Diplomado Fiesta de la Lectura-Leer es mi Cuento | Formación a distancia 1 L ib ertad y O rd e n MinCultura Ministerio de Cultura En asocio con: Guía 1 Desarrollo, observación y registro Diplomado Fiesta de la Lectura-Leer es mi Cuento | Formación a distancia 1 Guía 1 Desarrollo, observación y registro Guía 1. Desarrollo, observación y registro Guía 1. Desarrollo, observación y registro Para empezar, una explicación sobre la ruta formativa a distancia 1 20 horas 20 horas + 3 = 60 20 horas Nos complace mucho saludarlos y darles la bienvenida a la ruta formativa a distancia, diseñada como complemento a la formación presencial que tiene lugar en los laboratorios municipales. Por su parte, los talleristas se llevarán los cuadernillos para leerlos, retroalimentar a los agentes y así garantizar que aquellos que están a su cuidado están cumpliendo con las horas de trabajo autónomo requeridas para poder diplomarse. Como ustedes saben, este año Fiesta de la Lectura ofrece a los agentes educativos la posibilidad de obtener un diplomado tan pronto finalice su proceso de formación. Es muy importante que ustedes entreguen a tiempo los cuadernillos diligenciados. Si no lo hacen, los talleristas no podrán confirmar que se realizó el trabajo acordado para la ruta formativa a distancia, lo que incidirá en el conteo de las sesenta horas de trabajo autónomo y, por consiguiente, en la certificación del diplomado. Este proceso formativo tiene una duración total de 116 horas: • 56 horas en los laboratorios presenciales. • 60 horas de trabajo autónomo bajo la modalidad de formación a distancia. Aquellos agentes educativos que completen a satisfacción el 80% de las 116 horas propuestas para su formación, recibirán un diplomado otorgado por la Universidad Eafit. La ruta de formación a distancia incluye sesenta horas de trabajo autónomo, estas se cumplen mediante tres Guías que serán entregadas en los laboratorios municipales. Cada Guía incluye un Cuadernillo de actividades. Realizar la lectura y las actividades de cada Guía demanda veinte horas de trabajo autónomo. De este modo las sesenta horas se logran sumando el trabajo correspondiente a las tres Guías. En los laboratorios se dará un espacio para que puedan socializar con los demás agentes el resultado de las Guías. 2 + 2 Los formadores valorarán no solo si se hicieron o no las actividades, sino la calidad de las mismas y el esfuerzo del agente. A cada cuadernillo se le asignará una valoración final según los siguientes criterios: Destacado (D): Se desataca el desempeño del agente porque su trabajo a lo largo de la guía demuestra gran interés y un alto nivel de compromiso. Aprobado (A): Las actividades de la guía se desarrollaron de acuerdo la lo solicitado. Insuficiente (I): Las actividades no se realizaron, o se hicieron de forma incompleta, o se llevaron a cabo actividades diferentes a las propuestas. En síntesis, no se logró el propósito de la ruta de actividades. Esperamos que aprovechen estas Guías como material de apoyo a su trabajo con los niños1, y damos inicio a las primeras veinte horas del recorrido. 1 En estos contenidos se usarán las palabras NIÑOS y PADRES no en relación con el género sino para referirnos al plural de niño y niña y de madre y padre. 3 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Guía 1. Desarrollo, observación y registro Saludo Bienvenidos a la Guía 1. Desarrollo, observación y registro del componente de formación a distancia de Fiesta de la lectura 2013. El propósito de esta Guía es retomar algunos de los aspectos sobre los que ustedes ya tuvieron un acercamiento en el 1.er Laboratorio Municipal y abordar otros que completan esta propuesta de apoyo al trabajo de acompañamiento a los niños en sus diferentes procesos. Los temas que trataremos en la Guía son: 1. Desarrollo infantil y lenguaje En este apartado conversaremos acerca del desarrollo infantil y de cómo los adultos, mediante el lenguaje, desempeñamos un papel fundamental que ayuda a los niños a desplegar su potencial y a integrarse a su comunidad. 2. La observación de los niños en sus relaciones con otros y con su medio Aquí se planteará la necesidad de observar y atender a cada niño en particular y a la dinámica que se crea en los diferentes grupos, para acomodar nuestro acompañamiento de la mejor manera y estimular el desarrollo de los niños a cargo. 3. La importancia de la autoobservación por parte del agente educativo Este ejercicio, vital para hacer mejor nuestro trabajo de cada día con los niños, no es fácil de llevar a cabo. Por ello trazaremos una ruta que nos permita ir ganando confianza en cómo mirarnos a nosotros mismos mientras interactuamos con los niños. 