ANIMALES MARINOS VENENOSOS Especies, ubicación, manifestaciones en caso de contacto, picadura o mordedura, tratamiento y prevención Josep Mª Gili, Dacha Atienza, Verónica Fuentes Instituto de Ciencias del Mar, CSIC, Barcelona Santiago Nogué Xarau Servicio de Urgencias, Hospital Clínic, Barcelona ÍNDICE Capítulo 1. Introducción................................................................. 5 Capítulo 2. Anémonas e Hidrozoos................................................... 9 Capítulo 4. Medusas de Mares Tropicales......................................... 17 Capítulo 5. Corales de Mares Tropicales.......................................... 21 Capítulo 6. Coral de Fuego............................................................ 27 Capítulo 7. Moluscos gasterópodos................................................. 33 Capítulo 8. Moluscos cefalópodos................................................... 35 Capítulo 9. Erizos del Mar Mediterráneo.......................................... 37 Capítulo 10. Erizos de Mares Tropicales.......................................... 39 Capítulo 11. Ciguatera................................................................. 43 Capítulo 12. Estrellas de Mar......................................................... 47 Capítulo 13. Serpientes de Mar...................................................... 49 Capítulo 14. Pez Araña................................................................. 51 Capítulo 15. Pez Escórpora............................................................ 55 Capítulo 16. Pez Raya.................................................................. 59 Capítulo 17. Pez Torpedo.............................................................. 61 Capítulo 18. Otros Peces Tropicales................................................ 63 Capítulo 19. Otros Peces............................................................... 67 Capítulo 20. Prevención................................................................ 71 3 ANIMALES VENENOSOS MARINOS Capítulo 3. Medusas del Mediterráneo y del Atlántico........................ 13 INTRODUCCIÓN 5 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 1 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 1.- INTRODUCCION La presencia de substancias, tóxicas tanto en el reino animal como en el vegetal, es un fenómeno muy habitual. Las especies se protegen de sus depredadores mediante diferentes mecanismos, uno de los cuales es sintetizar substancias químicas que les hagan casi inmunes frente a muchos depredadores. En algunos casos, estas substancias les sirven para paralizar o anestesiar a sus presas, un fenómeno común en organismos que carecen de otros mecanismos de carácter morfológico como las garras, púas o tentáculos. En el medio marino hay tres tipos de estrategias en las que intervienen las substancias tóxicas. Por un lado la que utilizan las especies que sintetizan substancias en sus tejidos y que son como repelentes para las especies que las muerden o las intentan comer; en este grupo se sitúan muchas algas y organismos sésiles como esponjas o ascidias. Otra opción es la combinación de estructuras defensivas como las púas, tentáculos, caparazones calcáreos o quitinosos, con la presencia de substancias tóxicas; en muchos de estos casos, las estructuras morfológicas actúan como de aviso a sus potenciales depredadores. En este grupo podemos situar a los erizos, peces piedra o escorpión y a los moluscos con colores muy vivos. La última opción la integrarían los organismos con substancias tóxicas que además de tener un carácter defensivo les sirven también para atacar a sus presas; en este grupo estarían los cnidarios como las medusas o los sifonóforos, las serpientes o algunos moluscos. (Tabla 1). 6 Tabla 1: Diferentes especies de animales marinos con capacidad venenosa por contacto, picadura o mordedura, clasificados en función de su principal habitat y grado de toxicidad. Cnidarios Anémonas x xx x x x xx x x x xx xx x x xx xxx x x xx xxx x Sionóforos (carabela portuguesa) xx xx xx xxx xxx x xx xx xx xx xx xx Hidrozoos Medusas Cubomedusas Corales Corales de fuego Gasterópodos x x xx xx xx Pulpos x x x x xx xx x xx xx xx xx xx xx xx xx x xx xx x x x x x x x x x Peces escorpión xx xx xx xx xx x x x xx xx xx xx xxx xx x x x xx xx xx xx xxx xx x x x xx Reptiles Serpientes xx xxx xxx Peces y algas Ciguatera xx xxx xxx Moluscos Equinodermos Erizos Estrellas de mar Peces Peces araña Escórporas Rayas Peces piedra Peces torpedo Morenas Congrios Pintarrojas Grados de toxicidad y peligrosidad: X (moderado), XX (alto), XXX (muy elevado) En general, la actitud del hombre frente a los organismos marinos es la de un depredador más y por tanto recibe la misma respuesta tóxica que otras especies, pero a diferencia de otros depredadores marinos, el hombre también interactua con muchas especies al tocarlos o pisarlos de forma accidental. Es en estas situaciones en las que se deben plantear medidas de prevención que pueden ser tanto generales como específicas para cada grupo de organismos. 7 ANIMALES VENENOSOS MARINOS Mediterráneo Atlántico Caribe Índico Pacífico ANÉMONAS E HYDROZOOS 9 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 2 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 2.1.- Generalidades Las anémonas y las actinias son animales marinos de aspecto característico, dotadas de unos tentáculos prensores parcialmente retráctiles y con cnidocistos, que son las mismas células que tienen las medusas y que les sirven tanto para la defensa como para la captura de presas, además de ser capaces de inocular un líquido tóxico urticariforme. Miden de 10 a 20 cm. y su aspecto floral y ligero las hace de apariencia inofensiva (Figuras 2A, 2B y 2C). Suelen estar adheridos a las rocas y los accidentes se producen al contactar con ellos durante un baño de mar, nadando muy cerca de las rocas. Además de estos organismos, hay otros cnidarios, los hidrozoos, que también se encuentran adheridos a las rocas, que tienen el aspecto de pequeñas plumas y que causan el mismo tipo de efectos urticantes que las medusas. Figura 2A. Anémona Las especies más comunes son la anémona común (Anemonia sulcata) y la actinia (Actinia cari). Entre los hidrozoos hay una gran variedad de especies, pero las que causan más casos de picaduras son del grupo de los plumuláridos. 2.2.- Manifestaciones clínicas Las lesiones que se presentan al entrar en contacto con estos cnidarios suelen ser menos importantes que las de las medusas. Se caracterizan por una sensación dolorosa y quemante, con eritema, prurito y reacción urticariforme. Excepcionalmente, puede estar presente una sintomatología sistémica con náuseas, vómitos y postración. Excepcionalmente se han descrito casos mortales por una hepatitis fulminante. Figura 2B. Anémona tropical 10 La zona puede lavarse suavemente con agua de mar, evitando el agua dulce que podría provocar la descarga de los nematocistos como en el caso de las medusas. El mismo tratamiento de frío propuesto para las medusas se puede aplicar también a las picaduras de estas especies. Prevenir el riesgo de sobreinfección cutánea. Sintomáticamente pueden utilizarse antihistamínicos y analgésicos. Figura 2C. Actinia equina 11 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 2.3.- Tratamiento Al igual que ocurre tras el contacto con medusas, múltiples opciones han sido propuestas para aliviar los síntomas, y algunas de ellas son contradictorias. Así, se ha recomendado empapar la zona afectada con vinagre, alcohol o amoníaco diluído con el objeto de inactivar los nematocistos y, a continuación, desenganchar los tentáculos o filamentos mediante un raspado cuidadoso con el borde de una tarjeta de crédito o similar o, preferentemente con unas pinzas. MEDUSAS DEL ATLÁNTICO Y DEL MEDITERRÁNEO 13 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 3 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 3.1.- Generalidades Las medusas son organismos marinos que viven en aguas abiertas y cada vez más frecuentemente en las costas tanto mediterráneas como atlánticas. En determinados periodos del año, especialmente en primavera y verano, las medusas son arrastradas hacia las costas. Hay algunas especies en aguas dulces. En las costas españolas se pueden encontrar cinco especies de medusa y una de sifonóforo, la Physalia physalis (Fig 3A), un organismo perteneciente al grupo de los cnidarios al igual que las medusas. Las cinco medusas más comunes son Pelagia noctiluca (Fig 3B), Chrysaora hysoscella (Fig 3C), Rhizostoma pulmo (Fig 3D), Carybdea marsupiales y Cotylorhiza tuberculata (Fig 3E). Esta última especie, conocida comúnmente como huevo frito, apenas causa problemas de picaduras. Figura 3A. Physalia physalis Una de las principales características de las medusas es que poseen unas células urticantes de 2 a 50µm de diámetro, conocidas con el nombre de cnidocistos o nematocistos, y que alcanzan su máxima concentración en los tentáculos donde pueden llegar a 105-106 células/cm2. Se disparan por simple contacto o por cambios de presión o temperatura (la temperatura corporal normal de los humanos es suficiente). Figura 3B. Pelagia noctiluca 14 3.2.