Documento de Introducción: El Cambio Climático Global: amenazas y respuesta política Preparado por: Daniel Valenzuela, MBA 1 Coordinador Sectorial Forestal CORDELIM Hace apenas unos años, poco se sabía sobre el “Calentamiento Global”, el Efecto Invernadero, las variaciones climáticas y las consecuencias que estos desequilibrios pueden acarrear, tales como: huracanes, inundaciones, propagación de enfermedades tropicales a otras latitudes y aumento en el nivel del mar que podría hacer desaparecer islas enteras e inundar grandes extensiones de zonas costeras. Incrementos en la frecuencia de huracanes, inundaciones, sequías y otros fenómenos climáticos alrededor del mundo en el transcurso de este siglo condujeron a la realización de estudios científicos, que en la década de los 80 arrojaron resultados con indicios de que factores causados por el hombre estaban contribuyendo al calentamiento global. A raíz de ello, en 1988 la Organización Mundial Meteorológica (OMM) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) propusieron la integración de un Panel Intergubernamental Científico dedicado a realizar observaciones y formular recomendaciones en torno al Cambio Climático. Este panel es comúnmente conocido como el IPCC (Intergubernamental Panel on Climate Change, por sus siglas en inglés). Hasta la fecha, el IPCC ha presentado tres informes, donde científicos destacados provenientes de diversas regiones del mundo han concluido que el fenómeno del Calentamiento Global, atribuido a la intensificación del Efecto Invernadero, no sólo es real, sino que es plausible que interferencias de naturaleza antropogénica (causadas por el hombre) están contribuyendo a agudizarlo. 1.1 El Efecto Invernadero y el Cambio Climático2 Este nombre se basa, en que el efecto de la atmósfera sobre la tierra es análogo al efecto de la cubierta de vidrio de un invernadero. El interior de un invernadero es mas cálido que el medio externo principalmente por las propiedades ópticas de su cubiertas. El vidrio es casi transparente a la luz y por lo tanto permite el ingreso de mas del 90% de la luz visible incidente. Adentro del invernadero esta luz se transforma en calor, 90% del cual queda atrapado dentro del mismo, por cuanto la liberación del calor producido por la radiación infrarroja resulta parcialmente impedido por el vidrio; a medida que la 1 Las opiniones y criterios expresados en este documento son responsabilidad del autor. Adaptado del libro de: Medición de la Captura de Carbono en Ecosistemas Forestales Tropicales en Colombia. Universidad Nacional de Colombia, 2003 2 temperatura aumenta dentro del invernadero el flujo de radiación emitida aumenta hasta que se establece un equilibrio entre la energía entrante y la saliente, lo cual mantiene la temperatura del recinto constante, pero mas alta que la temperatura externa. La atmósfera no es exactamente como una pared de vidrio, por cuanto es fluida, turbulenta y no rígida y, por tanto, el calor y el vapor se mezclan e intercambian con el medio ambiente, lo cual no sucede con el vidrio; no obstante, la analogía con el invernadero es valida en cuanto la atmósfera es preferencialmente permeable a la radiación de onda corta (luz visible incidente). Excepto por las partículas de polvo suspendidas, las cuales absorben y dispersan la radiación solar, y las nubes que la reflejan, la atmósfera es altamente transparente a la luz del sol. Pero ello no sucede con el calor. Algunos de los gases presentes en la atmósfera en concentraciones muy pequeñas tienden a absórbelo, de igual manera que los vidrios del invernadero. Estos gases radiativamente activos se conocen con el nombre de Gases Efecto Invernadero (GEI); y su efecto consiste en alterar el balance de la radiación de la tierra haciendo que la superficie se mantenga a 15 grados C de temperatura promedio en lugar de –18 grados C, que tendría si no existiese tal efecto. El efecto invernadero es un fenómeno natural, indispensable para mantener las formas de vida existentes hoy en el planeta. El GEI natural mas importante es el vapor de agua cuya concentración es muy variable , aunque es especialmente abundante en torno del ecuador climático donde se forma un espeso manto de nubes durante casi todo el año. El segundo en importancia es el dióxido de carbono (CO2 ) que circula continuamente en la naturaleza como resultado de los procesos de fotosíntesis, respiración, combustión y descomposición de materia orgánica. Otros gases