CORPORACIÓN CASA DE LA CULTURA DE FONTIBÓN “CACIQUE HYNTIBA” INFORMACIÓN DE ORGANIZACIÓN LOCAL ÍTEM Nombre de la organización DESCRIPCIÓN CORPORACIÓN CASA DE LA CULTURA DE FONTIBÓN “CACIQUE HYNTIBA. Panorámica Casa de la Cultura. Fuente: Observatorio Social. Convenio 140 - 2009 Personería Jurídica Ubicación (Dirección, teléfonos, barrio y UPZ) Historia Nit: 830079292-5 Dirección: Carrera 17 A 99 53, UPZ 75 Barrio Fontibón Centro. Teléfonos: 2985990 – 4220911- 3168775974 E- mail: casaculturafontibon@hotmail.com Para comprender la relevancia de la Casa de la Cultura de Fontibón, para luego presentar su actualidad, es necesario conocer su proceso histórico que necesariamente está ligado a elementos religiosos, políticos, culturales y arquitectónicos que no deben pasarse por alto. La Casa de la Cultura de Fontibón, bien patrimonial de estilo colonial levantado al costado sur de la Plaza Fundacional, es sin duda uno de los que históricamente más ha identificado la localidad, cuyo origen puede rastrearse hacia 1610, cuando la manzana de la actual Casa correspondía a dos predios, uno al oriente con dos bohíos indígenas y un rancho formando un triángulo, otro al occidente con un bohío aislado, sin duda el más central y amplio predio indígena, manzana que sugiere el Cercado del Cacique en contraste con las de los costados norte y oriental de la plaza de corte hispánico. Ciertamente la traza urbana de Fontibón corresponde al modelo hispano de cuadrícula, cuyo centro y espacio público más importante es la plaza, en cuyo marco se localizaban los espacios destinados a los representantes de las instituciones religiosas y de la Corona, a las viviendas de los notables, y cada vez más hacia las afueras, los habitantes de menor rango; pero no deja de llamar la atención que al interior de los predios se conserven las antiguas formas de agrupación, normalmente entre una y tres unidades en línea recta o formando triángulo, como puede cotejarse con los recientes trabajos arqueológicos de Ana María Boada hacia el oriente de la localidad. Era de notoriedad pública que los caciques, capitanes y jeques tuvieran en los campos y cerros algunos de sus templos, santuarios o adoratorios con tunjos e ídolos, donde realizaban determinadas ofrendas, ceremonias, ritos y sacrificios; sin embargo, ante la persecución de los españoles los fueron trasladando a sus bohíos, ranchos y labranzas en el pueblo, permitiendo suponer que en principio, por la misma fuerza de sus prácticas culturales, veladamente trataran de mantener sus diversas clases de bohíos santuarios, algunos con fines definidos, como los del Cercado del Cacique –lugar de la actual Casa de la Cultura- que según Clara Inés Casilimas correspondía a un espacio sagrado amplio con diferentes construcciones independientes, algunas con sus propios cercados, las cuales debían cumplir con ciertas funciones para satisfacer necesidades de la comunidad local y de los forasteros provenientes de otras regiones Panorámica interna Casa de la Cultura. Fuente: Convenio 140 – 2009. Observatorio Social. Estas construcciones circulares, en esto semejantes a sus casas de morada, eran sostenidas por guayacanes traídos de los Llanos, con techo pajizo, paredes cubiertas con esteras delicadamente tejidas, suelo recubierto por paja seca y blanda, y todo al interior muy oscuro, puesto que el único acceso era una puerta baja, con diversidad de objetos antropomorfos y zoomorfos y artesanales, así como varias cercas de madera alrededor, provistas de puertas de cañas agarradas por cabuyas. El Cercado del Cacique no sólo era epicentro político, sino representación del eje solar del universo, asiento de la encarnación del Sol, el Cacique. “Las columnas quisieran retener en sus extremos el cenit y el nadir, comunicando el Sol con el más allá de los ancestros, debajo de la tierra. Los postes oponían sus extremos de manera que el sacrificio masculino era topológicamente contrario al femenino en los cimientos de la tierra”. En un centro ceremonial de importancia como Fontibón, que en opinión de Pérez de Barradas era la capital muisca y no Funza, no es de extrañar que el Cercado del Cacique, a semejanza del de Ubaque, comprendiera el Bohío del Coime de gran tamaño, donde se preparaban los herederos aprendices de cacique, capitán o jeque, incluyendo la enseñanza de tejido, confección de joyas y todas aquellos elementos que más tarde debían seguir elaborando para llevar en las ceremonias y