Dr. Pedro Pérez Segura: Innovación en tumor cerebral: más tiempo, más autonomía y mejor calidad de vida Entrevista Dr. PEDRO PEREZ SEGURA. Oncólogo médico. Coordinador del Comité de Neurooncología del Hospital Clínico San Carlos Vicepresidente del Grupo Español de Investigación en NeuroOncología (GEINO) En opinión del doctor Pedro Pérez Segura, la innovación en oncología ha de suponer una mejora en la calidad de vida de los afectados. Este es el baremo para determinar que un avance puede denominarse así. Los tumores cerebrales se diagnostican, como norma general, en plena vida activa personal y laboral del paciente y las secuelas de su tratamiento pueden mermar la calidad de vida del afectado en diversos grados. Luchar para minimizar este impacto, forma parte del trabajo y filosofía del oncólogo, médico asesor de la Asociación de Afectados por Tumor Cerebral en España (ASATE). 1. ¿Cómo describiría la situación actual del cáncer en España? ¿Es similar a la de los tumores cerebrales? La situación del cáncer en nuestro país es muy similar a la de los países de nuestro entorno. España se encuentra entre los tres primeros puestos de Europa en cuanto a expectativas de curación, según el estudio Euro Health Care. En cuanto a los tumores cerebrales, la situación de España es también muy similar al resto de nuestro entorno, si bien es en los últimos años cuando a nivel asistencial se están creando unidades de trabajo multidisciplinar y con profesionales dedicados específicamente a este tipo de tumores y se está desarrollando más investigación tanto clínica, como básica. Estamos en una situación similar con una tendencia a una asistencia con cada vez más calidad. 2. ¿Hacia dónde va la investigación e innovación en cáncer con respecto a los tumores cerebrales? A la obtención de tratamientos más eficaces. En este momento, patologías como el glioblastoma, que es el más común de los tumores cerebrales, se encuentra en unas tasas de supervivencia bajas, de modo que la principal área de investigación es encontrar fármacos o terapias que mejoren la supervivencia. La segunda línea es la aplicación de los conocimientos moleculares, por un lado a la selección de tratamientos y, por otro, a factores pronósticos. Ésta es una línea de investigación muy importante y que se está dando tanto en nuestro país como en el resto de Europa, ya que nos permitirá dilucidar que pacientes van a responder mejor a un tratamiento u otro y poder optimizar los tratamientos que tengamos. 3. ¿Estos avances han producido mejoras en torno a la autonomía del paciente? Éste es un término muy importante. No solo debemos entender autonomía como la capacidad del paciente para tomar decisiones sobre su tratamiento, sino desde el punto de vista global de lo que el paciente espera sobre lo que se va a hacer con su enfermedad. Por ejemplo, a veces, el pronóstico no es bueno, pero algunos tratamientos pueden provocar una serie de déficit en la calidad de vida de los pacientes y sus más allegados. Probablemente sea uno de los tumores en los que haya que trabajar más todo el tema del proceso de la toma de decisiones en cuanto a qué es lo que espera el paciente de lo que nosotros le podemos ofrecer. Esto requiere un trabajo coordinado por parte de los médicos, enfermería, psicólogos y trabajadores sociales, un conocimiento más real de lo que puede dar de sí ese tumor en cada paciente. El proceso es más complejo que en otras situaciones oncológicas, pero se está trabajando mucho. 4. ¿Cuáles son los avances más recientes producidos en el abordaje de los tumores cerebrales y qué “mejoras” suponen en relación con lo que ya existía? Hemos avanzado en muchos aspectos, empezando desde el punto de vista del conocimiento biológico. Hoy día sabemos que no todos los neuroblastomas son iguales, tenemos subgrupos y sabemos qué líneas genéticas y moleculares son más importantes, lo que nos permitirá a corto y largo plazo seleccionar estudios muy dirigidos a pacientes con alteraciones muy concretas. Desde el punto de vista local, hemos mejorado mucho en las técnicas quirúrgicas. Disponemos de técnicas lo suficientemente sensibles como para poder realizar extirpaciones más amplias de los tumores sin producir más secuelas a los pacientes, algo enormemente importante porque está demostrado que en muchos tumores las resecciones más amplias implican un mejor pronóstico vital y una mejor calidad de vida. La radiología también ha avanzado mucho desde el punto de vista de que, en la actualidad, podemos acceder y radiar puntos a los que antes no teníamos acceso. En cuanto a las terapias farmacológicas, tenemos avances en cuanto a los tratamientos estándar para pacientes con glioma, para el que hemos estado muchos años sin opción terapéutica. Además, la investigaciónde otros fármacos como los antiangiogénicos o los de inhibición molecular, nos permite mirar con optimismo, a corto y medio plazo, el pronóstico de nuestros pacientes. 