En camino de la próxima Jornada Nacional de la Juventud PRIMER TRABAJO PREVIO Nos preparamos en grupo para este encuentro tan especial, los invitamos a rezar juntos con el texto de la 37ma JNJ. Nos ponemos en presencia del Señor. Oración de inicio: Dame, Señor un corazón nuevo Corazón de Jesús, dame hoy un corazón nuevo. Un corazón sin amarguras. Un corazón sin susceptibilidades. Un corazón joven, capaz de olvidar los agravios verdaderos o falsos Dame hoy un corazón que sepa tener esperanzas cuando todos los demás la pierden Un corazón amable que sepa sonreír aun con lágrimas Dame un corazón que no pierda nunca la confianza en los hombres, aunque fallen mil veces Un corazón que sepa ser siempre puro, generoso, desinteresado aunque sienta el lastre del egoísmo, y el mordisco del instinto Dame Señor, un corazón amable y optimista como el Tuyo Un corazón lleno de Paz, de dulzura de Bondad Un corazón que ame realmente y no se canse nunca de dar y pedir perdón Amén! Padre Pio. Canción sugerida: “Tú Eres El Agua Viva” | Hermana Glenda Manifiesta tu santidad en mi Tómame de entre lo que me disperse, Recógeme de donde me perdí y llévame de nuevo al corazón. Tu eres el agua viva Tu eres el agua pura Inúndame, inúndame y todo se trasformara en mi Tu eres el agua viva Tu eres el agua pura Inúndame, inúndame y todo se transformara en mi Mi tierra se abrirá a tu lluvia Mis rocas ya no harán daño a nadie Mis montes se harán camino, para todos Mi pasto abundante medicina será Para todo el que coma de mí, Yo seré la tierra, que mana leche y miel (Estribillo) Me darás unas entrañas nuevas Mis rocas ya no harán daño a nadie Solo acariciara, Infúndeme tu espíritu señor y has que se Encariñe conmigo, que quiera hacer morada en mi Y así tenga, sabor a ti. Entonces habitare en la tierra, que es mía Y yo seré tu pueblo y tú serás mi Dios. Lectura: El Señor dirigió esta palabra a Jeremías: “Baja en seguida a la casa del alfarero, allí te comunicaré mi palabra. Bajé a la casa del alfarero, y lo encontré trabajando en el torno. Si se estropeaba la vasija que estaba haciendo mientras moldeaba la arcilla con sus manos, volvía a hacer otra a su gusto. Entones el Señor dijo: “¿Acaso no puedo hacer yo con ustedes pueblo de Israel, igual que hace el alfarero?”. Oráculo del Señor. Como está la arcilla en las manos del alfarero, así están ustedes en mis manos pueblo de Israel. Jeremías 18, 1-6. Para ayudarte a la lectura: “El profeta es el hombre de la Palabra, está íntimamente vinculado a ella, debe servirla humildemente y comunicarla con fidelidad. Los profetas nos comunican la palabra de Dios, son conocidos como la boca de Dios, por ellos, Dios le habla a su pueblo. En la comunicación que Dios realiza por medio de ellos, también intervienen gestos, con ellos enfatizan las palabras o permiten visualizar el mensaje: andar desnudo, raparse la cabeza, etc. El texto del alfarero es uno de ellos, en esta oportunidad, el profeta es el destinatario de este mensaje de Dios. La acción del alfarero, es la elocuente manifestación de la acción de Dios para con su pueblo. Israel es la obra del alfarero divino, se encuentra en sus manos. Cada uno de nosotros está en las manos de Dios, no estamos librados al azar, amenazados por una fuerza misteriosa que puede hacer con nosotros lo que le plazca. No. Estamos en las manos de Dios. El mundo y su destino último están en las manos de Dios. Jesucristo ha sellado con su Pascua el destino último de la humanidad. Nosotros también somos greda amasada con amor por el alfarero divino, amasada con el amor de la cruz, amasada con la esperanza de la resurrección. Y, ciertamente, pueden en nuestra existencia aparecer momentos