Leyendas y Mitos del

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Leyendas y Mitos del
Amazonas
El Río y sus leyes
El gran Río, continúo su curso interminable, impresionando
a los visitantes que admiraban aquel mundo fantástico.
Estos no conseguían entender, porque tal colosal volumen
de agua, en el transcurso de un viaje tan largo y peligroso
se conservaba tan indiferente a lo que pasaba a su
alrededor. Pero los objetivos del gran Río, eran
importantísimos: Dar vida a los seres de sus aguas,
proteger iara, y llegar hasta el mar con sus majestuosas
aguas.
Los habitantes de sus orillas, saben sus orígenes y
conocen y respetan bien sus misterios. Lo aman y retiran
de las aguas solamente lo indispensable para su
supervivencia, sin contaminar lo ni querer dominar lo.
Cuando alguien menos irrespetuoso, intenta romper las
leyes del Río, iara implacable no lo perdona:
Castiga de manera implacable al trasgresor arrastrando lo
para el fondo de sus aguas, donde le quita la memoria y lo
transforma en su esclavo. Así el estará condenado de por
vida a vigilar el medio acuático. Cuando son muchos los
que quebrantan las leyes del río, iara ordena a las aguas
que provoquen olas, causen naufragios, incluso de grandes
barcos, a veces su furia es tan devastadora, que engulle
bosques, casas, animales, personas inocentes o no,
durante las excepcionales crecidas que sufre
periódicamente el Río Amazonas.
Nota personal:
Mucho deberíamos aprender de esta bonita leyenda,
indígena amazónica, antes de que el espíritu de iara, nos
de el castigo final.
Las Amazonas
Según una leyenda indígena, en las orillas del Rio Amazonas
Había una tribu de mujeres guerreras las Icamiabas, que no
tenían maridos, y no dejaban a nadie aproximarse a su aldea.
Según relatos de Frei Gaspar de Carvajal, allí por el 1541, decía
haber visto esas guerreras, eran mujeres de piel clara, con el pelo
muy largo, totalmente desnudas, que hacían la guerra como diez
indios. Manejaban el arco y flecha con una pericia extraordinaria.
Parece ser que Iací , la luna las protegía.
Una vez al año recibían en su aldea a los guerreros Guacaris,
como si fuesen sus maridos (si nacía un niño era entregada a los
guerreros para q la criasen si era niña la criaban ellas)
Ese día especial del año, cuando la luna estaba en lo alto, se
dirigían en sus canoas para el lago, levando consigo grandes
cuantidades de perfume, que vertían en el agua para el baño
purificador.
Buceaban en el lago, y extraían un barro verde, al que daban
formas diversas de sapos, peces, tortugas y otros animales,
ofreciéndolos a los indios Guacaris. Estos a su vez traían
colgados del cuello una trenza de cabello de las novias como
amuleto.
Hasta hoy se cree q estas figuritas verdes que hacían las indias,
denominados Muiraquita , traen felicidad a quien tiene uno,
siendo, por tanto considerado un amuleto de la suerte.
Nota personal.
Posiblemente fueron las primeras mujeres autosuficientes que
lograron resolver el problema de la convivencia entre sexos.
Sin renunciar a el.
El indio pregunta ¿ porque cortamos tanta
madera?
En la época de la colonización, lo indígenas, no entendía porque
los blancos, desde su llegada, necesitaban de tanta madera.
¿Seria para llevar la a su Dios? , pregunto un indio Tupinambá.
El blanco le explico, que la llevaban para un hombre, al otro lado
del océano.
Ese hombre iba a construir muchas cosas con ella, para después
vender las.
El indio no entendió porque vender tantas cosas y acumular
tantos bienes.
¿Ese hombre no morirá nunca? Pregunto el indio.
El blanco respondió, que si, pero que dejara todos esos bienes a
sus descendientes.
Entonces el indio se quedo más perplejo aun:
Sois grandes locos!! ¿Trabajáis tanto para acumular riquezas,
para vuestros hijos, y descendientes?
