VIDA NUEVA Año V Núm. 184 ZARAGOZA 10 de febrero 1934 Ejemplar, 10 c é n t i m o s Organo de la Unión General de Trabajadores y del Partido Socialista Obrero Habla el Partido Socialista Discurso del camarada Indalecio Prieto "Nuestro deber es ir a la revolución con todos los sacrificios" El c a m a r a d a P R I E T O : L o s señores d i putados comprenderán que palabras reiteradísimas pronunciadas por el señor presidente del Consejo de Ministros, y dirigidas de modo exclusivo a la representación política en cuyo nombre hablo, justifican sobradamente esta intervención mía para responder a una invitación q u e , en uso d e un derecho indiscutible, el jefe del Gobierno nos ha dirigido, y nos h a dirigido con una exclusividad que subrayo, y acerca de la cual h a b r é de deslizar en el curso de mis palabras algún que otro comentario. Los cimientos de nuestra posición radican en la situación de los pueblos. N o estaba y o presente c u a n d o se h a iniciad o este d e b a t e : pero he tenido ocasión de escuchar las p a l a b r a s finales del señor diputado a quien h a correspondido promoverlo en a p o yo de no sé q u é proposición incidental, hab l a n d o d e la situación p o l í t i c a y social en la provincia d e J a é n ; y habiendo fallado el intento que perseguía el señor presidente del Consejo d e que representaciones d e otras p r o vincias extendieran esa visión panorámica del e s t a d o político y social q u e el señor diputado a que me refiero expuso con relación a Jaén, interesa al fundamento de mi disertación recoger las palabras de ese señor diputado, porque, precisamente, aun siendo punto de vista totalmente contrario el de las quejas q u e nosotros tenemos con respecto a la conducta de las autoridades y de los elementos p a t r o n a les, de modo singular es provincial genuinamente agrícolas como la de Jaén, en eso radican gran parte d e los cimientos d e esta nuestra actitud, q u e tanta alarma produce al señor presidente del Consejo d e Ministros. Lo que ocurre en la provincia de Jaén D a la casualidad, s e ñ o r e s diputados, de que pocos minutos antes d e comenzar e s t a sesión, representaciónautorizada d e mi P a r t i d o me entregaba unas notas concernientes a lo que ocurre en la provincia d e J a é n . En estas notas hay datos p a r a nosotros tan interesantes como los siguientes: "Existen en la cárcel d e Jaén desde el mes d e noviembre p a s a d o , según informes recogidos en l a Federación Provincial Socialista, más d e cuatrocientos presos, obreros casi en su totalidad H a n sido amenazados p o r l a guardia civil d e C a zorla d e ser abofeteados, si persisten en sus campañas socialistas, el concejal d e dicho pueblo C e s á r e o P l a z a Lorente, y el de La Iruela, G a b i n o López. D i c h a s amenazas se realizaron en presencia d e los alcaldes respectivos, afiliados a las derechas. E n algunos pueblos, como Valdepeñas de J a é n , se han pagad o este a ñ o en la recolección d e l a aceituna dos pesetas al hombre y 1'75 a la mujer, siend o los jornales concertados en las bases de trabajo p a r a la tierra d e seis pesetas al homb r e y cuatro a la mujer. A s a l t o a la C a s a del P u e b l o d e C a z o r l a . E l día 2 0 d e noviembre último, al tenerse conocimiento del resultado electoral, don Mauricio M a r t í n e z , los hijos d e Manrique, y otros principales propietarios del pueblo, acompañados del alcalde y de veinte o treinta individuos, a c a d a uno de los cuales e n tregaron una pistola y cinco pesetas en el b a r que posee el citado M a n r i q u e , y con la protección d e la guardia civil, m a n d a d a por el sargento Inocencio Almirón, se dirigieron a la C a s a del P u e b l o sobre las diez y media d e la noche. R o d e a r o n el edificio, el sargento apaleó brutalmente con el fusil al portero d e la C a s a del P u e b l o , M a n u e l A m a d o r A l c o lea, d e sesenta y cuatro años d e e d a d , y penetró, con una o d o s parejas en el salón d e actos y en las Secretarías, en donde se encontraban una docena d e afiliados. Registraron c o rrespondencia y documentos y obligaron a firmar, b a j o a m e n a z a d e ser maltratados, una acta en b l a n c o . L o s q u e s e resistieron a ello y exigieron mandamiento judicial al sargento fueron abofeteados y apaleados, resultando con lesiones Félix Martínez H e r n á n d e z y José G a r c í a P l a z a . Los señoritos fascistas abuchearon con burlas y groserías a los q u e salían d e la C a s a del P u e b l o arrojados por la guardia civil. Presentada denuncia en el Juzgado, no ha d a d o resultado alguno, por la parcialidad del secretario. (Al juez de instrucción lo trasladaron hace un año y no se ha cubierto la vacante). Dicho secretario es uno d e los principales capitalistas del pueblo. L a oportunidad y la casualidad han querido q u e esté justificada la aportación d e estos datos concretos frente a las acusaciones que el señor diputado firmante y defensor d e la proposición incidental... ( S e producen varias interrupciones). E l compañero P R I E T O : D o y una explicación al señor diputado, porque parece ser que su queja proviene d e que y o no cito su nombre, y esto no envuelve ningún desdén, sino q u e lo desconozco. E n la misma, absolutamente en la misma dificultad en que yo me he hallado hasta ahora por desconocer el nombre d e su señoría, estaba el señor presidente del Consejo d e Ministros, y no creo que su señoría le imputara lo que a mí me imputa. P e r o , en fin, por mí que graben el nombre d e su señoría en mármoles. ( R i s a s ) . El debate en su estricta planificación Liquidado este episodio, vamos a quitar la pompa oratoria de este debate y a dejarlo reducido a su verdadera lignificación, tal cual yo lo he columbrado a través d e las palabras del señor Gil Robles y d e las palabras del señor presidente del Consejo de Ministros, que, en síntesis, puede ser esto: un requerimiento, por parte d e las fuerzas q u e dirige el señor Gil Robles, para que el Gobierno extreme sus medidas de rigor contra la actuación del P a r t i d o Socialista, bajo el premio de mantener el apoyo y la confianza que ese Gobierno merece a las fuerzas dirigidas por el señor Gil Robles ( R u m o r e s ) . T a l ha sido francamente la intención descubierta en las palabras del señor Gil R o b l e s : si el Gobierno no extrema su rigor p a r a contener la propaganda que realiza el P a r t i d o Socialista— de la cual hemos de hablar, cediendo a la invitación de su señoría, con el necesario detenimiento—, quedará retirado el apoyo, q u e dará extinguida y anulada la confianza de las fuerzas derechistas. Y su señoría, con menos precaución y menos ponderación q u e el señor Martínez Barrio, no ha acertado a distinguir, para condenarlas, más violencias d e expresión que las nuestras (Rumores. E l señor PRESIDENTE DEL CONSEJO DE M I N I S T R O S : N o e s v e r d a d ) , en tanto que están aún recientes, y son tan solemnes o más que las nuestras, las que predican esos señores. Y el resultado práctico d e la actitud d e su señoría puede ser, si no tienen esclarecimiento suficientemente rectificatorio sus p a labras, q u e su señoría está dispuesto a aliarse con unos elementos amenazantes del régimen con tal d e aplastar a otros elementos q u e constituyen también, a su juicio, otra amenaza q u e . . . (Rumores, que impiden oír al orador. E l señor G I L R O B L E S : Demasiada habilidad, señor P r i e t o . Se pasa d e hábil su señ o r í a ) . P r o c u r a r é no mantener diálogo con su señoría para q u e n o l e aumente la fiebre. (Risas. E l señor G I L R O B L E S : S u señoría es para mí un tubo d e aspirina). N o hago yo reclamos a fábricas d e productos químicos extranjeras)." ( R i s a s ) . Una invocación a la fuerza de las derechas N o tengo q u e remontarme a textos d e los más antiguos — siquiera fuesen recientes— del propio señor Gil Robles, como el del discurso, ya citado por mí aquí, con q u e inició su propaganda electoral; tengo suficiente con acudir a u n testimonio d e órgano d e p u b l i c i d a d tan autorizado en las derechas c o m o el A B C, en el que, recogiendo las manifestaciones hechas por el señor Gil Robles en su discurso del domingo último en Sevilla, las reproduce así: " H a b r á quien diga: a las derechas n o les darán nunca el Poder. Y eso, ¿ q u é q u i e n decir? Si nosotros nos colocamos en el camino de la legalidad y pedimos el P o d e r apoyados en la fuerza que nos d a el país, sería peligroso escamotearlo, porque c e rrarnos l a legalidad sería enseñarnos otro c a mino y ponernos en trance de tomarlo por la f u e r z a " (Rumores.) E l señor P R E S I D E N T E : Está su señoría en su derecho y la Presidencia resuelta a mantenerle en él. Por qué nos comprometimos a desencadenar la revolución E l c o m p a ñ e r o P R I E T O : Citado ese caso, que ya he dicho que no quiero hacer resall a r con exceso, nosotros nos encontramos con q u e el Gobierno presidido por su señoría trae H e dicho aquí, en ocasión anterior, que a las Cortes un proyecto de ley por el cual sería muy difícil encontrar una representación se señalan haberes al clero, proyecto q u e , a parlamentaria q u e no hubiese hecho invocanuestro entender, es una infracción manifiesta ciones a l a fuerza. P e r o , en fin, no vamos a del artículo 2 6 de la Constitución. Y cuando escamotear nuestra propia responsabilidad en nosotros vimos a un Gobierno presto a presla amplitud d e los precedentes, buscando incindir del texto constitucional, resuelto a vulculpación d e faltas análogas en que pudienerarlo, aliado con quienes son enemigos funran haber incurrido casi todas las representadamentales de toda la esencia constitucional ciones que tienen hoy asiento en esta C á m a r a ; (y me extraña que el asombro de sus señorías vemos a l o que pudiéramos considerar la parse produzca a estas horas), nos hubimos de te medular de este debate. levantar aquí o decir que, frente a transgrecomo ésas, que equivalgan a la desUna invitación a terminar con siones trucción de las conquistas obtenidas por la los alcaldes socialistas República, merced al apoyo y al auxilio de gentes declaradamente enemigas de la RepúE n la invocación hecha por el señor A l v a blica, con quienes vosotros estáis aliados y rez L a r a , firmante y defensor de l a proposicon quienes ratificáis hoy esa alianza, ese pacción incidental, se invitaba al Gobierno a t o — q u e solemnizáis todavía más con vuestras concluir con los alcaldes socialistas. C u a n d o palabras de hoy—, nosotros nos compromeun alcalde falte a la ley, e l G o b i e r n o está, no tíamos a desencadenar la revolución, porque sólo en el derecho, sino en la obligación del no tenemos otras armas. (Aplausos en la m i corregir esa infracción estableciendo las sannoría socialista. R u m o r e s ) . ciones legales en que ese alcalde haya incurrido. P e r o eso dista mucho d e estas