*La Iglesia es CATÓLICA. Significa que es universal. Es decir, es católica porque Cristo está presente en ella, pues “allí donde está Cristo Jesús, está la Iglesia Católica” (San Ignacio de Antioquía); y porque ha sido enviada por Cristo a todo el género humano. EVANGELII GAUDIUM: “Dios… ha elegido convocarlos como pueblo y no como seres aislados. Nadie se salva solo, esto es, ni como individuo aislado ni por sus propias fuerzas… ¡El Señor también te llama a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor!” (n. 113). “La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio” (n. 114). *La Iglesia es APOSTÓLICA porque está fundada sobre los Apóstoles en un triple sentido: 1. Fue y permanece edificada sobre el “fundamento de los Apóstoles”, testigos escogidos y enviados en misión por el mismo Cristo. 2. Guarda y transmite, con la ayuda del Espíritu Santo, la enseñanza, el buen depósito, las santas palabras oídas a los Apóstoles. 3. Sigue siendo enseñada, santificada y dirigida por los Apóstoles hasta la vuelta de Cristo gracias a aquellos que les suceden en su ministerio pastoral. EVANGELII GAUDIUM: “Si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones” (n. 120). “Ser discípulo es tener la disposición permanente de llevar a otros el amor de Jesús y eso se produce espontáneamente en cualquier lugar: en la calle, en la plaza, en el trabajo, en un camino” (n. 127). “Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo” (n. 273). Preguntas finales: *¿Fomento con mi oración personal, con mis opiniones y comportamientos, la unidad entre nosotros, los católicos que conozco y viven conmigo? *Mi comunidad cristiana, mi grupo o cofradía ¿es una comunidad abierta, fraterna,…donde acogemos las opiniones de los demás? 4. Oración final. Señor, Dios nuestro que has consagrado tu Iglesia, y has hecho de ella el Cuerpo de tu Hijo y que con piedras vivas y elegidas edificas el templo eterno de tu gloria; te pedimos que aumentes los dones que el Espíritu Santo ha dado a la misma, para que tu pueblo fiel, creciendo como Cuerpo de Cristo, reunido en tu nombre, te venere, te ame, te siga; y, llevado por ti, alcance el reino que le tienes prometido. Amén. LA IGLESIA UNIVERSAL Primera Catequesis. Hermandades y Cofradías 1. Texto evangélico: “Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: «unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». Jesús le respondió: «¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos»”. (Mt 16,13-19) Preguntas previas: *¿Qué es para mí la Iglesia? *¿Conozco realmente la Iglesia fundada por Jesucristo? 2. La Iglesia instituida por Cristo Jesús (CEC nn. 763-766). * Dice el Concilio Vaticano II que “para cumplir la voluntad del Padre, Cristo inauguró el Reino de los cielos en la tierra. La Iglesia es el Reino de Cristo «presente ya en misterio»” (LG 3). *El Catecismo de la Iglesia afirma: “El Señor Jesús dotó a su comunidad de una estructura que permanecerá hasta la plena consumación del Reino. Ante todo está la elección de los Doce con Pedro como su Cabeza (cf. Mc 3, 14-15); puesto que representan a las doce tribus de Israel (cf. Mt 19, 28; Lc 22, 30), ellos son los cimientos de la nueva Jerusalén (cf. Ap 21, 12-14). Los Doce (cf. Mc 6, 7) y los otros discípulos (cf. Lc 10,1-2) participan en la misión de Cristo, en su poder, y también en su suerte (cf. Mt 10, 25; Jn 15, 20). Con todos estos actos, Cristo prepara y edifica su Iglesia” (n. 765). "La Iglesia ha nacido principalmente del don total de Cristo por nuestra salvación, anticipado en la institución de la Eucaristía y realizado en la cruz. "El agua y la sangre que brotan del costado abierto de Jesús crucificado son signo de este comienzo y crecimiento" (LG 3)."Pues del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento admirable de toda la Iglesia" (SC 5). Del mismo modo que Eva fue formada del costado de Adán adormecido, así la Iglesia nació del corazón traspasado de Cristo muerto en la cruz (San Ambrosio)" (n 766). “Cuando el Hijo terminó la obra que el Padre le encargó realizar en la tierra, fue enviado