radiativamente activos que existen naturalmente en la atmósfera son el metano (CH4 ), el oxido nitroso (N 2 O) y el ozono (O3). De lo anterior queda claro que debe distinguirse el efecto invernadero natural del efecto invernadero antrópico o inducido, al que se le atribuye gran parte del cambio climático global actual. Las actividades humanas han elevado las concentraciones atmosféricas de GEI, en especial durante los últimos siglos y, con mucho mayor énfasis, desde mediados del siglo XIX. El hombre ha inducido el aumento del efecto invernadero tanto al aumentar artificialmente las concentraciones de GEI naturales como por la síntesis de gases radiactivamente activos inexistentes en la naturaleza (cloroflurocarbonados y halocarbonados). El C almacenado en los combustibles fósiles durante millones de años, empezó a quemarse para mover las maquinas de vapor que empleaban hulla y luego derivados del petróleo para los motores de combustión interna. También ha habido liberaciones adicionales de CO2 por transformaciones de los bosques en campos de cultivo o sabanas, así como por el cultivo de tierras vírgenes por cuanto ello estimula la descomposición de la materia orgánica del suelo. La industria cementera también emite enormes cantidades de CO2 a la atmósfera, al calcinar carbonatos de calcio. Entre la época pre industrial, cuando las concentraciones del CO2 atmosférico fueron de 280 ppm y la actual con unas 370 ppm, ha habido un aumento de 32% en las concentraciones de CO2 . También el metano ha aumentado sus concentraciones en 115% entre el periodo preindustrial y 1990 (de 0,8 a 1,72 ppm) debido principalmente a la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la descomposición anaeróbica de la materia orgánica en los humedales, el cambio de uso de la tierra y la quema de la biomasa. Aportan así mismo la ganadería de rumiantes, las termitas, la minería de carbón y los depósitos de basura. El oxido nitroso aumento 7,6% en el mismo periodo de tiempo ( de 288 a 310 ppb): Este aumento se le atribuye a la quema de combustibles fósiles, al uso de fertilizantes, a la quema de la biomasa y el cambio en el uso de la tierra. El vapor de agua no ha sido incluido hasta ahora en ningún estudio a pesar de ser GEI, quizás por que la concentración de vapor de agua esta integrada dentro del sistema climático y es poco lo que se puede manipular. Los gases clorofluorocarbonados (CFC) y los halocarbonados (HCFC) son gases sintéticos empleados para impulsar aerosoles, como refrigerantes y solventes. Además de ser GEI, destruyen la capa de ozono. Desde que se firmo en 1987 el “Protocolo de Montreal sobre Substancias que Agotan la Capa de Ozono” estos gases han venido siendo substituidos por otros que no destruyen la capa de ozono, pero que son radiativamente activos tales como HFC, PCF, SF6 Para un mejor entendimiento de la forma en como actúan los GEI, se requiere introducir algunos conceptos técnicos básicos. • Cualquier factor capaz de perturbar el balance terrestre entre la energía de onda corta entrante al sistema atmosférico y la emitida en forma de ondas largas (calor) se llama forzamiento radiativo. Al aumentar las concentraciones de los GEI, aumenta el forzamiento radiativo de la atmósfera; es decir, su capacidad de absorber el calor. • El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), expresa el forzamiento radiativo total en términos de las concentraciones de CO2 que produciría tal forzamiento y se denomina concentración equivalente de CO2 . Con esta base se estimo que entre el periodo preindustrial y 1990 los GEI habían aumentado en una cantidad equivalente al 50% de aumento de CO2 , aunque el propio CO2 solo aumento 26% • El efecto radiativo (comparado con el del CO2 ) de los diferentes gases depende de la permanencia en la atmósfera de cada gas y de la diferencia de su forzamiento radiativo. El índice del Potencial de Calentamiento Global (PCG) es el efecto integrado de calentamiento producido por una emisión instantánea a la atmósfera actual de 1 kg de un GEI, en relación al dióxido de carbono (CO2 ) A continuación se presenta una tabla con permanencia, y el índice de PCG. Gas Permanencia en la atmósfera PCG CO2 50 - 200 1 CH 4 12,2 +/-3 21 N2O 120 269 - 310 SF6 HFC 264 3200 3000 - 9000 22000 - 34900 Tabla 1-1: Potencial de Calentamiento Global de distintos Gases Efecto Invernadero Tomado de la conferencia: Efecto Invernadero del Dr. Vincent Eschenbrenner La preocupación de la comunidad