REFERENTES CONCEPTUALES DEL ÁREA La educación lingüística consiste en determinar qué sabe el estudiante y de qué manera significa el mundo y usa el conocimiento. Esta tendencia hacia la pragmática, requiere que el docente de lenguaje propicie en el aula actividades tendientes hacia la construcción y reconstrucción de las competencias. Tanto la construcción de competencias como el desarrollo sistemático de las habilidades, requieren la enseñanza de estrategias. Desde la lingüística textual, Van Dijk (1980) plantea las cuatro macrorreglas, omitir, clasificar, jerarquizar e integrar las cuales constituyen una excelente estrategia para desarrollar las habilidades que permiten seleccionar la información relevante en un texto, categorizar, generalizar e integrar el contenido de una lectura en una nueva producción. De esta manera la comprensión y la producción del texto escrito se unen en un solo proceso para buscar el desarrollo de habilidades y la construcción de competencias necesarias para llegar al sentido que es, en última instancia, la verdadera lectura. En este sentido, los Lineamientos Curriculares para Lengua castellana (1998) conciben el lenguaje como la formación conceptual del hombre. Gracias al lenguaje, es que el hombre conceptualiza, simboliza, interpreta y comunica el mundo. La pedagogía del lenguaje se reorienta, entonces, hacia la significación; propone ir más allá de la competencia comunicativa (específica de lengua castellana), trascender el desarrollo de las cuatro habilidades: hablar, escuchar leer y escribir, enfatiza tanto la significación como la construcción del sentido en los actos de comunicación. Es por ello que se trazan las siguientes competencias que hacen parte de la COMPETENCIA SIGNIFICATIVA: competencia gramatical, competencia textual, competencia semántica, competencia pragmática, competencia enciclopédica, competencia literaria, competencia poética. (1) Es necesidad prioritaria, entonces, que los actos en nuestra labor pedagógica procuren afianzar estas habilidades y competencias en los estudiantes pues y como se plantea en los Lineamientos curriculares, “la manera como se argumenta, la forma como se exponen las ideas, los modos como se discute o se describe, la función que se asigna a la escritura o la toma de apuntes, la función de la lectura, entre muchos otros, son espacios en los que se ponen en juego estas competencias y habilidades. Comprender el sentido de las competencias permite al docente tomar una posición clara frente a la pedagogía del lenguaje, independientemente del modelo de organización curricular que se defina dentro del Proyecto Educativo Institucional”. (1998: 52). (1) Para ampliar los conceptos de estas competencias ver Lineamientos Curriculares Lengua Castellana 1998. ESTÁNDARES DE LENGUA CASTELLANA El lenguaje es la facultad del ser humano por excelencia, y la que le ha permitido apropiarse del mundo, comunicarse y aprender. El lenguaje en la Educación Básica y Media debe dirigirse a un trabajo fuerte de apropiación y uso de diversas formas de lectura y producción de textos, como un proceso significativo y cultural, sin pretender estandarizar estudiantes, maestros o instituciones; es decir, conservando la autonomía individual y la institucional. En cuanto a la gramática, ésta debe tener características de análisis del discurso, sin estudiar oraciones aisladas o en abstracto sino vistas en su relación con otras dentro de un mismo texto o conversación. Por esto, se propone un acercamiento a los aspectos gramaticales desde los primeros grados, respetando las necesidades del estudiante y haciendo énfasis en los procesos de significación y de comunicación. La enseñanza de la literatura tiene como propósito promover el hábito de lectura. En esa medida, es fundamental que la escuela genere gusto por la lectura de poemas, cuentos, novelas y otros relatos, a fin de estimular en el estudiante la interpretación y el comentario de textos. Los estándares sólo ofrecen unos referentes básicos para el trabajo en el aula, con una repercusión clara en la formación de personas autónomas, capaces de pensar, construir, interpretar y transformar su entorno, a partir del uso del lenguaje. En lo conceptual, los estándares propuestos para cada nivel presuponen y reconocen unos conocimientos previos, lo cual permite verlos como secuenciales, no sólo de un grado a otro, sino de uno a otro nivel; por ejemplo: Ministerio de Educación Nacional República de Colombia ESTANDARES son SECUENCIALES de GRADO A GRADO TERCERO Produzco textos orales que responden a distintos propósitos comunicativos . QUINTO Produzco textos orales, en situaciones comunicativas que permiten evidenciar el uso significativo de la entonación y la pertinencia articulatoria. CICLO A CICLO SÉPTIMO Conozco y utilizo algunas estrategias argumentativas que posibilitan la construcción de textos orales en situaciones comunicativas auténticas. NOVENO Produzco de textos orales de tipo argumentativo para exponer ideas y llegar a acuerdos en los que prime el respeto por mi interlocutor y la valoración de los contextos comunicativos. UNDÉ UNDÉCIMO Produzco textos argumentativos que evidencian mi conocimiento de la lengua y el control sobre el uso que hago de ella en contextos comunicativos orales. Los estándares han sido definidos por ciclos de grados así: 1° a 3°, 4° a 5°, 6° a 7°, 8° a 9°, 10° a 11° y se han organizado a partir de cinco aspectos: 1) Producción textual. 2) Comprensión e interpretación textual. 3) Literatura como abordaje de la perspectiva estética del lenguaje. 4) Medios de comunicación y otros sistemas simbólicos. 5) Ética de la comunicación. Cada estándar tiene un enunciado identificador, en el que se exponen un saber específico y una finalidad de ese saber, y una serie de subprocesos básicos que hacen evidente el estándar. (2). (2) Ver ESTÁNDARES BÁSICOS DE LENGUAJE EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA.