EL CAMBIO DE MENTALIDAD EN EL SEGUNDO FRANQUISMO. DESARROLLISMO Y ACTITUDES MENTALES Nos encontramos ante un texto de naturaleza historiográfica y de contenido social y económico. Se trata de un fragmento del libro “España en cambio. El segundo franquismo 1959-1975”, publicado en Madrid en 2009. Este libro consta de una selección de artículos escritos por varios historiadores, y que tratan diversos aspectos de la España Franquista. El autor de este texto, Walther L. Bernecker es un historiador experto en la época franquista y en la transición a la democracia. La obra, y por tanto el texto que nos ocupa, va dirigida al público en general. La idea principal gira en torno al cambio de actitudes y mentalidades que se produce en España a partir de 1959. Estos cambios van a ser determinantes en el posterior desarrollo de la sociedad española y, según el autor, se producen antes o al mismo tiempo que el desarrollo económico que se inicia entre finales de los años 50 y principios de los 60. El texto consta de tres párrafos y, en el primero de ellos, el autor explica el fenómeno del “desarrollismo” como un fenómeno no sólo económico sino también social. Según el autor , la importancia está en “un cambio de actitudes y mentalidades” que se viene produciendo en España y queda patente en determinados hechos como la disposición a emigrar, a dejar la tierra, para dirigirse tanto a otros lugares de España como a otros países, con el fin de buscar trabajo y una vida mejor. Los españoles de este momento dejan atrás la pasividad que les había caracterizado y tratan de mejorar sus vidas. En el segundo párrafo, el autor se centra en un aspecto importante de la sociedad como es el aumento de la tasa de escolarización. Señala, que este vertiginoso aumento de la tasa de escolarización, es tanto una condición como una consecuencia de los cambios de los años sesenta. Así, da una serie de datos y cifras, como por ejemplo, el descenso del analfabetismo, de un 19 a un 9 por ciento entre 1940 y 1970 y, el aumento del número de alumnos, tanto en enseñanza media como en la universidad, llegando a hablar de boom estudiantil. Tal y como señala en el primer párrafo, también aquí el autor atribuye al cambio de las mentalidades el desarrollo en materia educativa, ya que los padres quieren “lograr para sus hijos un ascenso social por medio de la educación”. Finaliza el texto reiterando la importancia que tuvo en el “desarrollismo” de la época el cambio de actitud y de mentalidad de los españoles. Concluye definiéndolo como “un hecho económico y, al mismo tiempo, una actitud mental”. El llamado “Desarrollismo” deriva de la aplicación en España del Plan de Estabilización de 1959. Ideado por los ministros tecnócratas, que entran a formar parte del gobierno de Franco en 1957, permitió romper con el modelo autárquico y apostar por la liberalización y modernización de la economía. La plena reinserción de España en el espacio comercial y financiero internacional, junto con la modernización, liberalización y saneamiento de la economía nacional fueron los objetivos prioritarios de las nuevas medidas del gobierno. Entre las disposiciones concretas destacaban la devaluación de la peseta; la limitación del gasto público; la concesión de facilidades a la inversión de capital extranjero; el incremento de impuestos y la congelación salarial. De este modo, se controló el alza de precios y se evitó la bancarrota del Estado. Sin embargo, a corto plazo, dieron lugar a unos costes sociales importantes para los grupos más débiles: desempleo, emigración y despidos en algunos sectores como el minero. De cualquier forma, este Plan resultó un indudable éxito y pusieron las bases para el espectacular desarrollo económico que se inició a partir de 1960. Este desarrollo económico provocó transformaciones sociales, la población total aumentó, casi tres millones desde 1960 a 1970 y las clases medias urbanas experimentaron un crecimiento considerable. La llegada masiva de turistas; la expansión de las grandes ciudades, en muchos casos una expansión desordenada y caótica por la falta de planificación; el éxodo rural y el aumento del consumismo y del bienestar material transformaron por completo las conductas, los hábitos y las formas de ocio de muchos españoles. Sin duda alguna, la modernización y europeización de la sociedad ocasionaron, también, un cambio en los valores, ideas y expectativas de la vida. Como ejemplo, la incorporación masiva de las mujeres a la enseñanza universitaria y al mundo laboral. Así, desde el punto de vista educativo, tal como explica el autor en el texto, a partir de los años sesenta se produce un aumento de la tasa de escolarización. La tasa de analfabetismo descendió a un 9 por ciento en 1970 y la cifra de estudiantes aumentó. Como dato significativo decir que la cifra de estudiantes universitarios se multiplicó por diez desde 1960. A pesar de que los gastos estatales en enseñanza sólo representaban el 2,6% del PIB español en 1974, el gobierno franquista había duplicado sus inversiones entre 1960 y 1970, creando miles de plazas para alumnos de primaria y secundaria, inaugurando centenares de institutos públicos y construyendo nuevas universidades técnicas. Sin embargo, a pesar del desarrollo económico, de la expansión industrial, del aumento del bienestar de la población y de las transformaciones de la sociedad española, había que seguir esperando por un cambio político. El gobierno franquista no demostró la más mínima voluntad de modificar los fundamentos esenciales del régimen que había sido creado tras la Guerra Civil. Este cambio llegó tras la muerte de Franco cuando se puso en marcha el proceso de Transición de la dictadura a la democracia.