompatible con el utilitarismo social de Hume.