científica, especialmente, sobre el calentamiento actual de la tierra no es nuevo. Muestra de ello es el inicio de un programa de monitoreo de las concentraciones de CO2 atmosférico en Mauna Loa, Hawai y en Alaska en el año 1957. Estas observaciones arrojan dos fenómenos relevantes: en primer lugar una oscilación anual de unas 6 ppm atribuida a la estacionalidad en la asimilación y liberación del CO2 en el hemisferio norte en razón de que posee mayor proporción del área terrestre y, por tanto de vegetación; y en segundo lugar se observa una tendencia creciente de tipo exponencial en las concentraciones de CO2 atmosférico, la cual es responsable en gran parte del aumento de la temperatura de la tierra en el siglo pasado. Durante el inicio de la revolución industrial el hombre generó prosperidad a través de la quema de combustibles fósiles y leña, lo cual a su vez aumento la necesidad de cantidades crecientes de madera para leña y otros usos industriales. Ello ha conducido a que los bosques sean talados insosteniblemente; pero sobre todo el rápido crecimiento de la población ha requerido desmontar nuevas áreas forestales para dedicar la tierra a la producción de alimentos, con el empleo del fuego como método generalizado para eliminar la biomasa en ellos contenida. Este proceso todavía continúa con inusitada intensidad en los trópicos. El aumento en la población también ha traído aumentos en la producción cementera, gran emisora del Dióxido de Carbono. A estas causas se atribuyen las elevadas tasas de crecimiento de las concentraciones de CO2 atmosférico durante el último siglo y medio, razón fundamental del aumento de 0,6 grados C+/- 0,2 grados C (desviación estándar) mostrado por la temperatura media de la tierra durante el siglo XX, así como el aumento de 10 a 20 cm en el nivel medio de los océanos. El origen del aumento de las temperaturas globales durante el siglo XX ha provocado muchas discusiones. Comparaciones detalladas de resultados de modelos climáticos con las observaciones, sugieren que los cambios antrópicos, particularmente el aumento de los GEI, son los causantes del cambio climático. Finalmente, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) en el 2001 expresa: “a la luz de la nueva evidencia y teniendo en cuenta las incertidumbres remanentes, la mayoría del cambio climático observado durante los últimos 50 años se debe al aumento en las concentraciones de los gases efecto invernadero”. 1.1.1 El Rol de los Bosques en el Cambio Climático 3 La comunidad científica reconoce de manera unánime la importancia de los ecosistemas terrestres en equilibrar las concentraciones de CO2 en la atmósfera. Los bosques 3 Adaptado del Libro: Las Opciones Forestales en el Mecanismo de Desarrollo Limpio; Jacob Olander; Eco Decisión, 2000 almacenan un depósito enorme de carbono, el cual se puede aumentar por el crecimiento de los bosques, la regeneración y la reforestación; o contrariamente, puede decrecer cuando los bosques son talados o degradados, liberando el carbono a la atmósfera. Los bosques son una fuente de emisiones de GEI Aproximadamente unas ¾ partes de las emisiones antropogénicas a la atmósfera de GEI es originada por la quema de combustibles fósiles, como petróleo, carbón y gas natural 4 . El carbono que ha sido almacenado por millones de años bajo la tierra, en forma de carbón, petróleo y otros combustibles, se libera a la atmósfera, por las actividades propias del desarrollo económico a una tasa que se incrementa año a año sin precedentes. No obstante, la deforestación, especialmente en los países en vías de desarrollo, continúa jugando un rol importante en la acumulación atmosférica de GEI. A lo largo de los trópicos, la conversión de suelos a usos agrícolas, la extracción maderera y el establecimiento de pastizales para el ganado y agroindustrias contribuyen a la liberación de carbono almacenado en bosques primarios a la atmósfera. Los países en desarrollo han sido históricamente contribuyentes menores de emisiones de combustibles fósiles; sin embargo, las emisiones actuales originadas en la deforestación y otros cambios en el uso de suelo, son mucho mayores que las de este sector en los países industrializados. Se estima que una cuarta parte del total de las emisiones antropogénicas anuales se derivan del “Cambio del Uso del Suelo Los Bosques son sumideros: remueven CO2 de la atmósfera Las reservas de combustibles fósiles, la vegetación y el carbono asociado del suelo, son