4 4. Sobre por qué y cómo registrar Registramos para conservar la memoria, para atrapar momentos significativos, para compartir y reflexionar más ampliamente. Y es que gran parte de lo ganado, con las acciones de observar y autoobservarnos, se pierde si no logramos fijarlo en un texto o un relato organizado que nos permita volver sobre lo que hemos identificado, compartirlo con otros y conocer sus reflexiones. Las actividades que ustedes deberán realizar, y que les permitirán cumplir con las primeras veinte horas de trabajo autónomo, se explican en el Cuadernillo de actividades. A medida que vayan leyendo la Guía encontrarán recuadros en los cuales se presentan las actividades propuestas para cada uno de los temas abordados. Al finalizar estas veinte horas esperamos que hayan logrado estos objetivos: P Entender el papel que cumple el lenguaje en el desarrollo infantil. P Comprender la importancia que tiene aprender a observar a los niños y autoobservarse. P Aprender a registrar situaciones que hacen parte de su práctica cotidiana. P Tomar conciencia de sus aprendizajes y compartirlos con sus pares. 5 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Guía 1. Desarrollo, observación y registro 1. Desarrollo infantil y lenguaje Cuadernillo de Actividades Por favor abran el Cuadernillo y lean las instrucciones correspondientes a la Actividad 1. Allí explicamos el tipo de lectura que esperamos hagan de esta Guía y cómo usar el espacio punteado en naranja que encontrarán a partir de esta página. En este apartado conversaremos acerca del desarrollo infantil y de cómo los adultos, mediante el lenguaje, desempeñamos un papel fundamental que ayuda a los niños a desplegar su potencial e integrarse a su comunidad. Los niños son todos diferentes, eso lo sabemos muy bien los adultos cuidadores. Sin embargo, la mayoría de ellos en todo el mundo pasan por momentos similares de desarrollo y los viven más o menos a las mismas edades. Gloria Amparo Acero ha dicho que… Lo que hace que los bebés de todo el mundo alcancen ciertos desarrollos a edades parecidas, tiene que ver más con la herencia biológica propia de la especie humana. Lo que conduce a que muestren diferencias en este mundo diverso está más relacionado con la herencia 6 cultural. Hoy en día se reconoce que separar la una de la otra es imposible, es como una danza en la que ambas se entretejen. Efectivamente es un baile y, como en cualquiera de los que hemos participado, unas veces encontramos parejas que se entienden perfectamente y bailan delicioso y en otras ocasiones vemos parejas que no encuentran cómo acomodarse, por eso se pisan, se chocan o terminan bailando un ritmo que no es el que suena en la fiesta. Así pues, en esta danza del desarrollo los adultos jugamos un papel primordial, no solo porque acompañamos a los niños y los ayudamos a desplegar todas sus potencialidades, sino porque los retamos y les proponemos cada vez nuevas metas por alcanzar. 7 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Algunas veces de manera cuidadosa y respondiendo a los movimientos y tiempos propios que va marcando cada niño. Otras veces de forma atropellada por el afán de igualarlos a todos, o por el temor a que se “retrasen” con respecto a sus pares. También sucede que la danza se detiene porque nuestras intervenciones no se dan a tiempo, porque no sabemos acomodarnos a esa nueva pareja que ha entrado al baile y nos quedamos o los dejamos solos en la pista. La interacción que se establece entre la herencia biológica y la cultural plantea la necesidad de observar y atender a cada niño en particular y a la dinámica que se crea en los diferentes grupos, para acomodar nuestra intervención de la mejor y más estimulante manera, y así potenciar el proceso de desarrollo de los niños. Esta intervención debe atender a todos los componentes del desarrollo de los niños como seres humanos pertenecientes a una cultura y a un grupo social, y no limitarse a los aspectos que siempre se han identificado como los más determinantes para la supervivencia: la alimentación y la salud. Desafortunadamente la atención en estos aspectos es casi la única que reciben algunos bebés y niños muy pequeños por parte de sus cuidadores adultos, para quienes lo demás puede o debe esperar a que los niños sean más grandes. Pero no es cierto que puede esperar lo demás: el juego, las palabras, las