“Análisis comparado de las relaciones laborales en la administración pública latinoamericana”. CLAD, 2002 México Estudio elaborado por José Alberto Bonifacio y Graciela Falivene, por encargo del BID 1. El contexto 1.1 Marco institucional 1 México es una república representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de la Constitución Política. Los estados de la Federación adoptan, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa, el municipio libre conforme a las bases siguientes: cada municipio es administrado por un ayuntamiento de elección popular directa y no hay ninguna autoridad intermedia entre éste y el gobierno de estado. Los presidentes municipales, regidores y síndicos de los ayuntamientos no pueden ser reelectos para el período inmediato. Los municipios están investidos de personalidad jurídica y manejan su patrimonio conforme a la ley. El poder público de los estados se divide para su ejercicio en ejecutivo, legislativo y judicial. La elección de los gobernadores de los estados y de las legislaturas locales es directa. El poder judicial de los estados se ejerce por los tribunales que establezcan las Constituciones respectivas. Los años noventa fueron de intenso cambio para el país, habiendo ingresado a una apertura comercial que llevó a emprender reformas estructurales en un contexto macroeconómico caracterizado por fuertes contrastes, y que tuvo un hito relevante en la crisis económica de 1995. México es la decimotercera economía más importante del mundo, el octavo exportador de bienes y servicios, y el cuarto productor de petróleo. La aplicación de amplios programas de estabilización y reforma estructural desde fines de los años ochenta está transformando rápidamente la economía mexicana. A pesar del extraordinario retroceso que experimentó como consecuencia de la crisis financiera de 1994-95, México registró una tasa media anual de crecimiento económico cercana al 3% durante el decenio de 1990, en comparación con un estancamiento prácticamente total de la economía en los años ochenta. La recuperación que se produjo después de dicha crisis -impulsada inicialmente por las exportaciones- ha permitido incrementar ese promedio a casi el 5%. La liberalización del comercio y, en particular, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han contribuido en gran medida a esta rápida transformación económica. El PIB de México aumentó a US$ 484.000 millones en 1999, y el crecimiento económico se elevó al 7,8% en el primer semestre del año 2000. La disciplina fiscal y monetaria, y la adopción de una política de tipo de cambio flexible han sido los instrumentos de política económica fundamentales de que se ha valido el gobierno mexicano para promover la estabilidad macroeconómica y el crecimiento. Algunos factores externos, particularmente el elevado nivel de los precios internacionales del petróleo y sólido crecimiento económico de los Estados Unidos, también han contribuido al fuerte crecimiento registrado recientemente. El PNB per cápita de México es de US$ 4.410 y el saldo total de la deuda externa alcanzaba los US$ 167.000 millones a fines de 1999. Muchos indicadores sociales son positivos. En promedio, la esperanza de vida al nacer es de 72 años, la tasa de analfabetismo de los adultos es de sólo el 9% y la matrícula en la enseñanza primaria es de casi el 100% del grupo de edad pertinente. Casi tres cuartas partes de los 97,4 millones de habitantes que tiene México viven en zonas urbanas, y el 83% tiene acceso a agua potable. No obstante, la pobreza persiste. El 28,6% de la población, es decir, 27 millones de personas se clasifican como pobres, según indicadores del consumo de 1996. Gran parte de los progresos en la reducción de la pobreza que se habían realizado desde mediados de los años ochenta se desvanecieron como consecuencia de la devaluación monetaria de 1994-95. Si bien la extraordinaria recuperación económica registrada a partir de 1996 probablemente ha hecho disminuir la proporción de la población pobre declarada, aún no se dispone de datos comparables para poder determinar claramente el impacto de dicha reactivación. 1 Los datos de la presente sección han sido tomados de la base “El Estado y la Administración Pública. Sus Perfiles Institucionales”, del SIARE del CLAD, y de la Sinopsis sobre México de septiembre de 2000 y julio de 2001, del Banco Mundial. 1