LVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia toide, con citoplasma amplio, finamente granulado e imágenes de eritrofagocitosis (Figuras 3, 4 y 5). Abundantes mitosis. Resto de las series: eritroblástica, 8%; granulopoyética, 2%; megacariocítica prácticamente ausente. Citoquímica de los blastos: mieloperoxidasa positiva (99%), esteresas positivas (74%) (Figuras 6 y 7). • Citometría de flujo: blastos cMPO+, CD3c−, CD79a−; resto de marcadores: TdT−, HLA−, DR+, CD34­−, CD117−, CD13−, CD33++, CD11b+ débil, CD15++, CD14++, CD4+ (Figuras 8, 9 y 10). • Cariotipo en médula ósea: 46,XY,t(8;16)(p11;p13) [19]/46,XY[1] (Figura 11). FISH MLL: negativo. • Estudio molecular: mutaciones de la nucleofosmina (NPM-1), negativas; mutación FLT3-ITD, negativo; mutación D835 en FLT3, positivo. Figura 5. Frotis de médula ósea. Blastos de gran tamaño con imágenes de eritrofagocitosis y fagocitosis de plaquetas (May-Grümwald-Giemsa). Figura 3. Frotis de médula ósea. Aspecto hipercelular con abundante infiltración blástica (May-Grümwald-Giemsa). Figura 6. Frotis de médula ósea. Blastos mieloperoxidasa positivos. La eritrofagocitosis se hace muy evidente (mieloperoxidasa). Figura 4. Frotis de médula ósea. Blastos de gran tamaño con imágenes de eritrofagocitosis y fagocitosis de plaquetas (May-Grümwald-Giemsa). Figura 7. Frotis de médula ósea. Blastos esteresa positivos, uno de ellos fagocitando un eritroblasto (esterasas). I 186 I