DOMINICOS EN REPUBLICA DOMINICANA En el año 1510 los dominicos llegan a La Española en tres grupos. Vienen de los conventos más famosos, que por esa época hay en España. Para finales de agosto ya hay 15 religiosos en la isla. Han formado una comunidad de vida religiosa, de estudio y de predicación. Pasan varios meses estudiando la situación de la vida de los españoles y sus relaciones con los nativos. El Vicario del convento, Fray Pedro de Córdoba, ha ido a la ciudad de la Vega para hacer su presentación oficial a Diego Colón y, a la vez, tomar contacto con la población nativa. Ha predicado unos sermones a los indios. Hay un observador perspicaz, encomendero en la isla de Cuba: Bartolomé de las Casas, quien, desde ese momento, se siente atraído por la predicación del fraile dominico. Durante todo el año 1511 no han dejado de constatar la realidad: Los nativos están sometidos, prácticamente, a esclavitud; se les deja morir en las minas y en los trabajos agrícolas; les dan poco de comer. Por su parte los españoles se han convertido en verdaderos explotadores, con el pretexto de que los indios "se los han encomendado". El resultado de estas reflexiones es un proyecto global de "evangelización pacífica". Hay puntos doctrinales resaltantes: • Los nativos están sometidos a esclavitud. • Se están muriendo por los malos tratos que reciben. • En esas condiciones es imposible predicarles el Evangelio. • Los españoles "están en pecado mortal" por su conducta. • Los españoles no tienen derecho a esta conquista armada. • Los españoles de la isla "no dan buen ejemplo cristiano porque no practican la doctrina cristiana". • Es necesario aprender la lengua de los nativos. • La evangelización debe ser pacífica. El día 21 de diciembre, del año 1511, comienzan a poner en práctica lo reflexionado. Se encarga a Fray Antonio de Montesinos para que predique el sermón del cuarto domingo de Adviento, en nombre de toda la comunidad dominicana, exponiendo los puntos doctrinales, resultado de la reflexión comunitaria. La historia es muy explícita en narrarnos los acontecimientos sucedidos con motivo del famoso sermón. Se pidió que los frailes se retractaran, pero Montesinos volvió a exponer los puntos doctrinales con mayor vehemencia. Las protestas llegan a la Corona. Y Fray Pedro de Córdoba regresa a España para defender, ante el Rey, la posición adoptada por los frailes y los razonamientos que tenían para ello. Algo han conseguido del Rey: El permiso para poner en práctica el proyecto evangelizador. Intentan evangelizar sin la ayuda de las armas. Dos cédulas reales lo atestiguan. Desde La Española se hacen dos intentos. Fracasarán, porque son interrumpidos por la presencia de los buscadores de perlas y cazadores de indios. Al crearse la Provincia de Bética, en 1515, el convento de Santo Domingo pasa a depender de ella. En el año 1520 comienzan las actividades en la isla de Puerto Rico, y pronto edifican la iglesia y el convento. También hacen intentos por evangelizar la isla de Cuba. Año 1530: Obtienen la creación de la Provincia de Santa Cruz. Tienen cuatro conventos importantes y algunas casas: Convento de Santo Domingo, en La Española; convento de Santo Domingo, en Puerto Rico; convento de Santo Domingo, en México; y el convento de San Pedro Mártir, en Puerto Plata. El primer Prior Provincial fue el P. Tomás de Berlanga. Los religiosos fundan el Estudio General, con categoría de Universidad. Oficialmente se constituye en Universidad, la primera en el Nuevo Mundo, años después, en 1538. El primer Regente, Fray Tomás de San Marín, será también el fundador de la Universidad de San Marcos de Lima. El convento de Puerto Plata, por la orden de desmantelación de la región norte de la isla, pasa a Monte Plata, próximo a la ciudad de Santo Domingo. Año 1520: Comienzan a construir la iglesia y el convento de Santo Domingo, ahora de piedra y ladrillo. Históricamente se ofrece la visión de que los frailes dominicos están atentos a extender la Orden por las islas del Caribe y Tierra Firme. Pero no desatienden la acción apostólica en el interior de la isla. Cuba, Jamaica, Isla de Margarita, Cumaná, México, Panamá, etc., son horizontes dominicanos. Los pleitos doctrinales y enfrentamientos teológicos, por la actitud de los conquistadores, no han cesado. Ahora es, también en España, donde se discuten a nivel de universidades. Han logrado, a través de México (Fray Juan Garcés), que el Papa reconozca, oficialmente, que los nativos del Nuevo Mundo son personas racionales y, por lo tanto, con capacidad y derecho a ser evangelizados. Las continuas incursiones de los piratas (principalmente en 1586), la pérdida de importancia en la administración socio- política y la pobreza de la isla, inciden en el decaimiento de la acción de los dominicos en La Española. El P. Vicente Rubio, historiador insigne, afirma que en esa época la Orden vegeta en Santo Domingo. Hay un cierto resurgimiento en el siglo XVIII. Tienen vocaciones nativas, la Universidad toma nuevos rumbos y es considerada importante. La cesión, por parte de España, a Francia comienza a enfriar los ánimos de los religiosos de la isla. Los frailes se trasladan a Cuba y Puerto Rico; aunque quedan unos pocos religiosos que defienden la tradición dominicana. Termina la presencia de la Orden en la isla de Santo Domingo con la invasión haitiana. Se marchan definitivamente en el año 1825. En el año 1954, después de algunas gestiones, regresan nuevamente al convento de Santo Domingo. Fundan casa en Santiago de los Caballeros, pero pronto la abandonan. Posteriormente regresarán para participar en la Universidad Católica. Reciben la parroquia del Seybo. Promueven acciones para ayudar al campesinado, crean una escuela de líderes campesinos, fundan Radio Seybo y atienden a los grupos de haitianos que llegan para cortar la caña y que viven en condiciones infrahumanas. En 1985 inician el proyecto de formación de dominicanos con la creación de una nueva casa de Formación para la formación de los propios estudiantes dominicos. En 1993 abren un "Centro de Estudios Institucionales de Teología" abierto a estudiantes no dominicos. Imparte los programas de Bachiller Eclesiástico en Teología y gracias a un convenio con una Universidad, la Licenciatura Civil en Ciencias de la Religión.