caricias, etc. Ya lo advertía el Dr. René Spitz en 1946, luego de su investigación sobre la importancia fundamental que tienen el afecto y el lenguaje para la vida de los niños más pequeños. Él demostró que si bien es posible que los niños sobrevivan físicamente sin el lenguaje y las relaciones que comunican afecto y seguridad, es imposible que consigan sobrevivir como seres sanos emocional e intelectualmente. Es decir que debemos preocuparnos porque no se enfermen, coman bien y puedan ir controlando la fuerza y 8 Guía 1. Desarrollo, observación y registro los movimientos de su cuerpo; pero también es primordial que construyamos con los niños, desde el momento mismo de su nacimiento, una relación comunicativa que les transmita la certeza de ser bienvenidos a nuestra vida. Una interacción de comunicación que va transformándose a medida que los niños conocen más del lenguaje oral y de todas las otras posibilidades para expresarse como el lenguaje corporal, el lenguaje escrito, los lenguajes artísticos, etc. Pero, por supuesto, esta no es solo una responsabilidad de nosotros como agentes educativos. Acompañar, responder y estimular el desarrollo integral de los niños es el papel central de la familia. De allí que conocer a los padres y otros adultos del grupo social más cercano a cada uno de los niños que acompañamos se vuelva una tarea fundamental para todos los que trabajamos con el objetivo de lograr que los niños puedan desarrollarse de la manera más integral y feliz posible. 9 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Guía 1. Desarrollo, observación y registro 2. La observación de los niños en sus relaciones con otros y con su medio En el apartado anterior dijimos que era necesario observar y atender a cada niño en particular y a la dinámica que se crea en los diferentes grupos para acomodar nuestro acompañamiento de la mejor y más estimulante manera y, así, llegar a ser una buena pareja de baile. Respecto al aspecto comunicativo, lo primordial que debemos atender son las relaciones que los niños van construyendo con: el lenguaje, los otros, la lectura, la escritura, los libros, el arte y el juego, de acuerdo con el momento en el que se encuentran en el proceso de hacerse miembros activos de su grupo social y cultural. Y aquí entra la necesidad de observar también las familias y las interacciones que se establecen entre padres e hijos, pues ellas nos darán claves para comprender cómo se van entrelazando las características biológicas con las características culturales que hereda cada uno de los niños. Igualmente, esa observación de cómo se entienden, cómo se hablan, qué rituales han establecido nos permite definir maneras de acompañarlos llenas de sentido, de significado, tanto para los niños como para sus padres en el proceso de crianza, donde a menudo se presentan tantas dudas y angustias. Con seguridad todos estamos de acuerdo en la necesidad de observar y en el valor que esto tiene. 10 Surge entonces la pregunta más precisa: ¿qué observar en relación con esta construcción del lenguaje y las relaciones de comunicación? He aquí algunas claves: • Al pensar nuestra observación, repasemos primero las preguntas que tal vez nos han hecho otros adultos acompañantes (padres, por ejemplo) y tengámoslas presentes desde el momento de inicio de la acción de lectura, de conversación, de canto o relato oral. • Tratemos de identificar cómo se van desarrollando las intervenciones de los niños, aún de los bebés; cuáles son sus comentarios, qué preguntan y, especialmente, qué se responden y qué les contestamos nosotros en momentos importantes de nuestra interrelación. • Anotemos su forma de aceptar la invitación a leer juntos, a conversar o a escuchar un relato; cuáles son las preferencias que manifiestan, las negociaciones, si las hay, o quiénes son los que tienen mayor dominio en el grupo y cómo influyen en los otros en el momento de compartir las narraciones y los libros. • Luego detengámonos para observar cómo progresa la interacción tanto con el libro, la narración, la 11 Guía 1. Desarrollo, observación y registro canción, la rima, los juegos, como entre los que estamos compartiendo esos textos. • Es importante intentar definir por qué pasa algo de una manera y no de otra, cómo funciona el plan que nos habíamos trazado y cuáles son los elementos que contribuyen a la relación de los niños con la lectura, la narración, la ilustración, la canción y cuáles no. • Observemos lo que más nos inquiete, ya sea porque no sabemos bien qué está sucediendo o porque