Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 36 : 2011 Ependimoma mixopapilar dorsolumbar. Reporte de un caso. Juan Eduardo Martínez Suárez*, Miriela Lobaina Ortiz**, Wilson Santana Mercado** * Profesor Auxiliar de Neurocirugía ** Residente de Neurocirugía Servicio de Neurocirugía, Hospital Clinico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, Ciudad de La Habana, Cuba. Rev. Chil. Neurocirugía 36: 69-71, 2011 Resumen Se presenta un caso con diagnóstico de Ependimoma mixopapilar de localización dorso lumbar con cuadro de presentación de paraparesia progresiva y que recibió tratamiento quirúrgico y oncologíco. La evolución no fue satisfactoria a pesar de mejorar el estado neurológico motor, por su grado de extensión y adherencia a estructuras nerviosas y óseas. Palabras claves: ependimoma, tumor raquídeo. Introducción Los tumores intrarraquídeos son relativamente poco frecuentes encontrándose en un 15% de los tumores del sistema nervioso central. La mayoría de estos tumores se desarrollan del tejido neural; filum terminal, raíces nerviosas o meninges que van a ocupar espacios en el compartimiento intradural y van a ser catego-rizados de acuerdo a la relación con la médula. (1) terminal del cono medular-filum terminal o similarmente algunos tumores intradurales pueden extenderse a través de la raíz nerviosa al compartimiento extradural. Los tumores más frecuentes que podemos encontrar son los Neurilemomas, Meningioma, Ependimoma, Astrocitomas, Hemangioblastoma, dentro del grupo primario. Pudiendo también comprender un grupo extramedular como las Metástasis, Sarcomas, Linfomas. (1,2,3) Diferentes estudios dan una incidencia baja en la frecuencia de estos tumores y se ha podido relacionar aproximadamente que de 9 tumores cerebrales se encuentra un tumor medular y en una aproximación de 1,1-2 por 100,000 habitantes. (2) Los tumores intrarraquídeos de acuerdo a la ubicación topográfica y origen pueden producir en alguna oportunidad; al inicio, un síndrome radicular (tumores extradurales) y posteriormente cuando evolucionan producen compresión medular con trastornos de las funciones motora, sensitiva y, finalmente, vegetativa por debajo del nivel implicado o afectado. Estas lesiones cuando se instalan comprometiendo la vía piramidal producen déficit motor espástico; reflejos osteotendinosos incrementados y el reflejo Estos tumores se originan del tejido neural. Un grupo de tumores pueden tener componente intramedular y extra-medular la que se extiende o comunica a través de una raíz nerviosa o la transición cutáneo plantar en extensión o Babinski; en cambio si compromete raíces la lesión va a ser trastorno motor flácido con déficit sensitivo correspondiente. (4,5) Discusión Se presenta un caso de interés paciente femenina AUC 25 años con antecedentes de salud que en enero del 2007 comienza con dolor lumbar que posteriormente en marzo presenta paraparesia crural aguda que llega a su estadio de paraplejia. Examen físico al ingreso el 7 abril 2007: paraplejía crural espástica Escala de Asia 2/5 con hiperrreflexia OT, hipertonía muscular, presencia de Clonus agotable y Babinsky bilateral. Se le realiza Resonancia Magnética Nuclear dorso lumbar donde se observó lesión hiperdensa intrarraquídea que abarca los segmentos T8 hasta S2. (Fig. 1) 69 Revista Chilena de Neurocirugía 36 : 2011 y autónoma con un valor extraordinario para la localización de la lesión. Una historia clínica y exploración física cuidadosa permiten identificar la presencia, el nivel segmentario y localización intrarraquídea de esos tumores. Las manifestaciones clínicas dependen de su localización longitudinal (cervical, dorsal, lumbar o cola de caballo) y del compartimiento intrarraquídeo (intramedular o extramedular). (5,8,11) Figura 1 Se intervino quirúrgicamente el 15 de abril del 2007 por sospecha de ependimoma y se realiza laminectomia descompresiva desde L3 a L5 con fines diagnóstico al ser imposible realizar exéresis de la lesión no se avanza en la laminectomia para evitar mayor inestabilidad de la columna, solo se realiza biopsia y se diagnostica ependimoma mixopapilar. Es remitida al servicio de Oncología recibiendo tratamiento con Radioterapia 4 500 Gy y Quimioterapia con Etopósido y Cisplatino. La evolución no ha sido satisfactoria, mantiene su estado de paraparesia con control esfinteriano y no existe modificación desde el punto de vista imagenológico. Las lesiones que ocupan espacio en el canal espinal generalmente producen síntomas que comprometen la vía motora y sensitiva de la médula y en alguna medida pueden comprometer la raíz nerviosa. (6). Openheim en 1923 clasificó en estadios la evolución de una compresión medular hacia el deterioro de funciones medulares establecidas. (7). 