323 DE HISTORIA NATURAL un grado de mayor y más perfecto desarrollo. En ciertos individuos estos elementos son muy numerosos; en otros son ya más raros; es posible, sin embargo, establecer toda una completa serie de estadios intermediarios entre estos pequeños elementos granulosos y aquellos de talla más elevada y de más voluminosas granulaciones, pasando así por diferentes magnitudes, de 5 a 9 ¡i, y más. Fig. 4." Fig. 3.' No sería raro que estos pequeños elementos fueran leucocitos jóvenes precursores de leucocitos granulosos de la segunda categoría. En la Raía mosaica y en la Raía clauata se hallan casi idénticos los elementos granulosos ya descritos en la Raía miraletus. Naturalmente, que además se hallan siempre elementos de citoplasma homogéneo (linfocitos y mononucleares), más o menos bien desarrollados y de proporciones inconstantes. Torpedo marmorata.—He reconocido en estos animales, cualquiera que sea el procedimiento de coloración o de fijación, dos tipos de leucocitos granulosos, determinables por su afinidad para con los colorantes ácidos, y así también por el aspecto de sus granulaciones, pues en lo que concierne al núcleo, no es muy característico. En la mayoría de las preparaciones se halla un gran número de leucocitos de núcleo excéntrico redondeado y con granulaciones que revisten la forma de largos bastoncillos (fig. 5. ) que recuerdan t o talmente, por su especial aspecto, determinadas especies bacterianas (bacilos), en los que a primera vista se pudiera pensar como fagocitados por el leucocito. Pero sus reacciones colorantes nos demuestran que no se trata aquí de bacterias; con el violeta d e ' genciana anilinado, por ejemplo (método de Gram), quedan incoloros. Empleando el triácido, estos bastoncillos toman una coloración roja intensa. Su tamaño, que llega a 4 ¡i, y aun más, varía de uno a otro elemenFig. 5. to, pero en una misma célula casi todos ellos vienen a tener el mismo tamaño. No hay ninguna relación entre el tamaño de los bastoncillos y la talla de la célula. Acostumbran a presentarse siempre orientados en todos los sentidos del campo del microscopio y más o menos espaciados, según su volumen relativo. a a Los leucocitos de la segunda categoría son mucho más numerosos, hasta el extremo de que pueden contarse de 10 a 15 en el campo