Vocabulario capitulo VI Capital constante y capital variable

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Vocabulario para el capitulo “Capital constante y
capital variable”. El Capital. Carlos Marx.
Fragmentos en: Diccionario de economía política.
G.I. Libman. 1ª ed. Ediciones de Cultura Popular,
México, 1977.
TRABAJO CONCRETO: trabajo que se invierte en
una forma determinada con un fin preciso y que crea
el valor de uso de la mercancía. Todo trabajo útil de
un determinado tipo (el trabajo del sastre, del
zapatero, del carpintero, etc.), y que crea el valor de
uso de una mercancía es un trabajo concreto. "Como
creador de valores de uso es decir, como trabajo útil,
el trabajo es, por tanto, condición de la vida del
hombre y condición independiente de todas las
formas de sociedad, una necesidad perenne y
natural sin la que no se concebiría el intercambio
orgánico entre el hombre y la naturaleza ni, por
consiguiente, la vida humana" (C. Marx). Los tipos de
trabajo concreto son tan variados como los valores
de uso que producen, lo cual crea condiciones
económicas para un amplio intercambio - en el
mercado-- entre los productores de mercancías. En
una economía mercantil que se desarrolla
espontáneamente y que se basa en la propiedad
privada de los medios de producción, el trabajo
concreto se opone al trabajo abstracto como el
trabajo privado se opone al trabajo social. En dicha
economía, el trabajo concreto aparece en la
producción como trabajo privado de productores de
mercancías aislados que laboran por su cuenta y
riesgo y desconocen las necesidades reales del
mercado. Su carácter social se revela únicamente en
el proceso del cambio de las mercancías, cuando los
distintos tipos de trabajo concreto se reducen a
trabajo abstracto cualitativamente homogéneo que
forma el valor de la mercancía. En la contradicción
entre el trabajo concreto y el abstracto, entre el valor
de uso de la mercancía y su valor, se manifiesta la
contradicción fundamental de la producción mercantil
basada en la propiedad privada: la contradicción
antagónica entre el trabajo privado y el social. El
grado de eficiencia del trabajo concreto, fuente real
de la riqueza de la sociedad, se mide por su fuerza
productiva. Cuanto mas elevada es la productividad
del trabajo tanto más valores de uso se crean en un
tiempo determinado.
TRABAJO ABSTRACTO: trabajo del productor de
mercancías, gasto de fuerza de trabajo humano en
general, independientemente de su forma concreta;
es el trabajo que crea el valor de la mercancía.
Cualesquiera que sean las condiciones sociales, el
trabajo constituye un desgaste de fuerza de trabajo
(del cerebro, de los músculos, de los nervios, etc.).
Mas sólo cuando se producen mercancías, aparece
en forma específicamente social, se convierte en
trabajo abstracto, que expresa la dependencia
recíproca entre todos los productores de mercancías.
El trabajo privado de cada productor es una partícula
del conjunto del trabajo social necesario para que la
comunidad subsista y se desarrolle, y dicho carácter
social del trabajo sólo puede revelarse en el proceso
del cambio. Al equiparar una mercancía a otra, las
diversas especies de trabajo concreto se reducen a
trabajo abstracto cualitativamente igual.
CAPITAL CONSTANTE: parte del capital que existo
bajo la forma de medios de producción (edificios,
instalaciones, maquinaria, combustible, materias
primas, materiales auxiliares) y cuyo valor no cambia
de magnitud en el proceso de producción. La división
del capital en capital constante y capital variable,
división que estableció Marx por primera vez,
constituyó una premisa importantísima para el
análisis científico de la esencia de la explotación
capitalista. Se basa en el hecho de que la fuente de
la plusvalía y del incremento del capital no reside en
todo el capital, sino únicamente en la parte que se
dedica a comprar fuerza de trabajo. El valor del
capital constante permanece invariable en el proceso
de producción, y el trabajo concreto del obrero lo
transfiere a la nueva mercancía producida. El capital
constante, sin ser fuente de plusvalía, es condición
necesaria para que ésta se produzca y de ella se
apropie el capitalista. Algunas partes del capital
constante van transfiriendo su valor a la nueva
mercancía a medida que, en el proceso de trabajo,
los medios de producción se desgastan. Los
edificios, las instalaciones y las máquinas participan
en la producción en el transcurso de muchos ciclos
de la misma a lo largo de varios años, transfiriendo
su valor, por partes, al producto. Por el carácter de
su movimiento, esta parte del capital constante forma
el capital fijo. La otra parte del capital constante —
materia prima, combustible, materiales auxiliares—
se consume por entero en el proceso de producción
de la mercancía en el transcurso de un solo periodo
de producción y transfiere por completo su valor al
nuevo
producto,
constituyendo
la
parte
denominada capital circulante.
