DE HISTORIA NATURAL. I $$ igual temperatura. Por lo demás es sabido que en . aquellas observaciones en que una parte del termómetro está á una temperatura muy diferente de la temperatura á que está expuesta la otra parte, se ne^ cesita una corrección si se quiere ó conviene que sean exactas. Se dirá tal vez que en metiendo la esférula en el agua hirviendo no se necesita mas, porque el calor se comunicará al demás azogue del tubo. Una reflexión sencilla basta para probar que no sucede así; y es que estando la esférula en el agua hirviendo, se tiene- con la mano el tubo , sin sentir ningún calor •particular. Ademas de esto, yo he hecho expresamente un termómetro que no tenia mas que unas nueve pulgadas de largo; y en el extremo del tubo habia una especie de embudo abierto por arriba. Puesto este termómetro sobre las brasas, el azogue fue subiemdo al embudo dicho, hasta que por último empezó á hervir en la esférula. En este estado metí un ter* mómetro muy sensible en el azogue del embudo, y •no hubo variación de temperatura en aquel; de suer* te que el azogue estaba hirviendo en la esférula, y en la parte superior del termómetro estaba á la temperatura del ayre circunvecino. Prueba pues esto la •necesidad de la práctica d i c h a ; pues sin ella p u e d e resultar el punto del agua hirviendo mas baxo en unos termómetros que en otros. : Para esta operación el agua ha de hervir bien: la esférula no ha de tocar al fondo del vaso en que hierve el agua; y este vaso no ha de estar expuesto á la corriente del a y r e , particularmente si es de metal, ó de.otra materia de las que son conductores del calor* Mr. de Luc ha encontrado alguna,diferencia en el ca¿ for. que. adquiere- el agua hirviendo, según qu« los