FUNDAMENTO DE LA “PERMANENTE” DEL CABELLO El pelo es una característica distintiva de los mamíferos —aun los delfines poseen unos cuantos de ellos debajo del hocico— y en muchos de ellos funciona como aislante: permite conservar el calor del cuerpo y lo protege de las radiaciones ultravioletas del Sol. Al igual que las uñas, el pelo no tiene vida; está constituido por largas cadenas de proteínas, la más importante de las cuales es la queratina. Como todas las proteínas, la queratina está formada por la combinación de aminoácidos. En la queratina en particular predomina el aminoácido llamado cisteína, que posee un átomo de azufre. Las cadenas de queratina del pelo se mantienen unidas por medio de tres tipos de enlaces químicos: • Puentes de hidrógeno. • Fuerzas electrostáticas. • Puentes disulfuro: entre los azufres del aminoácido cisteína. Los enlaces de azufre entre las cadenas de queratina actúan como los peldaños de una escalera, manteniendo fija la estructura del cabello. El funcionamiento de los permanentes para rizar o alisar el pelo se basa en la ruptura, reorganización y posterior formación de nuevos enlaces disulfuro. La mayoría de los productos utilizados en la permanente consisten en: - Un compuesto (hidróxido de amonio), que rompe los puentes de hidrógeno y las fuerzas electrostáticas que mantienen unidas las cadenas de queratina. - Otro compuesto (tioglicolato de amonio), el cual rompe los enlaces disulfuro entre las cisteínas. El desagradable y picante olor característico de los permanentes resulta de la combinación del olor del amoniaco y el olor a huevo podrido de los compuestos de azufre. Una vez separadas las cadenas de queratina, el pelo está listo para ser modificado: si lo que se quiere es rizarlo, se enrolla en los tubos de plástico especiales, o se cepilla intensamente para alisarlo. Cuando que la estructura del cabello se ha reorganizado es el momento de revertir la reacción y formar otra vez los puentes disulfuro, pero ahora en su nueva posición. Primero se retira el tioglicolato de amonio con agua y se añade peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), el cual vuelve a formar los enlaces disulfuro entre las cadenas de queratina. Finalmente el cabello se enjuaga y al secarse se restablecen los enlaces de hidrógeno y las fuerzas electrostáticas. El pelo vuelve a ser fuerte, pero ahora tiene una apariencia muy diferente gracias a la nueva posición de sus enlaces disulfuro. En realidad, el proceso que ha tenido lugar ha sido una desnaturalización “reversible” de la queratina.