DR. GERMÁN C. ESPARZA GÓMEZ

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imágenes de medicina oral
CasoClínicoXVII
DR. GERMÁN C. ESPARZA GÓMEZ
Médico estomatólogo.
Doctor en Medicina y Cirugía.
Profesor titular de Medicina Bucal. Departamento de Medicina y Cirugía Bucofacial.
Facultad de Odontología. Universidad Complutense de Madrid.
medoral@infomed.es
Descripción del caso
Al ir a explorar la cavidad oral de un varón de 32 años, el dentista observa la presencia de unas formaciones blanquecinas sobre un fondo eritematoso, que son apreciables de modo bilateral en las zonas retrocomisurales de ambas mucosas yugales. El paciente reconoce que, con frecuencia, sobre todo cuando está nervioso, tiende a succionar y a morderse las mucosas.
MaxillariS
Abril 2006
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Diagnóstico Clínico:
Mordisqueo de la mucosa (morsicatio buccarum)
Comentarios:
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El mordisqueo de la mucosa de forma crónica produce unas lesiones características en las mucosas
yugales aunque en ocasiones también pueden
afectarse las mucosas labiales (morsicatio labiorum) o los bordes laterales de la lengua (morsicatio linguarum). Las lesiones que pueden observarse son similares a las que se producen por irritación crónica en los sopladores de vidrio debido a
su actividad profesional.
Generalmente se asume que este tipo de lesiones se produce más frecuentemente en bruxómanos, personas sometidas a estrés o con algunas
alteraciones psicológicas. En la mayoría de las ocasiones, el paciente es consciente de su hábito,
aunque algunos no lo reconocen o dicen hacerlo
de modo inconsciente. Suele presentarse más frecuentemente en mujeres (el doble que en varones)
y sobre todo a partir de los 35 años.
Desde el punto de vista clínico, las lesiones
suelen presentarse de modo bilateral en las
mucosas yugales. Se observa la presencia de
zonas de mucosa engrosada, de color blanquecino, sobre fondo eritematoso, y, en ocasiones, es
posible observar también alguna erosión o
pequeña ulceración traumática. Las zonas blanquecinas suelen mostrar un aspecto irregular,
rugoso y es posible desprenderlas al traccionar
con una gasa, en realidad corresponden a zonas
de la mucosa fragmentadas por el mordisqueo
MaxillariS
continuado. Por lo demás, no suelen presentar
sintomatología alguna.
Normalmente suelen afectarse las zonas más
anteriores de las mucosas yugales, en las zonas
retrocomisurales, a lo largo del plano de oclusión.
En la gran mayoría de las ocasiones, el diagnóstico de estos casos es clínico, ya que la presentación de las lesiones es lo suficientemente sugerente,
y los clínicos familiarizados con estas patologías rara
vez se ven forzados a realizar una biopsia. El diagnóstico diferencial debe incluir cuadros como la
candidiasis pseudomembranosa, el liquen plano, la
leucoplasia o la leucoplasia vellosa, que se observan en algunas personas inmunodeprimidas en los
bordes linguales. El aspecto histopatológico de
estas lesiones mostraría zonas de mucosa con una
gruesa capa de queratina con presencia de leucoedema y colonizada por bacterias en superficie. No
obstante, este cuadro no es patognomónico.
Este proceso no necesita tratamiento, tan sólo
hacer que el paciente sea consciente del mismo y
recomendar el abandono del hábito. La evolución
a largo plazo de las lesiones no suele presentar
cambios. Para los pacientes que demanden tratamiento, en ocasiones pueden confeccionarse
férulas de resina acrílica que cubran las superficies
oclusales de los dientes e impidan el mordisqueo. Algunos autores también han sugerido el
empleo de psicoterapia, aunque no existen estudios a largo plazo que hayan indicado beneficios
en este aspecto.
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Abril 2006
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