HOSPITAL DE MÉRIDA PROTOCOLO DE AYUDA EN LA REALIZACION DE EXTRACCION DE MEDULA OSEA DEFINICIÓN La biopsia de médula ósea es un procedimiento empleado, por el cual se toma una muestra de hueso que contiene tejido de la médula ósea, para analizar microscópicamente la estructura y composición de ésta, con el fin de detectar posibles patologías relacionadas con las células de la sangre. OBJETIVOS La muestra y análisis de la médula ósea es una prueba que puede aportar mucha información acerca de posibles enfermedades de la sangre. Generalmente se suele indicar la prueba cuando en un análisis de sangre o extensión de sangre periférica se obtienen datos que hacen sospechar de una patología de las células de la sangre. Este examen se utiliza para diagnosticar leucemia, infecciones, algunos tipos de anemia y otros trastornos sanguíneos. Asimismo, puede ayudar a determinar si los cánceres se han diseminado. MATERIAL • • • • • • • • • • • • • • • Empapaderas. Sábana esteril. 2 agujas IM. Aguja de carga. Gasas. Jeringas de 5cc y 20cc. Anestésico. Porta. Betadine. Guantes esteriles. Algodón. Esparadrapo de tela. Contenedor de muestra. Trocar. Gradilla. HOSPITAL DE MÉRIDA REQUISITOS PREVIOS • • • • • • Identificar al paciente. Informar al paciente del procedimiento a realizar, explicándole los motivos del mismo y tratar de minimizar su ansiedad. Preservar la intimidad del paciente. Previo a la prueba no suele ser necesario ninguna preparación especial. En ocasiones, y generalmente en niños, puede ser necesario administrar un sedante suave para estar más tranquilo durante l prueba. Deben conocerse las posibles alergias o riesgos de sangrado, especialmente si está tomando fármacos que puedan favorecerlo (por ejemplo aspirina o anticoagulantes). PERSONAL • • Enfermera/o responsable del paciente. Facultativo que realice la extracción. PROCEDIMIENTO Prepararemos una mesa auxiliar donde colocamos el material que usaremos. Tanto la biopsia como el aspirado deben realizarse en un centro homologado bajo las máximas garantías y debe ser realizado por profesionales. El procedimiento empleado en ambos tipos de pruebas comienza con la preparación de la piel donde se vaya a tomar la muestra (la cresta del hueso iliaco de la pelvis en el caso de la biopsia y el esternón en el caso del aspirado) la cual debe estar correctamente tratada con un antiséptico. El médico que vaya a realizar la prueba debe llevar a cabo el procedimiento empleando las máximas medidas de asepsia. . En el caso de una aspiración esternal la posición a adoptar por el paciente suele ser tumbado boca arriba, mientras que en caso de realizar una biopsia iliaca se puede adoptar una postura tumbada boca abajo o preferentemente de lado. Posteriormente se debe emplear una inyección de anestesia local en la zona a biopsiar o aspirar, de forma que se consiga mitigar el dolor. En el caso de realizar una biopsia de médula ósea, se introducirá posteriormente una aguja gruesa, se retira el centro de la aguja dejando un contenido cilíndrico hueco que se gira en varias direcciones con el fin de obtener una buena muestra. Después se debe detener el sangrado con una compresión firme y se realiza un vendaje de la zona. En el caso de realizar un aspirado el método es parecido, sin embargo tras introducir el trócar se aspira el contenido de la médula con una jeringuilla. La muestra obtenida debe ser valorada posteriormente mediante un estudio microscópico. El material obtenido deberá ser tratado mediante tinciones especiales para poder ser visualizado correctamente al microscopio. HOSPITAL DE MÉRIDA PRECAUCIONES Y/ O COMPLICACIONES Supone una prueba bastante segura. Las complicaciones leves más frecuente suelen estar relacionadas con calambres, sensación de quemazón y pinchazo al inyectar la anestesia, y sobre todo el dolor. En un porcentaje pequeños de casos puede haber un pequeño hematoma que no supondrá más que una molestia estética transitoria. En raros casos pueden aparecer complicaciones más graves como son un sangrado mayor, que raramente es importante, y generalmente no implica riesgo para el paciente, y otro posible riesgo que puede ocurrir en el caso de realizar una biopsia o aspiración es la provocación de una infección de la médula ósea. No obstante si se toman las medidas higiénicas y asépticas adecuadas el riesgo se reduce hasta mínimos. Posteriormente a la prueba se recomienda mantener el vendaje 24-48 horas al menos, y en las primeras horas mantener reposo. El dolor o molestias leves pueden mantenerse incluso horas después de la prueba.