,3 Bruselas, 24 julio de 2001 $JXD SRWDEOH OD &RPLVLyQ DFW~D FRQWUD )UDQFLD %pOJLFD /X[HPEXUJR 'LQDPDUFD *UHFLD (VSDxD 3RUWXJDO$XVWULD6XHFLD\HO5HLQR8QLGR /D &RPLVLyQ (XURSHD KD GHFLGLGR HQYLDU GLFWiPHQHV PRWLYDGRV VHJXQGDV FDUWDV GH DSHUFLELPLHQWR D )UDQFLD \ (VSDxD SRU LQIULQJLU ODV QRUPDV HVWDEOHFLGDV HQ OD 'LUHFWLYD FRPXQLWDULD VREUH HO DJXD SRWDEOH /DV LQIUDFFLRQHV LPSXWDGDV D )UDQFLD VH UHILHUHQ D OD LVOD GH 0DUWLQLFD \ DO WHUULWRULRFRQWLQHQWDO\ODVLPSXWDGDVD(VSDxDKDFHQUHIHUHQFLDD&DWDOXxD $O PLVPR WLHPSR OD &RPLVLyQ KD GHFLGLGR HQYLDU GLFWiPHQHV PRWLYDGRV D YDULRV (VWDGRV PLHPEURV SRU QR UHVSHWDU HO SOD]R GHO GH GLFLHPEUH GH FRPRIHFKDOtPLWHSDUDWUDQVSRQHUDODOHJLVODFLyQQDFLRQDOOD'LUHFWLYD FRPXQLWDULD UHYLVDGD VREUH HO DJXD SRWDEOH /RV (VWDGRV PLHPEURV HQ FXHVWLyQ VRQ )UDQFLD %pOJLFD /X[HPEXUJR 'LQDPDUFD *UHFLD (VSDxD 3RUWXJDO $XVWULD 6XHFLD \ HO 5HLQR 8QLGR $O FRPHQWDU OD GHFLVLyQ OD &RPLVDULDGH0HGLR$PELHQWH0DUJRW:DOOVWU|PVHxDOy'LVSRQHUGHDJXD SRWDEOH GH FDOLGDG HV XQ GHUHFKR IXQGDPHQWDO /DPHQWR TXH )UDQFLD \ (VSDxD QR KD\DQ SRGLGR GDUQRV VXILFLHQWHV JDUDQWtDV GH TXH VX DJXD SRWDEOH FXPSOH ODV QRUPDV FRPXQLWDULDV YLJHQWHV HQ 0DUWLQLFD SDUWHV GHO WHUULWRULR FRQWLQHQWDO IUDQFpV \ SDUWHV GH &DWDOXxD $VLPLVPR ODPHQWR TXH HQ OD PD\RUtD GHORV (VWDGRVPLHPEURV D~Q HVWp SRU DGRSWDU OD OHJLVODFLyQ GHWUDQVSRVLFLyQGHOD'LUHFWLYDUHYLVDGDVREUHHODJXDSRWDEOHSHVHDTXH pVWDVHILUPDUDKDFHGRVDxRV La Directiva vigente en materia de agua potable, 80/778/CEE, es un instrumento clave para salvaguardar la salud pública, ya que establece las normas de calidad que deben respetarse en los lugares donde se suministra agua potable para el consumo humano. Estas normas se refieren a una serie de sustancias, propiedades y organismos (denominados "parámetros"). Los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos están sujetos a concentraciones máximas admisibles (CMA) y de los 62 parámetros que existen, destacan por su importancia los relativos a los microorganismos, el aluminio, el plomo, el nitrato, el nitrito y los plaguicidas. El plazo de cumplimiento de la Directiva era 1985. Directiva 80/778/CEE del Consejo relativa a la calidad de agua destinada al consumo humano. Directiva 98/83/CE del Consejo sobre la calidad de agua destinada al consumo humano. $QWHFHGHQWHV Los dictámenes motivados que deben enviarse D )UDQFLD en relación con esta Directiva responden a un estudio realizado por la Comisión sobre niveles excesivos de plomo en 8 ciudades francesas importantes (París, Alfortville, Vétheuil, Orleans, Toulouse, Nantes, Lille y Limoges) y a una petición enviada al Parlamento Europeo relacionada con problemas del agua potable en Martinica. La investigación indicó que en 137 ciudades francesas los controles de plomo arrojaron niveles de plomo superiores al permitido de 50 µg/l en el 10-20% de las muestras. En la petición se alegaba que en Martinica no se respetaban varias normas, incluidas las relativas a los pesticidas. Las pruebas disponibles indican la existencia de problemas en la isla en cuanto a, por ejemplo, el nivel de nitritos. En ambos casos, Francia no ha respondido a los escritos de requerimiento enviados el 24 de octubre de 2000. El dictamen motivado que debe enviarse D(VSDxDresponde al estudio por parte de la Comisión de una denuncia relacionada con problemas de contaminación en el acuífero del Baix Ter en Cataluña. En el estudio se halló que hasta del 25% de las muestras de agua potable extraídas del acuífero excedían la CMA de 50 µ g/l que la Directiva fija para el nitrato. La Comisión cree que estas infracciones se deben a una supervisión incorrecta de la producción intensiva de cerdo en esa zona. La Directiva revisada sobre el agua potable (98/83/CE), tiene por objeto derogar y reemplazar la Directiva vigente a más tardar para finales de diciembre de 2003. La nueva Directiva, entre otras cosasreduce considerablemente el nivel de plomo en razón de preocupaciones por la salud pública. El plazo para adoptar la legislación nacional necesaria era el 25 de diciembre de 2000, plazo que, pese al envío de un escrito de requerimiento de la Comisión, no han respetado )UDQFLD/X[HPEXUJR %pOJLFD'LQDPDUFD*UHFLD(VSDxD3RUWXJDO$XVWULDy 6XHFLD. Por su parte el 5HLQR8QLGRha enviado a la Comisión la legislación relativa a Inglaterra y Escocia, pero no ha hecho lo propio en cuanto a Gales, Irlanda del Norte y Gibraltar. 3URFHGLPLHQWRMXUtGLFR La Comisión, como guardiana del Tratado CE, debe velar por que los Estados miembros cumplan las prescripciones legales del Tratado y la legislación adoptada conforme al mismo. El procedimiento aplicado en este caso se basa en el artículo 226 del Tratado, que confiere a la Comisión atribuciones para emprender actuaciones judiciales contra los Estados miembros que incumplan sus obligaciones. Cuando la Comisión considera que puede existir una infracción del Derecho comunitario que justifique la apertura de un procedimiento de infracción, dirige un "escrito de requerimiento" al Estado miembro en cuestión, solicitando que éste presente sus observaciones en un plazo fijado, generalmente de dos meses, como ocurre en este caso. A la luz de la respuesta o ausencia de ésta, por parte del Estado miembro, la Comisión puede optar por dirigir un "dictamen motivado" (o segunda carta de apercibimiento) al Estado miembro, estableciendo clara y definitivamente las razones por las que considera que existe una infracción del Derecho comunitario e instando al Estado miembro a ajustarse al Derecho comunitario en un plazo determinado (normalmente dos meses). Si el Estado miembro no se ajusta a lo indicado en el dictamen motivado, la Comisión puede presentar el caso ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. 2