dolorosos, de fracaso, frustración y desorientación, que nos llenan el horizonte de pesimismo o desesperanza. La palabra del texto llena nuestra existencia de la promesa de Dios, "si quieres puedes recomenzar de nuevo". Nos dice el Señor: yo puedo hacer hoy tu vida de un modo nuevo. Él quiere que confiadamente nos pongamos en sus manos. ¿Cuántos proyectos teníamos que se han hecho añicos? ¿Cuántos planes laborales, sociales, familiares vimos irremediablemente fracasar? Dios tiene un proyecto y lo quiere compartir conmigo. Es preciso entregarse, como la greda en las manos del alfarero. Decía "Madre Teresa: "soy tan solo un lápiz en las manos de Dios". Jesús mi alfarero...” Diacono Jorge Novoa: En las manos del alfarero divino Te invitamos a tomarte unos minutos para ver qué es lo que Dios padre te está diciendo a ti a través de esta palabra. Relee el texto, hazlo tuyo, guarda en tu corazón las palabras de Dios. En grupos nos juntamos a compartir: ¿Qué es lo que más te llamo la atención del texto?, ¿Cuál es la palabra que te calo más hondo? ¿En qué me ha hecho pensar esta lectura? ¿Me siento en manos de Dios Alfarero? ¿Reconozco sus manos en mi barro? (Puedes agregar otras preguntas que ayuden a meditar estas palabras) Después que todos compartan las primeras reflexiones sobre el texto los invitamos a dar un paso más. Compartimos el cántico de Ezequiel: Los tomaré de entre las naciones, los reuniré de todos los países, y los llevaré a su tierra. Derramaré sobre ustedes un agua pura que los purificará: de todas sus impurezas e idolatrías los he de purificar; Les daré un corazón nuevo, y les infundiré un espíritu nuevo; les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. les infundiré mi espíritu, y haré que caminen según mis preceptos, y que guarden y cumplan mis mandatos. Y vivirán en la tierra que les di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Dios. Dinámica personal Los invitamos a reflexionar sobre estas palabras: Cada joven recibirá el dibujo de dos corazones. En el primer corazón se les invitará a escribir todas aquellas cosas que necesitan ser cambiadas de su vida. ¿Qué necesita ser cambiado en mi corazón? ¿Qué quiero que Dios alfarero vuelva a moldear? En el otro corazón se invita a los jóvenes que escriban el producto de su oración, qué es lo que el espíritu ha provocado en ellos. En este corazón se puede dibujar, escribir una oración, una frase, etc. Cierre y gesto final Para terminar nuestro encuentro sería bueno que los jóvenes tuvieran una instancia de entregar a Dios ese corazón que necesita ser cambiado, y ese otro corazón, lleno de entrega. Para esto volvemos a escuchar la canción sugerida para que acompañe este gesto final, donde cada joven comparta el fruto de su oración. Cerramos este encuentro rezando juntos la oración de la 37ma JNJ. Oración de la Jornada Padre Santo, aquí estamos, somos tus jóvenes nos has llamado y hemos respondido. Alfarero de nuestras vidas, aquí estamos, somos arcilla en tus manos, transforma nuestro ser, nuestro pensar, nuestro actuar y nuestro sentir. Jesús, Señor nuestro, transforma nuestro corazón. Moldea nuestros sentimientos para que sean como los tuyos, queremos tener un corazón que sepa amar como vos, que encuentre su alegría en servir a nuestros hermanos. Espíritu Santo, Señor y dador de vida, ven y transforma nuestro corazón, ilumina nuestro andar para que caminemos siempre con Cristo. Ven y llénanos de tus dones para ser testigos de la Verdad. Transformados por tu amor, fruto de esta nueva Jornada de la Juventud, envíanos a anunciar tu amor y verdad al mundo para construir tu reino de paz. Amén María, Madre del amor hermoso… Ruega por nosotros.