no sabemos cuáles son los factores que determinan por qué se presenta una situación determinada. El resultado de este proceso de mirar y escuchar atentamente no solo nos permitirá danzar mejor con cada uno de esos pequeños compañeros de baile sino que también nos ayudará a… • tomar conciencia de la manera como nos relacionamos con los niños y la forma como ellos se relacionan con sus pares, con otros adultos y con los objetos que los rodean; • reconocer nuestra forma de pensar sobre qué son los niños y sobre el papel que tienen en esta etapa de su vida los adultos y los contextos de socialización: la familia, el barrio, los espacios de atención; • identificar los patrones de desarrollo y las estrategias de aprendizaje apropiadas para cada edad y, a partir de esta identificación; • formular proyectos de intervención en nuestros espacios educativos que nos posibiliten responder a las necesidades evolutivas y culturales de los niños y a las expectativas de sus familias. En cuanto al cómo observar, una recomendación es que se haga amorosamente. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que es necesario observar sin juzgar, sin decir “esto es bueno o malo”, o “esto no debería estar pasando”, etc. Hay que mirar y escuchar abierta y comprensivamente, 12 Guía 1. Desarrollo, observación y registro tratando de atrapar la sucesión de hechos, de palabras y preguntando “por qué pasa esto”, “qué importancia tiene aquello”; pensándonos como observadores y escuchas de los niños, pero también pensando en ellos como observadores y escuchas de todo lo que pasa a su alrededor. Y esto último es bien importante, porque los adultos tenemos la tendencia a olvidar que los niños nos están mirando todo el tiempo y que somos sus modelos, tanto cuando asumimos un papel (como el de lectores, por ejemplo) como cuando actuamos y hablamos desprevenidamente. Los ojos y los oídos de los niños casi nunca se cierran. Cuadernillo de actividades Las actividades 2, 3 y 4 del Cuadernillo están diseñadas para aprender a observar a los niños que están bajo su cuidado y a sus compañeros de trabajo. Los animamos a realizarlas para que puedan descubrir qué aporta esta práctica a su desempeño como agentes educativos. 13 Guía 1. Desarrollo, observación y registro 3. La importancia de la autoobservación por parte del agente educativo Luego de haber hablado de la importancia de observar y cómo hacerlo, es el momento de pensar y discutir un nuevo aspecto relacionado con este mismo tema, se trata de la autoobservación. Es decir, de volver nuestra mirada sobre nosotros mismos para conocer más sobre las formas que tenemos de relacionarnos y comunicarnos con los niños y otras personas con las que compartimos en nuestro espacio de atención. Mirar cómo transcurren las dinámicas alrededor de las narraciones, las canciones y los libros, de las conversaciones y los juegos es importantísimo para: • advertir los comportamientos y las voces de los niños, • proponer nuevas actividades alrededor del lenguaje y la comunicación cada vez más significativas y más felices para todos. Pero el observarse y escucharse uno mismo a lo largo de los encuentros y las actividades con los pequeños que tenemos a nuestro cargo también es definitivo. Esa mirada y esa escucha de uno mismo es tan sustancial como lo es el hecho de que somos nosotros los que estamos promoviendo las relaciones entre pares y las experiencias de narrar, de charlar, de leer, de dibujar, de escribir y de cantar juntos. Nuestra actitud, nuestro modo de llevar adelante las prácticas con el lenguaje 14 Guía 1. Desarrollo, observación y registro fomenta una manera de hacer y de comprender la serie de acontecimientos que rodean el acto comunicativo. Los mediadores asumimos el papel central de ser quienes… • proponemos las lecturas y leemos en voz alta; • recogemos las preguntas y volvemos al libro; • definimos si leemos de “un tirón” todo el libro y luego conversamos, o si vamos a ir deteniéndonos para resolver asuntos que no están claros, escuchar comentarios, observar detalles de las imágenes, etc.; • volvemos a leer el mismo libro hasta cien veces, si es eso lo que los niños solicitan, • invitamos a jugar con las palabras, los sonidos y las ilustraciones… Cuando da la una, sales de la cuna, cuando dan las dos, dices adiós, cuando dan las tres, te mojas los pies, cuando dan las cuatro, vamos al patio, y cuando dan las cinco, ¡pegas un brinco! Palmas, palmitas, que viene papá, palmas, palmitas, que pronto vendrá. Palmas, palmitas, que viene