Bhopal: La fuga de gas toxico y sus

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Bhopal: resumen de los hechos
La fuga de gas tóxico y sus consecuencias
El desastre de Bhopal, ocurrido el 3 de diciembre de 1984 en la región de Bhopal en el estado de
Madhya Pradesh (India), se originó al producirse una fuga de isocianato de metilo en una fábrica
de pesticidas propiedad de la empresa Union Carbide India Limited (UCIL), de la que el 50,9%
pertenecía a empresa norteamericana Union Carbide Corporation (UCC) y el resto al gobierno
indio (22%) y a miles de inversores privados indios.
La planta se construyó en 1968 en una zona densamente poblada, sin que hubiese legislación
local o nacional que limitase geográficamente el establecimiento que industrias peligrosas. En
agosto de 1975 el gobierno de Madhya Pradesh ordenó el traslado de la planta de la UCIL a una
zona menos poblada, pero la empresa se opuso. En 1980, tras recibir un permiso del gobierno
central, la planta comenzó a producir y a almacenas isocianato de metilo.
La fuga de gases tóxicos comenzó en la noche del 2 de diciembre de 1984, pero la empresa no
hizo nada para alertar a las comunidades vecinas. En pocas horas la fuga alcanzó niveles
extraordinarios de toxicidad en la atmósfera, creando una inmensa nube tóxica. Pero los
residentes no disponían de información sobre cómo actuar en caso de emergencia y corrieron en
la misma dirección que la nube tóxica, aumentando su exposición al gas. El número de muertos
en los días posteriores a la fuga han sido cuestionado, pero tras una investigación llevada a cabo
por Amnistía Internacional en 2004 se estimó que estaría entre 7.000 a 10.000 muertos en los tres
días posteriores al accidente y que unas 570.000 personas se expusieron a niveles nocivos de
gases tóxicos. Esto ha provocado a lo largo de los años numerosas enfermedades crónicas y a
día de hoy muchas víctimas siguen sufriendo problemas graves de salud.
Treinta años después del desastre todavía no se ha limpiado el emplazamiento de la fábrica, no
se han investigado debidamente el escape y su impacto y más de 100.000 personas siguen
sufriendo problemas de salud sin recibir la atención médica que necesitan. Los supervivientes
siguen esperando una indemnización justa y un resarcimiento completo por su sufrimiento.
La mayoría de las personas afectadas por el escape de gas eran pobres. Muchas de las que
murieron eran el único o el principal sostén económico de su familia. Algunas familias perdieron
también sus animales, una fuente fundamental de ingresos. Miles de personas perdieron su
empleo o su capacidad para ganarse la vida debido a problemas de salud. Prácticamente todos
los afectados por el escape se vieron arrastrados a una mayor pobreza.
El estigma social de estar afectado por el gas ha tenido graves repercusiones sobre todo para las
mujeres. Muchas estaban demasiado enfermas para trabajar y eran percibidas como una carga.
Para las que no estaban casadas, la etiqueta de “afectadas por el gas” imposibilitó el matrimonio.
Aunque las autoridades trataron de proporcionar servicios médicos, apoyos para nuevas
empresas, formación profesional y nuevas viviendas, estos planes no han representado una
auténtica rehabilitación. Muchas personas han tenido que pagar un tratamiento médico
supuestamente gratuito. Los locales para empresas industriales siguen vacíos y los centros de
formación para mujeres han sido clausurados. Las viviendas construidas para las víctimas del
escape, especialmente las viudas, carecen de servicios sanitarios básicos.
¿Se podía haber evitado?
Existen pruebas abrumadoras de que la dirección de la UCC estuvo al tanto de los problemas de
seguridad en la planta de Bhopal durante los años anteriores al desastre de 1984, como lo ilustra
el hecho de que en mayo de 1982 un equipo técnico procedente de UCC en los EEUU preparó un
informe de seguridad en el que se observaron numerosos fallos en las normas de seguridad,
señalando en especial diez peligros que se clasificaron como “importantes” y que afectaban a la
unidad de fosgeno/ isocianato de metilo. A pesar de ello, durante 1983 y 1984 se llevaron a cabo
medidas de recorte de gastos en la planta que afectaron a la seguridad.