el Espíritu Santo el día de Pentecostés para que santificara continuamente a la Iglesia” (LG 4). Es entonces cuando “la Iglesia se manifestó públicamente ante la multitud; se inició la difusión del Evangelio entre los pueblos mediante la predicación” (AG 4). Como ella es “convocatoria” de salvación para todos los hombres, la Iglesia es, por su misma naturaleza, misionera enviada por Cristo a todas las naciones para hacer de ellas discípulos suyos (cf. Mt 28, 19-20; AG 2,5-6)” (n. 767). “Para realizar su misión, el Espíritu Santo «la construye y dirige con diversos dones jerárquicos y carismáticos» (LG 4). «La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y guardando fielmente sus mandamientos del amor, la humildad y la renuncia, recibe la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el Reino de Cristo y de Dios. Ella constituye el germen y el comienzo de este Reino en la tierra» (LG 5)” (n. 768). 1. La Iglesia ha sido querida y fundada por Jesucristo. 2. Tiene su origen en el misterio de la Eucaristía, memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. 3. Fundada sobre la fe de los Apóstoles. 3. La Iglesia es una, santa, católica y apostólica (CEC nn. 811-865). *La Iglesia es UNA debido a su origen. Dice el Concilio Vaticano II: “el modelo y principio supremo de este misterio es la unidad de un solo Dios Padre e Hijo en el Espíritu Santo, en la Trinidad de personas” (Unitatis redintegratio 2). Pero este principio de unidad, debido a su Fundador, presenta una gran diversidad que procede de la variedad de los dones de Dios y de la multiplicidad de las personas que los reciben. Los vínculos de la unidad son: 1. La profesión de la misma fe recibida de los Apóstoles 2. La celebración común del culto divino, especialmente los sacramentos 3. La sucesión apostólica que conserva la concordia fraterna de la familia de Dios. *Sin embargo, la unidad ha sufrido heridas desde los primeros tiempos y a lo largo de la historia que han lesionado el cuerpo de Cristo. EVANGELII GAUDIUM: “Dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades…¡cuántas guerras por envidias y celos, también entre cristianos! La mundanidad espiritual lleva a algunos cristianos a estar en guerra con otros cristianos que se interponen en su búsqueda de poder, prestigio, placer o seguridad económica… Más que pertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversidad, pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente o especial” (n. 98). “A los cristianos de todas las comunidades del mundo quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais aliento mutuamente y cómo os acompañáis… Pidamos la gracia de alegrarnos con los frutos ajenos, que son de todos” (n. 99). “Pero, si ven el testimonio de comunidades auténticamente fraternas y reconciliadas, eso es siempre una luz que atrae” (n. 100). “Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor… ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!” (n. 101). “Bien entendida, la diversidad cultural no amenaza la unidad de la Iglesia… Él es quien suscita una múltiple y diversa riqueza de dones y al mismo tiempo construye una unidad que nunca es uniformidad sino multiforme armonía que atrae” (n. 117). *La Iglesia es SANTA porque Cristo, el Hijo de Dios, a quien con el Padre y con el Espíritu Santo se proclama “el solo Santo”, amó a su Iglesia como a su esposa, entregándose por ella para santificarla. La Iglesia es el pueblo santo de Dios, y sus miembros son llamados “santos”. La Iglesia, unida a Cristo está santificada por Él y también ha sido hecha santificadora, pues en ella está depositada “la plenitud total de los medios de salvación” (Unitatis redintegratio 3). La caridad es el alma de la santidad en la Iglesia. EVANGELII GAUDIUM: “No se puede perseverar en una evangelización fervorosa si uno no sigue convencido, por experiencia propia, de que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo, adorarlo, descansar en Él que no poder hacerlo. No es lo mismo tratar de construir un mundo con su Evangelio que hacerlo solo con la propia razón” (n. 266).