excitaciones, gran parte d e las cuales han sido oídas Cómo se intentó aplastar constantemente y atendidas por el Gobierno. la preponderancia socialista ( E l señor M I N I S T R O DE L A G O B E R N A C I Ó N : Señale su señoría los casos, p o r S u señoría ha hablado del resultado electoque por muchas destituciones de alcalde que ral como una expresión d e la voluntad del yo firmara, estando en este cargo mucho país, y el rendimiento d e su señoría a esa tiempo, no llegarían a tantas como se firma- soberanía le hace plegar todos aquellas ambiron cuando su señoría era ministro. M u y bien. ciones idealistas que podían caracterizar el R u m o r e s ) . E l señor ministro de la G o b e r n a espíritu de su señoría, y ahí, señor Lerroux, ción nos hizo la invitación el otro día d e que estamos profundamente distantes. se le enumeraran casos concretos. C r e o que Nosootros no discutimos l a licitud constituhan comenzado las entregas a su señoría d e cional d e la disolución de las anteriores C o r esas relaciones y está pendiente el ofrecites. Cuando todos los ataques d e la opinión miento hecho por esta minoría de d a r publicide derechas, auxiliados, es cierto, por nutrid a d a todos los casos a que hicimos referend o s sectores republicanos, principalmente por cia d e una manera s u c i n t a . el que dirige su señoría, convergieron hacia nosotros, no por otra cosa q u e p o r creer que Vemos la Constitución en pe- éramos el obstáculo más considerable en que ligro de ser vulnerada por el tropezaban los afanes proselitistas que animaban la propaganda d e las derechas, y nos viGobierno mos excluídos del P o d e r ; c u a n d o se constiP u e s bien, señor presidente del Consejo d e tuyó un Gobierno, excluídos nosotros, en que Ministros: el problema q u e se plantea y que, estaban representadas todas las fracciones redesde nuestro punto d e vista, justifica nuestra publicanas d e la C á m a r a y, por consiguiente, actitud, no es ciertamente el de que nosotros tenía una mayoría desbordante y había, d e pretendamos, por procedimientos de violennuestra parte, el ofrecimiento d e realizar, cia, la reforma del régimen sin demostración frente a su labor, una oposición benévola, de d e que esa actitud nuestra está cimentada en la cual no surgieran dificultades p a r a l a c o n que vemos la Constitución en peligro d e ser solidación de la República, nosotros dijimos vulnerada por sus señorías. Y si nosotros quiparticular, pública y solemnemente, en todos siéramos fijar casos concretos, para fijar los los tonos, que no veíamos conveniencia algucompromisos d e cada cual, señalaríamos en na, desde el p u n t o d e vista republicano, d e primar término, sin remarcarlo extraordinadisolver aquellas Cortes. N o se atendió nuesriamente, el incumplimiento del artículo 7 5 tro consejo, no se atendieron nuestras indid e la Constitución con motivo de la solución caciones; p e r o a cuenta d e que no fueran dada a la crisis que originó la dimisión d e su atendidos no podemos, en el orden constituseñoría c u a n d o por p r i m e n vez presidió el cional, formular queja a l g u n a ; aquella disoGobierno. ( R u m o r e s ) . Lamentaría mucho, selución, constitucionalmente, fué lícita. Lo q u e ñor presidente y señores diputados, que se nosotros advertíamos eran los peligros que endesviara mi atención hacia ciertas interrupciotrañaba esa disolución; y su señoría, con l a nes que pudieran a c a b a r con la solemnidad f u e r z a que acaudilla, fué a ella con estos del debate, q u e y o he de mantener hasta dondesignios, a nuestro entender, torpes: Primero, de pueda. reducir; mejor, aplastar—si ello hubiese sido Con el texto taquigráfico del último discurso de nuestro camarada Indalecio Prieto, en el Cine Pardiñas, ante la vista, notamos que las informaciones de los periódicos de Zaragoza han sido canallescas y ruines; desvirtuaron todo el sentido revolucionario de la admirable oración. Este nuevo episodio hará ver a nuestros camaradas y simpatizantes que no es posible informarse con exactitud si no es leyendo nuestra Prensa. posible—la preponderancia q u e en el régimen pudieran tener las f u e r z a s socialistas. S e g u n d o , aniquilar al resto d e los partidos republicanos, fiado su señoría en la esperanza—que no ha podido lograr—de tener tras sí una mayoría republicana, tan fervorosa y personalmente adicta a su señoría, q u e sus normas d e gobierno y su programa, si l o tenía, para seguir la obra d e consolidación d e la R e p ú b l i ca n o quedaran estorbados, y su señoría (claro q u e me fijo principalmente en su señoría, aunque no presidiera aquel Gobierno, porque ni a mí ni a nadie se le puede ocultar el volumen considerabilísimo d e la personalidad d e su señoría) es ahora prisionero d e su torpeza, d e su error. H a reducido nuestra representatación—que ello no supondrá gran remordimiento en l a conciencia d e su señoría—, pero ha aniquilado al resto d e las f u e r z a s republic a n a s y no ha conseguido acrecentar la p o tencia parlamentaría d e su partido. E n este sentido, justo es y ello n o va en justificación d e nuestra actitud, de la cual hablaremos luego con m á s detalle—lo que a h o r a p a d e c e y sufre, y siempre sería, desde un punto d e vista estrictamente político, acreedora a u n juicio duro y a una crítica severa la c o n d u c ta que las fuerzas políticas dirigidas por su señoría observaron entonces Los pactos republicanos y derechistas M a s esto n o es p a r a nosotros el quid del problema. Nosotros teníamos previsto—¿quién lo iba a i g n o r a r ? — q u e las fuerzas d e d e r e c h a (yo l o dije públicamente con gran a n t e rioridad a l a convocatoria electoral) no estaban en las Cortes C o n s t i t u y e n t e s ni cuantitativa ni cualitativamente r e p r e s e n t a d a s con aquella densidad y número que cumplen a l a extensión de su área en la política española, y esperábamos que aquel menguado grupo q u e se batió desde esos bancos contra todas las pretensiones d e l a República Española en sus Cortes Constituyentes, quedase ahí a c r e c i d o ; no aguardábamos tanta extensión, como n o la aguardaba tampoco su señoría, según nos a c a ba d e confesar. P e r o nosotros no tendríamos nada q u e objetar si e s a s fuerzas, en el juego libre d e su influencia, d e su poderío, en el aprovechamiento d e sus masas y hasta utiliz a n d o aquella exacerbación d e opinión adversa que se hubiera provocado en el ámbito n a cional contra la política d e los Gobiernos q u e presidió el señor A z a ñ a , estuvieran a h í con esa proporción; lo q u e a nosotros nos desvinculó, lo q u e a nosotros nos a r r a n c ó d e la raíz común en q u e queríamos vivir con sus señorías, fué el hecho d e que sus señorías, pactando alianzas, q u e nunca p o d r á n tener una justificación histórica, desde un p u n t o d e vista hondamente republicano, sus s e ñ o r í a s se unieran a esos elementos en pactos públicos y confesados p a r a traerlos aquí en mayor p r o porción que aquella q u e correspondía a sus propias fuerzas. Este es, señor Lerroux, el primero y el más terrible cargo que tenemos que hacer a su señoría a cuenta d e u n yerro profundo, porque aun c u a n d o e s t a s fuerzas hubieran venido (respeto incluso su optimismo, antes revelado en una interrupción) con m a y o r fuerza numérica d e la q u e actualmente tienen, a nosotros n o nos tocaría más sino estrechar el tacto d e codos con todos los elementos creadores y servidores de l a República para c o n tener este a v a n c e , para detenerlo, para d e s truirlo. Mas aunque su señoría quisiera a p u n tar hoy (que n o lo ha a p u n t a d o , e incluso h a estado m u y lejos d e ello) propósito d e enmienda, ¿con q u é autoridad moral p u e d e y a hacerlo su señoría? ¿ C o n q u é c a p a c i d a d ? ¿ C o n qué títulos, si su señoría es u n coautor d e esta situación intensamente dramática por q u e atraviesa la República, en una g r a n parte como consecuencia directa d e la torpe acción d e su señoría? S u señoría y los amigos q u e a su señoría siguen con tanto fervor se e n r o laron en u n conglomerado electoral q u e se denominó frente antimarxista. ¿ P o r q u é ? P r o bablemente porque estos señores, c u y o sentido VIDA 2 político no se puede negar, advertían que nosotros constituíamos uno d e los cimientos más firmes de la República, uno de los pilares más sólidos d e l a República, y era explicable, desde su punto d e vista, que sus embates fueran más directamente dirigidos hacia nosotros. P e r o pensad, reflexionad íntimamente, rindiendo a l a intimidad la flor d e la sinceridad; pensad si ahora nosotros, excluídos d e estos bancos, desaparecidos de aquí, condenados a esa ilegalidad con que su señoría, más o menos difusamente, nos amenazaba, fuésemos extirpados en nuestra influencia d e la vida pública española, ¿creéis que entonces ibais a tener al auxilio, el apoyo, la cooperación de estos señores? Cuando nosotros hayamos desaparecido d e ese puesto de vanguardia, no limitándose, como no se limitan, las ambiciones políticas d e las derechas, fieles a postulados d e toda la vida, y que no se pueden enmascarar tan fácilmente como algunos, en la alegría juvenil d e la inexperiencia, pretenden enmascarar, vean que vosotros representáis todavía soluciones, aunque más reducidas que las nuestras, contrarias a las que h a n anidado d e p o r vida en lo más profundo d e sus congos, seréis vosotros los adversarios, hacia los cuales converja toda la intensidad del ataque. Arrogancias obligadas y temores transparentes Y sin que y o pida premio ni remuneración alguna en el orden d e la consideración a la actitud y a la conducta nuestra, pensad conmigo en que al atraer nosotros los rayos que estos señores fulminan, os estamos sirviendo a vosotros de fuerte parapeto, construído con los materiales d e nuestras organizaciones, no solamente con la representación numérica a c o modada en estos bancos, sino con lo que está detrás d e nosotros, que tiene—¡no lo ha de tener!