Mar del Plata, 6 de junio de 2006.AUTOS: "LISSALDE JORGE ALBERTO C/ EDEA S.A S/ PRETENSION INDEMNIZATORIA" (expediente nº 5507) de trámite por ante este Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo nº 1 del Departamento Judicial Mar del Plata. VISTO: que con la contestación del traslado de las excepciones de litispendencia y admisibilidad planteadas por la demandada, corresponde resolver las mismas. CONSIDERANDO: 1) Que a fs. 57/58 la demandada ha planteado excepciones de litispendencia y de inadmisibilidad de la pretensión (en los términos del art. 35 incisos "c" e "i" del CPCA). Respecto de la primera expresó que la actora acudió al OCEBA para obtener el resarcimiento de los supuestos daños provocados por fallas en el servicio en virtud de lo cual se inició el expediente 2429-2653/04, en el que se dictó la Resolución 606/04 la que fue recurrida por la demandada mediante el correspondiente recurso de revocatoria. Argumentó que por tal razón la resolución citada por el cliente como fundamento de su reclamo no se encuentra firme ni consentida, que en el caso existe identidad de sujetos, de objeto y de causa y que la excepción tiene por objeto impedir que se emitan decisiones contrarias en una misma causa, por distintos órganos, puesto que de resolver el OCEBA de manera distinta a lo que podría resolverse en sede judicial, se produciría un escándalo jurídico. Respecto de la inadmisibilidad de la pretensión manifestó que por idénticos argumentos corresponde plantear la misma por tratarse de un acto que no reviste la condición de definitivo o asimilable de acuerdo a lo dispuesto en el art. 14 del CPCA. Expresó que el art. 14 del CPCA es claro al señalar que es necesario agotar la vía administrativa como requisito de admisibilidad en todos los caos, no dándose en el presente ninguna de la salvedades que dispone esa norma. Agregó que iniciada la vía administrativa, debe agotarse la misma, para recién después, en su caso, iniciar las acciones o recursos judiciales que correspondan y que esa elección surge de la propia ley 11.769 que en el art. 68 ofrece al usuario la posibilidad de recurrir al OCEBA o a la vía judicial, pero nunca a ambas como se presenta en este caso. Citó los arts. 2º y 3º del dec. ley 7647/70 manifestando que la normativa es clara en el sentido que, iniciado un procedimiento ante la administración pública, no se agota su competencia para entender en el mismo hasta que no se dicta una resolución de fondo que finiquite el asunto. Concluyó señalando que existiendo un procedimiento administrativo pendiente de resolución definitiva corresponde declarar la inadmisibilidad de la presente demanda. 2) Que contestado el traslado por la parte actora ésta solicitó el rechazo de las excepciones planteadas afirmando que el argumento expuesto por el demandado no resiste el menor análisis ya que, sostuvo, según el art. 66 de la ley 11.769 la vía administrativa previa se configura con el reclamo ante la distribuidora y ante el ente de control. Agregó que dicho requisito está cumplido para la actora y es el propio ente quien así lo reconoce en la cédula de notificación de la resolución de OCEBA. Expresó que el segundo párrafo de la normativa citada, alude a que contra la resolución denegatoria de EDEA se puede optar entre el recurso ante el órgano de control o la demanda judicial y que ello equivale a afirmar que la vía administrativa se agota con la resolución del ente de control. Refirió, en cuanto al recurso de revocatoria, que el art. 90 de la ley 7647/80 al que reenvía la ley 11.769, establece que la revocatoria se resuelve sin sustanciación y el plazo para resolverla es de cinco (5) días, por lo cual, sostuvo, no se puede cargar a la parte actora las consecuencia de su inacción en impulsar el recurso. Solicitó, finalmente, el rechazo de las excepciones con imposición de costas al demandado en razón de la temeridad por él expuesta. 3) En primer lugar, voy a tratar la excepción de inadmisibilidad de la pretensión que articula el accionado con fundamento en que no se ha agotado adecuadamente la vía administrativa. Para ello debo señalar que el requisito del agotamiento de la vía administrativa que regulan los artículos 14 y 15 del C.P.C.A. (y del cual hay una referencia en el artículo 166, último párrafo, de la Constitución Provincial) constituye, tal como lo recuerda Daniel Soria, una prerrogativa (o, si se prefiere, un privilegio posicional) de la Administración Pública (conf. autor citado en "El agotamiento de la vía en el proceso administrativo"). Desde esta perspectiva resulta improponible dicha defensa por un demandado -como E.D.E.A. S.A.