Oficio 220-059300 del 17 de diciembre de 2007 ASUNTO: Vigilancia sobre la actividad de vivienda. Me refiero a su escrito radicado en esta Superintendencia con el número 2007-01-184819, mediante el cual consulta cuál es la entidad que supervisa a las sociedades constructoras de vivienda. Sobre el particular, me permito transcribirle apartes del Oficio 220-041856 del 28 de agosto de 2007 proferido por esta oficina, que se refiere ampliamente al tema de su consulta: “ … “ Ref: DE LA ACTIVIDAD DE VIVIENDA – TRASLADO POR COMPETENCIA “ Acuso recibo de su comunicación radicada en la Entidad con el número 2007-01-144484, a través de la cual formula algunos interrogantes relacionados con las asociaciones de vivienda de interés social. “ Como primera medida, resulta pertinente informarle que la Superintendencia de Sociedades es un organismo técnico, adscrito al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio propio, mediante el cual el Presidente de la República ejerce la inspección, vigilancia y control de las sociedades mercantiles, así como las facultades que la ley le confiere en relación con otras personas jurídicas (artículos 82 y siguientes de la Ley 222 de 1995 en concordancia con el Decreto 4350 de 2006). “ Valga decir, las funciones de la Entidad, además de regladas, se encuadran dentro de la competencia constitucional propia de la rama ejecutiva del poder público, por lo que sólo puede obrar dentro del marco propio de las facultades de la rama a la cual pertenece sin poder excederse. “ Hecha la aclaración que antecede, y en referencia al tema que nos ocupa, la Superintendencia ejerció las funciones de inspección y vigilancia sobre las personas naturales y jurídicas que desarrollaban la actividad de vivienda, en los términos dispuestos por la Ley 66 de 1.968 y su Decreto modificatorio 2610 de 1979; Decreto-Ley 078 de 1.987 y sus reglamentarios 1555 de 1.988 y 405 de 1.994, disposición última que radicó en cabeza de los distritos y municipios las citadas labores, excepto lo relativo a la toma de posesión de los negocios, bienes y haberes de los nombrados sujetos, que continuaron en cabeza de la Entidad. “ Posteriormente, el Constituyente de 1.991 estableció en el artículo 313 numeral 7o., como función de los Concejos Municipales la de reglamentar los usos del suelo y, dentro de los límites de ley, vigilar y controlar las actividades relacionadas con la construcción y enajenación de inmuebles destinados a vivienda. “ Con fundamento en lo expuesto, la Superintendencia de Sociedades expidió no solo la Circular Externa 100-008 del 21 de abril de 1.994, dirigida a los alcaldes distritales y municipales del país, en la cual les informaba que las funciones de inspección y vigilancia sobre las personas naturales y jurídicas dedicadas a las actividades de construcción y enajenación de inmuebles destinados a vivienda correspondían a ellos en desarrollo del Decreto 405 mencionado, sino igualmente envío la documentación, expedientes y quejas que estaban en trámite, manteniendo solamente los expedientes relacionados con las intervenciones. “ Posteriormente, la Ley 136 de 1994 dispuso en el artículo 187 dos asuntos de suma importancia: “ Por un lado, que los concejos municipales debían e jercer la vigilancia y control de la actividad de construcción y enajenación de los inmuebles destinados a vivienda, dentro de los límites señalados al respecto por las disposiciones legales y reglamentarias vigentes. Y “ Por el otro, le concedió a la Superintendencia de Sociedades un término perentorio de seis (6) meses para trasladar a los municipios los documentos relativos a tales funciones, y de impartir la capacitación necesaria para su cabal cumplimiento, la cual vino a hacerse en la oportunidad debida. En este orden de ideas, la Superintendencia de Sociedades a partir del 2 de diciembre de 1.994, perdió toda competencia en materia de control y vigilancia sobre la actividad urbanística, a la par que dejó de ser de su resorte la función relativa a la toma de posesión...” . En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes observarle que el alcance de los mismos es aquel al que alude el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.