CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE MÉDICOS La Asamblea del Consejo General de Colegios de Médicos de España, en sesión celebrada el día 14 de noviembre de 2014, adoptó el acuerdo de aprobar la siguiente Declaración elaborada por la Comisión Central de Deontología del CGCOM: LA FIGURA DEL MÉDICO RESPONSABLE INTRODUCCIÓN Ser médico es ejercer una profesión que depende en parte de una buena relación interpersonal, porque su objetivo es atender a las personas, que cuando sienten o les parece sentir algún problema de salud, que les desasosiega, se dirigen a otra persona que cree que tiene los conocimientos suficientes para conseguir el objetivo de restablecer su salud. Aparece entonces la relación médico-paciente, tan antigua como el hombre y que entre otras cosas actúa como uno de los "fármacos" más universales y poderosos y que en bien de todos no se debe perder. La relación paciente-médico es una relación personal, con todas las virtudes y defectos de una relación entre personas. Esta relación se basa sin duda en los conocimientos científicos y técnicos del médico, pero también en la esperanza y la confianza del paciente hacia el médico que se podrían ver deterioradas sin una buena relación, recalcando la importancia que tiene la información, aspecto que el profesional puede tener menos presente, más atento al diagnóstico y más preocupado por llegar a una acertada decisión terapéutica. La relación médico-paciente resulta compleja. La socialización de la Medicina es positiva, ya que entre otras cosas ha puesto los avances tecnológicos al alcance de todos, pero la ha trastocado, al menos en parte, que de ser hace unos años personal y confiada (a veces algo paternalista), ha pasado a otra en que el paciente frecuentemente ve al médico, como un funcionario representante de la entidad gestora. Además, los avances tecnológicos y las grandes instituciones sanitarias (sobre todo hospitales), han condicionado que los pacientes, visitados habitualmente por varios médicos, no lleguen a concretar cual es en realidad “su médico”, es decir no identifican bien al “Médico Responsable” (MR) de su cuidado 1 CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE MÉDICOS con lo que no se puede establecer una verdadera y adecuada relación médicopaciente. DEFINICIÓN Para definir la figura del MR, es adecuado acudir a la Ley 41/2002, 14 de noviembre, “Básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica”, en su artículo 3, define al MR como ”…el profesional que tiene a su cargo coordinar la información y la asistencia sanitaria del paciente o del usuario, con el carácter de interlocutor principal del mismo en todo lo referente a su atención e información durante el proceso asistencial, sin perjuicio de las obligaciones de otros profesionales que participan en las actuaciones asistenciales”. Desde hace años el ordenamiento legal establece que todos los pacientes tienen derecho a “que se les asigne un médico, cuyo nombre se le dará a conocer, que será su interlocutor principal con el equipo asistencial. En caso de ausencia otro facultativo del equipo asumirá tal responsabilidad.”, según el artículo 10.7 de la Ley 14/1986, 25 de abril, General de Sanidad (LGS). Además en su artículo 4.3, indica que: “el médico responsable del paciente le garantiza el cumplimiento de su derecho a la información. Los profesionales que le atiendan durante el proceso asistencial o le apliquen una técnica o un procedimiento concreto también serán responsables de informarle”. El MR es en la normativa actualmente vigente una figura dentro del sistema sanitario a la que se encomienda una serie de funciones específicas, claramente incluidas dentro de la competencia profesional médica, pero también algunas otras que se alejan de su competencia estricta y convierten al MR en el garante de una serie de cuestiones e incluso decisiones que trascienden de lo que específicamente se espera de un profesional médico. Así, la LGS en su artículo 3, indica que el MR es el profesional que tiene a su cargo “coordinar la información y la asistencia sanitaria del paciente o del usuario, con el carácter de interlocutor principal del mismo en todo lo referente a su atención e información durante el proceso asistencial, sin perjuicio de las obligaciones de otros profesionales que participan en las actuaciones asistenciales”. 2 CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE MÉDICOS En los artículos 3, 4 y 5 la Ley 41/2002, de 14 de noviembre de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, describe al MR y sus obligaciones en varios sentidos: - Como coordinador de la información que se debe transmitir al paciente y su familia. Como responsable y cabeza visible del equipo médico asistencial. Y en referencia a la información asistencial, donde el MR garantiza el cumplimiento de su derecho a la información, tal y como se adelantó en la propia definición. El artículo 5 referido al “Titular del derecho a la información asistencial”, y en el apartado 3 indica que cuando el paciente, según el criterio del médico que le asiste (no referencia expresa al MR, sino a cualquier médico del equipo), no tenga capacidad para entender la información por su estado físico o psíquico, la información se hará a las personas vinculadas a él por razones familiares o de hecho. Sin embargo en el artículo 9, sobre “Límites del consentimiento informado y consentimiento por representación”, señala el apartado 3 que el consentimiento por representación, se debe hacer “cuando el paciente no sea capaz de tomar decisiones, a criterio del médico responsable de la asistencia, o su estado físico o psíquico no le permita hacerse cargo de su situación. Si el paciente carece de representante legal, el consentimiento lo prestarán las personas vinculadas a él”, sin que la Ley especifique a que supuestos de incapacidad, distintas de la física y psíquica, se refiere y que se puedan diferenciar de lo señalado en el artículo 9 cuando dice que el paciente no sea capaz de tomar decisiones a criterio del MR. Por tanto, la propia Ley no delimita de forma precisa que responsable médico ha de tomar la decisión de que un determinado paciente carece de capacidad para entender la información y por tanto el médico ha de saber a quién informar y dirigirse para el consentimiento. Por ello se podría plantear considerando la obligatoriedad que contempla la Ley de “cuando el paciente no sea capaz de tomar decisiones, a criterio del médico responsable de la asistencia”, cuando esta decisión, fuera difícil o conflictiva, pudiera cuanto menos ser 3