—entidad infinitamente más considerable que aquella que pudiera reflejarse aquí por nuestro número y por nuestras voces. C u a n d o nosotros afirmamos nuestra actitud a favor del mantenimiento d e u n a s modestas reformas sociales, q u e tiene y a todo el mundo civilizado incorporadas a su legislación pero más aún a cuenta d e la firmeza gubernativa d e que ellas tuvieran positiva realidad en la vida del trabajo español, se levantaron los intereses heridos, clamaron, y entonces ese clamor encontró en vosotros un eco suicida, ¡un eco suicida!, creyendo que así atraíais núcleos sólidos y considerables hacia la República, cuando lo q u e hacíais era alimentar todo lo vivo que hay d e protesta contra l a República en hombres que no habían hecho abdicación de ideales sustentados a todo lo largo de su vida, y eso lo hacíais a costa nada menos que d e divorciaros del proletariado. Ahora, lo mismo la voz dentro del recinto parlamentario que las ondas de la radiotelefonía, van recogiendo una preocupación: la preocupación por nuestra actitud, y he ahí cómo vosotros, los que pretendíais aplastarnos, los que creíais sin duda. haberlo logrado, os sentís ahora temerosos, pese a todas las arrogancias de su señoría, hasta cierto punto muy obligadas desde ese puesto, porque parte d e la doctrina que su señoría ha sustentado desde ahí no tengo yo en estos momentos por qué contradecirla; pero hoy vivís bajo la presión de que nuestras masas, que van siendo empujadas fuera del ámbito de la legalidad por vuestra propia acción, plasmen su deseo en actitudes revolucionarias que vosotros estimáis com ouna conminación insufrible. El frente antimarxista ha creado el marxista Vosotros habéis predicado el frente antimarxista, lo habéis integrado, lo habéis favorecido, habéis figurado en candidaturas con esa denominación simplemente p o r afán d e aplastar nuestra acción, no de corregirla en aquellos excesos que pudiera haber en organismos subalternos, excesos q u e y o n o tengo ahora p o r qué examinar, p e r o que, a efectos d e lo polémica, incluso reconozco su existencia en la medida que su señoría los denunc i a ; p e r o n o era la corrección d e esos a b u sos, n o e r a el deseo d e contener dentro d e la órbita legal a aquellos hombres del pueblo que sin educación suficiente se hubieran incorporado a l a vida política y la vida política l o s hubiera llevado tempranamente, sin preparación bastante, a puestos representativos en la Administración pública; vosotros no ibais a corregir e s o ; vosotros ibais a aplastar nuestras fuerzas, y p o r eso creásteis el frente antimarxista; y ahora, como una consecuencia inevitable, fatal, porque vosotros mismos le dísteis la denominación, os asusta que pueda crearse o h a y a deseos d e q u e se cree el frente marxista; pues ésta, en realidad, es vuestra propia o b r a ; es la consecuencia d e vuestra conducta P e r o c u a n d o a nosotros llegan quej a s tan terribles d e los pueblos—yo no niego, repito, el exceso inmoderado que pueda haber en gentes de nuestra filiación en el ejercicio d e la autoridad, ejercicio q u e , al fin y al c a b o , necesita estar dosificado por una serenidad augusta q u e n o se adquiere repentinamente al incorporarse a la vida p ú b l i c a — ; c u a n d o nosotros recibimos esas quejas, no es q u e temamos q u e se nos derribe d e ningún pedestal efímero levantado p o r la vanidad política. S u señoría no acierta todavía a calibrar el valor moral d e ciertos hombres, porque cuand o una convicción nuestra se opone profundamente a la d e las masas que están detrás de nosotros, tenemos el mínimo de honradez política para oponemos resueltamente a esa actitud, si ella la encontramos injustificada; pero cuando esa actitud la encontramos justificada por la conducta vuestra, sería una villana cobardía y una traición desentenderse de esas quejas amargas y sangrientas para entregarnos aquí a diálogos versallescos. ( A p l a u sos). Recuerdos del pasado lerrouxista Y no quiero hablar, señor Lerroux, de lo que en este debate, y singularmente, no ante los recursos polémicos de la discusión, sino ante la realidad trágica d e los hechos, tenga de valor eso de la tradición del republicanism o histórico. N o queremos, p o r q u e si l a historia política d e c a d a cual está formada por l a serie d e eslabones que constituyen todos nuestros actos, y su señoría acumula sobre nosotros el reproche y el vituperio de encender el ardimiento d e conciencias poco preparadas para la actuación en la vida pública, (qué fácil sería ir recordando a don A l e j a n dro Lerroux violentas y magníficas, desde el punto d e vista literario, excitaciones en el orden religioso, como aquella de destapar el velo de las novicias y convertirlas en madres! (Fuertes y prolongados rumores). ¿Es que renegáis de vuestra historia? ¡Y en el orden social recordar también—porque el recuerdo es fácil—cuando su señoría predicaba el incendio de todos los Registros de la Propiedad y que fueran aventadas sus cenizas! N o se extingue fácilmente el eco d e las palabras cuando las palabras descienden d e alturas tan considerables como las que su señoría h a ocupado de modo constante en la vida pública española. ¡ N o se extingue tan fácilmente! Evolución, responsabilidad y diferencia Y o sé que el espíritu d e su señoría h a evolucionado lo suficiente p a r a comprender que aquellas excitaciones d e su señoría estaban fuera de toda ponderación. Sé m á s : sé que la responsabilidad del P o d e r , pesando ahora abrumadoramente sobre los hombros de su señoría, podrá conducirle, si no al arrepentimiento, al deseo de que u n olvido misericordioso cubra el recuerdo de todas estas excitaciones d e su señoría. P e r o ¿cómo hablar desde el campo del republicanismo histórico español, señores diputados, y condenando las violencias de lenguaje, c u a n d o no ha tenido otro norte l a oratoria del republicanismo histórico que el marcado por sendas demagógic a s ? Claro está que eso no quita peso a l a inculpación q u e su señoría pueda hacernos en este instante por seguir una conducta hasta cierto punto similar con la de su señoría. P e r o lo terrible del caso, confesemos la verdad, es que nuestras palabras h o y tienen infinitamente más peso que las de su señoría en la época a que me refiero, porque detrás d e nosotros hay contingentes más numerosos que los que acaudillaba su señoría, más disciplinados, más potentes, m á s pujantes. D e este reconocimiento induzco yo nuestra mayor responsabilidad en las palabras actuales nuestras, mucha mayor comparándola con la responsabilidad d e palabras, por lo gráficas, inolvidables, d e su señoría. ( R u m o r e s ) . P o r lo visto h a n entendido algunos señores d i putados que h e pronunciado la palabra " p o r nográfica"; he dicho " p o r lo gráficas". Una entrega servil y humillante de la República al caciquismo. Es posible que su señoría, en la estimación q u e haya d e d a r a mis palabras su alto entendimiento, juzgue que l a s pronunciadas hasta ahora son meras digresiones. E s posible. V a m o s , pues, a aquello que pudiéramos reputar sustancial. Y o he dicho que las masas proletarias no sentirían tan profunda desvinculación con los elementos rectores del régimen republicano si otra hubiese sido su conducta en lo político y en lo social de esos elementos rectores. Deseche su señoría el supuesto, que no c r e o que haya respondido exactamente a su c o n vencimiento, d e que nosotros nos movemos. aquí o fuera d e aquí, a virtud d e impulsos del despecho y d e una apetencia exagerada e ilícita del P o d e r . M a l lo puede decir su sceñoría a hombres que, como yo, examinando con gran preocupación su espíritu, sometiend o a ese examen esclavamente su inteligencia, llega a la conclusión, como y o llegué, d e no haber pasado p o r un período de más dolorosa incertidumbre que por el que paso en e s tos momentos, hasta el p u n t o d e moverme a declarar q u e los factores políticos y sociales constituyen h o y verdadero turbión. N o pueda sostener su señoría —y sé q u e su talento desdeña semejante recurso—que nuestra actitud obedece a móviles tan mezquinos y, si permitís la palabra, tan desven- Gráficas Minerva Impresos de todas clases Fuenclara, 2 - Zaragoza TELÉFONO 40-92 2 NUEVA turados. N o ; es que el Gobierno que preside su señoría y los que precedieron a este que su señoría dirige desde que cayó el d e que nosotros formábamos parte, han consentido que el Poder público, en los reflejos provinciales y locales, el poderío de la alta majestad del Gobierno, hayan sido entregados servilmente, humillantemente, en forma casi esclavizadora, a aquellos hombres que constituían el tejido infecto del caciquismo español, contra el cual incluso sectores muy considerables dentro del campo de la Monarquía quisieron luchar para desmontarlo y destruirlo. Y cuando nosotros vemos entregado hoy el poderío del Poder público—valga la redundancia si lo dicho es tal—a los miembros de una organización que la sanidad política del país—no la que nosotros representamos en nuestro sector, s i n o la de todos, absolutamente todos—exige que se extirpe y que, sin embargo, vuelve a retoñar y a triunfar con una esplendidez insolente que no tiene ejemplo en ningún periodo anterior, ni siquiera— hagamos esa justicia—en los últimos tiempos de la monarquía, ¿qué podemos decir nosotros a nuestras masas cuando nos refieren, como en ese testimonio de J a é n — y lo mismo sucede en G r a n a d a , en Córdoba y en otras provincias—, que los salarios legales, cifrados en el Boletín Oficial de la provincia en seis y siete pesetas, caen perpendicularmente y se truecan por salarios de hambre, anticristianos, inhumanos, afrentadores de l a civilidad, y vemos que esa regresión social, q u e nos llena de oprobio como españoles, la a m p a r a , la protege, la defiende el Gobierno o con su complacencia, o con su satisfacción, o con su complicidad? ¿ Q u é valor moral vamos a tener nosotros p a r a negar esta realidad sangrante y entregarnos aquí a una c o media d e colaboración, cuando a su señoría le sobran ahí (señalando a las derechas) colaboradores q u e ha traído alegremente de la m a n o ? ¿Es que vamos a escarnecer con la traición a los hermanos del terruño cuyo corazón late, en su desgracia, al unísono del nuestro? (Aplausos en la minoría socialista y risas en los bancos de las derechas). El momento obliga a la máxima sinceridad. U s a n d o uno de esos cómodos ardides parlamentarios podía fácilmente su señoría o cualquier miembro del Gobierno, buscar la excusa, sencilla y simple, de desconocer estos hechos y d e prometer su corrección y su enmienda; pero debemos hablar aquí en estos momentos, q u e y o reputo históricos, con a b soluta sinceridad, y esta sinceridad me oblig a a decir que la conducta del Gobierno en sus más altas cumbres es exactamente l a mism a : resuelta y decidida contra las leyes s o ciales, contra esos leyes que su señoría prometió interpretar, dando al verbo u n subrayado propicio a toda clase d e recelos y desconfianzas. Y voy a citar, ahora q u e la ocasión se me depara, un hecho por el cual puede también medir la Cámara el respeto q u e a este Gobierno le merecen las conquistas sociales. P o r q u e el señor Lerroux no se h a d a d o cuenta d e que no se ha situado en posición genuina y netamente conservadora; n o se h a colocado en aquel punto en q u e se colocan todos los Gobiernos conservadores, en que se han colocado aquí y se colocan fuera de aquí, de contención de un avance, si el avance se estima excesivo, pero también d e su conservación. S u misma denominación lo d i c e : conservador. H a n pasado representaciones socialistas, con mayor o menor densidad, por otros Gobiernos europeos; han pasado por Bélgica, han pasado por Inglaterra, y cayeron