1°. Dolor radicular y trastorno segmentario sensitivo o motor. 2°. Transección incompleta o Síndrome Brown-Sequard conforme hay desarrollo de la masa que ocupa espacio produciendo compresión de media médula y causando el deterioro de las funciones motoras debajo del nivel afectado y el déficit sensitivo en el lado contralateral. 70 3°. Transección completa, comprometiendo definitivamente las funciones motora, sensitiva y funciones vegetativas por debajo de la lesión implicada. Los estadios que se pueden establecer al inicio de la función motora son graduales generalmente causando espasticidad; sin embargo, en casos de evolución aguda pueden producir compromiso fláccido, como en algunos casos de metástasis que provocan transección aguda por una fractura patológica vertebral con parálisis fláccida y pérdida de los reflejos. (8). Los trastornos sensitivos puede ser por compromiso al inicio de la sensibilidad epicrítica superficial y posteriormente trastorno de la vía anterolateral con pérdida de la sensación del dolor y temperatura y que puede producir también alteración de la sensibilidad de posición y vibración. (9). Los signos clínicos de la mayoría de los tumores reflejan un lento crecimiento en la mayoría de los casos, cuyas manifestaciones clínicas son variables y están determinadas por la localización del tumor. (7,8,10). El pronóstico de los tumores medulares depende en gran medida del estado neurológico del paciente en el momento del diagnóstico; es de capital importancia identificar con rapidez los síntomas iniciales. (6,11). La clínica consiste en dolor, alteraciones de la función motora, sensitiva El primer signo de lesión radicular es generalmente dolor unilateral en el dermatoma de la raíz, que característicamente empeora en la noche, se asocian a un “dolor central” profundo mal localizado y quemante en la columna. Los tumores extramedulares causan dolor radicular que se irradia al dermatoma, aumenta con la tos y puede haber hiperestesia. (9,10). Los tumores dorsales no son fáciles de localizar; el nivel del trastorno, el dolor funicular y el déficit motor son comunes. El dolor radicular puede comprometer 3 o más dermatomas. Los tractos corticoespinales son fácilmente vulnerables produciendo precozmente rigidez y fatigabilidad, la debilidad empieza generalmente en áreas distales especialmente la dorsiflexión del tobillo y el dedo gordo del pie. (10,11). Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 36 : 2011 En lesiones de la cauda equina el dolor se presenta en forma precoz y compromiso tardío del esfínter vesical; en cambio, a nivel del cono medular el dolor es tardío. (9). Un grupo de ellos crece en el interior de la médula y otro en el cono medular y a continuación del filum terminale, lo que los hace más fácil de resecar. Los ependimomas ocurren más frecuentemente en la región del tórax. Siendo un tumor relativamente avascular y encapsulados. Rara vez presentan malignización y en muchas ocasiones presentan asociación con quistes intramedulares. Conclusiones factores a tener en cuenta para decidir tratamiento quirúrgico. Los ependimomas no siempre responden satisfactoriamente al tratamiento oncológico. Recibido: 11.08.10 Aceptado: 14.10.10 No todos los ependimomas son fácilmente resecables. La histología, extensión tumoral, grado de adherencia a estructuras vecinas y momento del diagnóstico son Bibliografia 1. Arrazola, M., Ruiz, I., Samprón, N., Urculo, E.: Tumores primarios del espacio epidural raquídeo. In de Campos JM, Vaquero J, eds. Tumores raquimedulares. Madrid: Editorial centro de estudios Ramón Areces S.A.; 2007. p 169-176. 2. Gilbert MR, Ruda R, Soffietti R. Ependymomas in adults. Curr neurol Neurosci Rep 2010 May;10(3):240-7. 3. Sun JJ, Wang ZY, Xie JC, Li ZD, Ma CC, Liu B, Zhao JZ. [Comparative analysis between multi-segments intramedullary spinal cord congenital tumors and benign ependymomas.] Chin Neurosurg 2010 Apr 18;42(2):183-7. 4. Wilne S, Walker D. Spine and spinal cord tumours in children: a diagnostic and therapeutic challenge to healthcare systems. 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