- Manifestaciones clínicas El contacto con los tentáculos de las medusas causa lesiones tanto a nivel cutáneo como sistémico. Las reacciones locales pueden ser lineales, multilineales o serpiginosas, con erupciones cutáneas persistentes durante días, semanas o meses, en forma de eritema, edema, petequias, reacciones urticariformes (incluso urticaria papular), vesículas y purito local con dolor intenso. La primera sensación en el momento de la picada es muy similar al dolor causado por la quemadura de un cigarrillo. En una segunda fase, las erupciones pueden ser recurrentes durante semanas o incluso meses, y causar una sintomatología sistémica con calambres, náuseas o vómitos. La evolución normal y espontánea es hacia la remisión en pocos días de las lesiones cutáneas, aunque en algunas personas el dolor persiste durante semanas. Figura 3C. Chrysaora hysoscella Las primeras reacciones al veneno son más tóxicas que alérgicas, ya que el dolor ocurre inmediatamente después de la incidencia. Cuanto más rápido pasa el veneno al torrente sanguíneo, más rápida es la aparición de los síntomas sistémicos, pero este es un hecho muy poco frecuente con las medusas de nuestro medio. Las reacciones tardías son de tipo inmunológico. También se conocen algunos casos de reacciones anafilácticas que pueden ser graves. La respuesta anafiláctica puede ser más intensa cuanto más próxima haya sido la primera picada (en el mismo verano), pero puede generarse también dentro del mismo año. En la especie conocida como Carabela portuguesa, las lesiones cutáneas pueden evolucionar hacia formaciones queloides. 15 ANIMALES VENENOSOS MARINOS Los accidentes se producen con mayor frecuencia al contactar accidentalmente con ellas durante un baño de mar, a pesar de que el contacto se suele producir con medusas ya muertas o con restos de ellas. Después de un temporal, pueden quedar varadas sobre la playa y producir sintomatología al ser pisadas o tocadas con las manos o pies. ANIMALES VENENOSOS MARINOS 3.3- Tratamiento Una vez se ha producido la picadura, las medidas a tomar son más o menos por este orden: ● Salir del agua y procurar apartar de la piel los restos visibles de tentáculos, a ser posible con guantes o pinzas. ● No rascar ni frotar la zona en la que se nota el resquemor o el dolor intenso. ● No lavarse con agua dulce, ya que el cambio osmótico hace que se disparen más cnidocistos. En cambio se aconseja lavar con agua salada del mar. ● No secarse la piel con toallas ni utilizar la arena. ● Aplicar una disolución de ácido acético (vinagre comercial) para evitar que se disparen los cnidocistos que aún no lo hayan hecho y reducir así la virulencia de la picadura. El vinagre está especialmente indicado para Physalia physalis y Carybdea marsupialis. ● Aplicar lo antes posible compresas frías durante 5 a 15 minutos, pero evitando el contacto directo de la piel con el agua. Se pueden preparar estas compresas metiéndolas en una bolsa de plástico llena de hielo, pero no aplicar nunca la pieza de hielo directamente sobre la piel, ya que haría el mismo efecto que el agua dulce. El frío favorece la desnaturalización de la toxina y evita que pase al torrente sanguíneo. ● Por la misma razón, no aplicar nunca compresas calientes ni nada que aumente la temperatura local, ya que el calor favorece la absorción sistémica del veneno. Con las medidas comentadas y aplicadas con prontitud, mas o menos antes de una hora después de la incidencia, se pueden solucionar más del 90% de casos a nivel de playa. Si las molestias continúan y especialmente si se acompañan de temblores, náuseas, mareos o dolor intenso, proseguir con antihistamínicos por vía oral y cuando los síntomas vayan acompañados de erupciones cutáneas persistenFigura 3D. Rhizostoma pulmo tes, pueden aplicarse una crema tópica de corticoides. Si lo que se aprecia es una urticaria papular, son aconsejable los corticosteroides por vía oral o parenteral. De todas maneras, es más adecuado 16 empezar con antihistamínicos y antiinflamatorios no esteroideos por ser mas benévolos y no causan tantos efectos secundarios. 3.4.- Prevención Las medusas son fáciles de detectar en la superficie del mar cuando están cerca de la costa. Si se avistan en las playas o en las costas rocosas, es recomendable no bañarse incluso si no las vemos cerca, ya que los tentáculos rotos que apenas se pueden ver a simple vista, conservan su potencial de picadura. Todo tipo de barrera natural que contribuya a evitar el contacto de la piel con la medusa será la mejor medidas de prevención. Así, las cremas solares, la vellosidad y la superficie cubierta por el bañador son medidas preventivas excelentes. Figura 3E. Cotylorhiza tuberculata 17 ANIMALES VENENOSOS MARINOS Se pueden administrar algunos relajantes musculares o calmantes en el caso que el dolor persista, siendo aconsejable la visita médica. Revisar el estado de vacunación antitetánica y actuar en consecuencia. Los antibióticos se utilizan sólo en caso de infección secundaria. El reposo ayuda a desacelerar la absorción del veneno hacia el sistema sanguíneo. MEDUSAS DE MARES TROPICALES 19 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 4 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 4.1.- Generalidades Las medusas son organismos marinos que cada vez son más frecuentemente en las costas alrededor del mundo. En las aguas tropicales son muchos los grupos de medusas y otros cnidarios que se pueden encontrar. Todos ellos se caracterizan por tener unas células urticantes de 2 a 50 µm de diámetro que se conocen con el nombre de cnidocistos o nematocistos. Alcanzan su máxima concentración en los tentáculos, donde pueden llegar a concentraciones de 105-106 células/cm2. Se disparan por simple contacto o por cambios de presión o temperatura. Los accidentes se producen con mayor frecuencia al contactar accidentalmente con ellas durante un baño de mar, a pesar de que el contacto se suele producir con medusas ya muertas o con restos de ellas. Después de un temporal, pueden quedar varadas sobre la playa y producir sintomatología al ser pisadas o tocadas con las manos o pies. Son muchas las especies de escifomedusas tropicales dentro de las cuales pueden mencionarse los géneros Cyanea spp., Castostylus spp., Pelagia spp., Cassiopea spp., Stomolophus spp., Phyllorhiza spp., Linuche spp., Olindias sp., Aurelia spp., Rhopilema spp. y Chrysaora spp., entre otras. En este grupo predomina la forma de medusa y su tamaño puede variar entre unos pocos milímetros y hasta 2 metros, con unos tentáculos de gran longitud. Muchas de las especies tienen colores llamativos y su distribución y movimiento está determinado por las corrientes y las mareas. Los sifonóforos más comunes que pueden encontrarse en las aguas tropicales son especies del género Physalia. Existen dos especies conocidas, Physalia utriculus predominante en el Pacífico y Physalia physalis especie común en el Atlántico. Las cubomedusas pueden encontrarse en la mayor parte de los mares tropicales y son muy venenosas. Pueden dividirse en dos grupos, las chirodropidas y las carybdeas. Dentro del primer grupo se encuentran la avispa de mar (Chironex fleckeri) o las especies del género Chiropsalmus. Son especies que suelen vivir en áreas de manglares, donde se reproducen y alimentan en el verano y suelen tener forma medusoide. Entre las carybdeas se encuentran todas aquellas que causan el síndrome Irukandji (por ejemplo la Carukia barnesi). 4.2.- Manifestaciones clínicas 4.2.1.