celebraciones carnavalescas tan apreciadas por los lugareños; junto al Coime, otro bohío santuario, el bohío opaguegue, opaguen o cococa, parecido a una galera donde se llevaban a cabo las borracheras; además bohíos santuarios pequeños cercados con gavias de madera donde posiblemente se celebraban algunos sacrificios, y por último bohíos destinados a la vivienda o al depósito de ofrendas, adornos y trajes ceremoniales, mantas, granos, Cerca de allí, probablemente hacia el costado sur de la Iglesia, por la mayor cercanía y semejanza que guardan, las habitaciones de otros nativos principales y sus servidores con sus depósitos y/o graneros. La presencia de dichos bohíos es confirmada y documentada en 1563, a propósito del proceso seguido a los caciques Chiuativa de Fontibón y Xaguaza de Ubaque, por la insistencia en preservar sus grandes fiestas procesionales semejantes a las grandes comparsas de carnaval. A este respecto no hay que olvidar la importancia ceremonial de Fontibón con Festiquintiba como dios propio del lugar que convocaba centenares de forasteros en busca de sus favores, ni otros archivos y crónicas que demuestran la pervivencia de las "prácticas idolátricas" de los hontibones considerados en ese entonces los más sin fe, perdidos y relajados en materia de costumbres de cuantos habitaban en el Nuevo Reino de Granada, a pesar de la aparente sumisión y conversión de los indios a las enseñanzas y prácticas cristianas. Al arribar los jesuitas a Fontibón el 27 de junio de 1608, representados por los padres Juan Bautista Coluccini y José Dadey, lo primero que hicieron fue ante todo establecer una escuela de música con un centenar de niños indígenas, para ganar rápidamente la confianza y la voluntad de los nativos en orden a su evangelización, pues al decir del padre José Gumilla, así como en “la fábula de Orfeo, de quien fingió la Antigüedad que con la música atraía las piedras, se verifica con ventaja en las misiones de estos hombres, porque es cosa reparable cuanto les encanta y embelesa la música”, que para conquistar almas hay que andar con el rostro alegre, aun en medio de las mayores dificultades, sin nada de castigos o palabras ásperas; progresivamente la escuela fue avanzando en la enseñanza de la lectura y la escritura, así como en la evangelización en la propia lengua de los naturales. De ahí toda la importancia que los jesuitas dieron a la cultura artística y artesanal en Fontibón, sin tratar de romper abruptamente con su diversidad cultural, por la resistencia de la población a la aculturación forzada, de suerte que antes que destruir templos e ídolos, se buscó superponer temas, prácticas, monumentos y personajes cristianos a predecesores paganos, o retomar temas paganos pero cambiándoles de significación en sus sustitutos cristianos, adaptando la evangelización a las concretas circunstancias locales, permitiendo cierto sincretismo o hibridación cultural. Todo indica que con tal finalidad, desde la llegada a Fontibón de los padres Coluccini y Dadey, en el lugar de la actual Casa del Pueblo (Casa de la Cultura) funcionó la primera escuela artística indígena en Santa Fe de Bogotá, la segunda en la Sabana después de Cajicá Luego, mediante el establecimiento de las Cofradías, espacios socializadores de diálogo intercultural, los nativos participaban en las fiestas y ceremonias religiosas, tratando en cierta medida de mantener veladamente en ellas su diversidad cultural, logrando progresivamente que fueran trasladadas a las parcialidades de San Antonio, San Juan, San Pedro, Santa Lucía y Santiago, de tal suerte que hacia 1640 el padre Josef Hurtado buscaba recuperar la Casa de Forasteros del abandono y deterioro, negándose a celebrar alguna de esas fiestas de acuerdo con las tradiciones y exigencias dramatúrgicas, musicales, danzarias y plásticas de los indígenas, quienes en protesta insultaron, amenazaron y sacaron corriendo al Fiscal. Patio interno de la Casa de la Cultura. Fuente: Convenio 140 de 2009. Observatorio Social. En el siglo XVIII la Real Audiencia presidida por el Virrey José Alfonso Pizarro, quiso recibir decorosamente al Virrey Solís, nuevo mandatario, adoptando al efecto como nuevo ceremonial para la recepción y entrega de mando el protocolo de Lima, que entre otras cosas exigía buenos caminos, coches adecuados y poblaciones con decorosos alojamientos y lugares para los rituales, arreglándose el encuentro de los dos magnates en Fontibón; pero como quiera