Tomado de la página www.Ragaso.com, con autorización de su autor Dr. Rafael Aguiar-Guevara Asesor Jurídico en Derecho Medico del Instituto Medico Valera La figura del testigo-perito no es imparcial y su informe hay que valorarlo con suma cautela De acuerdo con sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Andalucía (España) (N.S. 07/01/2009) , la figura del testigo-perito conlleva "una inevitable dosis de parcialidad", y por lo tanto "su dictamen ha de ser valorado con suma cautela, siempre y en todo caso". Así lo ha señalado el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Andalucía al estudiar el recurso de una paciente que discrepaba de la valoración que el juzgado había hecho de la prueba pericial en un caso de obstetricia. El TSJ recuerda a la recurrente que la valoración de las pruebas es una tarea que corresponde al juez y es lógico que no comparta la apreciación que hizo el juzgado por ser adversa a sus intereses parciales. En su contexto parece asimilar el contenido de nuestro artículo 22 de nuestro Código Orgánico Procesal Penal que estipula las pruebas se apreciarán por el tribunal según la sana crítica observando las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia. Asimismo, sostiene la comentada sentencia del TSJ de Andalucía que dicha valoración sólo puede ser rectificada "cuando se evidencia manifiestamente errónea, contradictoria o absurda", algo que no ocurrió en el caso en cuestión. La resolución judicial explica que el testigo-perito acude al proceso "para favorecer la postura de la parte que lo trae y que con toda seguridad retribuye sus servicios. Es impensable que en estas condiciones exista un solo informe contrario a las pretensiones del litigante" que lo propone. Por esta lógica razón -continúa la sentencia- "su dictamen ha de ser valorado con suma cautela, siempre y en todo caso". Así, tras cotejar lo dicho por los distintos peritos, la sala otorga mayor credibilidad al emitido por otro ginecólogo, que es "absolutamente imparcial y no le mueve ningún interés en el asunto salvo el de la pura profesionalidad de su condición como experto en Ginecología". En nuestro caso venezolano, el artículo 240 del Código Orgánico Procesal Penal permite que el Juez en caso de dudas, o informes dudosos o contradictorios, o cuando así lo considere pertinente puede nombrar uno o más peritos nuevos, para que examinen los informes, y en su caso los amplíen o repitan. Es por ello que, sabiamente, nuestro legislador del año 1878, cuando sanciona el todavía vigente Código de Instrucción Médico Forense, revitalizado por el artículo 89 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del año 1998, ordena en el artículo 19 del mencionado Código de Instrucción Médico Forense, que, en todo asunto médico legal, deben obrar por lo menos dos facultativos, quienes a la luz del artículo29 (ejusdem) deben desechar, al obrar, toda idea preconcebida. Se intenta evitar así la parcialización y/o subjetivización de los peritos médicos. Razón por la cual, en el caso español, in comento, entra en sospecha del único reporte pericial producido como prueba y observa que cada dictamen debe ser valorado con suma cautela. (fecha de publicación enero-2009)