Tema de la semana #36 Meditación y experiencias cercanas a la muerte ¿Qué es una ECM? Sant Rajinder Singh Ji Maharaj Introducción: Sant Kirpal Singh Ji decía con frecuencia: «Sentimientos, emociones y conjeturas todas están sujetas a error. Ver está por encima de todo». La espiritualidad, dice, es una experiencia directa de nuestra alma con Dios en la que tenemos que ver y experimentar por nuestra cuenta las verdades que yacen en nuestro interior. Leer sobre las experiencias místicas de los grandes santos y Maestros espirituales del pasado tal vez nos ayude en nuestra búsqueda inicial, pero la verdadera fe se asienta en el viaje interno. Cuando empezamos a experimentar los reinos de divinidad interior, nuestra fe se hace inquebrantable y aseguramos nuestra felicidad espiritual. Tal vez haya momentos en la vida en que nos preguntemos cómo podemos estar seguros de que somos almas y que el alma sobrevive después de la muerte. Aunque las religiones del mundo refrendan la existencia del alma y su inmortalidad, en esta era nuestra de ciencia, muchos necesitan una prueba científica. Hace unos 30 años, se inició una nueva área de estudio en Occidente, la investigación en el área de las Experiencias Cercanas a la Muerte o ECM. De acuerdo a un sondeo de opinión Gallup en 1982, más de 8 millones de personas en los Estados Unidos dijeron haber tenido una experiencia cercana a la muerte. La siguiente lectura es tomada del libro de Sant Rajinder Singh Ji: El poder sanador de la meditación. Sant Rajinder Singh Ji Maharaj: En otros tiempos, cualquier estudio o debate sobre el tema de vida después de la muerte en nuestra sociedad, se limitaba a la esfera de la religión. No se mencionaba en los colegios, en los medios de comunicación, ni siquiera en los hospitales. Si alguien tenía una experiencia, la ocultaba por temor a ser tildado de "enfermo mental" o padecer alucinaciones. Pero una vez los médicos y científicos empezaron a encontrar casos de ECM y a documentarlos, descubrieron que acontecían en números tan arrolladores, que ya no podían desechar la evidencia por más tiempo. Las evaluaciones sobre la personalidad de la gente que tenía estas experiencias revelaron que eran normales y dignas de crédito. Las investigaciones de los médicos mostraron asombrosas similitudes que traspasaban fronteras de nacionalidad, religión y condiciones sociales. Gente de diferentes credos, que provenían de diversos países y que nunca habían escuchado sobre ECM, describieron los mismos incidentes. Hoy en día, en los medios de comunicación se le presta gran interés a estas experiencias, y ellas se han vuelto un tema popular de debate dentro de los círculos médicos. Esto ha abierto nuestro pensamiento a nuevas dimensiones que coexisten a la par con nuestro propio mundo físico. Con este creciente interés sobre las experiencias cercanas a la muerte, surge otro estudio. La gente empieza a preguntarse si es posible llegar a estos reinos del más allá sin tener una ECM. Si estos mundos de Luz coexisten en el tiempo y las personas entran de seguido a ellos ya sea por accidentes casi fatales, entonces ¿por qué no acceder a ellos en otras circunstancias? Esta pregunta puede ser nueva para los científicos modernos, pero no lo es para muchos en Oriente, para los pensadores de la Nueva Era, ni para quienes estudian yoga y meditación. En realidad tener experiencias del más allá es uno de los principales propósitos de la meditación. Sus enseñanzas brindan un método sencillo para elevarse por encima del cuerpo de manera fácil y natural. Los estudiantes de esta ciencia han podido tener un contacto con la Luz interior. Esta Luz no espera solo por quienes cruzan las puertas de la muerte al final de su existencia. Aguarda por todos para que podamos descubrirla en esta misma vida. Así como la Luz interior es una de las principales características de las ECM, también se refieren a ella, una y otra vez, quienes se elevan por encima del cuerpo por medio de la meditación. Los místicos y los santos de diversas religiones nos proveen numerosas referencias a la Luz interna. En la Biblia se hacen descripciones de ese brillo divino y de los reinos celestiales. Cristo