LA MANIFESTACIÓN DEL EGO Y SU DESARROLLO

IGA
LA MANIFESTACIÓN DEL EGO Y SU DESARROLLO
V.M. SAMAEL AUN WEOR
V.M LITELANTES
Lección 7
INSTITUTO GNOSTICO DE ANTROPOLOGIA, QUERETARO, QRO.
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LA MANIFESTACIÓN DEL EGO
Y SU DESARROLLO
A) Cómo Nace
B) Manifestación a través de la Personalidad
C) Su Muerte
Analicemos un elemento que forma parte del desarrollo psíquico, a través de nuestra existencia en
este planeta tierra y que es el eje de la personalidad. Nos referimos concretamente al YO psicológico o
YOES, mí mismo, sí mismo, cuyo conjunto forma lo que en psicología se conoce con el nombre de EGO (del
latín egus que quiere decir YO). El Ego o yo psicológico, es el mismo sub-consciente de que hablan los
tratadistas modernos.
El origen del yo se remonta a edades inmemorables; se dice que la humanidad
permaneció en estado divinal, ajena del mal mientras tuvo su vida paradisíaca en el Edén. La humanidad en
esa época estaba más allá del bien y del mal; y sus almas eran puras e inocentes.
Para desgracia nuestra las fuerzas tenebrosas lucharon por
conquistarla hasta lograr que cometiera el primer error: “La
desobediencia”, a ese primer defecto le siguieron cantidad de yoes
que poco a poco le fueron sumiendo en el dolor y la desesperación,
recordemos aquí aquellas frases trascendentales: “Ganarás el pan
con el sudor de tu frente….. Parirás a tus hijos con dolor”.
Dos aspectos debieran desarrollarse en el humano en forma
simultánea; el SER y el SABER.
EL SER es lo que realmente
denominamos Esencia (Alma). EL SABER es lo que llamamos
personalidad. La Esencia o el Ser es lo innato en nosotros,
realmente ella (Alma o Esencia) es el principio que nos anima en
todas las etapas de la vida.
Personalidad es lo adquirido mediante las experiencias del
diario vivir, por medio de la cual se manifiestan los egos o yoes. La
Esencia es lo que ES suyo, la personalidad es lo que NO es suyo. La
Esencia no puede perderse, no puede ser cambiada ni dañada tan rápidamente como la personalidad. La
personalidad puede ser modificada casi por completo con el cambio de circunstancias, puede perderse o
dañarse fácilmente.
Por bien, cuando el niño nace viene con valores innatos,
elementos afines a la conciencia que le permiten manifestarse
en forma pura e inocente, es el SER que en él está latente, por
eso lo vemos tan tierno, tan bello sólo sonrisas prodiga a
cuantos lo rodean. Los egos o yoes están a la expectativa a su
alrededor; a veces el niño los ve y lo asustan, porque ellos
tratan de introducirse en su pequeño cuerpecito, pero no
pueden hacerlo porque él aún no tiene formada la personalidad
o vehículo que usan para manifestarse.
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Podemos notar que de los cero a los cuatro años se ven en el niño sólo la belleza de su Esencia pura,
de esta edad en adelante comienzan los egos a controlar la personalidad y hacen su aparición; ejemplos, la
ira, cuando lo vemos llorar en forma exigente demandando la satisfacción de sus necesidades a cualquier
hora del día o de la noche. Se encapricha con los juguetes de otros niños y se los arrebata; con los propios
es egoísta (ego-centrismo). El YO de la pelea se manifiesta desde muy temprana edad, observemos cómo
hay niños que dan de patadas o manazos a sus compañeritos de juego cuando aún ni siquiera saben hablar.
Cuando están más grandes se pelean con sus vecinos, sus compañeros de escuela, colegio, etc. El EGO de la
pelea es un YO que ha causado grandes estragos a la humanidad, comenzando desde riñas familiares hasta
guerras entre naciones, las cuales cobras millones de vidas humanas.
