La riqueza de lo Medici

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La riqueza de lo Medici
Florencia de los Medici
Floricela Montalcán Huamán
La gran familia de los Medici siempre ha tenido una relación muy estrecha con
Florencia durante tres siglos. Ellos influyeron en la ciudad y fueron influenciados por ella.
Cósimo el Viejo celebró innumerables fiestas, tanto públicas como privadas, en Florencia.
Lo mismo hizo su nieto Lorenzo, llamado el Magnífico.
Los Medici manejaban importantes asuntos financieros,
tanto con la Iglesia como con los demás comerciantes.
Sin duda fueron una de las familias más notables de la
historia. Llegaron al papado,produciendo tres papas, León
X, Clemente VII y León XI. Al trono de Francia,
apadrinaron
a
desarrollaron
numerosos
los
trabajos
artistas,
promovieron
científicos.
Hicieron
y
de
Florencia la capital de un rico y poderoso principado en el
mundo entero. También ayudaron al despegue del renacimiento italiano.
De origen modesto (la raíz del apellido es incierta, reflejando posiblemente la
profesión de "médico"), el poderío inicial de la familia surgió de la banca. El Banco Medici
fue uno de los más prósperos y respetados en Europa. Con esta base, adquirieron poder
político inicialmente en Florencia, y luego en toda Italia y Europa.
En la arquitectura los logros más
significativos de los Medici fueron en el
campo del arte y de la arquitectura, tanto que
los talentos que ellos emplearon son hoy las
referencias principales de ese período cultural
en Italia y Europa. Juan de Bicci de Médici,
el primer mecenas de la familia, ayudó a
Masaccio , y ordenó la reconstrucción de la
Iglesia de San Lorenzo en Florencia.
Cosme
de
Medici
patrocinó
a
notables artistas como Donatello y Fra
Angelico. La principal "adquisición" de los
Medici a través de la historia fue Miguel Angel, que produjo una serie de obras para
distintos miembros de la familia, comenzando con Lorenzo el Magnífico. Además de
contratistas de obras de arquitectura y mecenas artísticos, los Medici fueron prolíficos
coleccionistas, reuniendo multitud de obras que hoy forman la colección central de la
Galería Uffizi en Florencia.
En arquitectura, los Medici son responsables de varios edificios notables en
Florencia, incluyendo la Galería Uffizi, el Palacio Pitti, Jardines de Boboli, el Belvedere, y
el Palacio Medici.
Juan di Bicci de Medici comisionó personalmente a Brunelleschi para reconstruir la Iglesia de
San Lorenzo en 1419.
Cosme el Grande también encargó a Brunelleschi finalizar la cúpula de Santa
María del Fiore. Finalizada en 1436, era la cúpula más grande de su época.
Eleonora de Toledo, esposa de Cosme, compró el Palacio Pitti a Buonaccorso Pitti
en 1550.
Cosme I apadrinó a Vasari, que construyó la Galería Uffizi en 1560.
María de Medici, viuda de Enrique IV y madre de Luis XIII de Francia, es usada
como modelo por Peter Paul Rubens en 1622, para la pintura al óleo "María de Medici,
reina de Francia, llegando a Marsella".
Juan de Médici, primer banquero de la familia, comenzó la influencia familiar
sobre el gobierno florentino, pero los Medici se convirtieron en cabeza oficiosa de la
república en 1434, cuando su hijo mayor Cosme de Médici toma el título de "Gran
Maestro" la rama principal de la familia -formada por los descendientes de Cósimorigieron los destinos de Florencia hasta el asesinato de Alessandro de Médici, primer duque
de Florencia, en 1537.
El poder pasa luego a la rama menor de los Medici -descendientes de Lorenzo de
Médici- hijo menor de Giovanni di Bicci, comenzando con su tataranieto, Cosme I el
Grande. La escalada de los Medici al poder fue relatada en detalle en la crónica de
Benedetto Dei.
Un itinerario de los Medici no puede sino comenzar desde el Palacio Medici,
construido en 1444 por Cósimo el Viejo. En el patio renacentista se puede ver el escudo de
armas de los Medici, y en el primer piso la pequeña, pero bellísimamente decorada, capilla
donde Lorenzo el Magnífico hizo fuerte a su familia. Cuando el Palacio fue vendido a la
familia Riccardi se pintó una Alegoría de los Medici en la galería del siglo XVII.
