45. Protección del consumo. Normatividad En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos este derecho se encuentra garantizado en: Artículo 28. En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los monopolios, la (sic) prácticas monopólicas, los estancos y las exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes. El mismo tratamiento se dará a las prohibiciones a título de protección a la industria. En consecuencia, la ley castigará severamente, y las autoridades perseguirán con eficacia, toda concentración o acaparamiento en una o pocas manos de artículos de consumo necesario y que tenga por objeto obtener el alza de los precios; todo acuerdo, procedimiento o combinación de los productores, industriales, comerciantes o empresarios de servicios, que de cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia o la competencia entre sí o para obligar a los consumidores a pagar precios exagerados y, en general, todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de una o varias personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social. Las leyes fijarán bases para que se señalen precios máximos a los artículos, materias o productos que se consideren necesarios para la economía nacional o el consumo popular, así como para imponer modalidades a la organización de la distribución de esos artículos, materias o productos, a fin de evitar que intermediaciones innecesarias o excesivas provoquen insuficiencia en el abasto, así como el alza de precios. La ley protegerá a los consumidores y propiciará su organización para el mejor cuidado de sus intereses. Comentario Este artículo establece la obligación de los legisladores de proteger a los consumidores y cuidar sus intereses. A pesar de que no se detalla en el texto constitucional la importancia de esa protección, en diversos casos se exalta la labor de protección de grupos vulnerables, que siendo consumidores de productos y servicios, introducen la obligación de su protección frente a prácticas monopólicas o abusivas por parte de intereses comerciales privados. La parte final del párrafo tercero del artículo 28 Constitucional, establece que la ley protegerá a los consumidores y propiciará su organización para el mejor cuidado de sus intereses. En este sentido, se tutelan los derechos del consumidor, como un conjunto de prerrogativas que corresponden de manera específica a la población en sus relaciones de consumo con los proveedores de bienes o servicios. Dichos derechos han sido reconocidos PROTECCIÓN DEL CONSUMO 1 solo a partir de la segunda mitad del siglo XX y México fue el primer país de América Latina en establecer un sistema de protección de los consumidores, al promulgar el 5 de febrero la Ley Federal de Protección al Consumidor, de lo que derivo el establecimiento de la Procuraduría Federal del Consumidor, PROFECO. Anteriormente, dichos derechos se hacían derivar de los contratos que los consumidores celebraban con los proveedores, con fundamento en la legislación civil o mercantil, las cuales, en términos generales, no protegían de manera específica a los consumidores y se basaban en el principio de la autonomía de la voluntad. El consumidor debía enfrentar solo sus relaciones de consumo con proveedores que contaban con mayor información y experiencia. Para algunos, el caso de la PROFECO tiene cierta semejanza con la figura del ombudsman, que en especial, pretende tutelar a unos ciudadanos, bajo el título de consumidores, no contra el Estado, como lo haría un ombudsman tradicional, sino contras otros ciudadanos –o entes formados por éstos–, bajo el título de proveedores de bienes o prestadores de servicios. PROPIEDAD COMUNAL Y EJIDAL DE TIERRAS 2