Varios aspectos influyen en la formación egoica del
niño; por ejemplo el hogar y el ambiente que los rodea;
padres, hermanos, familiares, amigos, vecinos, la pandilla
infantil con quienes juega; todos inconscientemente
contribuyen a robustecer la personalidad del niño
enseñándole malos hábitos, palabras vulgares y algunos
vicios que impone la moda. A los siete años la legión de yoes
ha atrapado totalmente la personalidad en el humano y como
es natural atrofia el desarrollo del SER o manifestación de la
Esencia que va quedando atrás de la personalidad. Luego la
escuela, el colegio, la universidad y la sociedad se encargan
de aumentar la tremenda cantidad de defectos psicológicos
que terminan aniquilando casi en su totalidad al SER. A
mayor cantidad de personalidad egoica, menor porcentaje de
conciencia o Esencia. Sería ideal que el hombre fuera
desarrollando en forma paralela el SER y el SABER; desafortunadamente eso no sucede por cuanto la legión
se apodera de la personalidad formando alrededor de la Esencia una cadena que no le permite actuar
libremente, embotellándola entre todos los defectos….. Desde temprana edad.
Estudiemos a continuación las Diferentes etapas del desarrollo de la personalidad.
INFANCIA: De 0 a 7 años se forma la personalidad, el niño empieza a bastarse a sí mismo, los
yoes hacen su aparición y la inocencia se pierde paulatinamente (desarrollo del Centro Motor).
PUBERTAD:
Comprende el período de 7 a 14 años. Con la partición del niño en la escuela y su
posterior ingreso al colegio, al relacionarse con sus compañeros, su tierna personalidad va madurando y
moldeándose, adquiere hábitos lujuriosos que lo conducen a una deformación de su psiquis, apoderándose
de ellos prematuramente el defecto de la masturbación e incluso realizan la cópula química cuando aún no
tienen la energía necesaria para esta función. Al final de esta etapa aparecen los carácteres de la sexualidad:
cambio de voz en los varones, formas femeninas en la mujer, se desarrolla el Centro Emocional. Todo este
acontecimiento se debe a que en esa época fluye avasalladora por el sistema neuro-simpático del organismo
humano la energía sexual.
ADOLESCENCIA:
De los 14 a los 21 años la función ovárica y testicular están en su pleno
desarrollo; el adolescente comienza a sentir simpatía por su vecinita y viceversa, cree enamorarse sin
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comprender que lo que ha aparecido es un YO pasional. Es urgente saber diferenciar el amor del yo de la
pasión. El Venerable Maestro Samael nos explica así: “Ha llegado el momento de abandonar el falso pudor y
los prejuicios relacionados al problema sexual. El organismo humano es un auténtico laboratorio que
transforma elementos groseros en sutiles o finas sustancias vitales. Por eso es necesario re-orientar a los
adolescentes a su debido tiempo y hora. Si los padres y maestros callan, los pervertidos hablan y las víctimas
vienen a ser los adolescentes. El vicio de la masturbación en jóvenes y señoritas se ha vuelto tan común
como lavarse las manos; es urgente encaminar al adolescente por el sendero de la regeneración. El amor se
alimenta con amor, el amor es el sumun de la sabiduría, el fuego de la eterna juventud.”
Hay un período particularmente delicado en la
adolescencia, dice el Maestro Samael y es el que va de
los 14 a los 21 años, porque en esta época la mayoría
de los jóvenes caen en el vicio de la fornicación y las
drogas. Algunas señoritas impulsadas por las drogas y
la música cadenciosa abismal de tambores y
estridencias, fornican y hasta quedan embarazadas,
rompiendo para siempre el encanto de su juventud,
pues de la noche a la mañana se ven convertidas en
madres cuando aún deberían estar peinando muñecas.
JUVENTUD:
Esta época está comprendida
entre dos períodos; uno que va de los 21 a los 28 años
y otro de los 28 a los 35 años (7 años cada uno). En el
primero empieza a liberarse de las influencias de los mayores; padres, hermanos, etc.; a tener ideas
originales propias del desarrollo de su centro sexual. Aviva su interés por las cosas bellas y elevadas; música,
poesía, artes, altruismo. Generalmente culminan sus estudios académicos continuando el desarrollo de su
centro intelectual. La energía sexual está plenamente desarrollada.