Casi frente al Palacio se erige la Iglesia de San Lorenzo, que contiene las tumbas
de algunos Medici, los que murieron hasta 1737, enterrados en la antigua y nueva sacristía,
así como en la capilla de los Príncipes. Pasando por el claustro se puede visitar la
Biblioteca Laurentina, con preciosos libros y manuscritos recogidos por Cósimo y su hijo
Piero. Ellos generosamente habían encargado las obras de arte en los conventos de la
Santissima Anunziata y de San Miniato al Monte.
En la cercana Plaza de la Signoria se levanta el Palacio Vecchio, uno de los
ejemplos del poder de la familia. Las esculturas en la plaza hacen hincapié en el poderío de
los Medici: el monumento ecuestre de Cósimo, el Perseo de Cellini, o por ejemplo la
violación de la Sabina. Además, en el patio y el interior del palacio el visitante puede
apreciar los efectos de belleza buscados por el propio Cósimo y su esposa Eleonora de
Toledo.
Giorgio Vasari y sus ayudantes transformaron el antiguo palacio del régimen
republicano en un gran palacio ducal, ricamente decorado con pinturas y esculturas. En
1560, los Uffizi quisieron emular a los Medici con la construcción del Palacio Pitti.
El Palacio Pitti se convirtió en uno de los lugares con la mejor colección de arte del
mundo. En este palacio y en los jardines Boboli, diseñado por Tribolo en 1550, vivieron los
Medici como soberanos, entre la enorme calidad de sus obras de arte.
Cosimo controló a Florencia durante treinta años. Cuando murió, en 1464, fue
sucedido por su hijo Piero, quien nunca había gozado de buena salud - era conocido como
Piero el Gotoso - y murió después de sólo cinco años. Su hijo Lorenzo el Magnífico. Nieto
de Cosme el Viejo, pater patriae, padre del futuro León X, tío de Clemente VII, amigo de
Poliziano y de Pulci, filósofo contemporáneo de Pico de la Mirandola, protector de
Botichelli y de Miguel Angel, recibió a la hora de la muerte, la bendición de Jerónimo
Savonarola. La maravillosa plenitud del Renacimiento florentino -que después fue
Renacimiento italiano y más tarde Renacimiento europeo- Tuvo en Lorenzo su
protagonista, o mejor aún, su epicentro temporal y simbólico. A pesar de que murió muy
joven -sólo contaba cuarenta y tres años-, él, con su nombre, su obra, su influencia y su
persona, llenó toda la historia italiana civil e intelectual del último tercio del siglo XV.
Contaba apenas diecisiete años cuando su padre, Pedro el Gotoso, le envió, primero a
Venecia y luego a Milán, como embajador extraordinario, encontrándose a los veinte años,
en 1469, junto con su hermano Julián, al frente del Estado. En 1478, por un verdadero
milagro, no sucumbió bajo los puñales de los Pazzi. En ese mismo año, Fernando, rey de
Nápoles, declara la guerra a los florentinos, y, dos años más tarde, Lorenzo parte solo y
desarmado, casi a escondidas, para Nápoles, con peligro de ser apresado y muerto, logrando
alcanzar la paz. Todos los historiadores coinciden en alabar en él al prudente conciliador de
los asuntos italianos, que supo ser también el "fiel de la balanza política", que frenaba
rivalidades peligrosas y ponía fin a guerras funestas. Si hubiera vivido más tiempo, quizá
hubiera logrado, igualmente, impedir la invasión de Carlos VIII, origen de todas aquellas
dominaciones extranjeras que se enseñorearon de Italia hasta finales del siglo XIX. Sin
embargo ha sido la historiografía y la novela del siglo XIX las que, de una manera siniestra,
nos han presentado a Lorenzo como un tirano de su patria, un hipócrita, un sanguinario y un
corruptor. Estos escritores han olvidado que las vicisitudes por las que la República
florentina pasó durante los años comprendidos entre finales del siglo XIV y principios del
XV, habían demostrado que no era posible en aquella ciudad envidiosa, rebelde y
turbulenta, el libre juego de la libertad republicana, toda vez que las camarillas o familias
más poderosas se disputaban, por todos los medios, más ilícitos que lícitos, violentos que
pacíficos, la hegemonía. Era, por tanto, inevitable que una de estas familias, la más rica e
inteligente, conquistase el predominio sobre las demás, y esta suerte, no tan feliz como
pudiera creerse, correspondió a los Médici Cafaggiolo, gracias a la excepcional sabiduría de
Cosme el Viejo, abuelo de Lorenzo. Lorenzo, a semejanza con el abuelo, no asumió los
poderes ni se dio aires de príncipe, como sucedía en otras señorías italianas de aquel
tiempo. Procuró solamente que fueran llamados a ocupar los principales puestos de la
República amigos de la familia; sin embargo, en los asuntos de Estado consultó tanto a los
grandes como a los humildes, y para todos los demás se contentó con ser un ciudadano
entre los ciudadanos, y continuó ocupándose de los asuntos de su Banco, base principal del
poder de los Médici. En los últimos años permitió que Savonarola la emprendiese con él
desde el púlpito, mientras no le fuera posible alejarlo de Florencia, por su calidad de fraile
forastero.
*Uno por uno de los Medici (importantes):
• Giovanni di Averardo, llamado Bicci (1360-1429): Se casó con Picardia di Odoardo
Bueri. Desarrolló la banca familiar al tomar a su cargo los intereses de la Iglesia, y jugó la
carta de defensor del pueblo, sin que por ello fuera seriamente molestado por sus
adversarios, los oligarcas. Logró que la familia Medici fuera ganando apoyo de la clase
popular frente a la oligarquía de los Albizzi. Por medio de su estilo de formas modestas
consiguió avanzar de forma desapercibida. Los Médicis no provienen, como la mayor parte
de los señores de Italia de aquel tiempo, ni de la nobleza feudal ni de una dinastía de
caudillos o aventureros afortunados. Vienen del pueblo, y durante casi dos siglos edifican
lenta y oscuramente su patrimonio con el comercio, y especialmente con el arte del cambio.
• Cosme el viejo (Florencia 1389-Careggi 1464): Gran hombre de negocios, controló por
sí mismo todas las empresas de las que era socio principal y multiplicó su fortuna. Buscó el
poder político, indispensable para la seguridad de sus negocios. Fue desterrado en 1433 por
Rinaldo di Albizzi, jefe de la oligarquía. En 1434 entra triunfante en Florencia tras un año
de exilio. Después de expulsar o hacer ejecutar a sus adversarios, dominó Florencia de
modo discreto, contentándose con deformar con la ayuda de Luca Pitti, las instituciones
tradicionales Ejerció el poder político de una manera indirecta, nunca llegó a ejercer
ninguna magistratura oficial (fue durante sólo 6 meses gonfaloniere de justicia).
Manipulaba las elecciones con toda clase de métodos. Hizo atribuir las magistraturas a
mandatarios suyos. Ayudado por un director general, Francesco Ingherami, establecido en
Florencia, Cosme acrecentó su fortuna con una hábil y minuciosa gestión de la empresa
familiar, que era a la vez banca, casa comercial y centro de fabricación. Partidario de la paz,
aliado de los Sforza de Milán, banquero al servicio de la Santa Sede, de los reyes de
Francia e Inglaterra y del duque de Borgoña Cosme realizó fructíferas transferencias de
fondos; Su hijo Pedro se asoció con el papa (1466) para explotar el monopolio del alumbre,
creado por Pío II a beneficio de una eventual cruzada. Los Médicis poseían en Florencia
tres empresas de gran importancia. Vendían tejidos y orfebrería a las cortes de Europa, que
recurrían para ello a su crédito. Con menos éxito organizaron servicios de transporte
regulares con destino a Brujas, Constantinopla y Rodas. Para evitar correr la misma suerte
que las grandes compañías del s. XIV, los Médicis adoptaron un estructura más dúctil,
repartiendo sus diferentes actividades en filiales jurídicamente independientes de la casa
madre de Florencia, pero en las que siempre poseían la mayoría de las acciones, lo que les
permitía controlar su gestión. Cosme colocó una parte importante de sus ganancias en el
Monte dei dotti, que tenía a su cargo los empréstitos de los negocios florentinos, o también
en construcciones, palacios o villas campestres.
