Hidrología Redes Hidrometeorológicas Los componentes del ciclo hidrológico pueden ser cuantificados por mediciones directas o teóricamente. Las variables cuyo control directo resulta más factible son la precipitación y la escorrentía, deduciéndose la evapotranspiración de los valores de ambas más valores de otros parámetros como temperatura, horas de sol, dirección y velocidad de los vientos, etc. Para llevar a cabo el control de estas variables se instalan los equipos necesarios en una Estación Hidrometeorológica donde se lleva un control continuo que queda registrado tanto mecánica como digitalmente. Instalando equipos de medición en continuo de parámetros físico-químicos de las aguas se conocerá también el estado de los ríos. Los registros digitales serán transmitidos al instante a los centros de control. Estas estaciones se distribuyen a lo largo de las cuencas hidrográficas formando las Redes Hidrometeorológicas, que cubrirán múltiples objetivos como el seguimiento de las lluvias torrenciales y avenidas, la gestión de los recursos hídricos, la evolución de vertidos tóxicos, etc. CÓMO FUNCIONAN Una estación de aforo es un conjunto de equipamientos que se instala en el cauce de un río para medir los caudales de agua que circulan por él. Esta información resulta de interés por su aplicación en muy diversas áreas: estudios biológicos, ecológicos, geológicos, hidráulicos, ingenieriles, de protección civil, etc. También pueden medirse en estas estaciones las características físico-químicas del agua para conocer su estado y su capacidad de albergar vida, así como algunas variables meteorológicas, como la lluvia, la temperatura y la humedad del ambiente, la velocidad y dirección del viento, la radiación solar, etc. Cómo se mide el caudal de un río Para calcular el caudal de un río, utilizamos unos aparatos llamados molinetes que se introducen en el agua y mediante su hélice miden la velocidad de la corriente. La manera de realizar un aforo es hacer varias medidas de la velocidad a lo largo de la sección del río escogida y calcular después la velocidad media de todo el tramo. Si multiplicamos esta velocidad media por el área de la sección del río, obtendremos el valor del caudal en ese instante. Normalmente un caudal se mide en litros por segundo (l/s) o en metros cúbicos por segundo (m3/s). Medición del caudal Medir el caudal de un río en continuo es una labor complicada. Resulta más fácil medir la altura de la lámina de agua y transformar después este nivel en caudal, conociendo la velocidad media y el área que ocupa el agua para cada altura diferente. Este nivel puede medirse directamente en el cauce del río o bien en un pozo contiguo donde, mediante el fenómeno de los vasos comunicantes, pueda medirse el mismo nivel que en el río La forma más habitual de medirlo es con una boya que flota en el pozo y que sube y baja a la vez que lo hace la lámina de agua en el cauce. Estas fluctuaciones del nivel a lo largo del tiempo se recogen en un aparato registrador llamado limnígrafo. Esta operación también puede hacerse de forma electrónica, lo cual nos servirá para poder transmitir por radio, teléfono o satélite los datos recogidos a una estación central y así permitirnos conocer los caudales circulantes en cada momento, información muy útil en el caso de emergencias por inundaciones. Medición de la lluvia La lluvia se mide mediante los pluviómetros, aparatos cilíndricos que recogen en su interior el agua de lluvia de tal forma que cuando cae cierta cantidad de agua, normalmente 0.1 mm, envían una señal a un aparato registrador. Además el agua de lluvia se va almacenando en un depósito para poder después contrastar el valor registrado con el valor real recogido. La lluvia se mide en litros de agua que caen por cada m2 de superficie (l/m2) o en su equivalente en altura de agua, es decir, en milímetros (1 l/m2 equivale a 1 mm de altura en un recipiente de 1 m2 de base). Cómo se registran las características físico-químicas del agua Si hacemos pasar una pequeña porción del agua que circula por el río a través de un circuito hidráulico que enlaza los equipos analizadores de agua instalados en la estación, tendremos el registro en continuo de las características físico-químicas del agua. Las variables usualmente analizadas son el pH, la conductividad del agua, la temperatura del agua, el oxígeno disuelto en la misma, la turbidez, el amonio y la materia orgánica que contiene. Con estas variables podemos hacer una pequeña aproximación a la calidad del agua circulante, la contaminación fecal o industrial existente, etc. Al medir esta información en continuo y transmitirla en tiempo real a la estación central, podrán detectarse posibles irregularidades como vertidos tóxicos o contaminantes y actuar con la mayor diligencia posible. http://www.loseskakeados.com