Hace muchos años (1955), nació un astronauta que quería hacer un viaje e ir la Luna en un cohete. Pero este personaje era muy peculiar: tenía cuatro patas! Y un hocico! Pero que persona tiene patas y hocico? También tenía cola! Y pelo corto recubierto por todo el cuerpo!... Después de tantas dudas, vimos que ... si, si... era un perrito!! Bueno, mejor dicho una perrita pequeña que se llamaba Laika! Laika vivía en Moscú. Es una ciudad muy, muy grande, donde también hace mucho, mucho frío... Era callejera, no tenía dueños y se sentía muy solita. Pero cuando llegaba la noche, se ponía muy contenta porque siempre había alguien que jugaba con ella. Era la Luna! Hasta ahora la Luna, era su mejor amiga porque era muy juguetona con Laika,. Había días que la buscaba y la buscaba, pero la Luna se escondía y no se dejaba ver. Otros días se escondía entre las nuves de la noche, como la forma de una uñita, pero Laika la buscaba, hasta que al fin la encontraba!. Aunque había otros días, que sólo se hacían compañía y se hablaban. Cuando amanecía, el Sol llegaba y la Luna se tenía que ir, Laika la aullaba repetidas veces y a cada vez más fuerte, porque quería irse con ella! Quería conocer a su amiga!. Pero no era un trabajo fácil porque estaban muy lejos! Pero lo que Laika no sabría es que su sueño estaba a punto de convertirse en realidad!!! Un día nuestra querida perrita paseaba por las heladas calles de Moscú... Un señor la vió y se encariñó de ella. Primero se acercó despacito para no asustarla, se arrodilló y solo mirándola sin tocarla, por si la perrita le mordía, le dijo: -Hola! Qué bonita eres! Que haces aquí tan solita con el frió que hace? Entonces, sin poder decir nada más, Laika se acercó rápidamente a aquel señor,, apoyó sus patitas en sus piernas, empezó a mover la cola sin parar y le lamió la cara con tanta alegría, que consiguió tirarlo al suelo! Era tanta felicidad la que tenían Laika y su nuevo dueño, que no volvió a dejarla sola ni un ratito. Un día se la llevó a su trabajo... y a que no os podéis imaginar donde trabajaba? Pues él construía cohetes! Pero no tan solo eso, había diseñado un cohete pequeño para hacer el primer viaje al espacio con un perrito! Cuando Laika vio el cohete empezó a ponerse dentro. Estaba tan a gusto, que no había manera de sacarla de allí. Se pasaba horas dentro mientras su amo trabajaba muchísimo. Por eso todos los investigadores decidieron que fuera ella: La primera perrita que hiciera un viaje espacial. Como ya sabréis, los perros son unos animales de compañía muy inteligentes, pero lo que nadie adivinó, es que un día escuchó a su amo comentando las intenciones que tenía con el cohete y todo y ser muy feliz con él, lo que en realidad deseaba era ir a conocer a su amiga que tantas noches la había hecho compañía. Y llegó el gran dia! El 3 de noviembre de 1957 Laika iba a hacer su tan deseado viaje! De pronto se empezó a escuchar ruidos de varias cosas a la vez. Sonaban los motores del cohete, gente que hablaban a la vez, Laika ladrando de felicitad y de repente una voz dijo: -Aquí Torre de Control. Preparados para el despegue! - Motores encendidos! - Listos para despegar! - 3,2,1!!!! El ruido cuando despegó fue enorme y la emoción de toda la gente mirando como volaba ese precioso cohete también. Sobrevoló el cielo pero cada vez costaba más verlo. Estaba muy lejos y se hizo pequeñito, pequeñito, pequeñito... hasta que... dejó de verse... Desde ese día, a Laika la conocemos como la primera perrita que ha viajado al espacio Si os fijáis en algunas noches de luna llena, muchos perritos compañeros de Laika, aúllan insistentemente a la Luna. A partir de ahora, quien conozca esta bonita historia entenderá que, es porque quieren jugar con ellas. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado!