xr mero había trabajado, sirviese para la humanidad doliente, á quien habia dejado como herencia este legado de su/ mayor estimación. Y para que todo ceda en honor de tan ilustre sabio español, y para satisfacer la curiosidad de nuestros profesores, he copiado su retrato del original en folio que le dedicaron, orlado con la planta M U T I C I A , sus grandes amigos los sabios Mr. Alejandro Humbold y Amato Bompland en la obra de las plantas equinocciales, haciéndole grabar .en cuarto para unirle á este su precioso A r c a n o ; cuyo pequeño coste será agradable para los españoles que tengan deseo de honrar el mérito de sus compatriotas. Nada diré acerca del mérito de esta obra, porque la fama de su autor es un buen garante de cuanto yo pudiera encarecerla. Sobrados elogios le han tributado los sabios de Europa para que mi corta pluma se detenga en ello. Hasta los botánicos del Perú Ruiz y Pavón han respetado su mérito literario, no solamente en la Quinologia, porque esto parecía una justicia debida á su persona, sino también cuando en el suplemento han impugnado con demasiado ardor algunos puntos del A R C A N O , publicados en extracto por su discípulo Z e a , dando estos por razón que las ideas acerca de las Quinas que publicó en su Memoria ya citada, no serian las mismas que las de su maestro Mutis por haberse separado de él hacía ya muchos años. Ahora verán los lectores la verdad mas en c l a r o , cotejando los escritos de unos y otros con el verdadero A R C A N O de la Quina que les presento íntegro tal como le entregó su autor al citado patriota para darle á la luz pública, y de este modo vendrá á completarse la historia de las Quinas entre nuestros escritores; pues si la Quinologia de Ruiz comprende la historia natural de estos preciosos