dijo: "Si tu ojo fuese único, tu cuerpo entero se llenará de Luz". En la tradición de la antigua India leemos de una mujer llamada Savitri cuyo esposo había fallecido. Se dice que pudo cruzar el umbral del más allá para implorarle al ángel de la muerte, que conducía el alma de su esposo, lo devolviera a la vida. Fue en el siglo quince que en India, grandes santos como Kabir Sahib y Gurú Nanak empezaron a enseñar la práctica de la meditación como una ciencia. Revelaron que el arte de elevarse por encima del cuerpo para experimentar el más allá era una ciencia que cualquiera podía practicar, sin importar su trasfondo religioso. Así, explicaron este método tanto para los hindús como para los musulmanes. Su tradición ha continuado, y desde esa época, se expone la técnica de meditar como un método que puede ser seguido por personas de todas las religiones, nacionalidades y condiciones. En los tiempos modernos, Hazur Baba Sawan Singh Ji, Sant Kirpal Singh Ji y Sant Darshan Singh Ji han difundido esta práctica a cientos de miles de personas. Ellos mostraron un método con el que podemos entrar a estas regiones espirituales y tener paz, felicidad y bienaventuranza. En este proceso uno puede ver la Luna interna, sin tener que pasar por un incidente cercano a la muerte. Es un método que se puede practicar a diario en la comodidad del hogar. Es usual para muchos ver la Luz interna. La absorción en ella los ayuda a trascender el cuerpo y a explorar el más allá. A través de la meditación se puede viajar al otro mundo y disfrutar de la misma felicidad y amor, descritos por quienes han tenido una ECM. Todos los que han tenido experiencias cercanas a la muerte describen un mundo de Luz. Tenemos que recordar que estas personas estaban justo a la entrada del umbral del mundo espiritual y fueron devueltas a sus cuerpos para seguir viviendo. Pero quienes meditan pueden sobrepasar dicho portal y explorar más de esas regiones internas. El esplendor que la gente describe en las ECM es solo el principio. Cuando uno hace incursiones adicionales, encuentra regiones de esplendor aún más brillantes y etéreas. Aquí en este mundo, nunca podríamos imaginar mayor luminosidad que la del sol, pero quienes tienen una muerte clínica describen una luz aún más brillante, que no obstante, no lastima los ojos. De igual modo existen regiones luminosas aún más resplandecientes que las descritas por las personas que tuvieron ECM. § El cordón de plata Sant Darshan Singh Ji Maharaj Introducción: Sant Rajinder Singh Ji escribe sobre este fenómeno de las ECM así: “¿Prueban la existencia del alma las experiencias cercanas a la muerte? Ellas son prueba para la gente que las tuvo. Sus relatos atestiguan con pasión la existencia de una vida en el más allá; en verdad, muchos dicen que las experiencias fueron más intensas y reales que las de su vida terrenal. La confirmación de las conversaciones que ellos oyeron de gente en salones distintos a la sala donde yacían sus cuerpos moribundos, la confirmación de las conversaciones de parientes en otros sitios donde aparentemente el alma viajó, borró las dudas que las personas tenían sobre la existencia del alma, y hasta produjeron también el convencimiento en los parientes involucrados”. Cuando comparamos las experiencias espirituales de los grandes santos y místicos con las de quienes han tenido experiencias cercanas a la muerte, encontramos unas similitudes extraordinarias. Ambos se refieren a la presencia de una Luz enorme llena de amor, que ellos como almas experimentaron, sin el estorbo de su cuerpo físico. También escucharon una música celestial que los llenó de paz y felicidad. Los Maestros de la tradición de Sant Mat frecuentemente diferencian la creencia de la fe. La creencia, dicen, es algo que podemos tomar por verdad sin experimentarlo. Pero, una vez experimentamos algo, entonces nuestra creencia se convierte en fe. En el reino del espíritu, una vez experimentamos los reinos divinos a través de la meditación, tendremos la certeza de su existencia. En la siguiente lectura, Sant Darshan Singh Ji describe cómo el alma hace su viaje interno mientras permanece conectada al cuerpo físico. A esta conexión se