Academia Nacional de Historia Militar A pesar de haberse realizado varios intentos para rehabilitar los astilleros de Guayaquil, desde mediados del siglo XIX prácticamente ya no se construían buques de vela, debidos primero al uso de buques a vapor, y segundo porque ya escaseaba la madera para su construcción; es fácil concluir esta afirmación porque los bosques, especialmente en las regiones que actualmente son parte de la provincia del Guayas y Santa Elena, fueron depredados y explotados hasta llegar a su extinción total. “Desde 1859 el astillero de Guayaquil esta desierto, y será mucho decir que llegan a diez los buquecillos construidos en los 15 años transcurridos. La guerra con el Perú primero y la civil después concluyeron con los artesanos y astilleros” 41. Lamentablemente, esta actividad dejo de ser prioritaria y se rezagó con la consiguiente pérdida de predominio y prestigio. La industria de la construcción naval en el puerto de Guayaquil, realmente nunca se extinguió, ya que los Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave) al ser la empresa más antigua de la Armada del Ecuador, es heredera de la larga trayectoria histórica que en el campo de la construcción y reparación naval se ha reconocido a los astilleros de Guayaquil, donde se distinguía y apreciaba la actividad, habilidad y destreza de los carpinteros navales en la construcción de cascos y arboladuras en embarcaciones de madera. A comienzos del siglo XX estos astilleros eran conocidos como “Arsenal Naval y Maestranza de Minas y Torpedos”, contaban con instalaciones y tecnología rudimentarias, pero que en todo caso, atendían las necesidades de la insipiente Fuerza Naval y de las embarcaciones de tráfico costero nacional. Para la década de los cincuenta, nuestros obreros se distinguían por su habilidad pero carecían de técnica, limitando con ello su trabajo a las reparaciones menores de maquinaria y mantenimiento del casco de los buques. 41. Obra citada p.99. 264 Segundo semestre •