El Telescopio Espacial Hubble Jazmín Ortigosa El estudio de los cuerpos celestes ha sido cada vez más detallado y profundo gracias al desarrollo tecnológico que ha habido sobre todo desde el siglo pasado. En 1923, el astrónomo alemán Hermann Orberth propuso la construcción de un observatorio en el espacio para evitar la interferencia que pudiera provocar la atmósfera terrestre. Sin embargo, tuvo que pasar medio siglo para que en 1973 la NASA diera los lineamientos generales para la construcción de este telescopio. El 24 de abril de 1990, usando el transbordador Discovery para transportarlo fuera de nuestro planeta, el Telescopio Espacial Hubble (HST por sus siglas en inglés) fue puesto en órbita gracias a un equipo internacional, que incluye a estadounidenses (que contribuyeron con 85% del costo) y a la Agencia Espacial Europea (ESA). El HST fue nombrado así en honor al astrónomo estadounidense Edwin P. Hubble. Este telescopio cuenta con un espejo principal de 2.4 metros de diámetro y sus lentes están diseñadas para que, con luz visible, se puedan detectar objetos a un tamaño angular de hasta 0.05 segundos de arco; mientras que los telescopios terrestres en condiciones ambientales óptimas, obtienen una resolución de imagen de 0.5 segundos de arco. Este telescopio fue diseñado con diversos y sofisticados aparatos para realizar observaciones en longitudes de onda visibles, infrarrojas y ultravioletas del espectro electromagnético. Entre los aparatos con los que contó inicialmente estaban dos cámaras, dos espectrógrafos, un fotómetro y tres sensores para medidas astronómicas. Las primeras imágenes que tomó el telescopio Hubble se veían borrosas. Dos meses después de haber sido puesto en órbita, se detectó un error en el espejo principal. Por ello, en 1993, una misión fue al espacio para colocar el COSTAR, un dispositivo de corrección óptica con lo que el HST quedó en excelentes condiciones y comenzó a mandar imágenes claras. En febrero de 1997 se llevó a cabo una revisión técnica y la instalación de dos nuevos instrumentos: el espectrofotógrafo STIS (Space Telescope Imaging Spectrograph), que puede estudiar, por ejemplo, las velocidades a las que la materia gira en torno al centro de la galaxia, y la cámara NICMOS (Near Infrared Camera and Multi-objeCt), que trabaja en la región infrarroja del espectro electromagnético de la radiación, que nos permite estudiar el calor que emiten los cuerpos celestes que se encuentran muy lejanos y así deducir sus características. El HST es un satélite artificial que dirige sus instrumentos al espacio en lugar de al planeta, lo que permite que las imágenes de los cuerpos celestes que envía sean cada vez mejores y más detalladas, permitiéndonos un mejor estudio del mundo que nos rodea.