estas representaciones del Socialismo, totalitarias o parciales, pero a los Gobiernos que las sucedieron no se les ocurrió el anárquico proced e r que viene observando su señoría—y que es el factor principal del estado de cosas que angustia a su señoría, pero que no angustia menos a los q u e aquí nos sentamos, sino q u e mantuvieron lo conquistado como una p r e n da, como una garantía, y a veces—¿por q u é no hacer este reconocimiento?; si lo quisiéramos negar, lo desmentiría la Historia—, acuciados por un sentimiento d e justicia social, el cual, si queréis, es una nueva forma del cristianismo, que va invadiendo todas las conciencias e incluso lo han acentuado. E n cambio, sus señorías, en el afán ciego d e ir contra nosotros, van a destruirlo, l o están d e s truyendo. Y allá va el caso cuya evocación había yo prometido a los señores diputados. Una prueba: cuatro expulsiones del Banco de España y la disolución del Jurado Mixto. A raíz de salir nosotros del Gobierno, tres funcionarios del Banco d e España, funcionarios cuyo mérito profesional nadie p u e d e poner en d u d a , sólo por ser elementos d i r e c tivos del Sindicato de la B a n c a oficial, fueron trasladados del Centro d e Contratación d e M o n e d a , a donde sus propios méritos los habían conducido y donde, como los demás, gozaban d e una gratificación. S e publicó un manifiesto del Sindicato d e la B a n c a oficial protestando contra estos traslados, que quedaron limitados exclusivamente a los directivos del Sindicato d e la B a n c a ; y el J u r a d o Mixto, al conocer la suspensión d e empleo y sueldo por dos meses, decretada por el B a n c o d e España, d e cuatro funcionarios firmantes de ese manifiesto, reconociendo, como era evidentísimo, que el reglamento anterior del B. de E . era inaplicable desde la fecha en que se promulgó la ley del Contrato de trabajo, por falta de bilateralidad, anuló la corrección ilegal impuesta por el Banco d e España, q u e esta bajo la dirección inmediata d e un miembro del Gobierno, el señor ministro d e H a cienda, con una representación tan directa como la del gobernador; y cuando estos funcionarios, sumisos a la ley, dentro d e ella, creen q u e será lealmente cumplido el compromiso que para con la ley tiene una entid a d oficial como el Banco d e España, se encuentran con q u e reciben, n o la orden d e ese cumplimiento, sino la orden de su separación total del servicio, que afecta a cuatro hombres, d e los cuales uno lleva al servicio del Banco treinta y cinco a ñ o s ; otro, veinte; otro, diez, y otro, siete. M a s no se manifiesta aun así ningún movimiento d e rebeldía, y esos empleados acuden otra vez a la vía legal, al J u r a d o mixto, para que repare el daño causado; y, ¿ s a b é i s la respuesta que esto tiene en el Gobierno? L a disolución del J u r a d o mixto. Y estos hombres, que se mantenían dentro de la legalidad, que defendían al amparo d e ella sus intereses d e funcionarios y sus derechos d e ciudadanos, se encuentran con que el Banco d e España los expulsa y con q u e el órgano oficial que puede y debe reparar el daño es suprimido por una orden del ministerio de T r a b a j o ; con circunstancias tan alevosas cual la de que a estos funcionarios no se les priva únicamente d e su destino, sino q u e se les niegan sus derechos pasivos, creados no solamente con l a aportación del Banco de E s p a ña, sino con los continuos descuentos en sus haberes; llega el Banco d e España, en la represalia, a negar estos derechos pasivos, q u e no ha negado a nadie, ni a los funcionarios que h a n sido expulsados por desfalcos, a n a die. N o hay en la historia del B a n c o d e E s paña ningún castigo como éste que ha sancionado brutal e inicuamente el Gobierno, impidiendo su reparación legal. Lo que representamos aquí. Y cuando hay hechos como éstos, que proceden d e la cumbre del P o d e r , y nuestras organizaciones los sufren tan d e cerca, ¿qué les decimos nosotros a esas organizaciones? ¿Queréis vosotros ahora, os lo agradeceríamos, dictarnos la lección que les vamos a d a r ? P o r q u e nosotros no estamos aquí a virtud d e ningún capricho político; somos meramente delegaciones movidas en una área d e disciplina, cuya estrechez y solidez no voy ahora a examinar porque todos vosotros las conocéis y algunas veces en vuestro liberalismo u n tanto " d é m o d é " , arrumbado y a por la moda, las habéis criticado, las habéis censurado y las habéis hecho objeto d e chanzas, creyéndonos simples monigotes de las multitudes q u e están detrás d e nosotros. Nos sentimos muy honrados representándolas; somos expresión de su voluntad, voceros de su criterio, no podemos movernos a nuestro capricho; y cuando su señoría invoca unas veces, colmándonos de elogios, que yo agradezco a su señoría; c u a n d o su señoría invoca l a conciencia d e nuestra responsabilidad, su señoría olvida que nosotros somos mandatarios d e una fuerza, expresión d e su voluntad, que c u a n do la creemos desviada oponemos nuestra opinión a la suya; pero c u a n d o nuestro criterio personal coincide con el d e las masas al apreciar las causas del divorcio con todo l o que representáis vosotros, nosotros no tenemos ninguna fuerza moral para contenerlas y para desviarlas, y os decimos más, n o s sentimos profundamente compenetrados con ellas, unimos nuestra voz a las suyas de protestas. ¡Ah! Y cuando y a lo vemos todo en el lector d e lo irremediable, porque en vosotros no hay propósito d e enmienda, voluntad de rectificación, y además os vemos prisioneros d e vuestras propias culpas, nosotros, si ese movimiento se produce, sumando, como habría de sumar, sectores fundamentales en la vida pública española; conociendo, como conocemos la tensión de ánimo, la ira que en la conciencia del proletariado español ha producido vuestro torpe y, desde el punto de vista republicano, vuestra deshonesta conducta (Rumores.), nosotros, repito, adquirimos esta difícil misión: la de procurar encauzar el movimiento y dejarlo reducido dentro de los límites de posibilidad, que vosotros creéis que desbordan en los campos utópicos de la ilusión política y social, pero que nosotros, más metidos dentro de la masa del proletariado, creemos factibles, y a las muchedumbres obreras vamos y les decimos: Vuestras ilusiones, que son las nuestras, resultan, hasta cierto punto, incompatibles con la realidad española. bilidad. que os va conduciendo a caminos de defección, nosotros nos alzamos y decimos: H u b o en una gran parte d e la voluntad nacional, n o diré q u e en toda, expresada en los comicios del 12 d e abril, el deseo d e realizar una revolución honda en E s p a ñ a ; no la hemos hecho, n o l a hemos realizado (yo no voy a decir a q u í si p o r q u e no supimos, p o r q u e n o pudimos o porque n o quisimos, limitándome a señalar el h e c h o ) , y a la hora actual, suprimidos unos elementos representativos de la izquierda republicana, en los cuales pudiera h a ber tenido aún alguna esperanza el proletariado español, en orden a ciertas consecuciones inmediatas y el mantenimiento d e l o lograd o ; viendo aplastado y deshecho el republicanismo; enfrente, amenazador, ese sector d e rechista, con una p u j a n z a a cuya insolencia yo no pondré reproches porque muchas veces la fuerza tiene esas naturales y explicables jactancias; viendo que tras d e la amenaza de las derechas se levanta esta tarde su señoría a ensanchar a su favor el portillo d e la fortaleza y a decir—que eso es, en síntesis, lo que su señoría dijo—que basta con que esos señores se pongan u n apelativo d e republicanos para q u e tengan perfecto derecho a gobernar al país ( R u m o r e s . ) , p a r a q u e su señoría n o sienta resquebrajadura alguna en su a l m a d e republicano por tener que cederles el paso al Poder. V i e n d o todo esto, digo, y que en la izquierda—perdonen su señoría y la C á m a r a la j a c tancia—sonsos l a única fuerza combatiente posible con eficacia, sin desdeñar, que no los desdeñamos, y en último término quizá lleguemos a requerir, aquellas asistencias de quienes vean q u e en el ensanche de los moldes jurídicos d e la República española están también cifradas sus aspiraciones, o, c u a n d o m e nos, preferentemente encajados sus ideales, si los han d e comparar con la significación política d e las derechas, nosotros advertimos: si el golpe de mano, el golpe audaz, el asalto al Poder, la vulneración de la Constitución, la destrucción de las esencias constitucionales por las cuales hemos peleado nos ponen en pie, nos lanzan a la lucha, ¡ah!, entonces, nosotros, como nunca nos hemos contentado, y, en todo caso, si ese contento hubiese existido estaba ya logrado con l a secularización d e los cementerios y con otras leves reformas d e orden político que a nosotros nos han interesado y nos interesan, pero q u e no son vitales en nuestro programa, ahora, al levantarse el proletariado, exigimos a la victoria, no la plenitud de sus ideales—sin renunciar a ellos—, sino en tal medida que el mínimo de justicia social pendiente de los enunciados de la Constitución, sea una realidad inconmovible, y como base de esa realidad es dejar extirpada p a r a siempre la raíz del caciquismo bárbaro que se extendió por los campos de Castilla, por las planicies extremeñas y por las vegas andaluzas (Rumores.), territorios en los cuales, si h a y algún exceso en los hombres que circunstancialmente han asumido cargos d e autorid a d , su exceso no es más que el reflejo d e u n a educación deplorable d e despotismo, de tiranía y d e esclavitud, q u e sumió a los obreros en una vida verdaderamente miserable, nosotros queremos hacer i m p o s i b l e la resurrección de eso suprimiendo la propiedad de la tierra, entregando la tierra al Estado, estructurando su explotación en forma que sea dueño de la tierra quien la labra ( R u m o r e s y protestas.); que se suprima a q u e l elemento parasitario en l a vida social del país q u e , no contento con deshonrar a la República sometiendo d e n u e vo al labriego a la esclavitud económica que suponen sus jornales d e hambre, juega ahora trágicamente con ese imponente y angustioso marco de m á s d e medio millón d e hombres en paro para hacer l a selección que les dicte su capricho y su afán d e tiranía. Y por eso nosotros dijimos aquí, desde este sitio y por mis propios labios, no como expresión de un criterio individual, cuyo valor sería nulo, sino por mandato de estos compañeros, que disemínados en sus representaciones por casi toda el área nacional, t r a e n a las reuniones de nuestra minoría, día a día, destilándolas amargamente, las quejas angustiosas del proletariado español. Y entonces dijimos que frente a la dominación de los enemigos del régimen, al golpe de Estado, a la vulneración de la Constitución. a la destrucción de aquello que para nosotros es un mínimo, que aspiramos a ampliar, contra ese movimiento se encontrará