- ESCIFOMEDUSAS El contacto con especies del género Rhizostoma produce urticaria local, estornudos e irritación ocular. Además se produce dolor moderado con sensación de ardor. Las picadas del género Cassiopea suelen producir dolor con la formación de vesícu20 las en la zona de contacto. Estos síntomas pueden estar acompañados de vómitos y dolor en las extremidades. Puede producirse una urticaria generalizada y eczema facial después de una hora de la picada, lo que sugiere una reacción alérgica al veneno. Las picadas del género Stomolophus producen múltiples y lineales lesiones cutáneas. El dolor es inmediato con sensación de ardor, eritrema y urticaria a los 2 o 4 minutos. Se desarrollan pápulas rojas con petequias y esquimosis. Algunos pacientes pueden tener dolor muscular severo acompañado de fiebre, náuseas, vómitos, sudación, ansiedad y dificultad respiratoria. Los síntomas de las picadas del género Linuche son producidas por las plánulas (larvas) y son conocidos como la “erupción de los bañístas”. Entre 4 y 24 horas después de la exposición se experimenta una sensación de picor que puede estar acompañada de urticaria. Las lesiones puede durar de 7 a 10 días. Otras complicaciones son la tos, disnea, dolor abdominal, fiebre, vómitos y diarrea. El contacto con los tentáculos de medusas del género Chysaora suelen provocar lesiones eritrematosas lineares. El dolor suele ser máximo a los pocos minutos de la picada y suele desaparecer espontáneamente dos horas después. Sólo se han reportado síntomas severos en algunos casos: broncorrea, tos, rinitis, lagrimeo, dolor torácico, calambres, debilidad y pérdida de conciencia. Las picadas con ejemplares del género Pelagia suelen producir dolor de inmediato con urticaria y edema. Las lesiones se acompañan de ardor, vesículas, pápulas y formación de costras. A posteriori puede aparecer prurito. Las lesiones pueden dejar secuelas en forma de hiper o hipopigmentación, cicatrices y queloides. Las picadas del género Cyanea inducen la formación de vesículas blanquecinas dispuestas en zig-zag, que rápidamente se tornan rojizas. Existe un dolor inicial moderado con picor, ardor y mialgias. Los efectos generales suelen ser menos frecuentes, pero incluyen sopor y náuseas. En el caso del género Olindias se produce un dolor instantáneo e intenso, seguido de la aparición de una líneas rojizas dispuestas en zig-zag muy características. El dolor puede persistir durante algunas horas. En casos graves, se puede observar fiebre y dificultad para respirar. Las señales cutáneas pueden ser evidente durante algunas semanas. 21 ANIMALES VENENOSOS MARINOS Las picadas del género Catostylus provocan un dolor punzante creciente y una posible reacción cutánea suave con vesículas agrupadas y de color rojizo. Por último, las especies del género Aurelia spp. aunque consideradas generalmente como inocuas, han producido en algunos casos dolor inmediato, piloerección y urticaria. También pueden desarrollarse vesículas, hiperpigmentación, costras, dolor moderado y adenopatías. ANIMALES VENENOSOS MARINOS 4.2.2.- CUBOMEDUSAS El veneno de las cubomedusas es neurotóxico, cardiotóxico y dermatonecrótico. En general las picadas producen un dolor intenso, acompañado de ardor que puede persistir entre 10 minutos y 8 horas. Aparecen vesículas rojizas dispuestas en líneas paralelas. Pueden aparecer otros síntomas como escalofríos, vómitos y dolor abdominal. El contacto con los tentáculos de las chirodropidas (Chironex fleckeri y Chiropsalmus spp.) causa lesiones tanto a nivel cutáneo como sistémico. El dolor es instantáneo e intenso. Debido a las toxicidad del veneno, algunas víctimas pueden presentar una parada cardiorespiratoria a los pocos minutos de la picada. Las picadas de las carybdeas dejan pápulas de color rojo intenso. Inicialmente, el contacto no provoca mucho dolor, pero a los 5-45 minutos (30 min. en promedio) la persona comienza a padecer los síntomas del llamado síndrome Irukandji: fuerte dolor en la parte baja de la espalda, calambres musculares, vómitos, agitación y ansiedad. En algunas casos raros, la víctima puede sufrir un edema pulmonar, hipertensión o fallo cardíaco, lo cual puede provocar la muerte. 4.2.3.- SIFONÓFOROS Las picadas de Physalia producen una línea de pápulas ovaladas blancas en el centro y con el margen rojizo, con dolor muy intenso. El dolor generalmente se concentra en los ganglios linfáticos que drenan las extremidades y están acompañados de edema y urticaria. Los efectos generales son más raros y cuando se presentan incluyen temblores, diarreas y vómitos, hipotensión arterial, paresia de los músculos respiratorios y convulsiones. En algunos casos, algunas víctimas pueden sufrir algunos síntomas leves del síndrome Irukandji. 4.3.- Tratamiento Una vez se ha producido la picadura, las medidas a tomar en cualquiera de los casos son parecidas y encaminadas a evitar el disparo de las células que aún quedan sobre la piel y evitar su dispersión por el torrente sanguíneo. Salir del agua y procurar apartar de la piel los restos de tentáculos si son visibles, a ser posible con guantes o pinzas. No rascarse ni frotar sobre la zona en la que se nota el resquemor o el dolor intenso. No lavarse con agua dulce, ya que el cambio osmótico hace que se disparen más cnidocistos, pero sí con agua salada. No secarse la piel con toallas ni utilizar la arena. Aplicar una disolución de ácido acético 22 Como tratamiento alternativo, para especies del género Chrysaora se puede aplicar una solución al 50% de bicarbonato sódico para inhibir la descarga de las células urticantes que han quedado en la piel. En el caso de especies del género Cyanea, nunca debe usarse ácido acético debido a que este elemento puede activar la descarga de las células urticantes, potenciando por tanto la picada. En este caso se recomienda el uso exclusivo del frío. Para las picadas de la avispa de mar (Chironex fleckeri) existe un antídoto que conviene administrarse lo más pronto posible. No existe antídoto para ninguna otra de las otras especies de cubomedusas. Con las medidas comentadas y aplicadas con prontitud (antes de una hora después de la incidencia), se pueden solucionar más de un 90% de casos a nivel de playa. Si las molestias continúan y si generan temblores, náuseas, mareos o dolor intenso, proseguir con antihistamínicos sistémicos. Si lo que se aprecia es urticaria papular, aplicar corticosteroides sistémicos. De todas maneras, es más adecuado empezar con antihistamínicos y antiinflamatorios no esteroideos por causar menos efectos secundarios. Se pueden administrar algunos relajantes musculares o calmantes en caso de que el dolor persista y visitar un centro hospitalario. Evaluar la inmunidad antitetánica y el riesgo de sobreinfección respiratoria. La inmovilización ayuda a desacelerar la absorción del veneno hacia el sistema sanguíneo. 4.4.- Prevención Si se avistan medusas en las playas o en las costas rocosas, o hay aviso de su presencia por parte de los socorristas, es recomendable no bañarse incluso aunque no se las vea de cerca, ya que los tentáculos rotos que apenas se pueden ver a simple vista, conservan su potencial de picadura. Todo tipo de barrera natural que contribuya a evitar el contacto de la piel con la medusa será una de las mejores medidas de prevención. Así, las cremas solares, la vellosidad y la superficie cubierta por el bañador son medidas preventivas excelentes. 23 ANIMALES VENENOSOS MARINOS (vinagre) para evitar que se disparen los cnidocistos que aún no lo hayan hecho y reducir así la virulencia de la picadura. Aplicar lo antes posible compresas frías durante 5 a 15 minutos. Se pueden preparar estas compresas con una bolsa de plástico llena de hielo. No aplicar la pieza de hielo directamente sobre la piel, ya que haría el mismo efecto que el agua dulce. El shock de frío favorece la desnaturalización de la toxina y evita que pase al torrente sanguíneo. Por la misma razón, no aplicar nunca compresas calientes, ya que el calor favorece la absorción sistémica del veneno. CORALES TROPICALES 25 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 5 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 5.1.- Generalidades Los corales pertenecen al grupo de los cnidarios y contienen en sus tejidos células urticantes denominados cnidocistos. Se conocen unas 4.000 especies de corales, que tienen una amplia variedad de formas y colores. Todos poseen un esqueleto duro formado por carbonato cálcico. Viven en aguas tropicales y subtropicales y cerca de la superficie donde forman arrecifes hasta incluso unos 1.000 metros de profundidad (Fig 5A). Los esqueletos de los corales, por su dureza y por la forma de los pólipos, son como aristas cortantes. El contacto con las colonias de coral se produce de diferentes maneras: nadando en superficie, durante el buceo en las zonas no cubiertas con el traje de neopreno, caminando por los arrecifes o manipulando colonias de coral. El aparente carácter inofensivo de los Figura 5A. Coral corales hace que no se valore adecuadamente el riesgo de las heridas producidas por su contacto. 5.2.- Manifestaciones clínicas El contacto con las colonias de coral produce heridas como cortes o raspaduras con sangrado e introducción subcutánea de pequeños granos del esqueleto del coral con tejido del mismo. Muchas veces, con un simple contacto ya es suficiente para producir una herida. El dolor es intenso, parecido a una quemadura y la herida tarda en cicatrizar. Se produce inflamación a nivel local lo que incrementa el dolor; también reacciones alérgicas al veneno de los cnidocistos, hinchazón e infecciones cutáneas. La curación de estas heridas es muy lenta si la actuación inmediata no es la adecuada. 5.3.- Tratamiento La primera actuación ha de ser limpiar precoz y escrupulosamente la herida con agua de mar. Eliminar de inmediato todos los trozos de coral que hay en la piel, que serán como granos de arena, también con agua de mar. A partir de ahí, el proceso 26 Si no ha habido herida abierta pero sí picadura de los corales, se produce un enrojecimiento de la piel que deriva en hinchazón y ampollas con sensación de quemadura y prurito. En algunos casos el dolor reduce la movilidad de las extremidades y genera calambres. Si la zona afectada es grande en comparación la superficie del cuerpo, hay que acudir a un médico para que decida si se deba aplicar anestesia local o regional. Tras cualquier picadura se recomienda reposo y evitar tomar el sol. 27 ANIMALES VENENOSOS MARINOS a seguir es parecido al de las medusas, con una aplicación inicial de vinagre para eliminar las células que no se han disparado y aplicación de frío (hielo en una bolsa de plástico). Utilizar un antiséptico sobre la zona afectada para evitar infecciones y después una pomada con corticoides. Cubrir la zona afectada con una venda que quede firme pero no muy apretada. Revisar y corregir, si procede, la inmunidad antitetánica. CORAL DE FUEGO 29 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 6 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 6.1.- Generalidades El coral de fuego en un animal celentéreo que pertenece al orden de las Milleporas. El tejido de este coral está repleto de unas pequeñas estructuras denominadas nematocistos, que al contactar con la superficie cutánea se disparan, penetrando superficialmente en la piel y liberando las toxinas. Entre las diferentes Milleporas destacan la M. alciornis, que se encuentra en el mar Rojo y en las aguas tropicales del Pacífico, la M. tenera y la platyphylla que se encuentran en Tailandia y en el Nordeste de Australia y la M. dichotoma que se detecta en el Mar Rojo, en el Golfo de Aden y en aguas tropicales del IndoPacífico (Fig 6A). Los millepóridos son hidrocorales pertenecientes a la clase de los Hidrozoos. Forman colonias calcáreas sobre todo en aguas tropicales. Se encuentran a muy poca profundidad, generalmente en el límite de la barrera coralina costera y a veces emergen durante la marea baja. Son resistentes al oleaje, pero si se rompen se regeneran rápidamente. Al estar muy cerca de la superficie y cerca de la playa, su hábitat coincide con las zonas más visitadas tanto por los bañistas como por las embarcaciones que llevan a los turisFigura 6A. Coral de fuego tas para que éstos puedan observar la fauna marina. La agradable temperatura del agua y el hecho de ser aguas someras hace que raramente se tomen medidas de precaución y un simple rasguño sobre la superficie de los corales ya causa una picadura importante. 6.2.- Manifestaciones clínicas El contacto con los millepóridos produce una sensación inmediata de dolor, quemazón y erupción cutánea urticariforme con intenso prurito. Posteriormente, aparece eritema y edema en la zona de contacto. Unas seis horas más tarde pueden formarse ampollas que se resuelven en forma de p ápulas y placas violáceas en formas de estrías. Posteriormente pueden aparecer lesiones de tipo liquenoide. Hay que recordar también que al raspar los corales con la piel, pueden quedar incorporados debajo de la epidermis pequeños trozos del carbonato cálcico que 30 6.3.- Tratamiento Como en la mayoría de los cnidarios, el tratamiento inmediato debe contemplar la no aplicación de agua dulce ni refregar la zona afectada con tejidos o toallas. Es aconsejable aplicar una solución de ácido acético al 5% (vinagre), evitando los alcoholes (incluidas colonias). También se puede aplicar una dilución de amoníaco (<10%) o de bicarbonato sódico. En zonas tropicales la leche de algunas frutas, como la papaya, se aplican eficazmente como calmantes cutáneos. A los pacientes sintomáticos se les pueden aplicar corticoides por vía tópica y antihistamínicos por vía oral, pero las lesiones pueden persistir durante varios meses dependiendo de la extensión (número de nematocistos descargados) y de la sensibilidad del afectado. La recuperación completa es la norma habitual, pero durante varios meses pueden persistir máculas hiperpigmentadas de tipo residual. Excepcionalmente, las lesiones se pueden infectar y, en casos extremos, podrían ocasionar necrosis de la zona afectada. Los antecedentes de alergia a otros invertebrados marinos como los mariscos, pueden acentuar los síntomas causados por las picaduras del coral de fuego. 6.4.- Prevención Desde el punto de vista profiláctico, la primera precaución que hay que tomar es evitar el baño en aguas someras en las que los corales de todo tipo se aproximan mucho a la superficie. 31 ANIMALES VENENOSOS MARINOS conforma el esqueleto del coral, y asociados a los mismos pueden quedar restos de tejidos vivos que contienen nematocistos que pueden descargar su veneno inflamatorio en ese mismo momento, o bien horas o días más tarde. MOLUSCOS GASTEROPODOS TROPICALES (CARACOLES DE MAR) 33 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 7 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 7.1.- Generalidades Los gasterópodos son el grupo de moluscos más diverso, ya que lo integran más de 35.000 espécies. Sus conchas, de bonitos dibujos y colores, son muy apreciadas por los coleccionistas (Fig 7A). Son frecuentes en costas rocosas y arrecifes de coral. Tienen en la boca unos dientes finos con los que inyectan un veneno muy peligroso. Estas conchas no deben manipularse con las manos desnudas ni ponérselas en los bolsillos, ya que los dientes pueden perforar la ropa. Ante la duda de si una especie es venenosa o no, abstenerse de recogerla o manipularla en el mar. Hay que asegurarse antes de que el individuo esté muerto o de que no hay caracol en su interior. La especie más peligrosa es Conus geographus, pero todas las especies de la famila Conidae tienen veneno. Hay que incluir en este grupo también algunas especies de la familia Terebridae aunque su veneno es menos peligroso para los humanos. 7.2.- Manifestaciones clínicas La inyección de veneno se produce al manipular la concha del animal. En la parte apical de la abertura de la concha surge rápidamente la probóscide en cuyo extremo se encuentran los pequeños dientes con las glándulas que contienen el veneno. Inicialmente puede no sentirse el dolor o ser éste muy ligero, pero progresivamente se aprecia un relajamiento o cansancio y que puede concluir en una alteración de la respiración. La acción tóxica es de tipo neuromuscular pero no afecta directamente al corazón. 7.3.- Tratamiento La primera actuación debe ser aplicar un vendaje compresivo sobre la herida en la extremidad afectada e inmovilizarla con tablillas o más vendajes. Observar cuidadosamente el ritmo respiratorio del paciente y estar preparado para una posible necesidad de reanimación cardiopulmonar básica. No se dispone de ningún antídoto específico. La herida puede infectarse secundariamente. Fig 7A. Conus tropical 34 MOLUSCOS CEFALÓPODOS TROPICALES (PULPOS) 35 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 8 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 8.1.- Generalidades Aunque en todos los océanos las picaduras de los pulpos son habituales al manipularlos, la peligrosidad por inyección de veneno se produce sólo en algunas especies tropicales, especialmente las del género Hapalochlaena. Se trata de pulpos de pequeño tamaño (unos 20 cm), de colores vistosos con manchas redondeadas y fosforescentes. Son comunes en zonas del Indo-Pacífico, en aguas someras y asociadas a zonas rocosas cerca de playas de arena. 8.2.- Manifestaciones clínicas La inyección de veneno se produce mediante una mordedura que ocurre al manipular los ejemplares, tanto en el mar como mientras siguen vivos en tierra o en las embarcaciones. La toxicidad y el peligro dependen de la dosis de veneno. Muchas mordeduras producen tan sólo pequeñas heridas, pero una dosis alta de veneno puede ser muy peligrosa. El veneno se almacena en unas glándulas salivares conectadas a la boca y al pico. La mordedura causa un dolor puntual muy intenso y un hematoma en la piel. El veneno podría llegar a causar una parálisis respiratoria. 