depósitos importantes, sobre los cuales los seres humanos pueden influir directamente en la tasa de emisión o absorción de carbono a la atmósfera. Reducir las emisiones provenientes de combustibles fósiles claramente debe ser el principal objetivo de cualquier esfuerzo a largo plazo para reducir la peligrosa acumulación de GEI en la atmósfera. Sin embargo y de manera complementaria, tomando en cuenta las tecnologías actuales, capturar carbono en la biomasa y los suelos es la forma más óptima costoefectiva para remover dióxido de carbono de la atmósfera. Los bosques especialmente en los trópicos juegan un rol muy importante en el almacenamiento de carbono terrestre. De acuerdo al IPCC, los bosques contienen el 80% de todo el carbono almacenado sobre el nivel del suelo en ecosistemas terrestres y el 40% de todo el carbono del suelo. Se ha identificado un enorme potencial para incrementar los sumideros de carbono de los bosques a través de la reforestación, forestación y manejo forestal. 1.2 4 La CMNUCC y el Protocolo de Kyoto Panel Intergubernamental del Cambio Climático, 1995 En razón de los incrementos en la frecuencia e intensidad de los fenómenos climáticos y a la luz de los resultados de la investigación científica, que arrojó indicios sobre la influencia del hombre al fenómeno del Calentamiento Global, en 1988 se conformó el Panel Intergubernamental sobre le Cambio Climático (IPCC). El primer informe del IPCC sobre el Cambio Climático (1990) condujo a la ONU a tomar la decisión de integrar un Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) encargado de redactar un Convenio Marco sobre Cambio Climático. Entre febrero de 1991 y mayo de 1992, el comité se reunió cinco veces y contó con la participación de 150 países. Durante las negociaciones del comité se tocaron temas como: a) El principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, según el cual le corresponde una mayor responsabilidad a los países desarrollados dada su contribución histórica al calentamiento global mediante sus procesos de industrialización; b) Metas y períodos de cumplimiento para la reducción de gases de efecto invernadero; obligaciones jurídicamente vinculantes; y c) La asistencia financiera y la transferencia de tecnología para que los países en desarrollo pudieran cumplir con los compromisos derivados del Convenio. Dos años después del primer informe del IPCC, el 4 de junio de 1992 durante la Cumbre de Río, jefes de estado y otros altos funcionarios provenientes de 154 países firmaron la Convención de Cambio Climático. A Diciembre del 2003, 180 estados han presentado su ratificación o se han adherido comprometiéndose de esa forma a cumplir las disposiciones de la Convención que entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Los países que ratifican o se adhieren a la Convención, se dividen entre países incluidos en un Anexo de la Convención ( Partes Anexo I), y los no incluidos (Partes no-Anexo I). Los países incluidos en el Anexo I, son principalmente desarrollados y países con economías en transición; los países no-Anexo I son principalmente países en vías de desarrollo El objetivo de la Convención, y de todo instrumento jurídico conexo que adopte la Conferencia de las Partes, es: “lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible”. Desde que la Convención se abrió para la firma en 1992 hasta que entró en vigor el 21 de marzo de 1994, el Comité Intergubernamental de Negociación se siguió reuniendo de manera interina para tomar las medidas necesarias en preparación de la primera Conferencia de las Partes (COP) que tuvo lugar en Berlín en 1995. Durante este período se evidenció una insatisfacción por parte de ciertos países, particularmente por parte de los pequeños estados insulares y de la Unión Europea en cuanto a la insuficiencia de los compromisos establecidos por la Convención, ya que en ésta no se incluyeron metas cuantificables de reducción de emisiones. COP Conferencia de las Partes Secretaría de la Convención SBI Cuerpo Subsidiario para la Implementación SBSTA Cuerpo Subsidiario de Asesoría Tecnológica y Científica IPCC Figura 1-1: La Convención Marco de las N.U. sobre Cambio Climático (CMNUCC) En Diciembre de 1997, el Protocolo de Kyoto (PK) fue adoptado por la Tercera Conferencia de las Partes de la Convención (COP3) celebrada en Kyoto – Japón. En virtud de éste, los países del Anexo I se comprometieron a asumir compromisos vinculantes de reducción de las emisiones de seis gases de efecto invernadero5 en una cantidad promedio correspondiente al 5.2 % con respecto a sus emisiones de 1990 y a lograr esta meta en un período comprendido entre el 2008 y el 2012 (primer periodo de compromiso). Las cantidades de reducción a las cuales los países Anexo I se comprometieron individualmente, quedaron consignadas en el Anexo B del Protocolo. Para facilitar el logro de estas metas de reducción de las emisiones de Gases Efecto Invernadero, de manera costo-efectiva, se establecieron tres mecanismos de flexibilidad, estos son: • 5 El Comercio de Emisiones (CE), –descrito en el Artículo 17 del PK.