la revolución; y las organizaciones políticas y sindicales nuestras han dicho a todos sus afiliados: ¡alerta!, ciudadanos, obreros; no consintamos que se extravasan los cauces constitucionales; y cuando los veamos extravasados o en vísperas de ser La revolución con todos los sa- extravasados, no ya por la potencia de esos señores (Señalando a las d e r e c h a s . ) , sino por crificios. la debilidad vuestra o por los dos factores en conjunto, al deber, sean cualesquiera los peSentimos también España muy dentro del ligros con que su señoría amenace, con una alma, tan dentro como pueda gravitar dentro arrogancia que estaba hoy f u e r a de los límidel alma de sus señorías, que, aunque internates de aquellos deberes que, a mi juicio, imcionalistas, aunque aspiramos a que lazos d e ponía a su señoría la discreción en una tarde fraternidad unan a todos los hombres, no es como la de hoy; sean cuales sean los riesgos, egoísmo execrable el amor preferente a la tielos peligros; sea la que sea la amplitud en el rra d o n d e se h a nacido, y entre la cual se rigor con que su señoría nos amenace (después pulverizarán nuestros huesos, como los vuestros de oirle, menos que nunca podemos faltar a ( R u m o r e s . ) ; y queremos atajar y contener l a s ese deber); frente al ímpetu y a la traición demasías, centrarlas, y, claro es, si constantes que destruyan o aniquilen las esencias constilas amenazas d e la derecha, tan constantes t u c i o n a l e s y que cierren al proletariado el como las nuestras o más—que no suenan con camino de su redención, nuestro deber, repito, tanta percusión en vuestros oídos, sin d u d a es la revolución, con todos los sacrificios, porque al fin os habéis d a d o cuenta d e q u e , con toda la tristeza y amargura de los castipositivamente, aquí hay m á s fuerza q u e ahí gos con que su señoría nos conmina (Aplauenfrente—, viendo lo q u e esas amenazas tiesos.) nen d e peligro, no por la propia fuerza de los elementos amenazantes, sino p o r vuestra d e - 3 VIDA Rectificación de Prieto A un neófito republicano E l c a m a r a d a P R I E T O : P o c a s palabras, señores diputados, p a r a justificar la explicación d e l voto d e esta minoría, que, como es n a t u r a l , h a d e ser contrario a la proposición presentada por el señor Salazar A l o n s o ; pero aprovecho la ocasión p a r a recoger algunas manifestaciones d e republicano tan neófito c o m o e l señor V e n t o s a , e x ministro d e H a cienda d e l a monarquía. C o n ese eclecticismo e n c u y o desenfado nadie h a podido superar jamás a la hoy titulada Lliga catalana, el señor Ventosa se nos presenta en este momento pañero M E N E N D E Z ( T e o d o m i r o ) : L o s amigos d e su señoría d e hoy, q u e son los del 10 d e agosto.—Grandes rumores y protestas. El compañero A G U I L L A U M E : A predicarla, n o ; a hacerla, q u e es peor.—El señor presidente reclama orden.) E l c a m a r a d a P R I E T O : P e r o , señor presidente d e l Consejo d e Ministros: al contestar antes a su señoría, unas veces p o r olvido involuntario y otras p o r voluntaria omisión, h e dejado d e recordar trazos d e la conducta d e su señoría, y entre aquello que pertenece a la omisión voluntaria figura el n o haber querido recordar cómo su señoría dirigió, desde aquí, una obstrucción parlamentaria... (Un señor nificaban la ruina del comercio y de la industria? Pues ya están esos perturbadores al margen de la gobernación del país. ¿No se pedía u n gobierno L e r r o u x ? Pues y a gobierna don Ale. ¿ Q u é más puede apetecer un pueblo? Exigir más sería una ambición. Todos los graves problemas creados por los gobiernos de Azaña han sido resueltos. La paz reina en Varsovia. N i atracos, ni robos, ni falta de trabajo, baratura en los artículos de p r i mera necesidad, tranquilidad de espíritu, optimismo e n los ciudadanos, desinterés y altruismo en las clases burguesas, homenajes a granel a los buenos gobernantes, condecoraciones, cruces, imágenes, bandas... D I P U T A D O : Con su derecho.—El compacomo el m á s celoso g u a r d a d o r del a r a en ñero M E N E N D E Z : C o m o nosotros.—El seque s e rinden todos los sacrificios a la legañ o r R E Y M O R A : Q u e fué guillotinada lidad, y al pronunciar sus primeras palabras, dentro del reglamento.—El compañero M E encaminadas a predicar la más absoluta sumiN E N D E Z : Y el que quiera fusilar, que fuEsto es delicioso. Puede el baile consión al fallo electoral, h a olvidado—a pesar sile; pero puede caer él también.—Grandes tinuar. del recuerdo que u n a voz oportuna h a suscitarumores.), obstrucción que redundaba en daño d o desde aquí—que precisamente como consedel prestigio d e u n régimen naciente; que era cuencia d e las últimas elecciones verificadas u n a actitud revolucionaria, profundamente ine n C a t a l u ñ a . . . ( E l señor V E N T O S A C A L sensata. ( E l compañero A G U I L L A U M E : V E L L : C o n o c e su señoría poco la política L a revolución es más gallarda.) d e C a t a l u ñ a . ) C o n o z c o d e ella lo bastante p a r a no ignorar q u e sus señorías se h a n retir a d o del P a r l a m e n t o catalán. (Rumores.) D e modo q u e , sin entrar en detalles, no hago más q u e poner d e manifiesto la contradicción existente entre l a s correctísimas palabras d e l seY c u a n d o su señoría habla d e aquel silenñ o r Ventosa, predicando la sumisión al fallo cio, que administraba t a n avaramente desde electoral, y la conducta d e l a s huestes q u e , estos escaños, tampoco h e querido recordar con el señor Cambó dirige, al separarse del que ese silencio se trocaba en exceso d e lenParlamento catalán. Y si tuviera que evocar guaje en los pasillos, donde nos injuriaba d e otro recuerdo en cuanto al mantenimiento e x una manera q u e n o quiero calificar ( R u m o quisito del respeto a l a legalidad p o r parte d e res.). Y c u a n d o su señoría aduce a h o r a títusus señorías, n o tendría m á s q u e referirme a los d e respeto, títulos p a r a guardarle esa c o n la A s a m b l e a d e parlamentarios d e l a ñ o 1917, sideración, yo he querido olvidar, unas veces que en el fondo fué un acto declarado s u b involuntariamente y voluntariamente otras, traversivo p o r el P o d e r público, ante el cual se E l derecho es la ley inmutable que m a n d a zos d e l a conducta d e su señoría desde el a d alzaron sus señorías ilegalmente. Estos son los venimiento de la República. e P r o , e n fin, eso realizar el bien. E s a ley fué expresada librecomentarios que ofrecen las manifestaciones es cosa secundaria, insignificante, q u e no m e - mente por la v d u n t a d recta del hombre, por del señor Ventosa. lo c u a l se deduce que cuando el hombre a c rece el aprecio d e mayores comentarios. túa c o n libertad, pone rectitud en su deseo. E l bien nunca repugna a l a conciencia: lo quiera q u e nada hay tan libre como el íntiNosotros vemos en esa proposición el auxique repugna a la conciencia es el mal, y como lio al Gobierno p a r a proceder contra nosotros E n cuanto a l a proposición, nosotros, desm o d i c t a d o d e l a propia conciencia, s e d e sin contemplaciones. (Varios señores D I P U de luego, emitiremos nuestros votos en contra. duce evidentemente que l a conciencia libre T A D O S : ¡ C l a r o ! . — E l señor presidente del Deploramos s u presentación, porque ahora, sese inclina al bien, o sea, que libertad es siC O N S E J O D E M I N I S T R O S : C o n todo el ñor presidente del Consejo d e Ministros, se nónimo de bien. que falte a la ley. N o contra sus señorías; va a d a r el fenómeno d e q u e se reitere, c o n Resulta ,pues, que el Derecho es l a ley que contra todo el que falte a la ley.—El c a m a r a solemnidad verdaderamente excesiva p o r l o d a M E N E N D E Z (Teodomiro): Eso lo h a la conciencia ha dictado en p r o d e l a realiextraordinaria, el frente antimarxista q u e sirvió dicho el señor M a r t í n e z Barrio, n o su señod e bandera para las elecciones. (Rumores.) zación del bien. N a d a hay, pues, tan sublir í a . — G r a n d e s protestas y rumores.— D i c e n p o r a h í voces d e asentimiento: " ¡ C l a me y respetable como e l Derecho, ley d e varios señores diputados se cruzan palabras r o ! ¡ C l a r o ! " Y o n o hago más que subrayar, las leyes que armoniza el fin moral del inseñores diputados, l o siguiente: ahora se van que n o se entienden c l a r a m e n t e — L a P R E dividuo c o n el fin histórico d e l a especie, y S I D E N C I A reclama orden.) Señor presidena unir a los votos del Gobierno los d e l a hace compatible el bien individual y el bien te: Vista l a actitud d e la C á m a r a , y reconoinmensa mayoría d e la C á m a r a , sirviéndoles social. ciendo singularmente el estado d e excitación d e centro d e sustentación, núcleos d e esos voJusticia. E s aplicar estrictamente el D e r e de mis amigos, renuncio a otras consideraciotos, fuerzas parlamentarias que han hecho dec h o ; es castigar todo hecho o intento, q u e nes que m e sugiere l a presentación d e esa p r o claraciones d e irrespetuosidad p a r a e l régimen, vaya en contra d e la conservación d e la esposición. M e limito a anunciar lisa y llanat a n excesivas o más q u e aquellas q u e hayapecie, o contra l a s cosas que sirven y son d e mente q u e esta minoría socialista votará e n mos hecho nosotros, y sus señorías s e van, n o provecho al sér humano, como premiar, esc o n t r a d e ella p o r las razones expuestas en mi timular todo lo q u e se haga en pro de la y a a consolar, sino a buscar fortalecimiento discurso. Lamento su presentación, creo q u e con l o s votos d e quienes h a n dicho que si e s creación. C r e a r , es fomentar l a civilización; al Gobierno no le era necesaria; l o deploro. necesario tomarán el P o d e r p o r l a fuerza, civilizar, es h a c e r a este sér más justo (sensiComo fundamento d e nuestra actitud, baste con los votos d e quienes han declarado que su bilizando su conciencia por medio d e las aquella exposición d e motivos q u e , por lo misión es extirpar t o d a r a í z liberal en E s p a ñ a ; aportaciones que l a cultura en general d a esa visto, n o ha oído e l señor Ventosa, y a q u e con los votos d e quienes h a n afirmado q u e , inteligencia e n s u s apreciaciones, d e forma h a estado discurriendo sobre apreciaciones si c u a n d o lleguen a gobernar, les estorba el que el sentido común habido en todo cerebro que n o se basaban ciertamente en afirmaciones humano, nos dicta en l a medida justa y exacP a r l a m e n t o , prescindirán d e él. mías. N a d a más. ta, cómo seha d e administrar ésta. P e r o h a ido administrándose t a n desleal e injustamente, anteponiendo a l a justicia intereses particulares y partidistas, que h o y n a die cree e n ella. H a y sectores d e opinión que M e interesa a c l a r a r u n a cosa q u e antes ha tan disparatadamente piensan y tan difícil es quedado e n r