vie. 8 may 2015 Mayabeque “CUANDO LA JUVENTUD PIERDE ENTUSIASMO, EL MUNDO ENTERO SE ESTREMECE” GEORGES BERNANOS. NOVELISTA, ENSAYISTA Y DRAMATURGO FRANCÉS www.diariomayabeque.cu Especial 5 LAS RAZONES PARA LUCHAR Y VENCER SE MULTIPLICAN CADA DÍA Un joven con dos amores El delegado de Mayabeque a la Cumbre de los Pueblos en Panamá se define como un muchacho comprometido con su tiempo y cada día descubre nuevos lazos entre la Biología y la Informática Yunet López Ricardo yunet@mayabeque.cip.cu Yandy Abreu Jorge es de La Ruda, un pueblito rural de San José de las Lajas, y se enamoró de la informática el día que vio por primera vez una computadora, de esas que tenían el monitor de un televisor Caribe y ni soñaba navegar en la web 2.0. “Mi encuentro con una PC ocurrió en la Secundaria Básica, allí había una sola para toda la escuela e incluso el teclado tenía pases de corriente y a veces nos daba leves sacudidas”. Su interés por el mundo virtual lo llevó a la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) donde se graduó. Cuando le comunicaron que su ubicación laboral era en el Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (Censa), la pregunta de cómo se insertaría en una institución científica le dio mil vueltas en la cabeza. “Me dijeron Censa, y pensé: bueno, ¿qué haré allí? En aquel entonces no conocía el trabajo de este lugar, pero si hoy regreso a ese momento del otorgamiento y me dicen que mi servicio social será aquí, en vez de preguntas interiores, sería el joven más orgulloso de la sala”. ¿Cómo se desempeña un ingeniero informático en una entidad científica como esta? “El inicio fue difícil, pero poco a poco me vinculé al perfil del Instituto y comencé a ver la informática unida al universo científico. Recuerdo que uno de los primeros proyectos en los que trabajé requería de lograr un software para desentrañar, a partir de un grupo de proteínas, cuáles podían ser tomadas en cuenta a la hora de desarrollar una vacuna. “El término proteína no lo escuchaba desde el preuniversitario, entonces tuve que comenzar a estudiar qué eran esas moléculas y los microorganismos; dicho “La informática unida al universo científico que desarrolla el Censa es el secreto de mi alegría como profesional”, aseguró el joven delegado aprendizaje constituyó un reto, pero me ayudó a crecer profesionalmente”. ¿Fue la Biología un nuevo amor o ya te había interesado anteriormente? “En mi infancia esta ciencia me llamaba la atención. Recuerdo cuando seguía los programas televisivos que trataban temas científicos, por ejemplo Antena, y decía que iba a ser biólogo; pero bueno, llegó la computación y los planes cambiaron. No obstante, el destino se encargó de unirlas”. Trabajas aquí desde septiembre de 2010, ¿cuáles son los mayores regalos que te ha hecho el centro? “Muchos, pero sobre todo haber conocido a sus fundadores. Ellos son capaces de trasmitirte el amor hacia el Centro en las primeras horas que los escuchas hablar de su paso por estos salones. Representación de la delegación cubana a la VII Cumbre de las Américas “El Censa es un sitio lleno de historia, desde su directora de honor, Rosa Elena Simeón, hasta los nuevos investigadores que dan los primeros pasos en la materia. Otros obsequios son las posibilidades de superación que me ha brindado, porque en muchas ocasiones los informáticos son utilizados solo para arreglar la computadora que se rompe o bloquea, pero nuestro campo es amplísimo, y aquí me han dado la oportunidad de explotarlo al máximo”. Participaste el pasado abril en la Cumbre de los Pueblos, ¿qué experiencias te aportó este evento? “Por mis intervenciones en la Asamblea Municipal y Provincial de la UJC, de cara al X Congreso de esta organización integré la delegación que asistió a Panamá. Allí participé en el Foro de Jóvenes, donde hablé sobre los logros de la educación en nuestro país durante más de 50 años de Revolución. Fue una experiencia hermosa, eran las generaciones actuales debatiendo problemáticas del presente en cada una de las naciones; por ejemplo la necesidad de rescatar las culturas originarias de sus pueblos, lenguas maternas, tradiciones, etc”. Otros escalones por subir… “Quisiera hacer el doctorado en Bioinformática. Vincularme a proyectos que tengan impacto en la sociedad y contribuir con esto al desarrollo del país. Seguir enorgulleciendo a mi familia, que me impulsa siempre a superarme y seguir tras mis sueños, muchos de los cuales he conquistado gracias a las posibilidades que ha puesto en mis manos la Patria y el Censa”. PAG 5 La Última A CARGO DE: Walter Díaz Moreno Son muchos los medios donde se anuncia el envejecimiento alcanzado por la población cubana. Con casi el 19 % de los habitantes mayores de 60 años es una de las más envejecidas de América Latina y, estadísticamente, entre las de mayor cantidad de adultos mayores para el 2050. Nada, al paso que vamos la cuestión será si gastar en tinte o en fricciones. Siempre interesados en coger las cosas con calma, los cubanos olvidamos algo muy importante: la inmovilidad e inactividad aceleran el envejecimiento. Cambios a nivel cardiovascular, respiratorio, metabólico, músculo-esquelético, motriz, entre otros, se experimentan en nuestro cuerpo sin importar cuándo empezamos a vernos las canas. Iremos reduciendo nuestra capacidad de esfuerzo y resistencia al estrés físico, comprimiendo, asimismo, la autonomía, calidad de vida, habilidad y capacidad de aprendizaje motriz. Por eso, no es un mal que emprende cuando empezamos a preferir la disco temba, es un proceso en despunte desde el momento en el que decidimos optar por el sedentarismo, excusándonos en dolores y padecimientos. Empezar a entender la actividad física es comprender que, precisamente esta nos ayudará a mantener neutralizados los problemas corporales, aunque muchas veces necesitemos de un entrenador. “Mi esposa y yo lo hacíamos todo juntos. Todo: ir en barca, pescar, montar bicicleta. Lo que quieras”. Así comenta Jack Hake, con un triple bypass de corazón, osteoporosis y problemas en la vista y que con 93 años cumplió la promesa que le hizo a ella de saltar en paracaídas. Solo lamenta haberlo realizado sin ella. La actividad física se reduce con la edad y constituye un indicador de salud. La disminución del repertorio motriz, junto con la lentitud de los reflejos y descenso del tono muscular en reposo, entre otros factores, provocan descoordinación y torpeza. Si cabe alguna sugerencia es seguir los diversos artículos, estudios y preguntas a los especialistas que recomiendan actividades para salir de la rutina inactiva. Son varios los recuerdos que tengo sobre ver a mi abuela ir a bailar su clásico Danzón, actividad sumamente sugerida, pero también nadar, hacer yoga, caminar, trotar, realizar gimnasia suave, paseos y excursionismo, hasta andar en bicicleta, especialmente operaciones que mantengan a la persona activa por largos períodos sin fatigarse. Además, siempre es una opción tomarlo como parte de la recreación, a no ser que optes por esperar a que el cuento termine: ¡Abuela, pero qué arrugas mas grandes tú tienes…!