le llama, en la literatura mística, «el cordón de plata». Sant Darshan Singh Ji Maharaj: El cordón de plata es la conexión más delicada entre el cuerpo físico y los planos superiores. Viene con nosotros al tomar el cuerpo físico y cuando al final tenemos que dejarlo el cordón de plata se rompe. Subsiste el mismo tiempo que dura nuestro cuerpo físico. Al tiempo que los santos abandonan como algo normal su cuerpo a voluntad en vida, encontrarán que otras personas, con pocas excepciones, no lo hacen durante sus vidas terrenas. Hay otros que no dejan su cuerpo en absoluto. Entonces, en el caso de la gente del mundo que no tiene nunca la oportunidad de estar a los pies de un santo, que nunca ha tenido idea de lo que es morir en vida, el cordón de plata permanece intacto y solo funciona una vez, y esa vez es lo que llamamos la muerte. Pero en el caso de aquellos que han aprendido el arte de morir en vida, y quienes de hecho mueren varias veces al día, el cordón de plata prosigue funcionando regularmente, puesto que ellos temporalmente abandonan su cuerpo, van a los planos superiores y mantienen aún la conexión con él. Ellos regresan al cuerpo cada vez que lo desean. El cordón de plata es muy sutil y delicado; es una conexión sublime entre nuestro cuerpo físico y los planos superiores. La mayoría de la gente nunca aprende a morir en vida. No aprenden a morir para poder empezar a vivir, y en su caso, dicho cordón permanece intacto. Este cordón nunca se usa y solo se rompe de repente al momento de la muerte. Es lo más deplorable. El cordón de plata es como la cuerda de una lira o de un instrumento de cuerda con solo una cuerda—en India tenemos un instrumento así que se llama ektara. Algunas veces nuestro Amado Maestro lo usaba para acompañarse al cantar. El solía cantar muy raras veces, pero tuve la buena fortuna de escucharlo con la ektara. La palabra ektara significa un instrumento de una sola cuerda. Cuando el músico toca el instrumento con su dedo, comienza pulsándolo muy delicadamente, muy suavemente y en un tono bajo y luego, gradualmente el tiempo sigue en aumento hasta llegar a su clímax en que los movimientos del dedo ya no se pueden ver. El ritmo y el movimiento del dedo son tan rápidos que el dedo se hace invisible. *** Nuestro Hazur Baba Sawan Singh Ji algunas veces nos decía que la condición de un santo es como la del pájaro de la mitología india que ha sido bendecido con el don divino de volar de la tierra al cielo en un abrir y cerrar de ojos. Cada vez que un Santo Maestro se eleva por sobre la conciencia del cuerpo, esta cuerda produce música celestial al ser tocada por el dedo celestial. Y como saben, si un instrumento musical se utiliza regularmente, se mantiene en buen estado, emitiendo embriagadoras melodías. Pero si un instrumento musical—en este caso, este de una sola cuerda—permanece sin uso en algún lugar perdido, oscuro e invisible, con el tiempo entonces se oxida y se vuelve quebradizo. Kabir Sahib decía que todo el tiempo estamos durmiendo y que solo despertamos cuando la vara del Ángel de la Muerte golpea nuestras cabezas. *** Pero en el caso de los Santos, e incluso sus discípulos que se elevan por encima de la conciencia del cuerpo y que ascienden a planos superiores por la gracia de su Maestro, tal instrumento se mantiene siempre en buen estado. Dado que está en buena condición, cada vez que el Dedo Divino lo toca, se vuelve más y más sutil y refinado, y en el momento del toque final, sin ningún dolor, sencillamente se desprende con su música cautivadora. Tan solo esa música nos brinda dicha, tranquilidad, paz e inmortalidad, según como sean los diversos estados y etapas por las que pasa un discípulo. § El vehículo perfecto Sant Darshan Singh Ji Introducción: En la siguiente lectura, Sant Darshan Singh Ji habla de lo que es viajar por los reinos espirituales a través de la meditación. Él le llama a esto: «Viajar a través del espacio interior». Sant Darshan Singh Ji Maharaj: Al emprender cualquier viaje, el vehículo nos proporciona el medio de transporte. También determina qué tan lejos y rápido podemos viajar. Si queremos cruzar el Océano Atlántico o el Pacífico, no podemos hacerlo