e d a d a . N u e s t r a actitud (la honraconvencerlos, porque dejarse convencer sería d e z d e los señores diputados l o habrá d e r e claudicar d e sus privilegios y someterse a l a conocer a s í ) n o tiene concomitancias, ni p r ó v e r d a d e r a justicia, porque justicia n o e s l a ximas n i lejanas, c o n esa criminalidad que que dictatorialmente quieren imponernos, porLa vida es cada d í a más envidiable. Suse está d a n d o ahora y a virtud d e l a cual los que l a justicia q u e se basa en principios d e atentados q u e antes s e registraban por unida- be el precio del pan. de la leche, de la D e r e c h o d a n d o privilegios a unos hombres carne, de las patatas... T o d o s u b e : hasdes s e cuentan h o y por decenas. Nosotros sobre otros, y burlando sus preceptos o sus ta los cacos a los pisos para "reventarn a d a tenemos q u e ver con e s o ; lo c o n d e n a leyes en beneficio d e u n ac l a s e ,es la q u e se los". Estamos en pleno dominio de los mos como pueda hacerlo cualquier conciencia vitupera y se rechaza, porque se cree q u e es gobiernos para t o d o s : para acaparadolo lamentable, que n o h a y quien pueda a d m i h o n r a d a , y l o único que lamentamos es el frares, para intermediarios, p a r a usureros, nistrarla con equidad. caso d e aquellas profecías eufóricas del señor p a r a prestamistas al 200 p o r 100, para presidente del Consejo, a virtud d e las cuales Estos siervos d e sus intereses, que amañosapropietarios rurales que pagan jornales su señoría soñaba con q u e el solo hecho r e mente h a c e n p o r q u e recaiga en ellos l a r e fulgente d e l a presencia d e su señoría en ese de h a m b r e . . . La tan ofrecida reivindipresentación d e l a autoridad p a r a h a c e r incación del obrero del campo es u n hesitial había d e a c a b a r con una enfermedad tan justicias, son los q u e principian p o r corromcho. El poderío lerrouxista-agrario t o per todas l a s instituciones sociales, y h a c e terriblemente endémica y tan desoladora c o m o do lo soluciona. L a paz octaviana reina pensar a la gran masa social, en l a justicia la q u e se está extendiendo p o r E s p a ñ a . ( E l e n E s p a ñ a . N o hay obreros parados, ni catalana. Cierto, q u e en l a modernísima conseñor presidente del C O N S E J O D E M I ceptuación d e los nuevos principios en q u e h a militares descontentos, ni monárquicos N I S T R O S : S u señoría n o me h a oído n u n c a de basarse el nuevo Derecho universal, a l e desterrados, ni curas sin sueldo del E s decir semejante cosa.) N i creo que l o piense gislar, o mejor dicho legislado, que cuanto tado, ni J u r a d o s Mixtos que lleven la su s e ñ o r í a ; pero c o m o algunas manifestaciomás d u r e implantarlos por la oposición tenaz alarma al sector capitalista... nes q u e se h a n hecho p o r a h í se han involucraque h a d e hacerse a ellas, más raigambre y ¡Viva la euforia lerrouxista! d o . . . ( G r a n d e s rumores.) C u a n t o m á s genecon más brío se adoptarán, y ¡ a y d e aquellos ¿ Q u e hay quien protesta de todo e s ral sea el rumor d e desaprobación, m á s conq u e c o n Justicia hacen injusticias, c u a n d o t o ? ¡ B a h ! Son elementos disconformes tento m e p r o d u c e . ( C o n t i n ú a n los rumores.) ese sector h u m a n o , harto y a , haga con incon t o d o . H a y que gobernar p a r a t o Señores diputados, yo registro este fenómejusticia, Justicia! n o : frente a l o s q u e han desarrollado las m a - dos los españoles. E s t a e s la panacea ofrecida p o r " l a colla de la g a n a " p a r a yores violencias en E s p a ñ a , frente a colectiM . B O R Q U E UNDARGARIN. cuando gobernase y y a está puesta en vidades que h a n organizado el crimen, l a viopráctica. L o s c u r a s , los pobrecillos culencia insensata e infecunda, frente a l a n a r ras, amenazados de hambre, porque sus quismo, j a m á s d e los Gobiernos d e la R e p ú partidarios no les ayudan, tendrán denblica h a n p a r t i d o conminaciones t a n graves, t r o de poco asegurada su existencia. tan severas c o m o l a s q u e , a n t e l a posibilidad L o s frailes y monjas podrán dedicarse d e u n a actitud revolucionaria nuestra, h a p r o Graduado en Estudios Sociales de nuevo, con toda libertad, a prostinunciado h o y el s e ñ o r presidente d e l C o n s e tuir los cerebros infantiles. Los velos jo d e Ministros. ( G r a n d e s rumores. V a r i o s s e CORTES DE ARAGÓN, 43, entlo. izd (Casas de las novicias no se alzarán y será resñores diputados pronuncian palabras q u e n o se El silencio en el salón y la verbosidad escatológica en los pasillos Las continuas recogidas policíacas que sufre nuestro diario EL SOCIALISTA nos obliga a reproducir aquellas informaciones y artículos de mayor interés para que sean leídos por todos nuestros camaradas. DERECHO Y JUSTICIA Formalización del frente antimarxista 3 NUEVA Contra los socialistas Mequinenza E n M e q u i n e n z a ocurre lo que seguramente está ocurriendo en todos los pueblos d e E s p a ñ a . A c a p a r a m i e n t o general d e niños y niñas del pueblo p o r los c u r a s . ¿ C ó m o ? P u e s m u y sencillo. L o s curas, o sea l a Iglesia, s e ajustan siempre a las necesidades del momento, y así tenemos que l o q u e hoy es p e c a d o mortal, m a ñ a n a sea l a cosa más natural del mundo. Y o recuerdo tiempos n o muy lejanos, q u e el trato q u e se nos d a b a a los niños en la iglesia era inquisitorial. A q u e l que se propasaba u n p o c o , como es m u y frecuente en los niños, y a sabía l o que le esperaba; unos c u a n tos cañazos sin m i r a r cómo pegaban ni d ó n d e tocaban, llegando en algunos casos a ensangrentarles l a cabeza. Y conste q u e l o s é p o r experiencia propia. Y luego a rezar unos p a drenuestros y ¿ c ó m o n o ? , a besar alguna cruz o cristo q u e y a tenían p a r a estos casos. Y c u a n d o se trataba d e un niño que ellos llamaban bueno, q u e y o n o deseo q u e se l o digan a ningún hijo mío, porque eso en boca d e los curas quiere decir tímido, a p o c a d o y sumiso, a éste se l e solía d a r u n a estampa con una imagen y u n a dedicatoria. T o t a l , q u e siendo el niño d e por sí corto d e naturaleza y flojo de espíritu, acababa por tener miedo de sí mismo. Puede el baile continuar César Sebastián y Marín perciben.) ¡El 10 de agosto! El presidente d e l C O N S E J O : ¿ M e p e r miten l a P r e s i d e n c i a y el s e ñ o r P r i e t o u n a i n terrupción? ¿ S a b e su señoría q u e , enfrente d e los Gobiernos q u e h a n precedido a éste, d e n tro del régimen, se l e v a n t a r a ningún partido, que tuviera aquí representación, a p r e d i c a r la revolución? ( M u y bien. A p l a u s o s . — E l c o m - petada su virginidad. Los registros de la propiedad n o correrán peligro de ser incendiados; los templos y conventos estarán seguros y p o d r á en ellos atacarse e injuriar a los liberales... ¿No e r a esto l o que pedía el pueblo que se manifestó el 12 d e a b r i l ? P u e s y a lo tiene. ¿No p e d í a la opinión la salida d e los socialistas del Poder, porque estos sig- Baratas) (Antiguo Camino Casablanca) Redacción dedemandasparalos Jurados Mixtos. Recursos contra sentencias. Accidentes del Trabajo en la Agricultura y en la Industria. Asuntos relacionados con la Delegación provincial de Trabajo. - Retiro Obrero. Pactos para la explotación colectiva de fincas rústicas.-Revisiónd e rentas rústicas. Reciban los padres de la niña nues- El día 23 fué inscrita e n el Registro civil con el nombre d e Alicia M a r c o Villalón u n a hija de los camaradas Mariano Mateo y Elena Villén. T a n t o la madre c o m o la hija, gozan de una perfecta salud. Damos n u e s t r a enhorabuena a los padres de la niña p o r mediación d e nuestro semanario V I D A N U E V A p o r haber librado a su hija del consabido remojón, a la q u e vez que e x h o r t a mos a las mujeres obreras p a r a que sigan el ejemplo d e estos camaradas, apartando a sus hijos d e todo contact o con esas creencias farsantes. En Biota L o s días 2 2 y 25 del m e s a n t e r i o r dieron a luz, con toda felicidad, las compañeras d e nuestros camaradas Francisco Berdor y Andrés Gil, inscribiéndose e n el Registro civil c o n los nombres de Nicolás y R a m i r o , respectivamente. Madres e hijos disfrutan d e excelente salud. Deseamos que todas las m u j e r e s d e nuestros correligionarios traten de imitar estos hechos laicos, continuando en s u educación a la labor iniciada. T r a temos que los h o m b r e s del mañana queden exentos en el interior de su cerebro de las cosas abstractas y vayamos a la realidad, única manera de hacer hombres conscientes, defensores y amantes del trabajo, d e la justicia y de la libertad. ¡ A h ! , pero desgraciadamente p a r a ellos, los jóvenes que suben n o son l o q u e ellos quisieran; son muy pocos l o s q u e se les p u e d a decir que son buenos en l a forma que ellos lo dicen, pero e n cambio son muchísimos los que se h a n d e c l a r a d o rebeldes contra l a inquisición, la tiranía y la esclavitud. A s í es que p o r mucho q u e se esfuercen los señores d e l a sotana y sus cofrades e n sostener l o insostenible, p o d r á n detener l a m a r c h a , pero n o desviarla. N o obstante, debo decir a todos los compañeros trabajadores, q u e h a y d e ellos q u e h a n dicho en Mequinenza no son católicos, pero son indiferentes, y d e n tro d e la indiferencia h a y campo a b o n a d o p a r a trabajar a nuestro gusto. C u i d a d o , compañeros, mirar cómo conquistan l a conciencia de vuestros hijos. Actos Hace breves días d i ó a luz u n a hermosa niña la compañera Pilar Clavería, esposa de nuestro querido compañero Teodoro Palacín. F u é inscrita e n el Registro civil con el nombre de Prosperidad. En Ejea A s í e s q u e c u a n d o tenían n o daban nada, y ahora q u e , según dicen ellos, n o tienen, se toman el lujo, p a r a distraer a los niños, d e hacerles cine, rifas y hasta les d a n caramelos. Y o n o critico l o q u e hacen. E s más, creo que están e n su derecho, pero debo decirles (y esto pueden recogerlo los que se encuentran e n m i c a s o ) , q u e y o , c u a n d o d o y caramelos a mi hijo o al hijo d e otro, l o hago d e todo corazón, porque me inspira el amor d e p a d r e hacia el hijo, q u e sabe l o q u e cuesta, y n o como ellos, q u e l o hacen p a r a asegurarse al niño, q u e es asegurarse al hombre y , p o r l o tanto, seguir ostentando los privilegios como han hecho hasta l a fecha. ROQUE En Uncastillo tra mas cordial enhorabuena. P u e s bien, ahora, ajustándose a l a s necesidades del momento y viendo q u e l o s niños se apartaban d e los fantasmas q u e s e visten p o r la cabeza, h a n cambiado d e proceder, y d i c e n : " H a y que mantener a t o d a costa a l niño a nuestro l a d o " . Y l o q u e n o h a c í a n c u a n d o tenían el sueldo íntegro, l o están h a ciendo