Señor Gobernador, Señores Embajadores, Señores Ministros, Autoridades Provinciales, Autoridades Departamentales, Señor Carlos Pulenta, nuestro querido anfitrión que cada año nos recibe, junto con su esposa Marta, en este lindo lugar, Estimados colegas. Señoras y Señores, agradezco a todos su presencia en este almuerzo del Cuerpo Consular de Mendoza y doy la bienvenida en Mendoza a los señores Embajadores en la Argentina que nos visitan desde la Capital Federal Este año ve la conclusión de mi tarea de Decano del Cuerpo Consular de Mendoza, así como el cierre de mi misión en calidad de Cónsul de Italia en Mendoza después de casi cinco años de permanencia. Me apena pensar que ésta es la última Fiesta de la Vendimia a la que asistiré. ¿Qué es la Vendimia para nosotros los Mendocinos de nacimiento y de adopción? Para entender el espíritu profundo de esta tradición, creo que debemos volver a las bellas y tiernas fotografías en blanco y negro de las primeras vendimias oficiales en las que la Reina era la mejor entre las cosechadoras, la mejor trabajadora de la viña. En 1936, la primera Reina fue española (Delia Larrive Escudero) y en los años siguientes se fueron alternando con italianas (Rico, Dorigo, Santini Di Pietro ecc) y de otros origenes, todas inmigrantes que contribuyeron como muchos trabajadores provenientes de todo el mundo para que este desierto se transformara en un vergel. Hoy las mejores cosechadoras son argentinas o de otros Países limítrofes, pero el valor de su trabajo es el mismo. Para entender el espiritu de la Vendimia hay que meditar cuanto escribió Atahualpa Yupanqui que homenajeó a la importancia del trabajo y de las raices campesinas en algunas de sus canciones más famosas y poéticamente emotivas “ Cruzando los salitrales uno se muere de sed. Aquello es puro desierto Y allí no hay nada que hacer. Trabajo, quiero trabajo Porque esto no puede ser Un día veré al desierto Convertido en un vergel.” Ni se puede olvidar la clásica cueca que todos los mendocinos sabemos cantar, que nos habla de la esperanza de la cosecha que enciende el brillo en los ojos del paisano y de la gran fiesta “ Que lindo se pone el pago . Hay un brillo del chapecas En los hojos del paisano EN LA NOCHE CIELO ABIERTO HAY MIL CANTOS LUGAREÑOS Y ENTRE COPLAS UN VINITO QUE SE LLAMA ESPURGA EL SUEÑO. El espíritu de la Vendimia es hijo de nuestra relación con la tierra, con el trabajo bien cumplido, con el sentido del deber. Estoy persuadido que, como Decano, debo recordar que, además de encuentros conviviales tan agradables como el de esta ocasión, la tarea de los Cónsules, sean éstos titulares u honorarios, es a menudo pesada y muy comprometida. Ellos deben enfrentar y resolver todo tipo de problemas. Están al servicio de su colectividad, de los poderosos así como de los humildes. Y, en cuanto nuestros conciudadanos en la mayoría de los casos poseen doble ciudadanía, trabajamos en colaboración con las Autoridades de este País: la Policía, la Justicia, la Sanidad, los Registros Civiles y así contando Y, en ocasiones, todo este trabajo no es reconocido Estamos, por lo tanto, también al servicio del País que nos acoge, la bella Argentina y la hermosa Provincia de Cuyo. En estos tiempos oscuros, pienso en mi Europa, la de la crisis y de las amenazas de división y nueva fragmentación, del drama de los migrantes, de las guerras que aún perduran en el resto del mundo; pienso en el hambre, en la intolerancia, en el dolor, en el medio ambiente vulnerado….. Tiempos en que se vuelven a construir muros en lugar de puentes. En estos tiempos de oscuridad, la Argentina que està festejando el Bicentenario de su Independencia – y en especial Mendoza- pueden ser un ejemplo historico de asistencia y amparo de cómo se puede crear un nuevo crisol de colectividades diferentes que conviven y colaboran de forma armoniosa y recíproca, maridando culturas diversas y cumpliendo el destino de síntesis que es la cultura argentina. Buona Festa della Vendemmia a tutti e grazie ¡Feliz Vendimia para todos, y gracias!