Luxaciones interfalángicas Una luxación es la perdida de contacto entre dos superficies articulares que se articulan entre si, para que una luxación sea real, estas superficies no vuelven a su posición inicial sino que permanecen fuera de contacto. Las luxaciones suelen estar producidas por agentes traumáticos externos. Las luxaciones interfalángicas pueden producirse de tres formas de desplazamientos diferentes que son: Luxación interfalángica dorsal. Luxación interfalángica lateral. Luxación interfalángica palmar. Luxación interfalangica dorsal: Esta es la que con mayor frecuencia se produce dentro de la luxaciones interfalángicas proximales. Suele ir acompañada de la desinserción de la placa palmar en la base de la segunda falange, y de un desgarro de magnitud variable que puede llegar incluso a la rotura total de uno de los dos ligamentos laterales. También se puede producir aunque con bastante menos frecuencia la ruptura total de la placa palmar en su zona más proximal. El determina si se ha producido una luxación, es relativamente fácil, dada la evidente deformación que sufre el dedo así como la rotación que se produce de la segunda falange sobre la primera, signo reste ultimo que también se observa en la fractura de la primera falange. La reducción de este tipo de luxación es por termino general fácil de realizar, pudiéndose llevar a cabo sin ningún tipo de anestesia y en el mismo recinto donde se ha producido, una vez se haya reducido la luxación, el tratamiento que se debe aplicar va a depender en buena medida de la estabilidad tanto antero- posterior como lateral que presente la articulación. En un gran número de ocasiones se observa una ligera hiperextensión en la articulación interfalángica proximal que no suele sobrepasar los treinta grados. En este caso, el tratamiento será muy similar al aplicado en un esguince de la placa palmar, consiste en la aplicación de una férula durante las primeras cuarenta y ocho horas y movilización precoz protegida por una ortesis de Beasley, esta prótesis va a mantener la articulación en ligera flexión, con lo cual se propicia el contacto de la placa palmar con su inserción en la base de la segunda falange. En el caso de existir una inestabilidad considerable, y que la luxación se reproduzca tanto en movimientos activos como pasivos, se ha de plantear la corrección quirúrgica, que ha de ser llevada a cabo por personal altamente cualificado, al tratarse esta de una intervención delicada. La cirugía de la placa palmar entraña un importante riesgo de causar en la articulación rigidez en flexión, en cualquier caso, tras la intervención se ha de seguir un plan de preeducación que siempre resulta prolongada. También se puede pedir la aplicación de una ortesis dinámica de extensión durante al menos cuatro meses. Pedro J. García García. © Copyright Aspepelota.com