en un avión que tengamos que llenar de gasolina cada mil kilómetros. Y si queremos viajar a la luna, ni siquiera un jet intercontinental sirve. Cualquier energía que una yoga en particular utilice para permitir nuestro progreso espiritual, pone un límite sin remedio, a la exploración interna del aspirante, porque esas energías solo pueden llevarnos hasta la fuente de donde ellas provienen. En el sendero interno, como en la vida, los medios no se pueden separar del fin. Si queremos llegar a los reinos de espíritu puro, tenemos que utilizar para nuestro viaje en el espacio interior, un vehículo que sea lo suficientemente sutil para penetrar en ellos. En otras palabras, debemos utilizar un vehículo puramente espiritual. Otro medio inferior, nos llevará a lo máximo, hasta su propia fuente y nuestro viaje quedará incompleto. Es aquí, donde los exponentes de la Yoga del Surat Shabd tienen las respuestas más revolucionarias al reto de todos los retos—la unión con el Creador. El vehículo para el viaje interno que ellos nos ofrecen es el vehículo del Naam, del Shabd o Verbo. ¿Qué mejor vehículo se puede tener para el viaje en el espacio interior que la Corriente divina que creó todo lo que existe? Si pudiéramos conectarnos con esa Corriente, invertiríamos el proceso con el cual descendimos a esta vida y volveríamos a nuestra Fuente misma. Si pudiéramos usarla como una autopista o carretera, con toda seguridad llegaríamos al punto en donde Dios, el Sin Nombre, tomó Nombre y Forma. Es por esto que Nanak dice: «Quien aborda el bote del Naam (Verbo) alcanza su destino final». Lo primero que hay que comprender es que la Yoga del Surat Shabd —esa escuela del misticismo que busca realizar cabo su objetivo de unir la atención con el Verbo o Shabd— selecciona como vehículo para el viaje interno una energía que es puramente espiritual en su origen y puede llevarnos a la meta suprema. Haciendo un paralelo, otras formas de yoga pueden, a lo máximo, llevarnos hasta metas intermedias. Ellas utilizan energías que no son de naturaleza puramente espirituales y limitan la esfera de acción que uno puede explorar en su interior. *** Hay una historia que nos muestra la diferencia entre la Yoga del Surat Shabd y otras formas de yoga. Había una vez un gran santo quien llevaba una vida tranquila a la orilla de un río. Un yogui, que escuchó de la grandeza del santo fue a visitarlo. Pero no llegó con mucha humildad. Él era un maestro de ciertas formas tradicionales de yoga y le era imposible creer que este gran santo espiritualmente fuera superior. Nada está oculto a los ojos de un Maestro. El santo sabía por qué había ido el yogui, pero él lo atendió con gran humildad y cortesía. Era de mañana y el yogui quería empezar el debate sin pérdida de tiempo. Pero por años, el santo había ido, todas la mañanas, a orar en un templo que quedaba al otro lado del río. «No soy tan letrado como para competir contigo», dijo el santo, «Estoy seguro que tengo mucho que aprender de ti. No obstante, ¿No podría esperar nuestro debate hasta que vuelva del templo a donde voy orar a esta hora cada día?» El yogui con desagrado aceptó la propuesta. Ambos hombres caminaron por la orilla del río. Cuando el santo se dirigió al ferry, el yogui preguntó: « ¿significa esto que debes tomar un bote para cruzar este tramo de agua?» Cuando el santo asintió, el yogui protestó: «Pero me dijeron que eras un hombre de gran poder espiritual. ¿De qué sirve eso, si ni siquiera puedes cruzar el río sin la ayuda de un barco?» El hombre quería utilizar sus poderes de yoga y se alistó para hacerlo. Mientras tanto, el santo tomó el trasbordador y cruzó el río. Después de sus oraciones, el santo regresó tal como se había ido en el ferry, y encontró al yogui terminando apenas, algunas de sus prácticas a la orilla del río. « ¿Estuviste en el templo?» preguntó el santo. «No», dijo el yogui. «Pero ya terminé las prácticas preliminares para caminar sobre el agua». Este era el momento que el santo esperaba. Los Maestros son la encarnación de la humildad, pero nadie puede superarlos cuando se trata de hablar la verdad de manera directa y explícita. Le dijo: «Hablaste con tal vehemencia sobre