Sistema retículo-endotelial y formación de los pigmentos biliares. (`)

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Sesión del día 23 de abril de 1928
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PRESIDENCIA
DEL DR; P I SUNER
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Sistema
. . retículo-endotelial y formación de los pigmentos
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biliares. (')
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POR EL PROF.
L. ASCE-IOFF .
(DE YXLXBUIB I N
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SR.)
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Minkowski' y FJaunyn, extirpando el h i g a d o e n patos, observaron, entre otros fenómenos,
la producción de ictericia, y como ésta n r tenia lugar por' la .intoxicación en los mismos patos
sin higado mediante' la 'tOluilendianiina, dichos autores dedujeron 'de ello que los pigmentos bi-,
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liares necesitan el hígado para formarse.
Pi Suñer, &tudiando ros efectOs de la ddgeneracióti. del hígado por l'ti .intoxicación con
el fósforo en perros,' demue'strati queáqhél fijj sele6tivAniente lbs productos de l a desinte,-ración
de la hem~'~lohina,
dé~inte~ración
que puede ocurrir en distintas puntos del organismo: Estos procluctos
hemat.oporfirina priicipalniente '- se cotiv~ert61ien' el hígado en.pigmentos biliares. .
Mc. Nee y Lepine' repiten los experimentos~de Miikowski y Naunyn, observando taml?ién la producción de ictericia consecutivamente a la hepatectomia. Examinaron .el hígado de
aves intókica?ai fón la toliileiidiimina. ohServakd6 qiie la$ céhtks de I h p p f e r contetiian heniaties en su prbtoplasma y @te éstos sufrían un proceso d i iligesti9n conducente a transformar su
hemoglobina en pigmento biliar o . hilirrubina.
. . E n. camhio,
Iilep$titas 'jatn$s conte,,
. . las células
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nían piptnento.
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De esto hay
deducir que ia ?reducción 'del piemento 'biliar 'seria debida exclusiva:
mente a .las células ret,iciiIo-endoteliales del higado. Si en los patos hepatectoniizados la totuilendiainina no deterinina ictericia, es porque en estos animalis el órgano verdaderamente 'rico en
célubs de Kuppfer es e1 hígado, y al cer extirpado éste. el animal queda prácticamente sin sistema reticitlo-endotelial. En efecto, 'el bazo es muy pequeño en estos animales y pobre en elementos retici~lares.
En los mamíferos no es posible verificar dichns experimentos por la escasa .supervivencia
rlesnités de la heuatectoiiiía. E n vista de ezt?. L e ~ i n epensó blo~uearcon tinta china el sistema
retículn-endotelial y vió que dicho Flooueo retardaba considerablemente la producción de la ictericia. Esto le hizo 1,eticar oiie dichas células segreearian iin proditcto. securamente diaskísico~que
transformaria en pigmento biliar la henio~lohina circulante puesta en lihertacl por la toluilendiamina.
Mann Markino consiguieron'itn considerable progreso con su nueva técnica de extirpa:
ción del hígado. permitiendo una supervivencia de 11 a 12 horas,suficiente para seguir los efectos tóxicos de la toluilen8iamin?. Al prooio tiempo, con el tiiétodo d e Heimann Van cien Rerg
se podía averimar exactamente la cantidad de ~igtnentosbilieres circulantes de la sangre Hace
tres años estuve en el laboratorio de Mann v pude ver &mo después de la extirpacinn de! higado,
se producía ictericia muy intensa.
¿Dónde tense lupar. pues. la trancfonnarióti del pi,mnento? Probablemente en todos los
órganos,
pero en particular en el bazo y en la mCdula ósea.
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A!&nos autores inyectan tinta china en animales en los que se ha extirpado el higado según
,el métido de Mann, pero debido a l a escasa superviviencia: de los perros, el retardo de la pr6ducción de ictericia resulta poco visible.