- que no integra la estructura estatal, puesto que carece de la prerrogativa en análisis. Además, para resolver esta excepción previa, es oportuno recordar que el objeto de la demanda promovida por el actor es la reparación de los daños y perjuicios ocasionados sobre bienes de su propiedad por sobretensión en el suministro de corriente eléctrica, cuya responsabilidad imputa a la demandada. Si bien la pretensión de daños y perjuicios no figura entre las excepciones al enunciado inicial del art. 14 del CPCA (conforme la modificación que le impuso la ley 13.101), una primer lectura podría conducir a concluir que quedaría alcanzada por el agotamiento de la vía; sin embargo, la doctrina interpretativa que la Suprema Corte bonaerense subordina la validez de los supuestos en los que debe agotarse la vía a que los mismos sean razonables. De lo contrario se afectaría el principio de acceso irrestricto a la justicia -arts. 15 y 166 in fine de la Constitución Provincial- (SCBA, causa B 64553 "Gaineddu", res. del 23-4-2003 ). La circunstancia de que, en los casos en que se demanda un resarcimiento fundado en la ilegitimidad de un acto administrativo, sea menester impugnar la validez del mismo -tal como surge del art. 20 del CPCA- no debe llevar a pensar que ello importa también exigir la aplicación de este requisito respecto de la misma pretensión indemnizatoria. El equívoco puede originarse porque la pretensión resarcitoria, fundada en la ilegitimidad de un acto administrativo, es accesoria y está subordinada a la previa declaración de invalidez de éste (Perrino, Pablo Esteban "El régimen del agotamiento de la vía administrativa en la Provincia de Buenos Aires" en "El nuevo proceso contencioso administrativo", 2º Edición, Librería Editora Platense, pág. 301 y sgtes). Claro está, ello no es aplicable tratándose de pretensiones indemnizatorias que no se fundan en la ilegitimidad de actos administrativos, sino en otras causas, como sucede en el presente caso, en el que no se pretende la anulación de acto alguno. Por todo ello no puede prosperar la excepción en tratamiento. 4) Resta entonces resolver la excepción de litispendencia que también opone el accionado. Tal como lo anticipara, el fundamento de la defensa en análisis lo encuentra el demandado en el reclamo que -con idéntico objeto- formulara el aquí actor ante el OCEBA. En dicho procedimiento -que tramitara por el expediente 24292653/04- el mencionado ente dictó la Resolución 606/04, mediante la cual se le ordenó a EDEA S.A. que resarciera al Sr. Lissalde los daños ocasionados en diversos artefactos eléctricos. Sostiene la empresa accionada que, como consecuencia del recurso que ella interpusiera contra el acto administrativo referenciado, se configura un supuesto de litispendencia, por existir la posibilidad de decisiones contradictorias entre dicho procedimiento administrativo y el sub-lite. Comenzaré señalando que para que proceda la excepción de litispendencia se requiere que un idéntico reclamo sea objeto de un doble conocimiento, a través de dos procesos pendientes entre las mismas partes, en virtud de la misma causa y por el mismo objeto. Sin perjuicio de ello, que de por sí basta para considerar que carece de fundamento la excepción planteada, es necesario recordar que en los supuestos de servicios públicos cuya gestión ha sido privatizada, como el de la especie, la necesidad de transitar un procedimiento administrativo previo a la instancia judicial está establecida en lo diferentes marcos regulatorios -en el caso, por la ley 11.769- y si bien se discute acerca de si se trata de un supuesto de los que se denominan de jurisdicción primaria administrativa o de agotamiento de la vía, lo cierto es que la mayoría de las normas que los regulan exigen el cumplimiento de un trámite administrativo previo para habilitar la posterior instancia judicial. En el presente caso, resulta de aplicación el artículo 68 de la ley 11.769 (modificada por la ley 11.969 y 13.173 -t.o. Dec. 1868/04-), que en lo que aquí interesa dispone que cuando se presentara una controversia entre un usuario y un agente prestador, aquel deberá realizar en todos los casos el reclamo ante éste último. Continúa la norma señalando que contra la resolución