220-002727, 29 de enero de 2004 Ref.: Facultades del representante legal; aprobación de reformas y consecuencias por inobservar las reglas para tal fin. Acuso recibo del escrito, enviado por el Departamento Legal de la Cámara de Comercio de Bogotá, radicado en esta Entidad con el número 2003-01-212762, a fin de resolver los puntos tercero a sexto, relacionados con los temas de la referencia, a saber: 3º. Con relación al nombramiento de representante legal, pregunta cual es la mayoría o quórum deliberativo y decisorio, sí estatutariamente no esta estipulado nada al respecto. Sí el contrato de sociedad no prevé las mayorías comunes ordinarias para designar al representante legal, debe darse aplicación a lo previsto en el artículo 359 del Código de Comercio, según el cual, las decisiones deben tomarse por un número plural de asociados representantes de la mayoría absoluta de las cuotas en que este dividido el capital social. 4º. Para la validez de las reformas estatutarias, pregunta sí las mayorías previstas en el contrato pueden ser inferiores o superiores a las indicadas en la ley. Entratándose de sociedades de responsabilidad limitada, el artículo 360 del ordenamiento mercantil, dispone que las reformas al contrato social deben aprobarse, por lo menos, con el voto favorable de un número plural de asociados que represente el 70 % del capital social. Dicho de otra manera, el contrato puede prever mayorías superiores, pero no inferior al mínimo legal establecido. 5º. En el evento en que se apruebe una reforma al contrato social sin la mayoría prevista en los estatutos para el efecto, pregunta si la misma es valida y si el representante legal debe respetar esa decisión. Sea lo primero manifestar, que las cláusulas estatutarias son ley para las partes, siempre que las mismas no contraríen normas legales. Por ello, en el entendido que estatutariamente este pactado para las reformas estatutarias, una mayoría superior a la legal, será ésta la obligatoria para la validez de la decisión y corresponderá al representante legal de la compañía velar porque las decisiones que se adopten al seno del máximo órgano social se ajusten a la ley o a los estatutos, según el caso, so pena de la responsabilidad solidaria e ilimitada por los perjuicios que por dolo o culpa se ocasione a la sociedad, a los socios o a terceros (Art. 24 de la Ley 222/95, modificatorio del Art. 200 del Ob. Cit.), y de la nulidad absoluta de la misma, al haberse adoptado sin el numero de votos previsto en los estatutos para el efecto (art. 190 C. de Co.). 6º. Finalmente, pregunta si los actos derivados del objeto social, la suscripción de convenios o contratos, pueden ser suscritos por todos los asociados. En otros términos, si un contrato así celebrado es valido o requiere la firma del representante legal. Para aclarar el punto, debe tenerse en cuenta que la sociedad una vez constituida, forma una persona jurídica distinta a los socios individualmente considerados, condición que le otorga la facultad para ser sujeto de derechos y obligaciones (Art. 98 C. Co.). Así las cosas, como las personas jurídicas tienen su propia personalidad, condición que las legitima para contraer obligaciones, adquirir derechos y ser representadas judicial y extrajudicialmente, para la validez de sus actos o contratos, se hace necesario que la misma actúe por quien haya sido designado como representante legal, lo que significa que cualquier contrato o convenio suscrito a nombre de la sociedad, se hará obligatorio siempre que lo firme su representante legal, o apoderado legalmente constituido, único facultado para actuar a nombre de la compañía. En los anteriores términos estamos dando respuesta a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del presente pronunciamiento son los contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.