Corrección de ambientes compactados a partir de la tecnología de Agricultura por Ambientes. A partir de la tecnología de agricultura por ambientes y el uso de aviones no tripulados (UAV) montado con cámaras multiespectrales, se puede determinar ambientes y/o zonas que presentan diferentes valores de productividad. Gran parte del desafío que presenta este tipo de manejo agronómico radica en el buen diagnostico de la “problemática” en cuestión. El presente trabajo fue realizado en el Establecimiento Don Wilfredo del Sr. Gustavo Kent en la localidad de Dolores, Departamento de Soriano - Uruguay. Dicho trabajo tuvo como punto de partida la determinación de ambientes a través de la metodología de ADP. A partir de este mapa de ambientes se procedió al diagnóstico de cada situación en particular. Para el campo en cuestión se realizó un estudio de compactación por la resistencia a la penetración de 0-30 cm aproximadamente con penetrómetro de golpe, con punta cónica a intervalos de 5 cm, realizándose varias determinaciones por ambiente para luego promediarlas. El análisis arrojó que parte de los ambientes de bajo potencial (ambientes D) presentaban altos valores de compactación. Los suelos manejados con siembra directa suelen presentar valores de resistencias a la penetración más elevados y, en algunos casos, aumento de la densidad aparente (Álvarez et al., 2004; Díaz Zorita et al., 2002). Ello es atribuible a la ausencia de remoción, sumado al efecto compactante derivado del pasaje de maquinarias (Botta et al., 2004). Ambos parámetros de fertilidad física se relacionan con la aptitud de los perfiles de suelo para permitir el crecimiento de las raíces de los cultivos en forma no limitante para los rendimientos (Glinski & Lipiec, 1990). El crecimiento radical se ve impedido cuando ambos parámetros exceden umbrales reconocidos, que para el caso de la resistencia a la penetración es en torno a 2-3 MPa (Glinski & Lipiec, 1990; Gupta & Allmaras, 1987). Estudios realizados en el sur de Santa Fe – Argentina indican que los problemas de compactación son frecuentemente encontrados en lotes en siembra directa continua bajo esquemas de monocultivo; mientras que lotes en rotación con gra-míneas, presentan en general menos incidencia de este problema (Gerster et al, 2002). En este sistema de siembra directa, la compactación del suelo es causada por la alta intensidad de tránsito resultante del pasaje de los tractores utilizados en la protección de los cultivos y en la cosecha. Ello ocurre especialmente cuando estas operaciones son realizadas con el suelo húmedo y con alta presión en los neumáticos (Botta et al., 2004). Las propiedades físicas representan un componente principal de la evaluación integral de la calidad de los suelos (Hussain et al., 1999). Estas propiedades están, en general, determinadas por la organización estructural de los suelos, o dicho de otro modo, su estado de agregación caracterizado por la forma, estabilidad y resiliencia de la estructura (Kay, 1990). Las distintas formas que toman los agregados determinan la distribución de tamaño y la tortuosidad de los poros. De allí que la caracterización de la entrada de agua al suelo (i.e. tasa de infiltración) sea también un reconocido indicador de calidad de los mismos. Los poros con diámetros > 100 µm son esenciales para permitir la libre elongación de las raíces de los cereales (Gibas & Reid, 1988). Cuando estos poros no existen o son insuficientes, las raíces deben mover las partículas de la fase sólida, la cual no debe ofrecer elevada resistencia a la penetración (Gibas & Reid, 1988; Glinski & Lipiec, 1990). Las raíces de maíz responden negativamente a la presencia de capas compactas en el subsuelo, pero no siempre con impacto sobre los rendimientos (Díaz Zorita, 2000; Erbach et al., 1986; Logsdon et al., 1999). La percepción sobre la existencia de compactación y/o endurecimiento del suelo por el medio productivo ha llevado a proponer la disrupción mecánica de capas compactadas con implementos de labranza profunda (e.g "para-till", "para-plow"). Los suelos por lo general se caracterizan por presentar susceptibilidad a sufrir procesos de degradación física. Ello se debe principalmente, a su prolongada historia agrícola y su textura limosa (limos finos y muy finos, 220 μm). Estas características le confieren baja capacidad de regeneración de la estructura y escasa porosidad luego de sufrir la densificación o compactación. El maíz (Zea mays L.) es uno de los cultivos que muestran mayor sensibilidad a sufrir daños en sus raíces y descensos de rendimientos a causa de la compactación (Erbach et al., 1986; Tardieu, 1988; Amato & Ritchie, 2000; Díaz Zorita, 2000; Álvarez et al., 2006; Taboada & Álvarez, 2007). Ello se debe a que es muy sensible al déficit hídrico debido a su acotado período crítico en momentos de alta demanda atmosférica (Sadras & Calviño, 2001). La remoción mecánica de capas compactadas mediante el uso de implementos descompactadores o escarificadores (e.g. «para-till»; paraplow, cultivie) ha tomado creciente difusión en el mundo (Evans et al., 1996; Hamza& Anderson, 2005; Spoor, 2006; Jin et al., 2007). En la bibliografía en general se muestran descensos significativos de la resistencia del suelo a causa de la descompactación, pero se sabe poco acerca de su perdurabilidad y sobre su impacto sobre el rendimiento de los cultivos. Los antecedentes muestran que el impacto de la descompactación sobre los rendimientos varía en función del tipo de suelo, cultivo, manejo agronómico y las condiciones del clima. Los objetivos del presente trabajo fueron: evaluar la influencia de la descompactación mecánica con la herramienta “paratill” en ambientes de bajo potencial, debido a elevados valores de compactación, sobre el rendimiento de los cultivos y evaluar la perdurabilidad o residualidad de la descompactacion a partir del diagnostico con penetrómetro en el tiempo. Resultados y discusión El mapa de ambientes fue el punto de partida del relevamiento, el cual fue determinado a través de estudios planimétricos, altimétricos, estudio de imágenes satelitales, monitores de rendimiento y correlaciones a campo. En la figura Nº1 se observa el mapa de ambientes, donde se realiza “zoom” sobre el ambiente en cuestión, ambiente D, “zona” del campo que arrojó los mayores valores de compactación. Según la herramienta de diagnóstico de compactación, el penetrómetro de golpes; el ambiente se encuentra compactado cuando se necesitan más de 9 golpes para penetrar 5cm de suelo; el estudio sólo se realiza sobre el horizonte A del perfil del suelo en condiciones de humedad óptimas para dicho estudio. El ambiente en estudio necesitó en promedio más de 13 golpes en intervalos de 5 cm para perforar el suelo en los primeros 25 cm del perfil. En base a este diagnóstico se realizó la tarea de descompactación del ambiente con “Paratill”. Para la evaluación del trabajo se dejó una franja con el propósito de ensayo, dentro del ambiente compactado, franja que no fue perturbada con la herramienta. El propósito de ello fue el de comparar el resultado de rendimiento entre descompactar y no descompactar el ambiente compactado. La figura Nº 2 ejemplifica dicho ensayo. Posteriormente a la labor de descompactación se sembró el cultivo de soja de la campaña 2011/2012, cultivo que sirvió para la evaluación de la herramienta en estudio. La figura Nº 3 muestra el monitor de rendimiento de dicha soja con el ensayo correspondiente. Como se observa en la figura Nº3 el monitor de rendimiento marca las diferencias entre descompactar el ambiente compactado y no descompactarlo. La diferencia fue de 446.53Kg/Has. Si bien no se hicieron estudios estadísticos para el presente trabajo las diferencias fueron importantes. Cabe acotar que el mismo ensayo, si bien no se muestra en el presente trabajo, se repitió en ambientes que no arrojaron problemas de compactación, siendo las diferencias de rendimiento no importantes, lo que pone en evidencia la importancia del diagnostico y del manejo correcto en el lugar correcto. Luego de la cosecha campaña 2011/2012, se repitió el estudio de compactación en los diferentes ambientes, encontrándose diferencias importantes en el ambiente diagnosticado previamente como compactado. Dicho ambiente necesitó en promedio 5 golpes para perforar en intervalos de 5 cm de suelo en los primeros 25 cm del perfil, lo que deja en evidencia que el problema de compactación no se revirtió aun, para rectificar estos resultados es necesario repetir dicho estudio en las campañas venideras. Conclusiones La tecnología de agricultura por ambientes permitió determinar la variabilidad de rendimiento dentro del campo, el mapa de ambientes producto de dicha tecnología sirvió como punto de partida para el diagnostico correcto de cada ambiente. El estudio de compactación sirvió de explicación para mostrar parte de la variabilidad existente. Los resultados de esta experiencia muestran reducciones en la resistencia a la penetración por efecto de la descompactación mecánica, por lo menos en un corto plazo, la descompactación en ambientes diagnosticados como compactados determinaron un incremento en la producción de soja. Este trabajo deberá seguir en análisis para determinar su perdurabilidad de efecto en el tiempo. Ing. Agr. Gustavo Polak