denegatoria o silencio el usuario podrá optar entre recurrir ante el OCEBA o a la justicia. Estimo que, en el caso, el usuario -aquí actor- ha adecuado su comportamiento a dicha normativa, resultando indiscutible su derecho a someter la controversia a la decisión del poder judicial mediante el presente proceso. No puede escapar a este análisis una breve referencia a las consideraciones efectuadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la ya célebre causa "Angel Estrada y Cía. S.A." (sent. 5-IV-2005) referida a los alcances y límites de las potestades jurisdiccionales de los entes reguladores. En el esquema que este fallo propone, el máximo tribunal nacional consideró que no cualquier controversia puede ser sometida al conocimiento de órganos administrativos, con la mera condición de un posterior control judicial suficiente, ya que la sustracción de la materia a los jueces ordinarios requiere que los motivos del legislador estén razonablemente justificados, pues de lo contrario, se vulneraría la competencia propia y exclusiva del Poder Judicial. La expresión "toda controversia" no incluye la posibilidad de dirimir el reclamo por daños y perjuicios, porque esta atribución no guarda relación con los motivos tenidos en mira por legislador al crear el ente en cuestión. Por otra parte una eventual decisión condenatoria del ente regulador carecería de la autoridad de la cosa juzgada y no sería susceptible de ejecución conforme a las reglas de cumplimiento de las sentencias judiciales. La Corte Suprema ha admitido desde antiguo la atribución de competencia jurisdiccional en órganos administrativos, en la medida en que se asegure un control judicial suficiente, expresión que significa: a) reconocimiento a los litigantes del derecho a interponer recursos ante los jueces ordinarios y b) la negación a los tribunales administrativos de la potestad de dictar resoluciones finales en cuanto a los hechos y el derecho controvertidos con excepción de los supuestos que existiendo opción legal, los interesados hubieran elegido la vía administrativa, privándose voluntariamente de la judicial (conf. Comadira Julio "Reflexiones sobre la regulación de los servicios públicos privatizados y los entes reguladores con particular referencia al ENARGAS; ENRE; CNT ETOSS- ED Año XXXIII, 12/5/1995, Nº 8748). En el presente caso el régimen aplicable no prevé que la utilización de la opción por parte del interesado lo prive voluntariamente de la vía judicial. Más aún, el recurso planteado por la aquí demandada contra el acto del ente regulador carece de efectos suspensivos, razón por la cual puede concluirse que en virtud de la naturaleza de la pretensión del actor y la innecesariedad del agotamiento de la vía administrativa, y más allá de los términos de la excepción de litispendencia, no existe óbice para la promoción de la presente acción en los términos que la misma fuera planteada. Sin perjuicio de lo hasta aquí reseñado, resulta obvio que el procedimiento administrativo al que se refiere el accionado, no es un proceso judicial tal cual se exige para la procedencia de la excepción bajo examen. En este mismo sentido se ha dicho que "Las gestiones previas intentadas ante la autoridad administrativa, son trámites que no causan instancia ni comprometen jurisdicción; que no importan juicio ni la pérdida del derecho de ocurrir a la autoridad competente, y que no pueden fundar, en consecuencia, la litispendencia deducida en un caso. Es que no puede haber cuestión de litispendencia entre un pleito judicial y actuaciones administrativas, puesto que la referida excepción exige la coexistencia de dos pleitos judiciales" (Cam. Civ. y Com. San Isidro, sala II, causa 94764, RSI 1073/03, res. del 11-11-2003, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Serri, Marcelo Gustavo y/o s/ Apremio"). En consecuencia, tampoco corresponde que se haga lugar a la excepción de litispendencia opuesta. Por lo hasta aquí expuesto RESUELVO: 1) Desestimar las excepciones planteadas por la demandada, con costas en el orden causado (arts. 14, 15, 35 ap.1º incisos "c" e "i", 51 inc. 1º del CPCA). 2) Ordenar la reanudación del plazo para contestar la demanda, lo que deberá hacerse dentro del plazo de treinta (30) días de notificada la presente (art. 36 inc. 1º del CPCA). 3) REGISTRESE. NOTIFIQUESE. SIMON FRANCISCO ISACCH Juez en lo Contencioso Administrativo Registrada bajo el Nº 240 de Sentencias Interlocutorias.