¿No creéis que la tierra que os alimentó, tan bien, será capaz
también, de alimentar a vuestros hijos?
Nosotros también tenemos padres madres e hijos y parientes,
pero tomamos de ella solo el necesario, sabiendo que la tierra
que nos alimentó, los alimentara también a ellos.
Por eso con el tiempo que nos sobra, descansamos, y danzamos.
Nota personal.
Durante una estancia en una comunidad indígena ianomami, en
el Pico Neblina, con mi amigo Kilian.
Tuvimos la oportunidad de convivir con estas gentes, y participar
de momentos inolvidables.
Una tarde, uno de los indios subió a lo alto de una palmera a
recoger unos frutos.
Cuando bajo, le pregunte: ¿Por qué no bajaste más?
¿Ya que subías, con lo esforzado y peligroso que parece?
Sorprendido por mi pregunta, me respondió:
Porque solo quiero comer uno.
Después de unos días por el campamento, iniciamos algunos
intercambios, la cosa no era muy variada, así que después de
acumular varias docenas de cestitos, decidimos, intercambiar lo
más valioso que teníamos por arcos y flechas.
Al anochecer, ya disponíamos de casi una docena, eso si nos
habíamos quedado con lo puesto.
El Pagé, que no se había perdido detalle pregunto a Kilian.
¿Para que quiere tantos arcos y flechas?
Kilian repuso son para mis amigos
Ah!! Ya entendi, ¿Y ellos también cazan?
No repuso Kilian
¿y usted?
No tampoco….
Y el hombre se fue, creo yo, pensando, que absurdos esos
blancos….y que absurda su obsesión por acumular objetos,
aparentemente inútiles para ellos.
Fue una lección que no olvidaremos.
Otras traducciones en preparación.
Leyenda del boto (delfín), que se trasformaba en amante y dejaba
embrazadas a jóvenes incautas.
Mandioca, la pequeña nieta, del jefe de una tribu.
Mani, niña de piel blanca y padre desconocido cuya muerte dio
lugar al tubérculo de la mandioca.
Leyenda del Açaí hija de un jefe trival y escogida para ser
sacrificada.
Guaraná leyenda de la tribu de los Maues , asesinada por envidia
por el Dios de la oscuridad Jurupari.
Otros…..
Nota:
Espero que os hayan gustado estas leyendas indígenas, que no
hacen más que hablar de, ritos creencias y costumbres, que
durante milenios rigieron sus vidas.
Actualmente tanto leyendas, lenguas, culturas y pueblos
indígenas están apunto de desaparecer.
Muchas tribus amazónicas con toda su sabiduría y costumbres
se han extinguido para siempre. Arauquenos, Ananatuba,
Boari,Manaos,entre otras muchas, ya se han extinguido para
siempre.
Todos sus conocimientos se fueron con ellos.
Cuando llegamos a América del sur, se estima que existían más
de seis millones de indios, viviendo en perfecta armonía con el
medio.
Hoy después de poco mas de 500 años de ocupación, se cree
que existen poco mas de 950 000 indigenas, menos de una
quinta parte de su población original.
Fueron diezmados por guerras, enfermedades, esclavitud,
sumisión, evangelización.
Alguien se atreve a preguntar les, ¿que piensan de nosotros?
Yo no.
Después de ser recibidos, como auténticos Dioses, con comida,
mujeres, oro, artesanía, conocimientos médicos y un largo
etcétera.
Actualmente todavía existen grupos por contactar, incluso en
algunas tribus ya contactadas, familias enteras, se han separado
de sus grupos étnicos, hacia lo más profundo de selva.
Después de 500 años, ya tienen claro que nada bueno pueden
aprender de nuestra cultura.
Nuestra tribu es considerada como la gran plaga, como la gran
colonia de termitas exterminadoras. Nunca tenemos suficiente.
Jordi gil
desde
Amazonia.
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