que la Casa de Forasteros no se encontraba entonces adecuada para recibir cómodamente a los ilustres visitantes, que al cabildo y demás diputados no les correspondía por etiqueta asiento en la mesa del Virrey, fue preciso tomar la llamada Casa de Techo para alojarlos. De ahí que entre las realizaciones en Fontibón de la Administración Solís se destaque el empedrado del Camellón, el Puente de San Antonio, así como la recuperación y adecuación de la Casa de Forasteros para alojar decorosamente a los ilustres visitantes de acuerdo con el exigente protocolo de Lima de recibimiento a los virreyes. Con la entrada de la Ilustración y la aclimatación de la Independencia se avanza en la Escuela Manuel Ancízar, ese hijo ilustre de Fontibón que con la Comisión Corográfica inicia los estudios geográficos y humanos de Colombia, jamás olvidó su pueblo natal haciéndole llegar numerosas y reservadas ayudas, entre las que se registra la donación a la Escuela de Fontibón, según nota de la Presidencia de la Corporación Municipal de Fontibón fechada el 7 de diciembre de 1867. El 23 de febrero de 1935, como un tributo a su memoria, se inaugura en la casa la biblioteca municipal y el colegio Manuel Ancízar, hecho calificado como una fiesta cultural de Fontibón que se engarza al desarrollo de la cultura colombiana con una de las figuras más sustantivas que hayan pasado por el escenario de nuestra cultura en el que Camilo Jiménez lee un estudio sobre Ancízar que se publica en el diario El Tiempo, obras con las cuales se buscó introducir un nuevo clima de cultura en la vida de la población, conforme lo planeado por la asamblea de municipalidades y el instituto regional. El general Gustavo Rojas Pinilla, mediante el decreto 3463 de 1954, invocando el artículo 121 de la Constitución de 1886 y el decreto 3518 de 1949 por el cual se había declarado turbado el orden público en el Estado de Sitio todo el territorio nacional, facultó al entonces Consejo Administrativo de Cundinamarca para que de conformidad con el numeral 4º del artículo 187 de la Constitución Nacional y sin someterse a las formalidades señaladas en las leyes vigentes, fijara los límites del Municipio de Bogotá, con la facultad de suprimir municipios, así como de agregar o segregar los términos municipales que le parecieran necesarios para el mejor desarrollo urbano de la capital. El 15 de diciembre el Consejo Administrativo de Cundinamarca vota la Ordenanza 7 de 1954 por la cual se anexa a Bogotá los municipios de Fontibón, Engativá, Bosa, Suba, Usme y Usaquén; dos días después Rojas Pinilla expide el Decreto 3640, con vigencia a partir del 1º de enero de 1955, mediante la cual se organiza la ciudad de Bogotá como Distrito Especial. Entre el 25 y 31 de enero de 1955 se llevan a cabo las diligencias de entrega y recibo de los bienes raíces de propiedad del Municipio de Fontibón, veinte en total, que pasan al Distrito Especial de Bogotá, entre ellos en mal estado de conservación la Escuela para Varones, sin que aparezca memoria alguna del Colegio Manuel Ancízar ni de la Biblioteca Municipal. A finales de los años sesenta, a propósito de las transformaciones de la Iglesia por el Concilio Vaticano II, el párroco Luis Carlos Manrique impulsa no sólo la restauración y embellecimiento de la Casa Cural, sino además del inmueble creación de la Casa del Pueblo, logrando el patrocinio de la Alcaldía Mayor de Bogotá y la colaboración Con la experiencia de y con el trabajo de investigación y la autoridad de Roberto Velandia, acompañado en esto por el padre Franklin y la Alcaldesa Patricia Forero en el que recoge el destino de la Casa. En 1983 se comienza ya a identificar el espacio de la Casa de la Cultura de Fontibón, convirtiéndose de esta suerte en el primer espacio institucional reconocido como tal en la ciudad, que en su dimensión organizacional llevará a cabo el proyecto de Adriana Mejía Hernández desde el IDCT y Rubén Darío Sáenz desde la Alcaldía Local de Fontibón. Patio interno de la Casa de la Cultura . Fuente: Observatorio Social Convenio 140 de 2009 En la Corporación Casa de la Cultura convergen organizaciones y agentes culturales que de forma mancomunada construyen propuestas fundamentadas en los campos, dimensiones y agentes de la política cultural. Como Corporación, apoya, convoca, diseña y ejecuta proyectos de índole artística y socio-cultural dirigidos especialmente a la población vulnerable de la Localidad de Fontibón. De igual forma, hace