Funciones de los orientadores de los centros de educación de personas adultas en la Comunidad de Madrid Este artículo se encuadra dentro de una serie de reportajes de actualidad que podemos encontrar en la página web educaweb.com. En particular me ha parecido interesante en su contenido, ya que es una aportación novedosa del papel que puede desempeñar el psicopedagogo más allá del trabajo con niños y adolescentes. Desde que comenzamos la asignatura de modelos de orientación la gran mayoría de los contenidos trabajados en clase se han apoyado en la labor de los orientadores en el marco de la educación formal, y más concretamente de su trabajo en la escuela y en los centros de secundaria. Este artículo nos trae una visión distinta del mundo de la orientación. Su autora es Mª Luisa Sánchez Almagro, es psicóloga jefa del departamento de Orientación y Diversidad Escolar. Centro Regional de Innovación (CRIF) Las Acacias (Madrid). La autora nos presenta la figura del orientador dentro de los CEPAs, los Centros de Educación de Personas Adultas. Comienza por presentarnos cuáles son los ámbitos de trabajo reglados desde la Comunidad de Madrid para este tipo de centros: a) educación general, b) educación ocupacional, y c) enseñanzas para el desarrollo personal y la participación. Cómo podemos reparar, no difieren mucho de los ámbitos de actuación de las escuelas y los centros de secundaría. En ambos casos se busca una formación global del individuo. Nos presenta los diferentes colectivos que abarca la enseñanza de adultos y los centros en los que puede contextualizarse, no sólo en los CEPAs, también en los centros penitenciarios y los institutos de enseñanza secundaria. Refiere a continuación cuales son las funciones del departamento de orientación, que son prácticamente las mismas que las de un departamento de orientación de un cole o instituto. Las dificultades a las que se enfrenta un orientador de adultos me han llamado la atención en particular. Las divide en tres sectores: a) Acción tutorial: • • Durante todo el curso pueden estar incorporándose alumnos, lo que conlleva una constante valoración inicial de los educandos (VIA) que se van incorporando. Buscar profesionales que puedan abordar temas demandamos por los adultos es otra de las dificultades con la que se encuentran. b) Enseñanza - aprendizaje: • Adaptar la educación a los diferentes perfiles de adultos. Nos presenta una realidad complicada puesto que la franja de edades es muy amplia, así como las diferentes nacionalidades. Opino que presentar una propuesta curricular para todo este abanico de posibilidades debe conllevar una gran dificultad. • Las adaptaciones curriculares pueden proponerse pero a expensas de no tener profesionales como el PT, profesores de apoyo, de ámbito, AL, etc. En estos centros, los adultos con necesidades educativas especiales abundan y los profesores demandan propuestas metodológicas y recursos para trabajar con la diversidad de alumnado que reciben. • Los orientadores de los CEPAs de la Comunidad de Madrid, están obligados a cumplir 9 horas lectivas semanales en el área de ciencias sociales. Es evidente que éste es un hándicap que reduce el tiempo de la actividad orientadora. Además imparten la Formación y Orientación Laboral de las Enseñanzas Técnico - Profesionales. Sánchez Almagro elabora un gráfico de la distribución horaria de la persona que realiza la orientación en un CEPAs, y es indudable que la mayor parte del tiempo que dispone un orientador se centra en dar clases de sociales, ¿será que los orientadores saben mucho de ciencias sociales?... c) Desarrollo personal y social: • En este aspecto las dificultades se centran en las escasas posibilidades que tiene el orientador para establecer contactos con otras instituciones de la zona. El establecer redes que permitan derivaciones. Al igual que los niños, los adultos pueden tener infinidad de problemáticas que dificulten su aprendizaje y en muchos casos necesitan la intervención de profesionales que faciliten herramientas para atender estos problemas y mejorar las enseñanzas. En general, este artículo me lleva a plantearme como educadora cuales son las necesidades educativas de los adultos, si realmente el sistema educativo satisface sus necesidades, y si no es así, cómo afecta esto a la tarea del orientador. La calidad de la educación que recibe el adulto pasa por asegurar la orientación de su aprendizaje. Debemos entender la orientación como un proceso que va más allá de los colegios o institutos, una herramienta que siempre disponga la educación sea al nivel que sea. Kika L.