Claves para una recta utilización del testigo-perito hechos, e informar en el acto del juicio de datos técnicos relacionados con otros extremos del objeto del proceso. Todo esto va en íntima relación, con lo alegado ya en torno a la utilización fraudulenta de esta figura procesal, queriendo suplir la ausencia de una pericial en forma. En este sentido autores como Magro Servet7, advierten que no se puede admitir el interrogatorio a un profesional como testigo-perito cuando no haya presenciado nada y se articule pues como pericial encubierta de testifical. Como bien reconoce este autor, lo que sí permite la LEC en su art. 380, es que autores de informes sobre hechos no reconocidos por las partes, depongan como testigos-peritos si tienen conocimientos científicos o técnicos, pero a sensu contrario no se admite a testigos-peritos que depongan como peritos. Ello lleva a concluir, que el testigoperito en sus manifestaciones técnicas debe ceñirse a las relacionadas con los hechos que ha conocido de primera mano, sin que sea posible extenderlos a otros no conocidos directamente. Incluso, en relación con el último punto abordado, es práctica habitual en la actuación procesal del testigo-perito, que la parte que lo propone pida que se le exhiba documentos técnicos no realizados por él, para que emita su parecer. Esta práctica considero que no esta prevista en la LEC estaríamos una vez más ante una pericial encubierta. El testigo-perito sólo debe pronunciarse sobre aquellos documentos en los que ha intervenido, y no respecto de otros documentos en cuya autoría no tenga intervención alguna, pues el mismo viene a declarar sobre los hechos en los que ha intervenido, y al hilo de dicha declaración podrá dar su explicación técnica acerca de los mismos, y aquellos aspectos íntimamente relacionados con ellos, en lo demás no puede intervenir, y el juez debe de declarar improcedentes dichas preguntas, y no admitir explicaciones alguna al respecto. En este sentido hay que destacar la SAP Burgos, Sección 3.ª n.º 44/2007, de 24 enero, que dice “si el testigo no estaba en el juicio para declarar mas que sobre los extremos contenidos en su informe valoración, las otras manifestaciones que hiciera sobre otros extremos del accidente no debieron serle admitidas, ni tampoco debió fundarse en ellas la sentencia para dar la razón a la parte que había propuesto dicha prueba”. Discutibles son, al menos, las manifestaciones de Magro Servet8 que permite la aplicación del art. 347 LEC, que regula la actuación del perito en el acto del juicio, a la actuación del testigo-perito. En mi opinión, ello no es posible, pues lejos de lo que dice el citado autor en su obra, el testigo-perito no es una figura híbrida, sino que participa de la naturaleza del testigo, con la peculiaridad que puede aportar sus conocimientos técnicos sobre los hechos percibidos, de hecho se le puede aplicar el art. 370.2 LEC, pudiendo consultar documentos, libros o cuentas, pero lo que no puede en cualquier caso es, como dice Magro Servet, hacer un razonamiento fundado acerca de las conclusiones a las que ha llegado, pues éstas no existen, ya que no existe ningún informe del mismo en autos, en todo caso lo que puede hacer en autos es ratificar algún documento firmado por él, que puede aclarar y explicar en el juicio. El testigo-perito en sus manifestaciones técnicas debe ceñirse a las relacionadas con los hechos que ha conocido de primera mano, sin que sea posible extenderlos a otros no conocidos directamente En cuanto a la valoración de esta prueba, la SAP Tarragona, Sección 1.ª, 472/10, de 10 diciembre, partiendo de la consideración de esta prueba como testifical, la cifra en la aplicación de las reglas de la “prueba testifical, ponderando la credibilidad del testimonio en función de sus circunstancias personales, de sus relaciones con los sujetos o el objeto del proceso”, afirmando además que “si el juez valora esta prueba, si su declaración le resulta convincente, y a ello se une la cualificación y conocimientos científicos, técnicos o prácticos sobre la materia a que se refieran los hechos del interrogatorio, estas declaraciones pueden ser especialmente valoradas por el juzgador en su apreciación probatoria”. IV. Conclusiones Una vez analizadas, las cuestiones fundamentales sobre el régimen jurídico del testigo-perito, procede sentar las siguientes conclusiones: –El testigo-perito es aquella persona que teniendo conocimiento directo de los hechos objeto del jui- 7 Magro Servet, V. “Praxis sobre la intervención del testigo-perito en el proceso civil”. Revista jurisprudencia El Derecho. Diciembre de 2009. Pág.3. | Número 1 | abril-junio 2013 8 Magro Servet, V. “Praxis sobre la intervención del testigo....Cit”. Pág.4. 65