8.3.- Tratamiento Al igual que en otros moluscos, la primera actuación debe ser aplicar un vendaje compresivo sobre la herida en la extremidad afectada e inmovilizarla con tablillas o más vendajes. Observar cuidadosamente el ritmo respiratorio del paciente y estar preparado para una resucitación cardiopulomar básica. No se dispone de antídoto específico. La herida puede infectarse secundariamente. Fig 8A. Pulpo 36 ERIZOS DE MAR DEL MAR MEDITERRANEO Y DEL ATLANTICO 37 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 9 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 9.1.- Generalidades Los erizos de mar pertenecen al filum de los equinodermos, al que pertenecen también las estrellas de mar. Son de forma esférica y de unos 5-20 cm de diámetro. Tienen casi toda su superficie cubierta por púas, a excepción de la basal lo que les permite adherirse a las rocas. Provocan accidentes al pisarlos paseando por playas rocosas, o al cogerlos con las manos. En los erizos hay que distinguir dos formaciones superficiales: las espinas, que son los elementos más característicos, y los pedicilios o los pies ambulacrales que son unos pequeñas glándulas fijados al caparazón, entre las espinas, y que pueden tener una sustancia venenosa. En el Mediterráneo y en mares templados se conocen más de 20 especies diferentes de erizos, pero tan Fig 9A. Arbacia lixula sólo tres son frecuentes en nuestras costas: el erizo negro (Arbacia lixula, Fig 9A), el erizo marrón o rojizo (Paracentrotus lividus) y el erizo violeta (Sphaerechinus granularis). 9.2.- Manifestaciones clínicas Las heridas punzantes producidas por los erizos son muy dolorosas, con la particularidad de que las puas o espinas suelen romperse y quedar fragmentadas en el interior del tejido cutáneo, donde se comportarán como un cuerpo extraño, pudiendo dar lugar a la formación de granulomas, quistes y abscesos. Sin embargo, se considera que poseen escasa toxicidad. 9.3.- Tratamiento En caso de herida, las espinas deben ser retiradas, pero ello es muy difícil por su fragilidad, habiéndose propuesto para tal fin el uso tópico de esencia de trementina con una pequeña cantidad de lanolina. La extracción debe hacerse con una aguja o alfiler y sobre todo con la piel mojada con agua salada, nunca agua dulce. Para facilitar la extracción de las púas y la disolución de las mismas, habría que empapar la herida con compresas de vinagre. Evaluar la necesidad de una profilaxis antitetánica. La cura tópica puede hacerse con crema con corticoides. El dolor se combate con analgésicos. 38 ERIZOS DE MARES TROPICALES 39 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 10 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 10.1.- Generalidades Los erizos de mar se encuentran en todos los océanos, especialmente en las costas rocosas. Las especies más peligrosas por su toxicidad se concentran en las costas de mares cálidos o tropicales. Pertenecen al filum de los equinodermos, al igual que las estrellas de mar. Son de forma esférica y de unos 5-20 cm de diámetro. Tienen casi toda su superficie cubierta por púas a excepción de la basal por la que se adhieren a las rocas. Provocan accidentes al pisarlos paseando por playas rocosas, al cogerlos con las manos o al rozar o contactar con sus espinas durante el buceo tanto con escafandra como a pulmón. En los erizos hay que distinguir dos formaciones superficiales. Por un lado las espinas, que son los elementos más característicos y, por otro, los pies ambulacrales que son una especie de pies que les permiten moverse y que tienen unas pequeñas glándulas que pueden poseer una sustancia venenosa. En las zonas de arrecifes de coral la especies más ampliamente distribuidas son la Diadema setosum y la Diadema savigny, de forma casi esférica, de color negro intenso y con numerosas espinas largas i finas por las que inyectan el veneno al igual que las especies del género Echinothrix. Las especies del género Centrostephalus tienen largas espinas pero el veneno lo inyectan desde los piés ambilcrales. Otras especies como Phormosoma bursarium, tiene unas espinas con unos ampollas con veneno. Otras especies, como el Toxopneutes pileolus frecuente en aguas australianas, tienen un veneno muy tóxico en los pies amabulacrales que excepcionalmente podrían llegar a causar la muerte. Otras especies que inyecta veneno a través de unas espinas muy cortas son las que pertenecen a los géneros Araeosoma y Astherosoma de forma achatada y de aguas menos someras. Fig 10A. Erizos en un mar tropical 10.2.- Manifestaciones clínicas Las heridas punzantes producidas por los erizos son muy dolorosas, con la particularidad de que las puas o espinas suelen romperse y quedar fragmentadas en el interior del tejido cutáneo, donde se comportarán como un cuerpo extraño pudiendo dar lugar a la formación de granulomas, quistes y abscesos. Al penetrar las espinas especialmente en el género Diadema, se inyecta un líquido oscuro o violáceo que 40 10.3.- Tratamiento El primer tratamiento eficaz en especies tropicales es aplicar agua muy caliente (la máxima temperatura a la que se puede aguatar) sobre la zona afectada, ya que inactiva el veneno, reduce su concentración y al mismo tiempo aumenta el riego sanguíneo en la zona afectada. En caso de herida, las espinas deben ser retiradas, pero ello es muy difícil por su fragilidad, habiéndose propuesto para tal fin el uso tópico de esencia de trementina con una pequeña cantidad de lanolina. La extracción debe hacerse con una aguja o alfiler y sobre todo con la piel mojada con agua salada, nunca agua dulce. Para facilitar la extracción de las púas y la disolución de las mismas habría que empapar la herida con compresas de vinagre. En algunos casos se generan náuseas, dolor muscular y trastornos respiratorios. En algunos casos se sugiere la profilaxis antitetánica. La cura tópica puede hacerse con crema con corticoides. El dolor se combate con analgésicos. Este tipo de heridas pueden infectarse horas después de la picadura. 41 ANIMALES VENENOSOS MARINOS contiene veneno. El dolor persiste durante varias horas pero los dolores o molestias perduran durante 2 o 4 días mientras se mantiene restos de espina en la piel. CIGUATERA 43 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 11 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 11.1.- Generalidades La ciguatera es una forma de intoxicación alimentaria causada por la ingesta de algunos peces tropicales. El origen de la enfermedad son las toxinas producidas por dinoflagelados que viven en las aguas y fondos marinos de sistemas de arrecifes. Estos organismos unicelulares se acumulan a lo largo de la cadena alimentaría marina y se hacen más tóxicos en los peces más grandes por bioacumulación. Estas substancias no afectan a los peces que las poseen pero sí a otros organismos que los consumen, como mamíferos, anfibios, reptiles o incluso insectos. Las brotes más importantes, que pueden ser epidémicos, se han detectado después de grandes tormentas tropicales, pero la toxicidad de los dinoflagelados permanece durante años. Los vectores son los peces pelágicos que habitan en los arrecifes coralinos. Entre ellos se encuentran los peces aguja, peces vela, barracudas, dorados, morenas y otros. Muchos de ellos son herbívoros, con lo que consumen las macroalgas donde se encuentran los dinoflagelados, al tiempo que estos peces son devorados por otros carnívoros. Los ejemplares de más de 2 kilos son los más peligrosos para el consumo humano. Las toxinas de los dinoflagelados son estables al calor y no tienen ni color ni olor. 11.2.- Manifestaciones clínicas Después de la ingesta de pescado y dentro de las 12 o 24 horas siguientes aparecen las manifestaciones de la intoxicación. Primero se producen alteraciones gastrointestinales como dolor abdominal, diarreas, náuseas o vómitos. También se observan alteraciones neurológicas como calambres, hormigueos, dolores musculares, fatiga, mareos y alteraciones del gusto. Posteriormente se observan alteraciones cardiovasculares en forma de trastornos del ritmo cardíaco o hipertensión. El síntoma más característico de esta intoxicación es la inversión térmica del tacto, de modo que se tiene sensación de frío al tocar objetos calientes y al revés. También es muy característico el hormigueo en los labios y la boca. 11.3.