acompañamiento a los procesos de formulación, ejecución, seguimiento, evaluación y control social de la planeación y presupuesto para el desarrollo económico, social y cultural de la Localidad. También genera espacios de diálogo, intercambio y cooperación cultural en la localidad, con otras localidades del Distrito Capital, Municipios, Organizaciones e Instituciones Nacionales e Internacionales. Motiva la colaboración y el apoyo interinstitucional para promover la difusión, preservación, restauración y defensa del patrimonio cultural. Promueve las condiciones de actividades de turismo cultural, ecoturismo sostenible, para el uso racional de los recursos naturales y sociales del entorno. Finalmente, ofrece en forma permanente un espacio dotado de las instalaciones y logística necesarias para la realización de actividades de carácter artístico y sociocultural en todas sus modalidades. Tiempo de funcionamiento Nivel de formalidad Objetivos La Casa comenzó a funcionar como Corporación hace 10 años, desde el 5 de Octubre del año 2000, pero su construcción tiene más de 200 años. Totalmente conformados como Corporación Casa de la Cultura con la totalidad de documentación exigida legalmente, Junta Directiva y Contabilidad. Desarrollar, difundir y promover las distintas manifestaciones culturales de la localidad; contribuyendo en los procesos de investigación, formación y apropiación en los campos de la cultura, el arte y el patrimonio en la localidad de Fontibón. Número y perfil de los La Corporación Casa de la Cultura cuenta con una asamblea y integrantes. junta directiva conformadas por organizaciones y personas interesadas en el desarrollo artístico y cultural local, con diverso nivel educativo y trabajo en distintas áreas del conocimiento. Para su funcionamiento, se cuenta con 3 personas permanentemente, y varios talleristas externos. Áreas de trabajo Cultura, arte y patrimonio. (cultura, ambiente, deporte, bienestar social, participación, etc.). Toda la población residente en Fontibón entre niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, discapacitados, indígenas, afro Sector(es) descendientes, población con discapacidad, artesanos, y poblacionales de su artistas de todo tipo. interés Campo de acción Barrial, local y UPZ. (barrial, UPZ, local, distrital, nacional) La Casa, además de los equipos y elementos técnicos, logísticos y administrativos indispensables para su Infraestructura y funcionamiento, cuenta con 3 salones, espacios para la capacidad técnica y dirección y la secretaria y baños. administrativa. Carnaval de fin de año Fontibón. Proyectos ejecutados Festival de rock y hip hop Fontibón. Proyecto de Apoyo Programación Intercultural de la Casa de la Cultura. Proyecto Secretaria de Cultura, recreación y Deporte Fontibón. Proyectos por Proyecto integral de Apoyo a la Casa de la Cultura. ejecutar Principales logros Articular y dinamizar las poblaciones ampliando la participación. Sacar adelante la política de planeación y presupuesto cultural local a través del Consejo de arte, cultura y patrimonio. Sensibilizar las comunidades y poblaciones sobre las políticas culturales. Reconocimiento de la localidad como territorio fuerte en cultura, arte y patrimonio. Apoyo estatal Apoyo de otras organizaciones privadas o cooperación internacional Dificultades para el desarrollo de su objeto social y crecimiento. Necesidades. Relación con otras organizaciones locales. - A través de convenios Desarrollo Local. de Asociación Con el Fondo de Asociaciones incorporadas a la casa como: Asociación socio cultural Cuerpos y Arcilla, fundación Cibeles, fundación EOS, entre otros. Cambio del modelo de las políticas de Casas de la Cultura, que ha tendido a privatizarlas a pesar de prestar un servicio público. Pago de aportes de los afiliados. Desarrollo y concertación de políticas públicas de casas de la cultura. La casa de la cultura es llamada a articular y dinamizar el trabajo cultural en la localidad con todas las organizaciones. Libro Sistema Local de Cultura de Fontibón. Publicaciones y medios. Libro profundizando raíces y propagando semillas. Acceso y uso de tecnologías de la información. Internet, web site en construcción, periódico Hyntiba cultural y realización de algunos videos. Jueves 17 de Febrero de 2011. Fecha de Elaboración de la Reseña: Esta Reseña está basada en información aportada por: Carlos Córdoba S. Director casa de la Cultura de Fontibón. Tel. 2985990- 4220911.