5. ¿Cuál es el valor de la innovación en cáncer? ¿Qué significa “innovación” para los pacientes Innovación es sinónimo de curación. La innovación ha de tener una aplicación inmediata y ha de servir para propiciar a los pacientes una mayor supervivencia, una mejor calidad de vida y se sientan mejor atendidos, con un proceso oncológico mejor integrado y menos “traumático”. La innovación debe entenderse desde la parte médica diagnóstica y terapéutica hasta la parte asistencial. 6. ¿En qué posición, para con el resto de Europa, se encuentra España en cuanto a desarrollo y aplicabilidad de la innovación? Tenemos la suerte de que en estos momentos tenemos la posibilidad de acceso a cualquier tratamiento que se desarrolle en cualquier sitio. Lo que debemos trabajar con más ahínco es la coordinación entre centros que permita a un paciente acceder de manera sencilla a cualquier ensayo clínico, cosa que todavía no es 100% posible debido a las numerosas barreras administrativas existentes. El tema de la información a pacientes y familiares también ha de mejorar y en este sentido, las Asociaciones de Pacientes hacen un trabajo fundamental como foro de comunicación de afectados. 7. ¿Cree que los datos de supervivencia en cáncer alcanzados en nuestro país están en riesgo si no se trabaja para que la innovación sea más accesible a los pacientes con cáncer? Fundamentalmente las barreras que encuentran los pacientes, hoy por hoy, hacen referencia a la falta de recursos económicos. Creo que tenemos dificultades diferentes a las de países de nuestro entorno pero salvo en ocasiones muy puntuales, los pacientes están pudiendo acceder a los fármacos que necesitan y que ya están aprobados. 8. En su opinión, ¿cuáles son los retos a los que han de enfrentarse los largos supervivientes en cáncer en nuestro país? El reto principal es que el Sistema entienda que son personas, no pacientes. Tener en cuenta que son personas que han de recuperar sus vidas, sus trabajos y sus rutinas, que cada día el número de largos supervivientes es más importante y que tienen una serie de necesidades distintas a las del paciente en tratamiento activo. La clave es dimensionar la magnitud de este grupo, estudiar sus demandas sociales y trabajar todos juntos (Administración, Servicio Sociales y Sistema Nacional de Salud) para que puedan incorporarse a su vida normal. 9. ¿De que manera podríamos mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por un tumor cerebral? Lo primero que habría que hacer para responder a esta pregunta correctamente es establecer unas herramientas de medición de la calidad de vida de los pacientes claras, eficaces y sencillas. Habría que incorporar la calidad de vida como un objetivo en los tratamientos, que no solo se tengan en cuenta las cifras de supervivencia, muy importantes, sino también aspectos como la mejora en la calidad de vida que suponen. En torno a la calidad de vida, se habla mucho, todo el mundo entiende que es un tema clave, pero en la realidad del día a día, es muy complejo poder evaluar si se está aportando a los pacientes. 10. En su opinión, qué papel desempeñan las asociaciones de pacientes a la hora de ejercer de motores del cambio sanitario: reivindicar un mejor acceso a los tratamientos innovadores, o a condiciones laborales adecuadas a su nueva situación, etcétera. Son clave. Los profesionales estamos metidos en un mundo de avances, presión asistencial, y realmente hay aspectos del día a día en los que no podemos entrar por falta de tiempo, y muchas veces porque nuestra posición ante las administraciones o los gestores es muy difícil de compatibilizar en determinadas áreas de manejo de pacientes. Está demostrado, en otros países, que los grupos de pacientes pueden ser un lobby muy potente para conseguir cambios que tienen que ver con la accesibilidad a fármacos, a estudios, con beneficios administrativos, etcétera. Son clave y es clave que se trabaje de manera conjunta las asociaciones de pacientes, las sociedades científicas, los grupos de trabajo de los especialistas para tener más fuerza a la hora de reclamar mejoras en las áreas en las que ellos consideren que son más necesarias.