Rosenthal y Tannhairser observaron la desaparición de la ictericia producida por la toluilendiamina, en cuanto,se extirpaba el higado y demostraron asiniismo que el pigmento pro-
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qi~e
lij Extracto de la conferencia.
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diicido era muy semejante a la bilirrubina, pero nb idéntico. Más tarde, Van den Berg demuestra q u e dichos pigmentos circulan en forma de prepigmentos incoloros y Rosenthal observa que
en los animajes hepatectomizados no se produce la ictericia .o se produce muy tarde.
Yo he realizado estudios histológicos en hígados intoxicados por Ia toluikndiamina.
Al principio de la intoxicación, e l hígado ofrece su estructura absolntamente normal, pero en el
momento de la ictericia se observa una abundante cantidad de pigmento en los capilares biliares en
forma de peq'ueños trozos cilíndricos dispuestos e'n cadeneta.
Por consiguiente, en el metabolismo de irts pigme
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periodos :
1." Producción d e pigmentos biliares en la sangre.
2." Excreción de lbs mismos PO; los capilares y conductos biliares.
Ahora bien, cuando la cantidad de piementas es exagerada, el espesamiento de la bilis
es tal, que el segundo tiempo no puede verificarse por la obstrucción que la misma bilis produce, y
entonces el .sobrante de pigmento que no puede Eer eliminxlo, produce la ictericia.
Hav que ngtar que e n niniún caso se encuentra pigmento en las células hepáticas, siendo
la nroducción del oienient'o anhepatÓceRiSar Pero la pioducción 'de la ictericia es más compleja,
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pndién-se ,distipaiiir tres tipos de la misma:
. . 1." :~ctericiide origen sangiiin&8 por hiperpioduccióii de pig'niento: esta fonna es rara
y en clínica está representada oor la ictcricia'def recién 'nacido y por la ictericia hereditaria. ~:
2.: Forma ictr<o:retentiva. deliida. a una lesión' de las télulas hepáticas, producida . por
ejemplo por las sebsis o por las iiitiuicacbnes fosfórica o arsenieat. Eli este casa el pigmen;
to formado y eeneralineiite en eXceso,
y por consiguiente
. . . no ~ u e d eatravesar la c6lulahepática
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no se puede eliminar. '
3." Forma icter'o-receptiva: Esta es la ictericia p o r oh~tiucciónde las vías biliares. Al
qnedar éstas Ile~iasdel pi,kmento; 'se. $roduce
una reabsorción del mismo, apareciendo, como con-.
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secuencia.' a
! ictericia. '
Corn.0 se ve, en la intoxicación por la tolriilendiarnina hay una combinación de las
formas primeia y tercera, ?'si se. destiruyen las .células hepáticas surge entonces una combitkción
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de las' tres' forma&
Diré para terminar que esta división es, como todas, iin tanto artificiasa, pero útil .pa?a
fijar fonceptos. E n realidad 'en .las ictericias lo que suele.uristires -una combiiiación d e las tres
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fotmas con, predoniini~de alguna de ellas sobre las restantes.
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Sesión del día i.3 d g ii<ayo de 1428 '
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PRESIDENCIA
'GEL 'DR. PI SUÑER
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-El mornento.act'ua1en,'.eltrataniiknto 'del Cáncer del úteo.
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POR EL DR.
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VlCTOR CONILL
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Hace algo.tnás.de un par de años mis ayiidaiites y yo,. habiendo. decidido confiar al ra.,
dium los casos imperables y vuelto a la cimgici del cáncer, de útero operable, abandonándonos
con ello al desnivel de nuestros entusiasmas fisioterápicos y no mems a la corriente general en
el campo.de la Ginecologík, nos preocupo justamente la elevada mortalidad de la .operación de
Wertheim.
Meditando sobre las particularidades que coicuiren en ésta : mujer muchas veces 'obesa,
con sistema hépato-cardío-renal de dudosa integridad, anestesia general de larga duración, ope-