- Tratamiento La actuación inmediata después de sentir los primeros síntomas es muy importante para el tratamiento. Se ha mostrado efectivo el tomar carbón activado (1 g/kg de peso) ya que adsorbe rápidamente las toxinas que aún quedan en el sistema digestivo. Hay que rehidratar el paciente con suero salino y vigilar la ventilación y el ritmo cardíaco, que podrían alterarse en los casos graves. Se han aplicado cócteles de vitaminas. La administración bajo control médico de fármacos anticolinesterásicos o de gluconato de calcio ha dado resultados positivos en algunos pacientes, al igual que la administración de manitol. No se recomienda la administración de corticoesteroides, opiáceos o barbitúricos. 44 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 11.4.- Prevención La prevención es de vital importancia. Cuando se visitan paises tropicales, hay que evitar el comer pescados de gran tamaño y no ingerir nunca los órganos internos como el hígado. Evitar los grandes depredadores como la caballa y no ingerir el mismo tipo de pescado durante varios días consecutivos. Si ha sucedido una intoxicación, aun que sea leve, hay que evitar comer pescado durante los próximos dos meses y no tomar bebidas alcohólicas. 45 ESTRELLAS DE MAR (MARES TROPICALES) 47 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 12 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 12.1.- Generalidades Las estrellas de mar pertenecen, como los erizos, al filum de los equinodermos. Son de forma estrellada, como su nombre indica, y se encuentran en todos los océanos. Casi todas las especies pueden tocarse con las manos, pero una de ellas merece atención por su peligrosidad; se la conoce como corona de espinas (Acanthaster planci, Fig 12A), común en todas las zonas arrecifales del Indo Pacífico, aunque se puede encontrar también en Centroamérica y algunas otras zonas del Atlántico tropical. Tiene un cuerpo central en forma de disco, rodeado de unos 14 a 18 tentáculos no muy largos. Alcanza de media los 25-35 cm de diámetro. Su cuerpo está cubierto de robustas espinas tanto en la parte superior como en la inferior, alrededor de la boca, y son tóxicas para los humanos. Se alimenta de corales y por ello es frecuente verla entre las colonias en los arrecifes coralinos. Esta especie tiene un veneno conocido como saponina, que tienen también otras estrellas de mar pero no los erizos, y que les protege de sus depredadores. 12.2.- Manifestaciones clínicas No se conocen inyecciones activas de veneno desde las espinas de la A. planci a la piel de las personas que las toquen, pero si liberación de saponinas en las zonas donde las púas o incluso los corales hayan causado heridas en la piel. Pero no solo se inyectan substancias tóxicas como las saponinas, sino también otros tipos de venenos menos concentrados que se transmiten con las substancias mucosas del tejido de la estrella. Los síntomas son de intenso dolor en las heridas y hemorragias ya que las saponinas tienen efectos anticoagulantes. Se produce también un eritema en la zona afectada y sensación de quemazón intensa. Es posible la infección cutánea secundaria. Fig 12A. Corona de espinas 12.3.- Tratamiento La primera actuación ha de ser eliminar los trozos de púas o tejidos de la estrella en las heridas y parar la posible hemorragia de la herida mediante presión y vendaje compresivo. No aplicar nunca torniquetes. La inmersión de la parte afectada en agua caliente, pero no hirviendo, ayuda desnaturalizar el veneno y a calmar el dolor. Revisar el estado de inmunidad antitetánica y actuar en consecuencia. Puede hacerse una cura tópica con crema de corticoides. El dolor se combate con analgésicos. Evitar las infecciones con la profilaxis adecuada. 48 SERPIENTES (MARES TROPICALES) 49 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 13 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 13.1.- Generalidades Se conocen unas 50 especies de serpientes marinas y todas viven en aguas de los Océanos pacífico e Índico. Tan sólo algunas especies son agresivas, pero son especialmente peligrosas en el momento de la muda de piel y en el período reproductor. Son excelentes nadadoras y se pueden encontrar más frecuentemente en zonas rocosas y en arrecifes coralinos. En condiciones normales raramente atacan. Su morfología es muy similar a las especies terrestres y alcanzan como máximo dos metros de longitud, siendo las más frecuentes de un metro de largo. 13.2.- Manifestaciones clínicas Las mordeduras de las serpientes marinas y la inyección de veneno es como en las especies terrestres. Los trajes de neopreno ofrecen una buena protección frente a las mordeduras de serpientes pero no de manera absoluta. El dolor moderado es la primera sensación que se nota después de una mordedura, seguida por adormecimiento, mareos, vómitos, sensación de debilidad en las extremidades, párpados y faringe. En casos graves podría aparecer una visión borrosa y alteraciones respiratorias con pérdida de ritmo debido al carácter neurotóxico del veneno. Al cabo de un tiempo se siente un dolor muscular intenso y se detecta una orina rojiza u oscura por mioglobinuria. Al cabo de 24 horas el veneno se ha absorbido por completo y ha llegado a diferentes órganos. En este período de tiempo, los síntomas podrían acrecentarse y producirse la muerte por un fallo respiratorio, renal o ambos. 13.3.- Tratamiento La primera actuación debe ser aplicar un fuerte vendaje sobre la zona afectada. Si no es posible aplicar el vendaje, apretar la herida durante periodos de varios minutes para reducir la capacidad del veneno en penetrar en el cuerpo humano. Fijar la extremidad con tablillas y vendajes, No dejar nunca el paciente solo y prepararse para una eventual necesidad de reanimación cardiopulmionar básica. Es conveniente desplazar a la persona afectada a un hospital lo antes posible sin cambiar el vendaje compresivo inicial. No aplicar ni torniquete ni incisiones en la zona de la mordedura. En muchos casos hay un antídoto específico que debe suministrarse con supervisión médica del personal de la zona. 50 PECES ARAÑA 51 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 14 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 14.1.- Generalidades Los peces araña o arañas de mar son de cuerpo alargado y comprimido lateralmente, con una boca grande y oblicua dotada de afilados dientes, y con un opérculo que cubre sus agallas y que tiene una espina central característica (Fig 14A). La primera aleta dorsal es corta y está compuesta de espinas, conectadas a glándulas secretoras de un líquido limpio y azulado que es muy venenoso. La mayoría de especies de arañas miden entre 15 y 45 cm. Todas las especies tienen los mismos hábitos de vida, se encuentran muy cerca del fondo sobre diversos sustratos como de arena, fango o grava y preferentemente en la zona litoral. Se entierran en el fondo y dejan al descubierto los ojos y el extremo de la aleta dorsal. Fig 14A. Pez araña El veneno es una mezcla de proteínas con capacidad antigénica, mucopolisacáridos y enzimas (fosfatasas, lipasas, proteasas) que produce una intensa irritación local que puede llegar a provocar necrosis. Los casos mortales son excepcionales y en algunos casos se han producido en España. Las arañas de mar que viven en nuestras costas pertenecen a dos géneros: Trachinus (T. araneus, T. draco y T. radiatus) caracterizados por dos pequeñas espinas encima de los ojos y Echiichthys (E. vipera). 14.2.- Manifestaciones clínicas Estos peces son bastante sedentarios y no suelen atacar a menos que se sientan molestados o se lancen a la caza de sus presas. La mayoría de picaduras se producen al pisarlos inadvertidamente con el pie cuando están semienterrados en la arena de la playa o al desengancharlos con la mano del anzuelo o de la red con los que han sido pescados sin que se haya reconocido la especie. La toxina puede permanecer activa durante horas en el pez ya muerto, por lo que hay que ser siempre muy cuidadoso al manipularlos, incluso en estas circunstancias. La picadura causa dolor local instantáneo, muy intenso y que se va incrementando durante los siguientes 60 min. El dolor llega a irradiarse a toda la extremidad y puede acompañarse de manifestaciones vegetativas (náuseas, vómitos, boca seca, 52 14.3.- Tratamiento El mejor remedio contra la picadura consiste en aproximar durante varios minutos la punta de un cigarrillo encendido al punto de inoculación o sumergir la zona afectada en agua muy caliente (50-60ºC), ya que las toxinas son termolábiles. El baño con agua caliente tiene que durar al menos media hora. El dolor es tan intenso que puede precisarse anestesia local y/o analgesia general. La herida debe limpiarse y desinfectarse hasta que cicatrize, y hay que asegurarse de que no han quedado restos fracturados de la espina. No se aplicarán torniquetes. No es precisa la antibioterapia profiláctica aunque será necesaria si se infecta la herida. En algunos casos se aconseja la aplicación de cremas con corticoides cuando la afección cutánea es muy persistente. Aprovéchese para revisar el estado de inmunidad antitetánica. 