De los 28 a los 35 años, la más fértil
y prodigiosa de las etapas, adquiere la capacidad de trabajo, se prepara para la lucha por la vida. La mayoría
de los artistas, pensadores, etc., han plasmado sus grandes obras, a veces inmortales, en esta época de la
vida como producto de su Centro Emocional Superior.
En la juventud algunos barones por un falso concepto de la hombría caen en los brazos de las
prostitutas desperdiciando su simiente, violando el sexto mandamiento de la ley de Dios que dice: “NO
FORNICAR”. Los matrimonios que se verifiquen especialmente en el segundo período tienen mayores
posibilidades de sobrevivir; es claro que si la persona ha sido educada dentro de estos conocimientos, la
edad no es tan determinante; sin embargo, se aconsejan matrimonios después de los 21 años.
Todo lo que el hombre será mañana está latente en estado potencial en su juventud; las ilusiones,
pasiones, amor, aspiraciones, metas, etc. Si la juventud no se prepara para saber manejarse, la herencia es
la vejez y la desesperación, porque el YO aprovecha el fuego de los jóvenes para robustecerse, quiere
satisfacer pasiones y deseos a cualquier precio, aunque en la vejez sólo encuentre decrepitud y muerte.
Los jóvenes “Calavera” abundan como la mala hierba; el YO calavera justifica el placer, cuando éste
llega a su clímax, aborrece el matrimonio dizque para poder gozar de los placeres de la vida. Al llegar al
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matrimonio fracasa inevitablemente ya que los yoes robustecidos durante tanto tiempo se niegan a cambiar
su ritmo de vida. El Movimiento Gnóstico Cristiano Universal, hondamente preocupado por la juventud, se ha
lanzado a la batalla para entregar estas enseñanzas con el deseo de que todo el que las comprenda las
ponga en práctica y supere la situación en que se encuentra, por medio del Matrimonio Perfecto y prácticas
para solteros; y así en vez de destruir sus organismos aprovechen su simiente para fortalecerse y tener una
vida ejemplar.
LA MADUREZ:
La edad madura comienza a los 36 años y termina a los 56. En la vida normal
todo hombre es jefe de familia, éste debe saber gobernar su casa y orientar con amor, jamás con tiranía; el
YO de la tiranía es muy común en esta época y trae siempre funestas consecuencias, si se le deja tomar las
riendas de la casa. En cambio si se elimina adviene la comprensión, surge el amor y la felicidad; de lo
contrario todo es amargura, terminando en desesperación y tragedia.
Otro YO muy corriente en esta
época es el del adulterio; así mismo muchas veces lo acompaña el del alcohol. Juntos acaban por destruir
totalmente los hogares, desorientando en algunas ocasiones a los hijos, que se convierten en flagelo de la
humanidad. Es así como desde el hogar estos yoes proyectan la desgracia hacia la sociedad, naciones y al
mundo entero que ignorante se precipita a las guerras y a su propia destrucción. Es urgente que el hombre
maduro comprenda que su juventud ya pasó y debe vivir su vida como ejemplo para su hogar, sus hijos y la
sociedad.
LA VEJEZ:
Comienza de los 56 años y se procesa en períodos de 7 años cada uno hasta llegar a
la decrepitud. En la vejez se abate el orgullo del hombre. Nosotros siempre abrigamos la esperanza de vivir
muchos años, pero la verdad es que la vejez nos asusta, la legión egoica no se mejora con la experiencia de
los años; al contrario, los defectos se vuelven más fuertes y sutiles y la vida más difícil, de hecho se nos
complica. Vienen las enfermedades de tipo kármico que no son otra cosa que el resultado o causa de
nuestras malas acciones cometidas en vidas anteriores y algunas en este mismo retorno.