papá, palmas, palmitas, que en casa ya está. Esta niña, esta niña se parece a su mamá, por arriba, por abajo, por delante y por detrás. Que se esconda, que se esconda, esta niña de mamá, porque pronto, porque pronto, las dos se encontrarán. Poemas y canciones de tradición oral 15 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Así entonces, lo que hacemos o dejamos de hacer marca toda la dinámica de interacción. Determina, también, no solo el modelo de adulto que les estamos proponiendo a los niños, sino las posibilidades de uso y la importancia de la lengua oral y escrita y de los otros lenguajes de expresión artística. Por esto es por lo que autoobservarse es tan definitivo para nuestra práctica. Ahora bien, es muy posible que casi todos convengamos en la necesidad de mirarnos a nosotros mismos para así: • enriquecer nuestra capacidad de relacionarnos con los niños y también con los otros adultos, • comprenderlos y adecuar nuestras propuestas y acompañamientos, • responder a sus intereses y necesidades, • estimular mejor sus capacidades y avances, y • dar un mayor sentido a las cosas, los eventos y las experiencias de vida cada vez que compartimos el espacio educativo. Sin embargo, no todos nos percatamos de lo difícil que esta práctica puede llegar a ser. No estamos acostumbrados a observarnos ni a escucharnos, a detenernos para pensar en nosotros y en lo que hacemos. Además, en la necesidad que tenemos todas las personas de actuar acertadamente, este reto puede llegar a asustarnos un poco porque intuimos que todo no lo hacemos bien, y porque sabemos que nuestros errores van de la mano de nuestros aciertos. Para logar entonces comenzar y cada vez avanzar en este ejercicio que deberá volverse habitual, iniciemos lentamente: • Detengámonos por unos momentos nada más para escucharnos leer o narrar a los niños, o para oír las respuestas que damos a sus preguntas. • Analicemos, por ejemplo, si estamos prestando real atención a lo que dicen los niños o si simplemente queremos llevar la lectura, la narración o la actividad por el camino que hemos definido desde la planeación. 16 Guía 1. Desarrollo, observación y registro • Comprobemos si somos capaces de cambiar algunas ideas que tenemos pensadas para dar espacio a las nuevas propuestas de los niños. • Identifiquemos cuáles de las acciones que realizamos unidas a la lectura, la narración y el canto son las que mejor o peor respuesta van obteniendo. • Prestemos atención entonces, a cómo proponemos y respondemos a las iniciativas de comunicación que nos plantean los bebés, cómo interpretamos sus señales y les damos a entender que los miramos y los escuchamos. • Estemos atentos para comprender mucho mejor cómo establecemos nuestros intercambios con los niños que ya no son bebés, pero que aún no usan las palabras para comunicarse. • Detengámonos a pensar en los diálogos que cruzamos con los niños que ya comienzan a hacer un uso de un lenguaje más formal y estructurado: ¿qué les entendemos?, ¿cómo los ayudamos para que cada vez su lenguaje sea más claro para todos? Lograr dar respuestas a las propuestas anteriores requiere, volvemos a insistir, escucharnos y observarnos atentamente mientras estamos en relación. Vernos como si en frente tuviésemos un espejo y nosotros fuéramos alguien extraño al grupo reunido para leer y que nos observa. 17 Guía 1. Desarrollo, observación y registro No es fácil, como ya lo dijimos, pero sí es posible e importante. Por lo general después de un ejercicio como este, nos sorprendemos de haber contestado de una forma y no de otra a una pregunta de los niños. Descubrimos reacciones de los pequeños que seguramente habíamos venido pasando por alto. Y nos acercamos a la comprensión de por qué algunas de nuestras propuestas funcionan mejor en determinados momentos, mientras que en otros no alcanzan a cumplir con lo que esperamos. Claro está que en ocasiones experimentamos un cierto desconcierto, o una sensación de no haber conseguido lo que perseguíamos, de no haber podido responder a las exigencias del momento. Lo importante es no juzgarse, porque tanto en relación con las experiencias exitosas, como con las que no lo sean, la propuesta de observar y observarnos no debe terminar con una calificación, con un juicio de “malo” o “bueno”. No es esto lo que se busca. Lo que se quiere es que cada vez podamos analizar con mayores herramientas todas las acciones que llevamos adelante con los niños. Por último, es importante señalar que en realidad, los más beneficiados con esta práctica somos los adultos mediadores, porque si dejamos de lado el temor a reconocer nuestras fortalezas y nuestros puntos débiles lograremos analizar con mayor información cómo llevamos a cabo nuestra tarea, de tal manera que podamos hacer cada vez mejor el acompañamiento a los niños en ese proceso de crecer, de desarrollar sus capacidades e integrarse como miembros activos de nuestra comunidad. Cuadernillo de actividades La actividad 5 los ayudará a dar sus primeros pasos en este proceso de aprender a observarse mientras realizan alguna actividad con los niños. 