53 ANIMALES VENENOSOS MARINOS sensación de mareo) y elevación térmica. Localmente, se produce una tumefacción y puede llegar a producirse una necrosis. Algunos enfermos puede agitarse y, excepcionalmente, presentar síncopes o convulsiones. La herida puede infectarse, y las molestias locales pueden persistir durante meses. Las picaduras reiteradas, como les ocurre a los pescadores profesionales, no inmunizan de estos desagradables efectos. PEZ ESCÓRPORA 55 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 15 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 15.1.- Generalidades Los escorpénidos son una familia de peces ampliamente distribuida por todos los océanos y con un gran número de especies (Fig 15A). En las costas españolas se encuentran una docena de especies de las que cinco son las más abundantes: Helicolemus dactylopterus, Scorpaena maderensis, S. porcus, S. notata y S. scrofa. Tienen generalmente un cuerpo oblongo y una cabeza voluminosa y parcialmente acorazada. Son peces de carácter solitario y sedentario, que suelen vivir en fondos rocosos o en fondos de arena entre algas o fanerógamas, con una coloración aposemática (se confunde con el sustrato), pero de predominio de color rojizo, que los hace pasar desapercibidos cuando descansan Fig 15A. Escórpora inmóviles. Pueden cambiar de tonalidad según la coloración del fondo. Los adultos pueden llegar a medir hasta 40 cm. La mayoría de especies poseen glándulas venenosas conectadas a los radios espinosos de las aletas. Las toxinas son termolábiles, por lo que pueden desnaturalizarse a temperaturas de 50-60 ºC. 15.2.- Manifestaciones clínicas El contacto con las espinas produce heridas muy dolorosas. Estas picaduras se producen tanto por distracción al tocarlas con las manos o los pies como al manipular los ejemplares después de capturarlas con anzuelos o con otros artes de pesca. El dolor, generalmente muy intenso, empieza en la zona de inoculación y a los 15 minutos afecta ya a toda la extremidad. El edema local es constante pero no suele progresar, aunque tardar varios días en desaparecer. La picadura de las espinas puede provocar moderados signos generales (agitación, náuseas, vómitos o lipotimias). 15.3.- Tratamiento Al igual que ocurre con la araña de mar, el mejor remedio contra las picaduras de los escorpénidos consiste en aproximar durante varios minutos la punta de un cigarrillo encendido al lugar de inoculación, o bien en sumergir la zona afectada en agua muy caliente (45ºC). El dolor es tan intenso que puede precisar anestesia local y/o analgésicos opiáceos. La herida se debe limpiar y desinfectar, asegurándose de que no han quedado restos fracturados de la espina. 56 ANIMALES VENENOSOS MARINOS No se aplicarán torniquetes ni antibioterapia profiláctica, aunque debe controlarse la evolución de la herida en los días siguientes por la posible sobreinfección bacteriana. Debe aprovecharse para revisar el estado de inmunidad antitetánica. 57 PEZ RAYA (MARES TROPICALES) 59 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 16 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 16.1.- Generalidades Las rayas son peces aplanados, con aletas laterales amplias y onduladas y con una característica cola en forma de látigo. Son de las especies que se pueden ver mejor en las playas tropicales, pero se las encuentra en todo tipo de hábitats. Hay muchas especies conocidas y con una gran variedad de colores y tamaños. Viven en fondos de arena litorales cerca de zonas rocosas. Algunas veces los colores del cuerpo se confunden con el fondo y se hacen difíciles de ver. Al detectar la presencia humana escapan y nunca atacan. 16.2.- Manifestaciones clínicas El contacto involuntario con las rayas al pisarlas o contactar con su cuerpo genera una picada puntual con la consiguiente herida. Algunas especies pueden inocular veneno como la Dasyatis sephen en aguas australianas. La mayoría de heridas se producen en las extremidades inferiores. La picadura responde a una autodefensa por parte de la raya y se produce por una o dos espinas del extremo de la cola que entran con fuerza en la piel de la víctima y que puede penetrar la ropa, los trajes de neopreno e incluso los zapatos. Restos de las espinas en la piel pueden causar infecciones u otras complicaciones. Dos de cada tres especies inyectan veneno que causa un dolor local intenso, necrosis y malestar general. En algunos casos puede causar alteraciones nerviosos o del ritmo cardíaco. 16.3.- Tratamiento La primera actuación debe ser introducir la zona afectada, normalmente extremidades, en agua muy caliente, nunca hirviendo. Esta acción reduce en gran manera la aparición de necrosis. La temperatura del agua la debe probar una segunda persona nunca la persona afectada. Aplicar un vendaje compresivo en la zona afectada especialmente si la herida sangra. No hay antídoto conocido. Prevenir las infecciones posteriores mediante la aplicación de antisépticos sobre la piel. Si no se está al día de la vacuna antitetánica, aplicarla. Fig 16A. Raya en un mar tropical 60 PEZ TORPEDO 61 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 17 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 17.1.- Generalidades Los torpedos son una familia de peces parecida a las rayas, que miden de 30 a 60 cm. y que se caracteriza porque sobre el dorso existe un par de órganos que producen descargas eléctricas por contacto (Fig. 17A). Las descargas se producen cuando el animal se siente acosado o cuando se captura. La tensión eléctrica puede variar de 45 a 210 voltios. Las especies de torpedos del litoral español son Torpedo marmorata T. torpedo y T. nobiliana. También se podría incluir en este grupo y de forma muy ocasional a los pulpos que causan una mordedura de evolución tórpida cuando se los captura. 17.2.- Manifestaciones clínicas La mayoría de las lesiones se producen cuando el nadador pisa el torpedo o cuando se coge de las redes, momento en el que se produce la descarga eléctrica que, aún no siendo peligrosa para la vida del ser humano, deja al individuo perplejo ante tal sensación. 17.3.- Tratamiento El contacto con estos peces no llega a producir heridas ni reacciones urticariformes. Los pacientes sólo suelen precisar psicoterapia que les alivie de la sensación experimentada. Fig 17A. Pez torpedo 62 OTROS PECES TROPICALES 63 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 18 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 18.1.- Generalidades Los peces son el grupo de organismos marinos con más especies que contienen venenos. Se estima que hay unas 200 especies venenosas conocidas, pero si incluimos todos los océanos hasta las máximas profundidades, podrían superar las 1200 especies. En las zonas costeras tropicales hay muchas especies que si bien no atacan a los humanos, por el simple hecho de molestarlas, pisarlas o tocarlas pueden producir picaduras o incluso la inyección de veneno por mordedura. Los peces escorpión o peces león (como el Pterois volitans –Fig. 18A) son muy comunes en arrecifes de coral. Son muy llamativos por sus largas espinas, de las que las dorsales pueden inyectar un veneno muy poderoso. Estas espinas están recubiertas de moco que también es tóxico. En este grupo de peces se incluyen otros como los peces dragón, peces picadores, peces fuego o el pez Turquía. En muchas especies las espinas se encuentran Fig 18A. Pterois volitans también en los opérculos y las espinas son más pronunciadas en la cabeza. Hay otras especies relacionadas con el nombre genérico de este grupo como es el Bullrout (Notesthes robusta) de aguas del Indo-Pacífico Los peces globo (Fig. 18B) incluyen una gran número de especies del orden de los tetradontiformes y, además de tener la habilidad de hincharse, tiene el cuerpo cubierto de espinas que segregan una substancia venenosa muy potente conocida como tetrogodina. Pero cuando se convierte en muy tóxico es cuando se cuece para el consumo humano de una manera especial conocida como fugu, ya que una cocción incorrecta puede causar la muerte. En este grupo se encuentra también el pez luna (Mola mola), pero es menos tóxico que los tropicales. Fig 18B. Pez globo 64 Los peces sapo, generalmente de la familia de los batracoidiformes, tiene forma de sapo, sin escamas, con el cuerpo blando y ojos en la cara dorsal de la cabeza. Tienen unas espinas en la aleta dorsal y en los opérculos que inyectan veneno. A diferencia de otros peces de zona arenosas, no se entierran y pasan desapercibidos por su coloración mimética. Los peces piedra son muy venenosos y llegan a ser mortales para los humanos. Hay unas 5 especies del género Synanceia. Se caracterizan por su cuerpo de color oscuro que se camufla perfectamente con el sustrato rocoso. Son frecuentes en zonas costeras y entre las colonias de coral. Las espinas que inyectan el veneno se sitúan en la aleta dorsal, que extiende cuando detecta peligro. Los peces conejo, sobre todo del género Siganus, como el Siganus nebulosus conocido como el Happy Moment fish, son peces de distintos tamaños, de colores vivos y con la prolongación de la boca en forma de morro de conejo. Tienen unas espinas en las aletas dorsales por las que se inyecta veneno. Viven en las zonas someras del Indo-Pacífico y en el Mediterráneo oriental. Se les conoce también con el nombre de Quimera. 