la grandeza de tu yoga, pero me doy cuenta que no vale ni medio centavo». El yogui se llenó de ira. « ¿Cómo te atreves a decir eso?» A esto el santo respondió: «Has pasado años y años de tu vida dominando estos poderes de yoga. ¡Pero los resultados de tus prácticas no tienen valor, porque mi barquero puede hacer lo mismo por medio centavo y en menos tiempo!». Si tenemos que atravesar todo el continente lo podemos hacer a pie— ¿pero, cuantos estarían dispuestos a resistir una experiencia tan dura? Sería mejor viajando esa distancia, hacerlo en tren y muchísimo mejor en avión. Así mismo, podemos utilizar diferentes medios de transporte para explorar el espacio interno. Pero en esta época de aviones supersónicos y cohetes, el vehículo interno ideal para viajar es el Naam o Verbo. Podemos abordarlo siguiendo el sendero de la Yoga del Surat Shabd y nos llevará a nuestro destino final—nuestro Verdadero Hogar—en el menor tiempo posible. § Transformación a través del viaje interno Sant Rajinder Singh Ji Maharaj Introducción: En la siguiente lectura, Sant Rajinder Singh Ji habla acerca de la transformación que nos ocurre cuando nos ponemos en contacto con los reinos divinos en nuestro interior. Sant Rajinder Singh Ji Maharaj: Cuando meditamos y entramos en contacto con la fuente de amor total, comenzamos a irradiar ese amor a los demás. Hemos leído sobre la insólita transformación que sufrieron quienes tuvieron experiencias cercanas a la muerte. Su breve reunión con el Ser de Luz y el examen de sus vidas, les hizo comprender de inmediato, la importancia de su existencia. Se dieron cuenta que no podían llevarse nada de este mundo. La única cosa que uno se lleva es su alma y el registro de pensamientos, palabras y acciones. Vieron cuán importante es ser amorosos y serviciales con los demás en este mundo. Eso es lo que importa. Encontraron que las pequeñas cosas de la vida que parecían crear estrés y tensión, no son tan importantes, distinguieron que esta creación física no es real sino ilusión; percibieron que su verdadero ser no es el cuerpo sino el alma. Así, al regresar a la vida enderezaron sus pasos. Comprendieron que hay un gran propósito en la vida que consiste en poder conocer nuestro verdadero ser y conocer a Dios. Apreciaron el valor de las relaciones afectuosas con los demás, y el ser útiles con la humanidad. Empezaron a preocuparse por otros y a traer alegría a la vida de los demás. Al meditar sufrimos esta misma transformación. El amor empieza a irradiarse de nosotros hacia todo el género humano. Cuando entramos en contacto continuo con la Luz y el amor interno, esa divinidad comienza a propagarse desde nosotros hacia quienes encontramos. Comenzamos a amar a quienes nos rodean y ellos derivan enorme paz y solaz en nuestra presencia. Empezamos a desarrollar amor por toda la creación. Nos volvemos amables y amorosos con todos, incluyendo los animales y las especies inferiores de vida. Así como uno nunca pensaría en herir a nadie de su familia, de igual forma, nos volvemos no-violentos y amorosos con todos en la gran familia de Dios. Nos convertimos en la morada de las virtudes éticas. Si cada uno de nosotros aprendiera el arte de la meditación, este mundo estaría lleno de gente pacífica y bondadosa. Se acabarían las guerras y conflictos. Sin excepción obtendríamos calma y felicidad interna y ayudaríamos a irradiarla a quienes nos rodean. No sólo habría paz interior sino también exterior. Podríamos entonces declarar como dijo Sant Darshan Singh en uno de sus versos: He aprendido a amar toda la creación como mía, Tu mensaje de amor Es el significado mismo de mi vida. Los santos y místicos vinieron a compartir con la humanidad la Luz, la paz y la felicidad que ellos encontraron. Llegan a mostrarnos esa iluminación para que podamos experimentar más alegría, tranquilidad y sosiego como nunca antes habíamos imaginado. No tenemos que esperar hasta la muerte para confirmar los mundos del más allá. Ni siquiera necesitamos una ECM ni todo el trauma físico que esto conlleva para encontrar la Luz interna. Esa Luz espera por cada uno de nosotros en este mismo instante. La podemos encontrar a través de la meditación. §