18 Guía 1. Desarrollo, observación y registro 4. Sobre por qué y cómo registrar Para responder estas preguntas, hablemos un poco acerca del libro Voces en el parque, de Anthony Browne, autor de varios de los libros que integran la Colección para la Primera Infancia Leer es mi Cuento. El libro mencionado es un álbum muy especial, porque nos permite comenzar a pensar en la importancia de observarnos, escucharnos y registrar. En este libro álbum, el autor nos presenta cuatro voces que cuentan el mismo paseo una tarde por el parque. Son cuatro puntos de vista muy diferentes sobre las mismas cosas y acontecimientos que ocurrieron. Es lógico que el lector se pregunte: ¿Están hablando de la misma tarde? ¿Por qué son tan diferentes las historias sobre lo que pasó? ¿Quién tiene la razón? 19 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Pues sí, se trata de la misma tarde y todos tienen su razón. Cada voz nos permite entender a través de lo que narra, su forma de pensar y de sentir, de comprender y de reaccionar frente a los mismos hechos. ¡Y qué distintas son esas voces! Esto que leemos en el libro, es lo que pasa por lo general cuando escuchamos los relatos de lo ocurrido en una situación real en la que participan varias personas, como cuando sucede un accidente por ejemplo. Encontramos observaciones comunes que comparten y entienden de la misma manera, pero otras que nos comentan de modo muy diferente; porque las historias de esas personas están relacionadas con la forma que cada una de ellas tiene de ver la vida, de entender las relaciones con los demás, de enfrentar sus preguntas y afirmarse en sus seguridades, de poner en juego sus conocimientos y las informaciones que poseen. Lo que estamos diciendo acerca de las muchas versiones posibles en relación con un mismo hecho es algo que constantemente se presenta cuando los adultos mediadores entre los niños y los textos relatamos nuestras experiencias. Si los personajes de Voces en el parque tuvieran la oportunidad de leer su voz y la de los otros podrían ver con ojos diferentes los acontecimientos que vivieron, (tendrían ojos más grandes para ver mejor), y comprenderían un poco más a aquellos con quienes compartieron esa tarde en el parque. Desafortunadamente ellos no pueden hacerlo, pero nosotros sí, gracias a que Anthony Browne se dio a la tarea de escribir e ilustrar las voces de quienes fueron esa tarde de paseo y lo que aconteció. Gracias a esas imágenes, palabras y hasta pensamientos de los protagonistas, nosotros los lectores podemos conocer lo que les sucedió y cómo lo vivió cada uno de los cuatro personajes. 20 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Por eso es que es tan importante el registro. Sin él nuestro recuerdo de lo que ocurrió, de lo que identificamos, se olvida. Por eso es tan importante aprovechar la enorme riqueza de nuestro lenguaje y de los elementos que nos brindan la escritura, el relato, la ilustración y hasta el bordado, para fijar en la memoria y para compartir con otros lo hallado, de tal forma que esos otros puedan devolvernos su mirada acerca de nuestros encuentros, certezas y preguntas. El registro es la mejor herramienta para ayudar a la memoria individual y colectiva y para contribuir a los procesos de reflexión común. En nuestro caso, es ayuda invaluable frente a la preocupación por las interrelaciones que establecemos con los niños. Ahora bien, los registros pueden ser tanto textos orales, como escritos o ilustrados. Hablemos un poco sobre esta práctica, sus posibilidades y exigencias. Para construir ese texto Tanto si es oral o escrito, el relato de lo que encontramos en nuestras observaciones debe intentar “retratar” la situación o situaciones que queremos analizar. El otro, el que escucha nuestra voz directamente o a través del 21 Guía 1. Desarrollo, observación y registro escrito, debe poder hacerse la imagen, lo más cercana posible, de cómo transcurrió la situación que se está relatando, cómo son