Fractura de falanges Popularmente existe la creencia de que un hueso fracturado va a impedir cualquier tipo de movimiento. Ante un traumatismo en la mano, se puede escuchar la expresión “ si puedo mover el dedo, eso es que no está roto”. Esto es absolutamente falso, ya que un dedo con una falange rota, puede realizar movimientos, si bien van a estar acompañados de molestias. Naturalmente y ante la sospecha de una fractura de falange, habrá de realizarse el correspondiente estudio radiológico, no obstante un síntoma que a menudo delata la existencia de fractura, es la alineación del borde anterior de las uñas, esto es que si el borde la uña correspondiente al dedo que sospechamos roto, no se encuentra en línea con el resto de las uñas, con toda seguridad el examen radiológico confirmara la fractura. • Recuperación: Se ha de diferenciar dentro de las fracturas de las falanges las fracturas de diafisis, que habitualmente son consideradas como benignas o de paca importancia y las fracturas de falange que comprometen zonas articulares, estas ultimas potencialmente mas graves, ofrecen un pronostico reservado. En estas ultimas la movilización precoz distribuida en varias sesiones diarias van a permitir obtener resultados óptimos en cuanto a movilidad articular se refiere, no obstante su pronostico inicial sigue siendo menos favorable que el de las fracturas de diáfisis. El principal cometido de la movilización es el mantenimiento de las zonas de deslizamiento de los tendones y que por lo tanto no se produzcan mermas en la movilidad articular. Se vigilara especialmente las articulaciones interfalangica proximal la cual puede quedar bloqueada en flexión a causa de la retracción que se produce en los ligamentos laterales, así como por la adherencia del tendón extensor sobre la primera falange, esta adherencia va a inutilizar el aparato extensor en referencia a las falanges mas dístales. En ningún caso se ha de proceder a la movilizaron pasiva, hecho este que puede provocar inflamación y dolor, lo que va a contribuir a un aumento de la rigidez articular.Por el contrario se pueden realizar movilizaciones activas varias veces al día, se hará de forma lenta y con la supervisión adecuada para evitar el fenómeno conocido como barrido articular. Lo mas difícil de recuperar son los últimos grados de extensión debido a que se produce una atrofia relativa del aparato extensor. Para recuperar este déficit de extensión se aplicara una sindactilia que en un gran número de casos va a permitir la completa recuperación. Si este problema se sitúa en la articulación interfalangica proximal, y no se recupera por medio de la sindactilia se ha de aplicar una ortesis dinámica que fuerce suavemente la extensión, esta ortesis ha de mantener simultáneamente a la articulación metacarpofalángica en flexión, lo cual va a potenciar su efecto. Pedro J. García García. © Copyright Aspepelota.com