18.2.- Manifestaciones clínicas Muchas picaduras son casuales, sin darse cuenta de la presencia del pez, como el caso de pez piedra. Cuando se clavan las espinas, éstas no suelen quedar en la piel pero el veneno ha sido depositado en el interior de la herida. Los síntomas son de un intenso dolor localizado, que posteriormente puede dar lugar a reacciones como dolores de cabeza, calambres, vómitos y dificultad respiratoria. En algunos casos se produce insuficiencia cardíaca que perdura unas horas después de la picadura. En la zona de la picadura se produce un enrojecimiento y se inflama, produciendo un dolor intenso como de quemadura. 18.3.- Tratamiento El tratamiento más recomendado es el calor para inmovilizar el veneno y al mismo 65 ANIMALES VENENOSOS MARINOS Los peces conocidos como astrónomos por tener sus ojos localizados en la parte dorsal de la cabeza, abundan en zonas arenosas. Se entierran casi por completo en la arena de la que sale apenas la zona de los ojos, que en algunas especies tiene una prolongación en forma de gusano como reclamo para sus presas. Tienen unas largas espinas en el opérculo (cabeza) y en la aleta pectoral, que inyectan veneno cuando se contacta con ellas. Su comportamiento es parecido al de los peces araña de zonas templadas. ANIMALES VENENOSOS MARINOS tiempo aliviar el dolor. La inmersión en agua caliente (unos 50ºC) durante unos 3090 minutos es lo más efectivo, ya que el veneno es termolábil. Se pueden utilizar analgásicos opiáceos por vía oral o parenteral, o anestésicos locales del tipo de la lidocaína o novocaína, pero siempre bajo control médico. Es importante identificar el animal que ha causado la herida o la picadura ya que en algunos casos de gravedad, como el pez piedra, hay un antídoto específico en algunos paises. En todos los casos se recomienda revisar la inmunidad antitetánica y prever infecciones posteriores. 66 OTROS PECES 67 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 19 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 19.1.- Generalidades Se trata de especies que no causan picaduras ni descargas eléctricas, pero que son peligrosas por su agresividad. Entre estas se encuentran las morenas (Muraena helena, Fig. 19A), el congrio (Conger coger, Fig. 19B), los escualos en especial el pez gato (Scyliorhinus stellaris) y la pintarroja (Scyliorhinus canícula). Todas estas especies producen lesiones por mordedura cuando se las captura o se las molesta. Fig. 19A. Morena En el caso de la morena las heridas se producen por cuatro dientes largos, en forma de gancho, móviles y con material venenoso que penetra posteriormente a la mordedura. Las circunstancias en las que puede ocurrir el accidente se debe a que es un pez nocturno, poco activo durante el día y permanece en su agujero rocoso, con la cabeza fuera; ocurriendo la mordedura bajo el agua tras su captura ó una vez a bordo del barco. El congrio tiene la característica que ataca y muerde, si se le incordia en su refugio y se revuelve al ser arponeado, atacando furiosamente. Fig. 19B. Congrio 19.2.- Manifestaciones clínicas La morena produce es una mordedura dolorosa, provocando escalofríos, taquipnea y espasmos musculares. Fuera del agua la evolución mortal es rara pero dentro del agua hay un peligro de ahogamiento. Las lesiones que produce el congrio son más graves que la morena debido al gran deterioro tisular que producen, ya que al morder efectúa movimientos convulsivos de la cabeza. Pueden producirse amputaciones digitales. 19.3.- Tratamiento En todos estas especies los tratamientos son sintomáticos. Se trata de curar la herida para que se detenga la hemorragia y no se infecte. En algunos casos con extenso sangrado se puede generar hipovolemia e hipotensión arterial. En casos de gravedad, si se produce una mordedura y se está provisto del traje de goma 68 ANIMALES VENENOSOS MARINOS (buceo), se mantendrá hasta que se reciba ls asistencia adecuada, ya que el traje realiza las funciones de un torniquete. 69 PREVENCION GENERAL DEL CONTACTO, PICADURA O MORDEDURA DE ANIMALES MARINOS VENENOSOS 71 ANIMALES VENENOSOS MARINOS CAPÍTULO 20 ANIMALES VENENOSOS MARINOS Todas las personas que frecuentan o visitan esporádicamente el litoral marino, están expuestas a la toxicidad producida por la picadura o contacto con diversas especies animales que habitan en el mar. Los motivos pueden ser simplemente lúdicos o deportivos, como ocurre con los bañistas o buceadores, pero también profesionales como son los pescadores o navegantes. Hay una amplia gama de especies que pueden causar problemas toxicológicos, pero tan solo un pequeño grupo de especies causan la mayoría de accidentes. Entre éstas se encuentran las medusas y otros cnidarios como las anémonas de mar, los erizos y algunos peces como el pez araña, las escórporas o las rayas y torpedos. La exposición a este tipo de riesgos muchas veces es por falta de información o conocimiento, como en el caso de los bañistas, pero también por falta de prevención y de adquisición de hábitos de precaución en los profesionales. Por ejemplo, la no utilización de guantes adecuados en la manipulación del pescado susceptible de causar picaduras es frecuente entre los profesionales. Por todo ello, habría que insistir en las medidas de prevención entre los diferentes colectivos. Entre éstas, y quizás sería una de las más simple, la utilización correcta y continuada de las cremas solares en los bañistas que, además de una protección eficaz frente a las radiaciones solares, es una excelente medida de prevención de afecciones cutáneas frente organismos urticantes o substancias tóxicas en las aguas costeras. Las medidas generales de protección tienen un carácter preventivo. Muchas son obvias, pero quizás habría que recordarlas para que el disfrute del medio marino no sea un riesgo innecesario. 1) Cuando se visita una zona geográfica determinada, ya sea de forma previa o en el momento de llegada, habría que informarse sobre la posible presencia de especies tóxicas o peligrosas, de las zonas donde mayoritariamente se encuentran y de los servicios médicos o de socorrismo más próximos. 2) Procurar no andar descalzo por las rocas o por las playas arenosas aisladas o de las que no se conoce au seguridad. Utilizar al menos calzado con suela resistente a las perforaciones de púas o cantos de roca o coral. 3) Utilizar siempre que sea necesario vestimenta adecuada como por ejemplo los trajes de neopreno para el buceo o el buceo sin escafandra (snorkeling), surf o windsurfing. En zonas muy aisladas o con escaso desconocimiento de la fauna que pueda haber, bañarse con camisetas o algún tipo de ropa de protección. 72 4) Utilizar regularmente cremas solares que son una manera de aislar la piel de substancias tóxicas disueltas en el agua y de protegerla de las picaduras de muchos organismos como las medusas. 6) Cuando tengamos una incidencia, no esperar a buscar una solución a nuestro regreso. Actuar de inmediato acudiendo a los centros de socorrismo o atención primaria a nivel de costa o playa. En muchas ocasiones, el éxito de la solución depende de la reacción inmediata y de la correcta aplicación de la cura o remedio. Si las soluciones rápidas no solucionan el problema de intoxicación o envenenamiento, acudir a un centro médico con urgencia. 7) A la vuelta al país de origen, es importante informar de inmediato al médico de cabecera de cualquier incidente con especies venenosas. Pueden suceder reacciones posteriores, al cabo de días o semanas que pueden estar relacionadas con estos accidentes y que se pueden solucionar con mejores garantías si se dispone de toda la información. 73 ANIMALES VENENOSOS MARINOS 5) Estar alerta al tipo de organismos que nos pique o que nos produzca una herida. La identificación de la causa es esencial para una correcta terapia posterior.