ahora, q u e dicen que n o pueden vivir, y hasta en algunos casos quieren ostentar el símbolo d e pobreza. ¡ Q u e poco saben de los hogares proletarios! El fracaso de las profecías eufóricas de Lerroux r o n los hijos del finado Blas y V e n a n cio, acompañados de su h e r m a n o político nuestro compañero P e d r o Gálvez, asociado fundador de la U. G. T . de Ateca. Abría marcha la bandera de los trabajadores y seguía la banda d e m ú sica " S a n t a Cecilia", ejecutando u n a s e n t i d a marcha fúnebre. El féretro, envuelto en la bandera nacional, fué llevado a hombros de s u s familiares y amigos hasta el cementerio municipal. Descanse e n p a z el veterano republic a n o y reciba su familia, desde las columnas d e V I D A N U E V A , la expresión d e nuestro sentimiento. NAVARRO. Nuevas Juntas directivas JARABA Presidente, Agustín Berdié Mirallas. Vicepresidente, Manuel Benedí Manso. Secretario, Vicente Berdié Mirallas. Vicesecretario, Benedicto Ibáñez Ibáñez. Tesorero, Isidoro Berdié Acero. Contador, M a r i a n o Enguita Mirallas. Vocales: Jesús Benedí Alonso, L o renzo Revuelta Sicilia, Francisco Iba- civiles r r a Castellano, En Ateca Pedro Monge Martí- nez, Agustín Sicilia Bueno. AINZON El día 15 del corriente, a la avanzada edad de 93 años, falleció en esta villa el consecuente republicano José Olivas Marco, padre de nuestro fraternal camarada Blas, actual presidente d e la Agrupación Socialista. Presidente, L u i s Ibáñez Ramos. Vicepresidente, Demetrio C r u z A r cega. Secretario, Juan Balaga R o y o . Vicesecretario, Francisco Magdalena González. T e s o r e r o , Melchor Sanz Bellido. El entierro, que se celebró civilmente, constituyó una verdadera manifestación de duelo, pues aparte d e los muchos correligionarios q u e formaron en la manifestación, concurrieron también amigos d e todas las ideologías. La presidencia del duelo la Contador, Julián Borobia Martínez. Vocales: M á x i m o Domínguez R o manos, P e d r o Pradilla Bellido, A n t o n i o Cruz Arcega v Bernardino A r i l l a Sanz. forma- TIP. LA ACADÉMICA Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza Institución benéfico-social Ú n i c o E s t a b l e c i m i e n t o d e s u c l a s e e n la FUNDADO EN provincia 1876 I n s c r i p t o e n el M i n i s t e r i o d e l T r a b a j o y P r e v i s i ó n p o r R. O . d e 1 3 d e d i c i e m b r e de 1930 y sometido a su protectorado e inspección conforme al Estatuto de 14 de marzo de 1933 OPERACIONES QUE REALIZA A d m i t e i m p o s i c i o n e s desde U N A p e s e t a e n a d e l a n t e en l i b r e t a s o r d i n a r i a s y especiales, a b o n a n d o e l 3 ' 5 0 p o r 100 d e i n t e r é s a n u a l d e s d e 1.° d e e n e r o d e 1 9 8 4 . A b r e l i b r e t a s a l p o r t a d o r a l 3 p o r 100 d e i n t e r é s . R e c i b e i m p o s i c i o n e s a l p l a z o d e u n a ñ o a l 4 p o r 100 d e i n t e r é s . Admite depósitos d e valores, alhajas, muebles y ropas. Concede p r é s t a m o s con g a r a n t í a d e v a l o r e s públicos o i n d u s t r i a l e s . Efectúa préstamos hipotecarios. H a c e p r é s t a m o s sobre ropas, a l h a j a s , muebles y efectos a n á l o g o s . Se e n c a r g a g r a t u i t a m e n t e d e l a c o m p r a d e v a l o r e s p o r c u e n t a d e s u s i m p o n e n t e s . L a s g a n a n c i a s l í q u i d a s q u e o b t i e n e no d e s t i n a n a i n c r e m e n t a r l o s f o n d o s d e r e s e r v a , q u e g a r a n t i z a n el c a p i t a l d e l o s i m p o n e n t e s y a o b r a s b e n é f i c o - s o c i a l e s q u e tienden p r i n c i p a l m e n t e a favorecer a los imponentes q u e n o tienen m á s medio d e v i d a q u e el p r o d u c t o d e s u t r a b a j o . OFICINAS: San Jorge, 10 - San Andrés, 14 - Armas, 30 VIDA NUEVA REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN 1302 La c o r r e s p o n d e n c i a , a l D i r e c t o r No ¿.....? Ocaso del régimen capitalista; crepúsculo aureolado en rojo que anuncia la entrada en una noche trágica, al final de la cual nacerá un nuevo día, espléndido de sol y de luz, día también rojo, por sus reflejos y por el Régimen de Justicia Social que nace. Agonía del Régimen capitalista, que señalan: millones y millones de obreros parados; más millones de trabajadores esclavos de u n salario insuficiente; miles y miles de toneladas de azúcar, café y algodón y carnes destruídas cuando el hambre reina en el mundo. Crepúsculo aureolado en rojo, que anuncia la entrada en la noche trágica, donde para que el capitalismo alargue su agonía se le dan inyecciones de fascismo y balones de nacionalismo para que el militarismo, la teocracia y la justicia burguesa alarguen lo que ya no es vida del Régimen que acaba... Noche trágica durante la cual lucharán los que no quieren morir, con los que van a nacer pletóricos de fuerza, de alegría y de energías. Noche trágica mundial, en la cual los esclavos romperán sus cadenas; los opresores perderán su poderío, y la clase proletaria, triunfante, entonará " L a Internacional", a la vez que la aurora roja del nuevo día anuncia el entronizamiento de la Justicia Social. Aurora roja del nuevo día; sol socialista que alumbra resplandeciente; campos de doradas mieses que el trabajador contempla como fruto de su trabajo que nadie ha de disputarle. E n todas las naciones se anuncia igual panorama; el problema es mundial; un ocaso y un o r t o ; lo que nace y lo que muere; socialismo y fascismo; agonía del Régimen capitalista y establecimiento del Régimen Socialista. U n nuevo día; u n nuevo hecho histórico; nadie podrá detener este ciclo. El Socialismo triunfara. CONFLICTOS SOCIALES: La batalla continúa Les sections bordelaises des typos, lithos, papetiers et papetières sont actuellement en grève pour le renouvellement de leur convention de travail. Il est instammente recommandé à tous les fédérés de n'accepter aucune offred ' e m p l o ipour Bordeaux, jusqu'à nouvel avis. E l órgano oficial de la federación Francesa de los trabajadores del Libro, "L'Imprimerie Française", publicaba ese entrefilet que encabeza estas líneas, recomendando a los sin trabajo de nuestras profesiones respectivas, no se dirigiesen a Burdeos hasta nuevo aviso, pues había una huelga pendiente de solución. Por estas primeras líneas se desprenderá que el pleito entablado entre la unión patronal y la unión obrera, el 16 de diciembre próximo pasado, sigue, a la hora actual, después de seis semanas de lucha, en la misma posición que hace quince días, cuando daba cuenta a los lectores d e V I D A NUEVA del principio y desarrollo de este conflicto, defensor d e los salarios de la familia proletaria de las Artes Gráficas bordolesas, a la que me honro en pertenecer. Al trasponer la séptima semana de lucha, la batalla sigue su curso. P o r el momento no se vislumbra que este enojoso asunto entre el capital y el trabajo, tenazmente sostenido por ambas partes, toque a su fin, a no ser que el destino nos tenga reservada alguna sorpresa. L a serenidad inmutable de los obreros, en su inmensa mayoría, se estrella contra la poco escrupulosa táctica patronal, que anda errante, como titiritero en feria, buscando incautos y traidores para salir de los apuros que exige la clientela que reclama sus trabajos paralizados y con el "noble anhelo — esto es indudable — de desencadenar la ofensiva en toda regla para pulverizar el frente obrero y estrujar, oprimiendo más y más a sus colaboradores, a los pobretes que les han enriquecido anteriormente, y que muchos de ellos, cargados de edad y de años de labor, tienen que lanzarse a la calle para defender el indispensable pedazo de pan d e cada día. " M a i s tant va la cruché a l'eau, qu'á la fin elle se casse". Que traducido a nuestro proverbio español quiere decir: " T a n t o va el cánt a r o a l a fuente, que al fin se rompe". Y sin exagerar nada así será algún día, porque está visto que ni con democracia, ni sin ella, la explotación del hombre por el hombre no tiene solución ni arreglo. E n este conflicto, como en todos los que se ponen sobre el tapete de la "lucha de clases", las maniobras patrona- DE SUSCRIPCIÓN Año . . . . . . 5 ' 0 0 pesetas Semestre . . . . 2'50 " Trimestre... 1'50 Pago adelantado E s t é b a n e s , 2 , pral. i z q u i e r d a TELÉFONO PRECIOS les se suceden las unas a las otras. Por ejemplo: cartas intimidando al personal si no s e presenta en el taller a fecha fija; cartas remitiendo el certificado de haber sido despedidos — yo soy uno de ellos — que, como hombres avezados a la lucha, no nos da ni frío ni calor; visitas domiciliarias a compañeros, y, sobre todo, a compañeras que conocen su tímido espíritu, amenazándoles con perder su puesto en la casa si no se reintegran inmediatamente al trabajo; convocatorias llamando por grupos a los talleres para explicarles en un "ambiente bienhechor' lo inoportuno de la huelga y las ventajas que tendrían, particularmente, de reintegrarse a sus respectivas labores abandonadas Todas estas desacreditadas "lágrimas de cocodrilo" no han producido a nuestros "generosos patronos" más que un nimio resultado, después de seis semanas. Pero, no obstante, han logrado convencer a algunas unidades, muy pocas, de esas personas que sólo miran el interés propio, sin preocuparles el de los demás; egoistas es la verdadera palabra, y otros que su medrosismo, su timidez por perder la casa, no les permite espiritualmente el seguir un movimiento de esta envergadura. Reconforta el ánimo y merece subrayarse, que lo mas sano y consciente del movimiento que nos ocupa, y que puede contarse por centenas, continúa la batalla con serenidad, confiado en el triunfo que probablemente no ha de hacerse esperar mucho tiempo, debido a que las perturbaciones interiores de los talleres empiezan a surtir sus efectos. Esta es la "sorpresa" de que antes hablo. Hemos de hacer constar también que nuestros adversarios han tratado y lo han conseguido, recopilar del exterior de la población bordolesa una exigua cantidad, hasta ahora, de "briseurs de greves" (rompe huelgas), que, por noticias fidedignas que tenemos, están dando pésimo resultado. Estos "sarracens" reclutados por una entidad patronal, que lleva por título " L a libertad del trabajo", no son más que vagos por excelencia, nulidades d e la profesión, o agentes provocadores. L o s obreros conscientes y cumplidores d e su deber, que en las Artes Gráficas de todos los países son el noventa y cinco por ciento, no se prestan a semejante cual inicuo papel de traicionar a sus hermanos de explotación. Además que, como al principio d e estas líneas decimos, la Federación Tipográfica, aparte del anuncio en el periódico federal, h a recomendado muy eficazmente a las Juntas directivas d e todas las secciones de Francia, a la vez que cumplan con el deber de solidaridad, que estén vigilantes para impedir por se d e v u e l v e n los originales a u n q u e n o se p