JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL DEBIDO PROCESO NO TODA VIOLACIÓN DE LAS FORMAS PROCESALES LESIONA EL DEBIDO PROCESO LIBERTAD DE TRABAJO CONCURSO DE ANTECEDENTES LA SALA SOLO TUTELA EL DERECHO A UNA PARTICIPACIÓN IGUALITARIA Recurso de amparo de E.C.B. contra Caja Costarricense de Seguro Social Expediente No.01-001019-0007-CO Resolución No.2001-02922 de las 17:56 horas del 18 de abril de 2001 Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia La recurrente reclama que sus derechos fueron violados por la Caja, al no continuar con el nombramiento que se le hacía, en forma interina, en el Hospital Blanco Cervantes. No obstante, tal y como lo informaron las autoridades institucionales y del propio Hospital, la plaza vacante que estaba siendo ocupada por la recurrente, fue adjudicada en propiedad, luego del concurso respectivo. El recurso fue declarado sin lugar por los Magistrados de la Sala Constitucional, quienes, al efecto, consideraron lo siguiente: [...] Efectivamente este Tribunal ha sostenido que en el caso de los funcionarios interinos que laboran para el Estado les corresponde una inestabilidad impropia, es decir, el ordenamiento jurídico les concede el derecho de permanecer en el puesto en el cual la Administración les nombró, hasta que suceda o sobrevenga un hecho legítimo y eficaz que impida o no permita, válidamente, que pueda seguir desempeñándolo. Ese acontecimiento puede darse por el regreso del titular de la plaza o porque la plaza ha sido legalmente ocupada en propiedad. En este sentido, en sentencia número 5636-98 de las diecisiete horas veintiún minutos del cuatro de agosto de mil novecientos noventa y ocho se estimó: Retiradamente [sic] esta Sala ha indicado que le [sic] principio de seguridad jurídica exige que la administración solo pueda cesar un nombramiento interino cuando en virtud que la sustitución de un interino se puede dar en cualquier momento, siempre y cuando no sea sustituido por otro interino, sino por el propietario de la plaza, en razón que la figura del interinato constituye una expectativa a futuro mientras se ocupa la plaza, ya sea porque regrese el titular de la plaza y se nombre a uno, como en este caso, por lo que automáticamente cesa el término que se había establecido, porque el interinato es una situación provisional y una excepción a la regla. En sentido similar, en sentencia número 1076-96 de las once horas veinticuatro minutos del primero de marzo de mil novecientos noventa y seis se consideró: En reiteradas ocasiones esta Sala ha establecido la imposibilidad que existe de sustituir a un funcionario interino, por otro que esté en esa misma condición, siendo que las únicas razones para prescindir de este funcionario son que el 184 Revista Jurídica de Seguridad Social JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL titular de la plaza que ocupa en forma interina retorne a su plaza, o que se nombre a otra persona en propiedad, o bien, que exista una situación objetiva de necesidad de servicio, que como consecuencia haga desaparecer la causa que dio origen al nombramiento. La recurrente alega violación al debido proceso en el concurso en el que se adjudicó la plaza que era ocupada por ella en forma interina; por lo que considera inválida tal actuación. Al respecto, el Voto en comentario a la letra dice: [...] En cuanto al reclamo de la recurrente, respecto a la validez de lo actuado y resuelto en dicho concurso, en cuanto alega que no se ha observado el procedimiento establecido por la normativa interna de la Institución, ello ha sido objeto de análisis en esta Sala, en virtud de un amparo anterior de la recurrente, el que se tramitó en expediente número 00-007401-0007-CO. El mismo se rechazó por el fondo mediante sentencia número 00007401-0007-CO [sic] de las dieciséis horas trece minutos del doce de setiembre del dos mil, pues se estimó: I.- En infinidad de ocasiones, la Sala ha sostenido que la circunstancia de que a un servidor se le haya nombrado para desempeñar un determinado cargo, no tiene la virtud de constituir derecho adquirido alguno a su favor que obligue a la administración a nombrarlo en cualquier otra plaza, toda vez que el derecho a ocupar un cargo público no se adquiere con el simple transcurso del tiempo o por haber ocupado otros similares por cierto período, sino por tener la idoneidad comprobada para desempeñarlo conforme a lo dispuesto por el artículo 192 Constitucional; de modo tal que a lo más que tiene derecho el servidor –en esas condiciones-, es a que se le tome en cuenta para participar, con arreglo a las disposiciones legales y reglamentarias aplicables, en los concursos convocados para llenar la plaza que le interesa –como ha ocurrido en el caso de examen-, claro está, siempre y cuando reúna los requisitos exigidos para ello y cuente con la condición de elegible. II.