Algunas de estas enfermedades no nacen con el niño, sino que se manifiestan cuando el cuerpo ha
perdido toda su fortaleza que se encuentra ubicada en las glándulas endocrinas sexuales. Debido al mal uso
que se haya hecho de las energías sexuales en la juventud viene la perdida de la vitalidad y por ende el
desgaste de nuestro vehículo físico que se manifiesta en la vejez como enfermedades y dolor.
El alimento de nuestros hijos (defectos) es tomado de nuestra esencia embotellada. Todo hijo
psicológico nuestro nace de una mala acción o mejor dijéramos de una impresión que nos quede después de
que hacemos algo. El yo psicológico de los viejos se consuela dando buenos consejos, ante la
imposibilidad de dar malos ejemplos. El animal intelectual falsamente llamado hombre no se mejora con los
años, lo que pasa es que su vehículo (cuerpo físico) ya está muy viejo y ya no sirve.
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Si fuimos embusteros en la niñez, en la vejez lo seremos mucho más. La única manera de llegar a una
ancianidad perfecta, venerable y sublime es disolviendo desde ahora mismo el ego, todos nuestros defectos,
nuestra legión de yoes, esos malos secretarios, esos pésimos consejeros que traicionan al Padre,
simbolizados por el Judas histórico en la pasión de nuestro señor el Cristo.
Cuando un anciano vive
como un inocente niño, la sabiduría es su compañera y su Padre es “Luz”, todos aquellos ancianos sublimes
que han iluminado al mundo como Moisés, Daniel, Hermes Trimegistro, Rama, Krisna, etc., todos ellos han
alcanzado la inocencia a través de la eliminación de sus defectos y habiendo sabido conservar su energía
sexual.
Es natural que en estas lecciones de primera cámara hablemos de la eliminación de los yoes a base
de comprensión y análisis. Estos no se justifican, ni se critican, ni se condenan. Llegará el momento en
lecciones posteriores, en las que daremos las fórmulas precisas de cómo destruir y reducir a polvareda
cósmica a todos estos defectos, que personifican todos nuestros errores.
La muerte del yo siempre es dolorosa, puesto que es un hijo de nuestro muy querido Ego. El sí
mismo, quiere su seguro de muerte, el sí mismo se quiere mucho a sí mismo, él no desea la muerte y se
consuela pensando que en el más allá se acabará el dolor y habrá premio. El yo es hijo del tiempo y se
destruye en su tiempo; todo lo que tiene un principio tendrá inevitablemente un fin. El fin de los yoes o
legión es muerte mística. O le esperará la muerte segunda de la cual nos habla la Biblia. En ese sub-plano
donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes. En esos sub-planos o mundos sumergidos de la Naturaleza
de los cuales habla el DANTE en su Divina Comedia.
Es ineludible e inaplazable que acabemos con esos defectos o agregados psicológicos, si queremos el
advenimiento de la luz, porque en aquel que muere un defecto nace una virtud y a mayor cantidad de
virtudes más conciencia, los grados de conciencia nos hacen más llevadera la vida en este valle de lágrimas.
Lo que se requiere es que cada uno de nosotros sea sincero consigo mismo y empiece a reflexionar en lo
que en realidad somos, puesto que nos encontramos entre el ser y no ser de la Filosofía Secreta.
La semilla para crear una nueva civilización está dentro de cada uno de nosotros esperando ser
transformada, por medio de eliminación de nuestros defectos, después de que hayamos comprendido desde
cuándo es que estamos en el mal, desde cuándo se ha originado el pecado, que muchas organizaciones
pregonan, pero que nadie se ha atrevido a entregar las claves precisas para su eliminación, ni a explicar
cómo es que se han formado esos elementos indeseables en nosotros. La formación, la manifestación y el
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desarrollo de los yoes, se debe única y exclusivamente a nuestra ignorancia, por habernos alejado de las
divinidades desde que cometimos el error de aceptar la manzana simbólica.
BIBLIOGRAFIA
Libros: Mensaje de Navidad 69-70……… El Gran Cambio
¡Qué la paz sea contigo!
Atentamente
SAMAEL AUN WEOR
Presidente Fundador de los estudios Gnósticos
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