- mediante este mecanismo, los países del Anexo I con necesidad de una mayor cuota de emisiones que aquellas que le son permitidas en un período determinado, podrían adquirir cuotas de otros países del Anexo I que no las necesitaran. De tal manera que, la meta de reducción de emisiones se lograría de manera conjunta entre los países del Anexo I. Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) cubiertos por el Protocolo de Kyoto son: dióxido de carbono (CO2); metano (CH4); óxido nitroso (N 2O); hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafloruro de azufre (SF6). • La Implementación Conjunta (IC), –definido en el Artículo 6 del PK.– mediante este mecanismo, los países del Anexo I pueden intercambiar unidades de reducción de emisiones resultantes de proyectos encaminados a reducir emisiones o a incrementar la absorción por sumideros6 ; siempre y cuando: el proyecto sea: a) aprobado por los países del Anexo I participantes; b) la reducción de las emisiones o el incremento de la absorción sea adicional a cualquier otra reducción o incremento que se produciría de no realizarse el proyecto; c) la adquisición de unidades de reducción de emisiones debe ser suplementaria a las medidas nacionales adoptadas para darle cumplimiento a las metas fijadas por el Protocolo. • El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), –definido en el Artículo 12 del PK– mediante este mecanismo, los países del Anexo I pueden intercambiar certificados de reducción de emisiones (CER, por sus siglas en inglés), resultantes de proyectos ejecutados en países no-Anexo I, encaminados a reducir emisiones o a incrementar la absorción por sumideros. Los objetivos del MDL consisten en: a) ayudar a los países en desarrollo (no– Anexo I) a alcanzar su desarrollo sostenible; b) contribuir al objetivo último de la Convención; y c) ayudar a los países incluidos en el Anexo I a dar cumplimiento a sus compromisos cuantificados de reducción de emisiones. De tal manera que, tanto los países del Anexo I como los países no–Anexo I se beneficiarían del mecanismo. Los últimos en virtud de las actividades derivadas de los proyectos que contribuyen con su desarrollo y los primeros en virtud de los Certificados de Reducción de Emisiones resultantes de esos proyectos. El Protocolo de Kyoto aún no ha entrado en vigencia 7 . Para que entre en vigencia se requiere que sea ratificado por 55 Estados, de los cuales debe haber una proporción perteneciente al Anexo I, cuyas emisiones representen por lo menos el 55% del total de emisiones de CO2 de los países del Anexo I en 1990. A Diciembre del 2003, el Protocolo ha sido ratificado por 113 Estados, de los cuales 81 corresponden a Países No Anexo I y, 32 a Países Anexo I cuyas emisiones equivalen al 44.2 % del total de las emisiones de CO2 .8 Las actividades de mitigación de GEI para el primer periodo de compromiso, elegibles bajo el MDL, puden ser realizadas básicamente en los sectores energéticos y LULUCF. En razón de las características de estas actividades y para los fines de la presente guía, la denominación “proyectos/ actividades de reducción de emisiones” se refiere a la implementación de proyectos en el sector energético; la denominación proy ectos / actividades de secuestro/ fijación de carbono” se refiere a la implementación de proyectos en el sector LULUF (forestación y reforestación). Por simplicidad a lo largo de la guía se usará el término reducción de emisiones, de manera indistinta al sector en donde se implemente el proyecto / actividad de mitigación. 7 Para conocer mas sobre el estado de ratificación del PK, se puede visitar el portal web oficial de la CMNUCC; www.unfccc.int 8 Ecuador ratificó la Convención Marco (CMNUCC) el 7 de Nov iembre de 1994 (Registro Oficial # 562), y el Protocolo de Kyoto el 20 de Diciembre de 1999 (Registro Oficial # 1588). 6