- En lo tocante al tema de los concursos de antecedentes, la tutela constitucional se agota, según lo ha sostenido esta Sala con el derecho de participación igualitaria que tienen los oferentes para integrar la nómina o terna respectiva –lo que sí se le reconoció a la promovente en este caso-, ya que, una vez confeccionada ésta, con lo que cuenta el interesado es una simple expectativa a ocupar el cargo para el que opta, de manera que, no corresponde revisar en esta sede la decisión que los órganos tomen sobre el particular, en ejercicio de las facultades discrecionales con que cuentan para ello, pues la inconformidad que se suscite en torno a la decisión comporta un conflicto de legalidad y no de raigambre constitucional; en todo caso, revisar tal determinación en esta jurisdicción implica revisar los criterios técnicos empleados por el órgano competente para tomarla, lo cual también excede la naturaleza sumaria y los fines del amparo. (Ver en igual sentido sentencia número 6448-94 de las diecisiete horas con cincuenta y siete minutos del dos de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro). III.- Por otra parte, también en reiteradas ocasiones se ha señalado que el artículo 56 Constitucional, contiene una doble declaración; una, la de que el trabajo es un derecho del individuo y otra, la de que el Estado garantiza el derecho a la libre elección del trabajo que en su conjunto constituyen la denominada “Libertad de Trabajo”. Dicha garantía significa que los habitantes de la República se encuentran facultados para escoger entre el sinnúmero de ocupaciones lícitas la que más convenga o agrade al administrado para el logro de su bienestar y, correlativamente, el Estado se compromete a no imponerle una determinada actividad y respetar su esfera de selección. En el caso de examen, la autoridad recurrida no ha negado a la recurrente su derecho constitucional a escoger una actividad Revista Jurídica de Seguridad Social 185 JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL determinada, ni los funcionarios que laboran en ellas pretenden exigirle o imponerle una específica, sino que lo que hicieron fue no designarle en un puesto para el cual concursó –dentro del ámbito de su competencia- sino que fue elegida otra funcionaria para el desempeño de ese cargo, la cual también participó en ese concurso, en consecuencia, no se ha producido el alegado quebranto constitucional y el recurso debe rechazarse, sin perjuicio, claro está, de que la recurrente pueda discutir –en la vía legal que corresponda- la actuación cuestionada en el recurso, pues ese diferendo constituye un conflicto de legalidad que, en todo caso, excede la naturaleza sumaria del amparo. VI.- Finalmente, no está de más señalarle a la petente que tal y como lo ha manifestado esta Sala en reiteradas oportunidades no toda violación de las formas procesales constituye a su vez lesión al debido proceso, en su modalidad de la indefensión, que es la que alega la recurrente, ya que tal y como sucede en este caso, según se desprende del propio escrito, la accionante ha tomado conocimiento del procedimiento, ha podido ejercer las acciones pertinentes para poder pronunciarse sobre su regularidad y procedencia del acto impugnado. Máxime que en su caso particular a pesar de que la administración no le haya otorgado los quince días que se mencionaban en la nota suscrita por el Jefe de Recursos Humanos del Hospital accionado el ocho de agosto de este año [...] en donde se le comunicaba oficialmente y por escrito los resultados del proceso de selección para ocupar la plaza en propiedad, a saber: el puntaje obtenido y su condición de elegibilidad para el puesto, ello no vulnera el principio del debido proceso ni el derecho de defensa ya que en el acto mediante el cual se le comunicó el nombramiento de la funcionaria R.J.F., en la plaza para la cual había concursado en su oportunidad la petente –oficio del veinticinco de agosto de este año- [...], también allí se le otorgó un plazo de quince días hábiles para que solicitara cualquier aclaración, o apelación a ese nombramiento, momento procesal oportuno en el cual la amparada podrá alegar las violaciones antes apuntadas, así como impugnar el nombramiento referido para lo que en derecho corresponda. Por lo que en efecto, la actuación que está siendo impugnada por la parte recurrente, debe ser discutida en la vía administrativa y no en esta instancia constitucional que, como en reiteradas ocasiones se ha dicho, es contralora de constitucionalidad y no de legalidad, debiendo por ello desestimarse el recurso de amparo como en efecto se hace. De la sentencia parcialmente transcrita se desprende que los reparos de la recurrente, respecto a la legalidad del procedimiento tramitado y con la valoración de los atestados de los participantes es un aspecto que no corresponde dilucidarse en esta sede, sin que observe esta Sala que existan motivos que justifiquen variar de criterio, por lo que deberá estarse la amparada a lo resuelto en dicha oportunidad. Por lo que la disconformidad de la recurrente deberá plantearse, discutirse y resolver en la propia vía administrativa, o bien, en la vía jurisdiccional correspondiente por agotamiento de la fase anterior. En virtud de lo antes expuesto, de conformidad [con] el artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional procede rechazar [...] el recurso, como al efecto se hace. 186 Revista Jurídica de Seguridad Social