• Pedro el Gotoso (Florencia 1416-Florencia 1469): Sucedió a su padre Cosme el Viejo
durante un breve período de cinco años. Su hermano Juan (segundo hijo de Cosme) era
estimado en Florencia por su simpatía y alegre temperamento pero los excesos en los
placeres acabaron con su salud. Pedro poseía una gran habilidad para los negocios. Se casó
con Lucrecia Tornabuoni, una notable intelectual florentina. Se esforzó en dar a sus hijos
una completa formación. Supo en 1466 hacer frente a una gran conjura a pesar de
encontrarse muy enfermo. Murió sin haber podido hacer testamento ni confesarse debido a
que su enfermedad le impedía hablar. Su figura fue eclipsada al encontrarse entre las
grandes personalidades de Cosme y Lorenzo. Encargo de obras de arte: Pedro que por su
enfermedad se mantenía alejado de los negocios, se cerraba en su círculo de mecenas y de
coleccionista, "Para recrear la mente y dar refrigerio a la naturaleza" (como escribía Filarete
que le dedicó un tratado de arquitectura). Así fue como hizo decorar la habitación del joven
Lorenzo con tres batallas de Paolo Uccello (1456-1457), hoy en Florencia, París y
Londres), con un combate entre dragones y leones, una escena de la leyenda de Paris del
mismo Uccello y una escena de caza de Pesellino. El estudio de Piero fue decorado (1450
aproximadamete) con terracotas de Luca della Robbia (en la bóveda estaban los meses, hoy
en Victoria and Albert Museum de Londres). Para la sala de audiencias, Pollaiolo pintó tres
grandes lienzos con los Trabajos de Hércules (1460). Al palacio llegó también un San Juan
de Castagno, una Judith (1455) de Donatello (hoy en la plaza de la Signoria) colocada en el
patio. (L.Berti) Encargó los suntuosos tabernáculos de Santa Annunziata y San Miniato y
los frescos de Benozzo Gozzoli en el palacio familiar. Estuvo en contacto con muchos de
los principales pintores de la época, entre ellos Domenico Veneziano y Filippo Lippi.
• Lorenzo el Magnifico que ya he decrito anteiormente.
• Pedro II(Florencia 1472-Cassino 1503): Primogénito y sucesor de Lorenzo (1492-1494).
Tenía escaso ingenio y era presuntuoso y altanero. Los florentinos excitados por la
predicación de Savonarola, lo expulsaron (9 nov 1494) en el momento en que llegaba el rey
de Francia Carlos VIII, a quien había cedido las fortalezas de Sarzana y Pietrasanta. Huyó a
Bolonia a caballo, perseguido por la justicia y declarado rebelde. El palacio Medici fue
saqueado y más tarde el gobierno subastó la mayoría de los bienes en Orsanmichele,
disolviendo la mayor colección de arte del siglo XV recopilada a través de tantos años.
Pedro intentó en vano restablecer su dominio. Su fortuna personal era escasa y carecía de
cualidades políticas. A su muerte, la dirección de la familia pasó a su hermano menor, el
cardenal Juan.
*Conclusiones:
Los Medici han pasado por muchas circunstancias turbulentas pero nadie puede
negar que gracias a ellos, Florencia llego a alcanzar tal espectación como la que ha llegado
a alcanzar.
Bibliografía:
http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9dici
http://www.mgar.net/var/medicis.htm
http://mgar.net/var/lorenzo.htm
http://www.youtube.com/watch?v=SqK_0X50BXs
http://es.shvoong.com/books/1753249-los-medici-en-florencia/
http://wapedia.mobi/es/Lorenzo_de_M%C3%A9dici
http://es.holiday-apartmenttuscany.net/guia_toscana/florencia_palazzo_medici_riccardi.htm
http://www.trackmedia.com/site/detail.php?pid=2115
http://www.laguia2000.com/italia/lorenzo-de-medici-y-su-influencia
http://www.florence.ala.it/renacimientoenflorencia.htm
http://club.telepolis.com/mgarciasa/var/florenci.htm
http://www.artehistoria.jcyl.es/ciudades/videos/466.htm
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