La empresa almacenaba grandes cantidades de una sustancia peligrosa sin contar con
mecanismos de seguridad adecuados. En concreto, la empresa no estableció un plan de
emergencia integral para advertir a las comunidades de la zona de un escape, a pesar de que
tenía un plan de estas características en Estados Unidos.
El factor que precipitó el desastre fue la entrada de una cantidad importante de agua y de otras
impurezas en los tanques que almacenaban el isocianato de metilo. La investigación que llevó a
cabo la empresa no aclaró su procedencia, aunque algunos trabajadores lo asociaron al recorte
de medidas de seguridad en la planta. Por su parte UCC apuntó a la existencia de un sabotaje por
parte de un trabajador, aunque ésta causa ha sido puesta en duda por muchos trabajadores de la
planta, incluidos directivos, y la empresa no ha podido nunca demostrarlo.
La falta de cooperación de la empresa en cuanto a la naturaleza de los químicos y de la reacción
en el cuerpo humano impidió al gobierno y a la comunidad médica responder adecuadamente a la
intoxicación, empeorando el ya grave efecto de los gases sobre la salud de los afectados.
El largo camino por el acceso a la justicia
En menos de 24 horas tras el desastre, el gobierno indio presentó la primera denuncia contra
nueve personas y tres empresas: UCC, UCIL y Union Carbide Eastern (UCE), con sede en Hong
Kong. Una de las personas encausadas, Warren Anderson, Director de UCC desde 1982 y
nacional norteamericano, abandonó el país pocos días después del desastre gracias a la
intervención de la embajada norteamericana en la India, bajo la promesa de que volvería cuando
fuese citado por la justicia. Las actuaciones se presentaron tres años después, y en 1988 se lanzó
una orden de arresto contra Anderson. Sin embargo, mientras se llevaban a cabo los
procedimientos criminales, el gobierno indio y las tres empresas acusadas llegaron a un acuerdo
extrajudicial de 470 millones de dólares (el gobierno indio había solicitado 3.300 millones),
acuerdo que fue ratificado por el Tribunal Supremo en febrero de 1989, y que anulaba cualquier
otra causa relacionada con el desastre. El acuerdo provocó la indignación ciudadana, lo que no
modificó el acuerdo, aunque sí revocó la decisión de anular otras causas criminales judiciales
abiertas en otras instancias, muchas de las cuales siguen abiertas hoy en día.
En 1991 se relanzó una causa criminal en un tribunal de primera instancia de Bhopal, y se solicitó
la comparecencia de los acusados extranjeros –Anderson, UCC y UCE- para afrontar los cargos
en 1992. Por entonces UCE había dejado de existir y ni Anderson ni la UCC comparecieron, por lo
que la corte los proclamó prófugos de la justicia. En una argucia empresarial, UCC transfirió la
totalidad de sus acciones de UCIL a una fundación británica y posteriormente las vendió. Los
intentos de los abogados de las víctimas para parar la venta tampoco tuvieron éxito.
Con respecto a Warren Anderson, el gobierno indio no solicitó formalmente la extradición al
gobierno de los EEUU hasta 2003, extradición que fue rechazada por el gobierno norteamericano
en 2004. La corte de Bhopal realizó nuevos intentos de extradición en años posteriores, todos sin
éxito, hasta el reciente fallecimiento de Warren Anderson en septiembre de 2014.
En cuanto al resto de los acusados, el 7 de junio de 2010 se condenó a UCIL y a siete directivos
indios de nivel medio por causar muerte por negligencia. UCIL fue condenada al pago de una
multa de 500.000 rupias (unos 11.000 dólares americanos) y los individuos a penas de cárcel de
un máximo de 2 años y a multas de 100.000 rupias (unos 2.200 dólares). Esta sentencia ha
causado estupor en la India y en otros países al ser considerada poco contundente.
Por su parte, en 1999, Union Carbide y la multinacional Dow Chemical anunciaron su intención de
fusionarse, convirtiéndose Dow Chemical en la compañía química más importante del mundo.
Dow no sólo compró los activos de Union Carbide, también adquirió sus obligaciones. Aún así, la
empresa se ha negado a aceptar responsabilidades por las operaciones de Union Carbide en
Bhopal.
