NATURALISTAS ESPAÑOLES PRELINNEANOS Por 83 tal motivo creo se me excusará de que en este homenaje linneano sólo fije mi atención en alguno que otro de los naturalistas españoles que ilustraron nuestra patria con potentes focos de luz antes de que llegaran á ella desde Suecia los esplendorosos rayos de Linneo. Mi intento es echar una rápida ojeada por el campo de las Ciencias Naturales y presentar el carácter del saber indígena, personificándolo en algunos que más se distinguieron ó que merecen ser citados por no haber obtenido la atención de los críticos, por más que pudieran por sus méritos. Comienza la Historia Natural en nuestra patria con el astro refulgente de San Isidoro, Arzobispo de Sevilla. A l extinguirse aquella lumbrera, súmese la ciencia en las tinieblas, en las que brillaron los fulgores de Arnaldo, Lulio y de algunos médicos arábigos ó judíos. R e n a c e con inusitado esplendor en la época de los descubrimientos y viajes, caracterizándose con obras insignes de traducciones y de estudio de seres exóticos más que de los indígenas, para decaer de nuevo durante el conceptismo del siglo X V I I y el enciclopedismo del X V I I I . L o s pocos ingenios que en estos dos últimos siglos se distinguieron mostráronse en general poco creadores de ciencia patria. SAN I S I D O R O , ARZOBISPO D E S E V I L L A San Isidoro es el padre y fundador de la Historia Natural en España. E s el Plinio español, ó, si se quiere, el Aristóteles de nuestra península. Hombre de vastísima erudición, enciclopedia ambulante, depósito de toda la sabiduría de su tiempo, fué San Isidoro.