u b l i q u e n todos los medios, que nadie venga a trabajar a Burdeos mientras dure el período de la huelga. De manera que la veracidad, harto dudosa, de que las plazas de los huelguistas se van cubriendo poco a poco, según versión patronal, para atemorizar a incautos, es una demagogia. El Comité de huelga, está bien al corriente de lo que sucede y a la vez que recomienda calma, serenidad y unión, se va enterando, con real certeza, de lo que pasa al otro lado de la barricada. como dice con singular gracejo el secretario general, camarada Dubens, responsable principal del movimiento. Treinta y cinco o cuarenta esquirols han llegado de la beatífica entidad patronal " L a libertad del trabajo", la mayor parte de ellos inútiles, que de no llegar muchísimos más son un cero a la izquierda para las sesenta y seis imprentas y litografías enroladas en el conflicto y que solamente la casa donde trabaja el que estas líneas escribe, cuenta con 250 huelguistas. Otra de las esperanzas de la patronal para vencernos era la cuestión financiera. Contaba con el dinero que había en las cajas sindicales, pero al parecer no contaba con la solidaridad obrera que se manifiesta más pujante cada semana que pasa. Decían: en cuanto se les termine "l'argent", que podrá durarles tres o cuatro semanas, se rendirán como corderos. Falsa creencia, porque a la sexta semana de huelga los obreros han visto aumentados sus socorros, percibiendo 150 francos los hombres y 75 las mujeres, haciendo también presente que el Comité ha controlado los casos particulares de cargas de familia y enfermedad, creando una cuota suplementaria; noble proceder en toda sociedad bien organizada. Como la Sociedad que nosotros preconizamos para el día de mañana en que la colectividad, toda entera, esté a cubierto de sus necesidades desde que nace hasta que muere y sin necesidad de conflictos como el que nos ocupa. Para terminar, sólo nos resta añadir a lo ya expuesto, que el ánimo de los huelguistas, al entrar en la séptima semana, es excelente, y que su vida la pasan en continua distracción entre reuniones, conferencias y espectáculos que organiza la comisión de fiestas con el desinteresado concurso de los artistas que actúan en los teatros de la ciudad. ¿ Q u é se puede esperar más? Sólo una cosa: conseguir la victoria. Cosa justa que, con la conciencia tranquila de haber obrado lealmente en defensa de nuestros intereses, sin menoscabar nuestro prestigio de hombres conscientes, esperamos que el pedantesco proceder patronal, creado en una atmósfera de egoismo excesivo, depondrá su actitud de intransigencia, dando razón a nuestras justas aspiraciones, coronando así el triunfo d e la justicia. MIGUEL MINGUILLON. 28-1-934. MI DESPEDIDA Ya sevanlos quintos... Estos días se ven invadidos los cuarteles por legiones de hombres jóvenes a los que la República llama p a r a instruirles y prepararles en la defensa de nuestra libertad. Estas legiones de jóvenes son obreros mineros, metalúrgicos y campesinos, los que no tendrán que obedecer al ronco estruendo de las sirenas de la fábrica, ya que no les mandan. Para esos muchachos, el estruendo de la sirena es cambiado por el toque de corneta. Pero la importancia está no en la sirena ni en el cornetín de órdenes, sino en lo que esos muchachos llevan dentro de sus corazones. La mayoría de ellos formaron hasta ayer en las Juventudes socialistas, comunistas y sindicalistas. Muchos de ellos pertenecieron hasta hace muy pocas horas a los orfeones socialistas y proletarios, donde entonaban con extraordinario entusiasmo "La ¡----- ! ¡...! Un niño de trece años, hijo de proletarios, ve que su padre está sin trabajo; que ni sus hermanitos, ni él mismo, pueden comer, pues todo falta; que ya no hay nada útil que empeñar; que sus pantalones y guardapolvo, aunque poco valen, son la única cosa empeñable, si la desgraciada madre quiere que sus pequeñuelos coman algo; y que estos pantalones y guardapolvo son también empeñados, quedando el pequeñito transido de frío y d e dolor. ; . . . ! El pequeñuelo, que era dulce, cariñoso y comprensivo, que se miraba en su madre, ve rotas todas sus ilusiones, comprende la injusticia social que s e comete con los suyos y, simplistamente, como razona un niño, cree que como hay muchas bocas para comer, con una menos la situación se aliviará. Decide sacrificarse él, y, sin vacilación, consuma el sacrificio suicidándose. ¡...! No sé si ese niño, al consumar su sacrificio lanzó una maldición contra el régimen capitalista causante d e la miseria que en su casa reina; pero sí afirmo que nosotros los proletarios tenemos que creer que maldijo a los culpables y con él repetir la maldición. ¡...! La rebeldía de ese niño contra el régimen capitalista, rebeldía, como de niño, simplista y platónica, que h a traído consigo el que algunas personas sensibles, por medio d e la caridad, busquen la forma de remediar la angustiosa situación de sus padres, es rebeldía que debe servirnos de enseñanza, no para imitarla, pues el desaparecer como él ha desaparecido es dejar el campo libre al opresor, sino para que nuestros camaradas juzguen hasta qué estado de miseria proletaria conduce el régimen capitalista que sólo sabe aparecer caritativo, pero nunca justo. ¡...! El niño, al morir, seguramente maldijo, y esa maldición, en estos momentos, debe enseñarles a los proletarios que si no se unen se suicidan y dejan el campo libre al enemigo común. ¡...! El niño, como niño, maldijo; nosotros, como hombres, debemos obrar siempre, no dejándonos arrebatar platónicamente, haciendo que entre la clase proletaria desaparezcan los odios y las luchas para concentrar unas y otras contra los opresores y así vencer y vencer pronto. ¡ . . . ! Las mujeres proletarias deben aprender en lo ocurrido a defender a sus hijos, infiltrándoles espíritu de rebeldía y haciendo que los suyos (no como el suicida, muriendo, y sí viviendo) maldigan a quienes aquél maldijo. Internacional" y el "Himno de la Paz", conociendo perfectamente lo que esos cantos representan y constituyen para el proletariado. (En muchos pueblos de España, antes de partir los quintos, sus compañeros de Agrupación política y de Sindicato profesional se reunieron en íntima camaradería para darse el abrazo fraternal de despedida; y en la mente de todos los reunidos, de los que marchaban a incorporarse a filas y de los que se quedan en el pueblo luchando contra caciques y patronos avaros, en todos ellos existió seguramente el deseo de pronunciar un discurso aproximadamente a éste: "SOLDADO: El pueblo español, vuestro pueblo, el de vuestros padres y hermanos, siente ansias de justicia y de paz. Esos anhelos no pueden ser satisfechos, en modo alguno, dentro del régimen actual. El año 1931 se proclamó en España la República, de la que quieren adueñarse los capitalistas y el jesuitismo. El pueblo, del que formáis vosotros parte, acaso esté pronto en la calle. Soldado: únete a nosotros. Hijo del pueblo: no dispares contra los tuyos. Imita, soldado español, aquella conducta del soldado ruso que de manera tan eficaz coadyuvó a destruir el imperio de los zares. Soldado: tus padres pasan hambre; tus hermanos vénse forzados a recurrir a la mendicidad, y tú, al cesar en el servicio militar, regresarás al pueblo en el que la burguesía no te dará trabajo. Vosotros, soldados, sois el ejército del pueblo y para el pueblo. El fascismo quiere aniquilar a la clase trabajadora organizada de idéntica manera que está sucediendo en Alemania. Para oponerse a ello el pueblo se verá forzado a lanzarse a la calle, para defender la libertad con las armas en la mano. Antes que el fascismo la revolución social. Antes que un nuevo gobierno d e ltipo del actual, servidor incondicional de los intereses de la burguesía y del jesuitismo, el gobierno de los obreros, soldados y campesinos". He aquí, poco más o menos, el discurso que todos esos jóvenes, los que se van y los que se quedan, habrían pronunciado en esas reuniones de despedida en las que después de entonar los himnos de las juventudes, saldrían a coro cantando: "Arriba los pobres del mundo; de pie los esclavos sin pan...". También yo quisiera ahora ser joven para unirme, en esos actos de enfervorizada fraternidad, a estos muchachos y con ellos comprometerme a no utilizar el fusil contra mis hermanos de infortunio, a los hombres que se quedan en la mina, en la fabrica y en el campo luchando contra un régimen de explotación feroz y cruel; contra los que quedan modelando al sistema de un mundo mejor cuyos beneficios habrían de alcanzarme a mí el día en que el uniforme vuelva a ser sustituído por la blusa, y el fusil y el machete por las herramientas de trabajo. Pero ya que mis cuarenta años me privan de ese momento de satisfacción y me impiden el contraer el compromiso solemne de no disparar contra mis hermanos, síquierodar mi despedida a estos muchachos diciéndoles: SALUD, QUINTOS Q U E OS VAIS. P R O N T O SEREIS SOLDADOS. ¿ D E QUÉ CAUSA? ¡SALUD, Y H A S T A P R O N T O ! AMADOR FERNANDEZ. COMENTARIOS Reproducimos de El Debate la siguiente noticia: "Los reclutas se despiden con "La Internacional".—La Casa del Pueblo, en Aranjuez, los obsequia con cigarros, pastas y... discursos subversivos.—Poneos al lado del obrero siempre. Aranjuez, 2.—En el salón de actos de la Casa del Pueblo se celebró u n a fiesta, durante la cual fueron obsequiados con pastas y cigarros los reclutas que marchan a incorporarse a filas. Al final del acto, durante el cual interpretó varias piezas la Banda municipal, pronunció u n fogoso discurso H e r m i nio González Peña. Los reclutas, después d e la fiesta, salieron a la calle cantando " L a Internacional" y dando vivas al Socialismo y al Frente único. Asistieron también al acto representaciones de los partidos izquierdistas. En los discursos se les dijo a los nuevos soldados " q u e s e les arrancaba de sus respectivos hogares con objeto de utilizarles p a r a defender a los burgueses". " L o q u e debéis hacer—se les aconsejó—es ir a las respectivas Casas del Pueblo de las localidades a donde seáis destinados y ofreceros a sus Directivas". Se les dijo también que, si llegara el caso de que les ordenaran salir a la calle para luchar contra el proletariado, se pusieran siempre al lado del o b r e r o " . Cabe descontar de la anterior noticia las exageraciones tendenciosas d e El Debate, con lo q u e quedará la noticia escueta d e u n acto socialista bastante frecuente: la despedida a los camaradas que van a incorporarse al ejército y a los q u e se les instruye en los deberes del socialista. L o que es nuevo para El Debate, es viejo e n nuestra costumbre. En la Escuela de Graneros, tercer grado, obligan a las niñas a rezar. El "ateo" señor Banzo, que preside el Consejo local de Primera enseñanza, tiene conocimiento de ello y no lo evita. Si esto es un síntoma de euforia, le parecerá bien a él, pero nosotros no estamos dispuestos a consentirlo.