Desde la adquisición de UCC, Dow Chemical ha venido rehusando las citaciones de los tribunales
indios para comparecer ante ellos y afrontar su responsabilidad hacia las víctimas, la última el año
pasado que Dow eludió por cuestiones burocráticas de la comunicación. En sus citaciones los
tribunales han dejado claro que siendo Dow 100% propietaria de UCC está obligada responder
por los cargos derivados del desastre y a remediar los daños causados a las víctimas. Hasta el
momento Dow Chemical ha mostrado una ignorancia interesada hacia las normas judiciales indias
y ha intentado esquivar su responsabilidad con promesas de futuras inversiones en el país.
Mientras se intenta probar la responsabilidad legal de la multinacional en los tribunales
estadounidenses, el pueblo de Bhopal continúa sufriendo las secuelas de la catástrofe y la
exposición a tóxicos en las instalaciones industriales abandonadas.
Una victoria reciente
El pasado 21 de noviembre, y tras una huelga de hambre llevada a cabo por cinco mujeres
supervivientes de la tragedia de Bhopal, el gobierno indio prometió revisar las cifras de muertos y
heridos por los cuales las víctimas solicitan compensación. “Esta es una victoria fundamental para
los supervivientes de la fuga de gas de 1984, pero también para generaciones posteriores de
Bhopalíes que siguen sufriendo, ya que los productos químicos abandonados por Union Carbide
hace 30 años todavía se filtran hoy en día en las aguas subterráneas”, declaró Audrey Gaughran,
Directora de Asuntos Temáticos Globales de Amnistía Internacional. “Celebramos este importante
paso realizado por el gobierno. Ahora el Primer Ministro Modi tiene que asegurar que la promesa
se cumpla”, añadió.
“Esta es la primera iniciativa oficial para corregir los errores históricos de Bhopal. Damos las
gracias al Ministro por empezar el proceso de rectificación de un error garrafal que ha durado 27
años, que está en la raíz de la negación de justicia a los supervivientes de Bhopal”, señaló
Rachna Dhingra, del Grupo de Información y Acción de Bhopal.
Amnistía Internacional y el 30 aniversario de la tragedia
El desastre de Bhopal conmovió al mundo y suscitó interrogantes fundamentales sobre la
responsabilidad de las empresas. Mientras los habitantes de Bhopal luchan para obtener una
prestación tan básica como el agua potable, la empresa elude la rendición de cuentas y
obstaculiza los esfuerzos de las víctimas para obtener una reparación.
En virtud del derecho internacional, todos los Estados tienen la obligación de garantizar que las
empresas no violan los derechos humanos ni actúan en su detrimento. Cuando las actividades de
las empresas perjudican los derechos humanos, los gobiernos deben investigar y garantizar que
existen y se imponen las sanciones y medidas para la rendición de cuentas adecuadas. El
gobierno de India no ha respetado ni protegido los derechos humanos de los habitantes de Bhopal
en ninguno de estos aspectos.
Amnistía internacional apoya a los supervivientes y a los activistas en la campaña para la justicia.
Juntos, se ha solicitado al gobierno indio que se asegure de que los supervivientes de la fuga de
gas reciben la compensación que merecen y los tratamientos médicos que necesitan.
También se necesita urgentemente limpiar la zona afectada en Bhopal, haciendo que las
compañías responsables se hagan cargo de los costos.
Pedimos al gobierno de los EE.UU. que ayuden a cerrar los temas pendientes, incluyendo realizar
las presiones políticas necesarias para que las empresas involucradas paguen una
compensación adecuada a los supervivientes y que cubran los costos de la limpieza
medioambiental.
También pedimos a los gobiernos de la India y de los EE.UU. que se aseguren de que UCC y Dow
cumplan las órdenes judiciales y hagan frente a la justicia.
La campaña llevada a cabo por los supervivientes y activistas ha sido fuerte y poderosa, pero no
pueden llevarla a cabo solos.
Se incluyen a continuación varios links a la información relevante que Amnistía Internacional ha
generado ante este 30º aniversario:
https://www.es.amnesty.org/temas/empresas/el-escape-de-gas-en-bhopal-la-vision-de-un-fotografo/
https://www.es.amnesty.org/noticias/noticias/articulo/nueva-encuesta-respalda-peticiones-de-queempresa-estadounidense-sea-juzgada-por-el-desastre-de-bhop/
http://www.magnumphotos.com/C.aspx?VP3=SearchResult&ALID=2TYRYDDG70XJ
Diciembre 2014
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