CAPITAL VARIABLE: parte del capital que el
empresario invierte en la compra de fuerza de trabajo
(o sea, el salario de los obreros) y que se incrementa
en el proceso de producción. En la empresa
capitalista, el obrero crea un valor que supera, por su
volumen, lo que percibe en concepto de salario, es
decir, crea plusvalía, pues trabaja más tiempo de lo
que es necesario para producir el valor de su fuerza
de trabajo. Por consiguiente, el valor del capital
desembolsado para la compra de fuerza de trabajo
no sólo se conserva en el proceso en que se crea el
nuevo valor, sino que se incrementa en la magnitud
de la plusvalía. Fue Marx quien introdujo por primera
vez la división del capital en capital constante y
capital variable. La diferencia entre uno y otro la
explica Marx por el doble carácter que presenta el
trabajo del proletario. Con su trabajo concreto el
obrero transfiere el valor de los medios de
producción consumidos al nuevo producto; con su
trabajo abstracto, crea un nuevo valor, que contiene
el equivalente del valor de la fuerza de trabajo y la
plusvalía, de que se apropia el capitalista
gratuitamente. Con esto se mostró cuál es la fuente
real de la plusvalía, se reveló la esencia de la
explotación capitalista y el fin inmediato de la
producción en el capitalismo: crear plusvalía. Por el
carácter de su rotación, el capital variable constituye
una parte del capital circulante.
CAPITAL FIJO: parte del capital productivo que,
participando por entero y reiteradamente en la
producción de la mercancía, transfiere su valor por
partes al nuevo producto, en el transcurso de varios
períodos de producción, a medida que se va
desgastando. Pertenece al capital fijo la parte del
capital desembolsado que se invierte en la
construcción de edificios e instalaciones, en la
compra de maquinaria, aparatos y herramientas. La
transferencia del valor por partes a la mercancía
terminada condiciona asimismo la peculiaridad de la
rotación del capital fijo, peculiaridad consistente en
que por cada periodo de producción revierte sólo
parte del valor del capital fijo, cuya rotación completa
se efectúa en el transcurso de varios períodos de
producción. Después de realizada la mercancía, el
capital fijo también revierte por partes, en forma
monetaria, al capitalista. El capital fijo está sometido
a desgaste físico y desgaste moral. El desgaste
físico consiste en la pérdida de valor de uso que el
capital fijo va sufriendo gradualmente. En
consonancia con ello, su valor se transfiere
gradualmente al producto, va revirtiendo por partes al
capitalista en forma de amortización, destinada a
reponer total o parcialmente el capital fijo
desgastado.
CAPITAL CIRCULANTE: parte del capital productivo
cuyo valor se transfiere totalmente a la mercancía
producida y revierte por completo el capitalista, en
forma de dinero después de realizada. Al capital
circulante pertenece la parte del capital
desembolsado invertida en la compra de materias
primas, combustible, materiales auxiliares y también
fuerza de trabajo. Las materias primas, los
materiales fundamentales y los artículos
semifabricados en el proceso de producción se
transforman en un nuevo valor de uso e integran
materialmente el nuevo producto. El combustible y
los materiales auxiliares en el proceso de producción
no entran materialmente en el producto, mas
contribuyen a crear el producto nuevo. Su valor, lo
mismo que el valor de la materia prima, de los
materiales básicos y de los artículos semifabricados,
se transfiere por completo al valor de la mercancía y
reviene por entero al capitalista después de la venta.
A diferencia de estas partes del capital circulante a
fuerza de trabajo no transfiere su valor el producto
sino que crea un nuevo valor, en el que se incluye la
plusvalía. Después de realizada la mercancía el
equivalente del valor de la fuerza de trabajo junto con
la plusvalía retorna al capitalista en forma de dinero.
Resulta pues, que el capital variable, por su forma de
movimiento pertenece al capital circulante, pues
efectúa una rotación completa en cada ciclo del
capital. Cuanto más rotaciones realice el capital
circulante en el transcurso de un año, tanto mayor
será la masa de plusvalía que obtendrá el capitalista.
La velocidad de rotación del capital variable influye
directamente sobre el aumento de la masa de
plusvalía y de la cuota anual de plusvalía, cuota que
se determina por la relación entre la masa anual de
plusvalía y el capital variable. La velocidad de
rotación del capital variable se refleja directamente
en la magnitud del capital anticipado. Cuanto mayor
es el número de rotaciones, tanto menor capital
circulante necesita el capitalista siendo iguales las
demás condiciones.
AMORTIZACIÓN: compensación en dinero del valor
de los medios fundamentales de trabajo (máquinas,
instalaciones,
edificios),
valor
que
pasa
gradualmente al nuevo producto obtenido en el
proceso de producción o a la labor realizada
(servicios). En el proceso de producción, los medios
fundamentales de trabajo no sólo se desgastan
materialmente, sino también en su valor que
transfieren de manera gradual al producto. También
existe un desgaste de valor como consecuencia del
desgaste moral (ver) de los medios fundamentales,
el cual se debe, por una parte, al abaratamiento de la
producción de medios de producción análogos —
como consecuencia del aumento de la productividad
del trabajo— y, por otra, al envejecimiento técnico
como consecuencia del progreso de la ciencia y de la
técnica.
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