los que participaron en ella, qué libro leímos o qué historia relatamos o qué juego enseñamos... debe visualizar todos los datos que consideremos de importancia. En ese texto no deben aparecer valoraciones nuestras, frases con las que califiquemos lo que vimos, escuchamos, dijimos o hicimos, porque al hacerlo ya estamos conduciendo al lector del relato por un camino que tal vez no es el que esa persona tomaría al leer lo que escribimos. Porque cuando decimos: “es que me parece que esto o aquello fue un error”, o “me encantó lo que hicieron los niños”, a la persona que lee nuestro texto no le queda más que situarse y apoyar lo que decimos o tratar de convencernos de que no estamos en lo correcto, y perdemos entonces la posibilidad de que ese lector se detenga en algún aspecto que no habíamos percibido, o que resalte un detalle que para nosotros no era tan significativo. Por eso es importante tratar de “fotografiar” con palabras lo que pasó y, siguiendo el orden como lo recordamos, anotar algunas frases que para nosotros fueron interesantes y dejar que el que escucha o lee nuestro texto se vaya haciendo la imagen e involucrando en el ritmo de lo que se vivió. Tal vez, una buena ayuda para orientarnos en la escritura o construcción del relato alrededor de nuestras observaciones sea leer un registro, como el de la página siguiente, escrito por Elizabeth Ramírez, lectora del programa Palabras que Acompañan, y quien visita diariamente con su carrito biblioteca a muchos niños hospitalizados en una institución de salud en Bogotá. 22 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Leidy tiene 5 años, estaba por salir del hospital. Cuando llegué a su habitación la encontré sola y al comienzo fue muy tímida. Leidy es un niña pequeña para su edad así que escogí primero libros de cartoné como ¿Qué roe el ratón?, ¿Dónde se baña el cerdito?... Poco a poco su timidez se fue perdiendo, se levantó de la cama y empezó a señalar qué libros quería ver, también poco a poco fue dejando su silencio y empezó a ser muy activa y habladora. Quería ver libros “de leer”, así que le propuse El día de campo de Don Chancho, pero Leidy quería ver más libros y leerlos sola, siempre los cogía de atrás para adelante y era inevitable para mí indicarle dónde estaba el comienzo, pero ella insistía en hacerlo a su manera. Me pidió Adivina cuánto de quiero, estaba muy ansiosa y empezó a pasar las páginas rápido, arrugándolas, la detuve y le dije que así el libro no se dejaba leer que había que acariciarlo y pasar la páginas muy suavecito y que yo conocía una técnica secreta para eso, pero que no estaba segura si ella la quería aprender, dijo que sí. Se la indiqué y entonces ponía su dedito índice de la mano derecha en el extremo inferior derecho del libro y muy pronto descubrió sola y despacito el “viejo truco”. Cuando lo terminó dijo que era verdad, que ahora el libro sí se había dejado leer. Al día siguiente me la encontré en la salita de espera de ese piso, yo le leía a otro niño, entonces ella trajo a su mamá y le mostró cómo era la fórmula secreta y mágica para que un libro se deje leer. 23 Guía 1. Desarrollo, observación y registro Este registro sencillo que narra con cuidado pero de manera corta cómo se dio el encuentro nos permite, casi con seguridad, hacernos una imagen y seguir la serie de momentos que se dieron entre Elizabeth y Leidy, la lectura y los libros. Su escrito hace posible, a quienes lo recibimos, seleccionar aquellos elementos que nos parecen más importantes para comentar y analizar sin estar condicionados a valoraciones que ella nos haya transmitido. Después de este recorrido por los temas propuestos en la Guía los invitamos a empezar a realizar las actividades propuestas en los recuadros que remiten al Cuadernillo de actividades. Solo hay una manera de comprobar si lo dicho a lo largo de la Guía es cierto o no, y es poniendo en práctica las recomendaciones aquí expuestas. Mucho ánimo y esperamos que en el próximo laboratorio municipal todos ustedes puedan compartir cómo les fue con esta tarea. Cuadernillo de actividades Las actividades 6 y 7 se plantean con el fin de invitarlos a escribir un primer registro que dé cuenta de uno de los ejercicios de observación realizados previamente, y ver qué efecto produce el texto cuando se comparte con la persona observada. En el Cuadernillo también encontrarán las instrucciones correspondientes a la actividad 8, de cierre, la cual les permitirá identificar y compartir las lecciones derivadas de esta ruta de actividades. 24